DIGO YO DON XAVIER
MARIA DE AGUIRRE, vecino y dél Comercio de esta Ciudad, que he vendido à Don Phelipe […] un Negro que responde por el Nombre
de Domingo
Bozal[1]
de hedad al parecer como de 18 años, poco mas ó menos en precio de quinientos veinte y cinco pesos por perteneciente à
la Partida que en mayor numero se ha conducido del puerto de Valparaiso en la Fragata las Mercedes que llegó al Puerto
del Callao[2]
el dia 4 del presente mes y año bajo partida de
Registro por cuenta y riesgo de mi mismo […] de cuyo Numero
tengo satisfechos todos los Reales Derechos[3],
y es declaracion que dicho Negro lo he vendido bien registrado y escogido por
parte de [nombre ilegible][4] a su satisfacion,
con todas las tachas, defectos, vicios, y enfermedades ocultas y manifiestas
que al presente tenga ó adquiera, y tenga en lo subcesivo, alma en boca, costal
de huesos, á usanza de feria, sin asegurarlo de achaque alguno, y dicho
Comprador que lo ha hecho reconocer, se dà por contento y entregado de él y
acepta la Venta en estos terminos, renunciando, como desde luego renuncia la
accion de Redhibitoria[5],
aunque de Derecho se requiera, excepto solo en los dos achaques de mal de
Corazon y Gotacoral[6],
verificandose estos de la fecha en los sesenta dias, segun uso establecido; por
que si despues de este termino le sobreviniere, y adoleciere de ellos, ha de
ser por su Cuenta. En feé de lo qual le doy este Despacho, para que le sirva de
bastante documento de propiedad en forma. Lima y
Junio 13 de 1794.
[1] Un bozal era un
esclavo negro recién sacado de su país.
[2] El Callao es el
puerto de la ciudad de Lima.
[3] El documento se
refiere aquí a que la trata de esclavos, como cualquier otro tipo de comercio,
estaba sometida a impuestos indirectos. En cuanto los esclavos eran
desembarcados en América los comerciantes debían pagar a los oficiales del rey
el impuesto correspondiente a cada esclavo, como mercancía que eran.
[4] Este sería el
nombre del comprador del esclavo.
[5]Esta acción
consiste en deshacer una venta, según derecho, porque el vendedor no informó al
comprador de un defecto que tenía la cosa vendida.
[6] Gota coral es el nombre que se le daba entonces a la epilepsia.
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