viernes, 16 de junio de 2017

LA ISLA DEL ESCARMIENTO

http://www.antoniorico.es/2017/06/la-isla-del-escarmiento.html

“La isla” sigue en laSexta. Cada miércoles, erre que erre. Varios tíos siguen pasando mil penurias en una isla porque sí. Ellos lo llaman “valor”, y nosotros “a lo tonto”. Y, lo peor, siguen empeñados en extraer lecciones morales de su conducta insensata. Nos dan clases de supervivencia repletas de superación, liderazgo y toda esa nueva metafísica de moda que nos invade cuando alguien dice en voz alta “coach” en vez de “Belcebú”, que es menos peligroso. Llámenme tonto, pero yo tenía entendido que la supervivencia consistía en sobrevivir, y su primer mandamiento es no meterse en líos. Muy resumido: hay que huir de donde no hay comida y quedarse donde la hay. Eso por no hablar del agua. O de los animales peligrosos, los parásitos y la higiene. Supervivencia, dicen medio muertos en una isla que si está deshabitada por algo será. Manda huevos.

No hace falta comentar el sinsentido de Pedro García Aguado, su presentador ausente, cuando dice que “La isla” “no es un espectáculo, pero sí es espectacular”. Basta mirar el diccionario. Vayamos, mejor, con Mario López, director de laSexta, que dice que “no cae en la superficialidad, ni en el concurso, ni la explotación extrema de los sentimientos. Se homenajean las virtudes de los concursantes que participan”. Bueno, no, que también dice el DRAE que por muchas virtudes que tengan no puede haber concursantes sin concurso. Una cosa es querer zafarse de la sombra de “Supervivientes” mirándolo por encima del hombro y otra esto.

Vamos entonces con los participantes que participan sin ser concursantes que concursan. Mi favorito es el que iba a demostrar que se puede sobrevivir bebiendo agua de mar y al segundo programa tuvo que ser evacuado muy malito. Si te van los retos, puedes elegir: hacer el cafre o leer un poco sobre cómo funciona un riñón y qué es una nefrona. Allá cada uno. Este optó por hacer el cafre y confirmar lo ya sabido: agua del mar, ¡caca!, no beber. También me gustó el segundo evacuado, un médico que se hizo pupa por jugar a cazador recolector sin tener en cuenta que lo esencial de la medicina es prevenir, como enseñaba Ramón Sánchez-Ocaña. Hoy, más isla; a ver quién será evacuado ahora.

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