miércoles, 1 de mayo de 2019

La Monarquía Hispánica de Felipe II

LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE FELIPE II

 

El gobierno de Felipe II se caracterizó por un aumento del poder del rey. Cada vez más funcionarios trabajaban para él y su voluntad podía alcanzar más lejos, aunque la mayoría de la población apenas notase el poder del rey en sus vidas cotidianas.

Felipe II eligió Madrid como capital desde la que gobernar, como ya lo eran París o Londres, porque era una ciudad situada en el centro de la península, donde se concentraba la mayoría de la población peninsular, y poco importante, así que su gobierno municipal apenas podría molestar al rey.

De todos modos, aunque se levantó un palacio real en la ciudad, Felipe mandó levantar un enorme monasterio en la sierra al norte de Madrid y fue desde allí que gobernó todos sus reinos. El monasterio del Escorial lo mandó construir el monarca en agradecimiento por la victoria de San Quintín, por eso su iglesia está dedicada a San Lorenzo, el santo del día de la batalla.

Al contrario que Carlos V, su padre, un hombre de acción siempre en movimiento, Felipe II apenas abandonó la península y pasó la mayor parte de su vida leyendo y redactando documentos en una pequeña habitación en El Escorial, desde donde gobernaba un imperio que se extendía por Europa, América, África y Asia.

El rey al tener que atender asuntos cada vez más especializados perfeccionó el sistema de consejos iniciado en tiempos de Isabel y Fernando. El sistema polisinodial consistió en que cada problema del reino era tratado por un consejo específico que después de debatir presentaba al rey una propuesta para que este tomara la decisión final.

Tras la batalla de San Quintín (1557) no volvería a haber guerra entre la Monarquía Hispánica y el reino de Francia durante casi medio siglo. La causa principal de ello fueron las sucesivas guerras civiles que sucedieron en Francia en ese periodo, protagonizadas por nobles católicos enfrentados a nobles calvinistas bajo la mirada dubitativa de los monarcas galos.

Las guerras de religión en Francia (1562-1598) terminaron de convencer a Felipe II de la importancia de que sus súbditos estuvieran unidos por una religión. Es por lo anterior que prohibió en 1559 por una pragmática que sus súbditos abandonaran sus reinos sin su permiso, para evitar que se contaminaran de ideas peligrosas por el contacto con gentes de otros países. Esta decisión afectó negativamente al avance científico y técnico al impedir a las universidades y estudiosos de la península el contacto con los descubrimientos e inventos realizados en el resto de Europa: “Que de aquí en adelante ninguno de nuestros súbditos y naturales, eclesiásticos y seglares, frailes y clérigos ni otros algunos no puedan ir ni salir de estos Reinos a estudiar, enseñar, aprender, estar, residir en universidades o colegios fuera de estos Reinos. […]”.

Las guerras de religión, que trastornaron Francia durante la segunda mitad del siglo XVI, fueron vistas por Felipe II como un ejemplo de lo que pasaría en un reino que no mantuviera la unidad religiosa. Por ello apoyó la actuación de la Inquisición e inició una política de asimilación de los moriscos granadinos.

Durante la Edad Media los reyes cristianos de Castilla y de Aragón habían permitido en muchos lugares a la población musulmana conquistada permanecer como sus súbditos. A estas personas se les llamaba mudéjares. El sitio donde vivían más mudéjares y estaban mejor organizados era el reino de Granada. En 1502 los Reyes Católicos, rompiendo el pacto de rendición firmado por Boabdil, el último rey de Granada, les dieron a los mudéjares a escoger entre el exilio y el bautismo. Aquellos que se convirtieron al cristianismo, llamados moriscos, pasaron a ser sospechosos de seguir practicando el islam en secreto, igual que lo eran los marranos o judeoconversos de practicar el judaísmo secretamente. En 1567 Felipe II intentó obligar a los moriscos instalados en el reino de Granada que abandonaran sus vestidos y tradiciones para parecerse más a los “cristianos viejos”. Esto produjo una rebelión en 1568, la guerra de las Alpujarras, que se extendió por casi todas las poblaciones moriscas de la Penibética, desde la sierra de Ronda hasta Baza. Juan de Austria, el hermano bastardo de Felipe II, fue el encargado de aplastar la sublevación. Tras su derrota unos cien mil moriscos fueron expulsados del reino de Granada y repartidos por todos los otros territorios de Castilla. Esto explica que una reciente investigación genética encontrara más genes comunes entre los habitantes del norte de África y algunas regiones del norte de España que entre los norteafricanos y los andaluces de Granada, Málaga y Almería.

El éxito de Juan de Austria contra los moriscos rebeldes hizo que el rey lo nombrara almirante de la armada cristiana que luchó en la batalla de Lepanto (1571) contra los turcos otomanos.

El mayor éxito de Felipe II fue unir el reino de Portugal a sus posesiones. El rey portugués Sebastián I dirigió una cruzada en el norte de África que terminó en la derrota de Alcazarquivir. Tras la muerte en batalla y sin descendencia del rey lusitano aconteció una corta guerra civil tras la que Felipe, pariente directo del difunto por parte de madre, ocupó el trono como Felipe I de Portugal. Así no sólo pasó a gobernar Portugal, sino también Brasil, sus posesiones en África y el “Estado da Índia”.

El mayor fracaso de Felipe II fue su fracaso en reprimir la rebelión calvinista en Flandes. Desde el comienzo de su reinado se produjo un distanciamiento entre Felipe II y sus súbditos flamencos. El rey vivía a una enorme distancia y no visitaba sus dominios con regularidad; cuando intentó subir los impuestos para financiar su política militar comenzaron a producirse protestas que no fueron atendidas y que finalmente desembocaron en una rebelión en 1566. Los rebeldes eran nobles flamencos y, sobre todo, comerciantes y artesanos de las ciudades; además gran parte de los rebeldes habían adoptado la fe calvinista, por ello lo que comenzó como una revuelta por causas económicas se acabó convirtiendo en una guerra por causas religiosas y políticas.

Felipe II no admitía que se pudiese negociar con gentes rebeldes contra su rey y que además eran herejes. Esa fue la causa de que intentara obtener una victoria militar a toda costa. Sin embargo, aunque era señor de un imperio que abarcaba varios continentes y recibía anualmente grandes cantidades de plata y oro desde América, no pudo sofocar la rebelión por varias razones. Las cuales son:

El terreno de los Países Bajos estaba fragmentado por la existencia de múltiples ríos y canales que hacían difícil el desplazamiento terrestre.

Los rebeldes flamencos contaban con numerosas ciudades amuralladas que había que tomar una por una en asedios que duraban en ocasiones más de un año.

La riqueza que los habitantes de los Países Bajos lograban del comercio la invertían en la guerra contra Felipe II.

La reina Isabel II de Inglaterra apoyaba a los rebeldes con dinero y soldados.

 

Los efectos a largo plazo de la rebelión en Flandes y de la guerra subsiguiente, que duró unos ochenta años, fueron la formación de dos territorios bien definidos: al sur los Países Bajos españoles formados por territorios católicos fieles al rey donde se hablaba francés y flamenco, al norte las Provincias Unidas de los Países Bajos formadas por las regiones calvinistas de lengua flamenca que mantuvieron la lucha contra Felipe II. Estas dos regiones dieron lugar a los actuales países de Países Bajos y Bélgica.

Relacionada con la guerra de Flandes se halla la empresa contra Inglaterra. Felipe II intentó invadir Inglaterra para que Isabel II dejara de apoyar a los rebeldes. Las causas de la derrota de su flota se pueden leer en esta carta datada en 1588 dirigida por Francisco de Bobadilla (1541-1610) a Juan de Idiáquez:

“Digo que hallamos al enemigo con muchos vajeles de ventaja, mejores que los nuestros para pelear, ansí en la traça dellos como de artillería, artilleros y marineros como velejados, de manera que los governavan y hazían lo que querían. La fuerza de nuestra armada era hasta veynte vajeles y estos an peleado muy bien (…).

Juntose con esto, las pocas balas de artillería que traymos de manera que ya casi no avía bajel de los que peleavan que tuviese con que tirar, y ansí a (el galeón) San Matheo por aversele acavado la pólvora y balas de artillería, se le arrimaron y dishizieron, y si el enemigo nos acometiera otro día después que salimos al mar de Norvega, fuera lo mismo que los demás vajeles.”

Versión actualizada del texto por el profesor:

“Digo que encontramos al enemigo [inglés] con muchos bajeles [barcos] de ventaja, mejores que los nuestros para pelear, tanto por su artillería, artilleros y marineros como por su velamen4, que les permitía [a los ingleses] gobernar [los barcos] y hacer lo que quisieran. La fuerza de nuestra armada era de veinte bajeles y estos han peleado muy bien.

A lo anterior se unió las pocas balas de artillería que trajimos5 de manera que ya casi no había bajel de los que peleaban que tuviese con que disparar, y así por habérsele acabado la pólvora y las balas de artillería al galeón de San Mateo se le arrimaron y lo deshicieron, y si el enemigo nos hubiera atacado el día después de llegar al mar de Noruega [mar del Norte], habría pasado lo mismo con los demás bajeles.”

Finalmente la Armada de Felipe II no pudo transportar tropas desde Flandes a Inglaterra y volvió a los puertos de la península ibérica dando toda la vuelta a la isla de Gran Bretaña. Fue en ese largo viaje de regreso donde se perdió la mayor parte de la flota y sus tripulaciones a causa de las galernas, tormentas y naufragios.

La guerra de Flandes unida a la lucha contra los turcos otomanos y a la empresa contra Inglaterra supusieron unos inmensos gastos que no pudieron pagarse a pesar de la riqueza que llegaba de América, por ello Felipe II se vio obligado a declarar cuatro bancarrotas. Es decir, reconoció en cuatro ocasiones que no podía pagar sus deudas y por tanto dejó de pagar a sus banqueros. La primera de sus bancarrotas arruinó a los Fugger, familia de banqueros alemanes, y por esa causa serán banqueros genoveses y portugueses los que financiarían en los siguientes años a la Monarquía Hispánica.

Los gastos anuales de Felipe II eran unos doce millones de ducados anuales y la riqueza americana sólo cubría una cuarta parte de los gastos, el resto lo pagaban, en su mayor parte, los pecheros castellanos. Los gastos del rey se limitaban al mantenimiento de ejércitos, flotas, la corte real y unos pocos miles de funcionarios, pues la función del rey era conseguir la paz dentro del reino y enfrentarse a los enemigos extranjeros defendiendo la fe católica de sus súbditos. De todo lo demás (enseñanza, cuidado de enfermos, tribunales, cárceles, cuidado de huérfanos, viudas, lisiados, alimentación de desempleados sin recursos y de pobres) se encargaban la Iglesia (con hospitales, hospicios y reparto de alimentos y medios de vida), las propias familias y la nobleza (encargada de la mayoría de los tribunales y prisiones).

 

1.      ¿Cuándo abdicó Carlos V en Felipe II?

2.      ¿Quién fue elegido emperador tras la abdicación de Carlos?

3.      ¿Cuántos años gobernó Felipe II?

4.      ¿Cómo se llamaba su madre?

5.      ¿En qué año se convirtió Madrid en la capital del reino?

6.      ¿Qué palacio mandó construir Felipe II cerca de Madrid?

7.      ¿Cómo se llama al conjunto de los funcionarios de un país?

8.      ¿Qué consejos creó Felipe II?

9.      ¿Qué era un corregidor?

10.   Nombra los consejos que se ocupaban de los territorios de Felipe II como…

El Consejo de Portugal…

11.   ¿Qué hizo Felipe II para evitar que se difundieran las ideas protestantes por la península ibérica?

12.   Un sinónimo para judeoconverso.

13.   ¿Qué era la “limpieza de sangre”?

14.   ¿Cuándo comenzó la sublevación de las Alpujarras? ¿Cuándo terminó?

15.   ¿Qué le ocurrió a los moriscos tras su derrota?

16.   ¿Cuándo y dónde derrotaron las tropas de Felipe II a los franceses?

17.   ¿Cuándo y dónde derrotó la armada de Felipe II a los turcos otomanos? ¿Qué famoso escritor perdió la mano izquierda en esa batalla naval?

18.   ¿Quiénes fueron los aliados de Felipe II contra los turcos musulmanes?

19.   Felipe II en 1588 mandó una gran flota a la conquista de Inglaterra. ¿Qué dos nombres recibió esa flota de guerra?

20.   ¿Qué destruyó esa flota?

21.   Cuándo sucedió la empresa contra Inglaterra esta estaba gobernada por la reina Isabel II, hija de Enrique VIII y Ana Bolena. ¿Qué edad tenía entonces Isabel? Sus datos biográficos están en la ficha de la Reforma protestante.

22.   ¿Cuál fue el mayor problema al que se enfrentó Felipe II? ¿Cuáles fueron sus causas?

23.   ¿Cuándo comenzó la sublevación en los Países Bajos? ¿Quién la dirigió?

24.   Los Tercios estaban formados por…

25.   ¿En qué dos mitades se dividió Flandes tras su rebelión?

26.   ¿Cuándo se convirtió Felipe II en rey de Portugal?

27.   ¿Cuándo comenzaron y terminaron las guerras de religión en Francia?

28.   En el libro de texto aparecen cuadros que representan a Felipe II y a su padre pintados por el mismo pintor. ¿Cómo se llamaba el artista? ¿De dónde era? ¿Cuántos años vivió? Los datos están en la ficha El imperio universal de Carlos V.

 

MAPA EUROPA DE FELIPE ii

 

1.      Completa la leyenda en la parte inferior del mapa y coloréalo siguiendo estas instrucciones:

-     Colorea con cera o lápiz amarillo España, las Baleares, Cerdeña, Sicilia, el reino de Nápoles, Milán, el Franco Condado, Luxemburgo, las zonas en torno a Melilla y Orán, y las flechas que salen de Barcelona y el reino de Nápoles.

-     Colorea con cera o lápiz naranja Portugal y la zona en torno a Melilla.

-     Colorea con cera o lápiz lila o violeta la isla de Malta.

-     Colorea con cera o lápiz verde oscuro el imperio de los turcos otomanos (que incluye que incluye Albania, Rumelia, Bulgaria, Servia, Hungría, Anatolia) y las flechas que parten de él hacia Chipre, Malta y Tunez.

-     Colorea con cera o lápiz verde claro los territorios vasallos del imperio otomano: Valaquia, Transilvania, Moldavia, Janato de Crimea y el norte de África (Trípoli, Túnez, Argelia) así como las flechas que señalan los ataques de los piratas berberiscos.

-     Colorea con cera o lápiz azul claro el reino de Francia.

-     Colorea con cera o lápiz naranja la república de Génova y la isla de Cerdeña.

-     Colorea con cera o lápiz lila rojo los territorios de la república de Venecia, incluido Spalato, Ragusa y las islas de Creta y Chipre.

2.      En la portada aparece un mosquetero como los que lucharon en Lepanto contra los turcos. Su arma principal era el mosquete, un modelo de arma de fuego que apareció en la segunda mitad del siglo XVI que enviaba una bala más grande que modelos anteriores, pero que necesitaba apoyar su peso en una horquilla durante el proceso de apuntar y disparar debido a su peso. Al apretar el gatillo no se accionaba un percutor sino que una pinza acercaba a la carga de pólvora una mecha encendida que producía el disparo.

-     ¿Cuál era el segundo arma del mosquetero?

-     ¿Qué lleva en la cabeza?

-     Colorea de la forma más realista posible esa imagen. VALE DOS PUNTOS BIEN HECHA Y RESTA DOS SI NO SE HACE O SI SE REALIZA UNA CHAPUZA.

3.      Rellena en las casillas de la izquierda todos los años que faltan. Escribe en cada casilla de la derecha un acontecimiento histórico que sucediera ese año. Hay fechas con más de un acontecimiento histórico pero basta escribir uno. No todas las fechas tienen su acontecimiento histórico.

 

1556

 

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1558

 

1559

 

1560

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1565

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1570

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1575

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1580

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1585

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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1595

 

 

 

 

 

1598

 

 


Notas al pie de página

1 El adjetivo polisinodial significa “de varios consejos” pues sínodo es un sinónimo para asamblea o consejo.

2 Francisco de Bobadilla era un noble que servía como soldado en los ejércitos de Felipe II que luchaban en Flandes. Se suponía que los Tercios de Flandes serían transportados a Inglaterra para derribar a Isabel I de su trono. Eso nunca sucedió, y en esta carta Bobadilla explica las razones de ello.

3 Juan de Idiáquez (1540-1614) fue un consejero de Felipe II.

4 Una de las ventajas de los ingleses en su lucha contra la Armada era que sus barcos estaban, en general, mejor preparados para maniobrar con los vientos y corrientes del Canal de la Mancha y del mar del Norte.

5 La armada española partió contra Inglaterra sin estar preparada del todo, pero su misión no era pelear sino transportar las tropas de los Tercios desde Flandes a Inglaterra.


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