LOS ALMORÁVIDES (1086-1147)
Originalmente
los almorávides eran un grupo de bereberes que se establecieron en el siglo XI
en una isla situada en la desembocadura del río Senegal. Allí se retiraron para
rezar e intentar vivir mejor su fe islámica. A esta actividad se unió la lucha
contra los negros paganos que habitaban el Sudán (las tierras al sur del
desierto del Sahara).
El éxito
militar de los almorávides se debió a que preferían luchar como infantería
armada con lanzas y grandes escudos de cuero. Al no poder huir con rapidez, si
la lucha les iba mal, no les quedaba otra opción que aguantar en el campo de
batalla y ganar, porque los jinetes enemigos los alancearían por la espalda en
caso de que huyeran. Por el contrario, los ejércitos cristianos peninsulares y
andalusíes estaban centrados en la caballería pesada, capaz de huir con
velocidad al verse derrotados. Otra novedad que introdujeron los norteafricanos
fue el uso de tambores para coordinar el movimiento de los soldados. Siguiendo la
tradición árabe, las lanzas de los almorávides a veces estaban hechas de caña y
otro rasgo característico de su aspecto era el uso del velo (litham) pues consideraban a la boca una
parte impura del cuerpo, por eso también se les conocía como “los velados”.
Las victorias
que consiguieron al sur del Sahara les dieron fama, y así se les pidió que
intervinieran en los territorios del actual Marruecos, donde fundaron Marrakech
en 1062.
Desde el
final del califato omeya en el año 1031 al-Ándalus había estado dividió en
reinos de taifas enfrentados entre sí, que para evitar ser saqueados o
conquistados por los reinos y condados cristianos del norte debieron pagarles
unas cantidades de dinero llamadas parias. El rey Alfonso VI[1]
de León y Castilla acabó conquistando la ciudad de Toledo en el año 1085, lo que
decidió a los reyes de taifas para pedir ayuda a los almorávides. Así lo cuenta
en sus memorias el rey taifa de Granada Abd Allah ibn Buluggin:
“(…) Era la época en que el rey cristiano [Alfonso
VI], tras de tomar Toledo [en el año 1085], se lanzaba sobre toda la Península
y, después de haber dicho que se daba por contento con lo que le pagáramos
tributo [parias], nos trataba con poca benignidad. Lo que quería era apoderarse
de nuestras capitales; pero, lo mismo que había dominado Toledo por la
progresiva debilidad de su soberano, así pretendía hacer con los demás
territorios. Su línea de conducta no era, pues, sitiar ningún castillo ni
perder tropas en ir contra una ciudad, a sabiendas de que era difícil tomarla y
de que se le opondrían sus habitantes, contrarios a su religión; sino sacarle
tributos año tras año[2] y tratarla duramente
por todos los procedimientos violentos, hasta que, una vez reducida a la
impotencia, cayese en sus manos, como había ocurrido con Toledo. La noticia de
lo sucedido en esta ciudad tuvo en todo al-Ándalus una enorme repercusión,
llenó de espanto a los andalusíes y les quitó la menor esperanza de poder
seguir habitando en la Península.”
Los reyes
de taifas no estaban seguros de poder conservar su poder si los almorávides
pasaban a la península ibérica, pero preferían un gobernante musulmán a otro
cristiano como aparece en este diálogo entre al-Mutamid[3],
el rey taifa de Sevilla, y su hijo al-Rasid:
“Al-Rasid: Padre, ¿vas a introducir contra
nosotros, en nuestro al-Ándalus, a quien robe nuestro reino?
Al-Mutamid: ¡Por Dios, que no ha de decirse
de mí jamás que yo convertí al-Ándalus en morada de infieles… prefiero cuidar
camellos [en África] que cerdos [en Castilla]!.”
Finalmente
al-Mutamid pidió socorro al emir almorávid, según la crónica al-Hulal al-mawsiyya (Crónica árabe
de las dinastías almorávid, almohade y benimerín):
“A su majestad el imán[4] y emir de los
musulmanes, campeón[5]
de la Fe, vivificador[6] de la llamada califal,
Yusuf ibn Tasfin[7]…
Escribe el confiado en la generosidad de su poder, desde Sevilla… aquí estamos,
árabes de este al-Ándalus, con nuestras cabilas[8] deshechas, desbaratada[9] nuestra unión… nos ha
dominado este vil enemigo, el maldito Alfonso [VI], ha caído sobre nosotros con
su ejército y nos pisotea, cautiva[10] a los musulmanes,
coge territorio, castillos y fortalezas. Ninguno de nosotros, gentes de este
al-Ándalus, tiene fuerza para ayudar a su vecino o a su compañero… Pero tú,
Dios te ayude, eres el emir del Magreb[11] y a ti acudo…
implorando de tu piedad que acudáis a realizar la yihad [guerra santa] contra
este enemigo infiel, vivificando la Ley del Islam defendiendo la religión del Profeta
[Mahoma].”
Yusuf
ibn Tasfin atendió a la llamada de los reyes de taifas y cruzó el Estrecho de
Gibraltar en el año 1086. En ese mismo año se enfrentó a Alfonso VI en Sagrajas
(batalla de Zalaca) y lo derrotó. Tras derrotar a los soberanos cristianos los
almorávides se apoderaron de todo al-Ándalus. Su gobierno supuso la detención
del avance de los reinos cristianos del norte. La actitud de los almorávides
frente a mozárabes y judíos andalusíes fue de persecución, por eso gran
cantidad de mozárabes y judíos emigraron a los reinos de Castilla y León,
Aragón…
Descripción
de la batalla de Zalaca en la Historia de al-Ándalus de Ibn Al-Kardabus:
“Mientras, el emir de los musulmanes marchó
hacia Badajoz, en dirección a Toledo, para encontrar a Alfonso con unos
ejércitos en los que los ojos de los aliados [los reyes de taifas andalusíes]
se alegraban. Ambos se encontraron cerca de Badajoz, en un lugar que se llama
Zallaqa [Zalaca].
Había entre los dos campamentos cuatro
kilómetros y medio [de distancia]. [Allí] ambos se enviaron recíprocamente
mensajes [sobre] cuándo sería el encuentro en el que correría la sangre. El
Maldito [Alfonso VI] dijo: “Hoy es jueves, el viernes es vuestra fiesta y el
domingo es la nuestra, sea, pues, el encuentro entre nosotros, el día de sábado”.
El emir de los creyentes[12] respondió: ”De esa
manera, si Dios quiere, será.” El Maldito, empero, había ideado aquel ardid [trampa]
tramando una traición.
El emir de los musulmanes puso su real [campamento]
frente al enemigo, en tanto que Ibn Abbad [el rey taifa de Sevilla] y los reyes
de taifas de al-Ándalus acamparon detrás de él. Entonces Ibn Abbad alzó el
astrolabio[13]
y observó el horóscopo del real [campamento] del emir de los musulmanes y dijo:
“Ese es un aposentamiento funesto”. Como consecuencia, cuando fue la noche del viernes,
el emir de los musulmanes levantó el campo y acampó entre dos montañas.
Al-Mutamid tomó entonces el horóscopo del [nuevo] aposentamiento en que estaba
él [Yusuf] y dijo: “Jamás he visto [un sitio] más propicio que ese lugar de
acampamiento al que él ha bajado.”
Cuando fue el alba de la noche del viernes,
el Maldito envió delante sus escuadrones[14], reunió alrededor
suyo los flancos [de su ejército] y se dirigió en dirección del campamento de
Al-Mutamid y de los reyes de taifas de al-Ándalus –porque creía que era el
campamento del emir de los musulmanes- y aquéllos no se dieron cuenta de ello
sino cuando sus espadas [las de los cristianos] entraron en sus cuellos y sus
lanzas bebieron en su sangre, entonces la gente emprendió la huida a modo de
las cabras montesas por aquellas montañas y llanura. Al-Mutamid como el león
pardo, sin embargo, los detuvo y los acorneó con las astas en una lucha a
cornadas, manteniéndose firme con la imperturbabilidad y la solidez de la alta
montaña, hasta que se cubrió de heridas.
Los cristianos fueron detrás de los
musulmanes fugitivos, veintisiete kilómetros por aquella llanura, matando,
cautivando y saqueando.
Después que el emir de los musulmanes fue
informado de la derrota de los reyes de taifas dijo: “Dejadlos que perezcan un
poco [los reyes de taifas], pues ambos grupos [los taifas y los cristianos]
forman parte de los enemigos.” Y cuando estuvo seguro que la mayoría de ellos
habían sido muertos o hechos prisioneros, pensó que ya había llegado el momento
de hacer presa en el enemigo, puesto que [éste] se hallaba distanciado de su
campamento. Entonces se puso en marcha y dirigiéndose con su ejército al real
del enemigo se apoderó de él, los destruyó por completo y lo saqueó; en él mató
a unos diez mil, entre infantes y caballeros, y no quedaron de ellos más que
esforzados varones [hombres valientes] alanceados. Luego se fue tras las
huellas de Alfonso –pues ya la mayor parte del ejército [castellano-leonés] se
había separado de él en persecución del Islam [de los musulmanes en fuga]- y
pusieron [los almorávides] las espadas en sus espaldas y las lanzas en sus
gargantas; entonces [los cristianos] fueron derrotados y huyeron fugitivos,
expulsados, escondidos y rechazados.
Mientras, el Maldito se refugió en una montaña
inaccesible con unos trescientos caballeros de sus hombres, que había reunido
de los [más] valientes de sus guerreros, entre sesenta mil. Y cuando lo
envolvió la noche y estuvo a salvo de que lo siguiese la caballería [musulmana],
realizó subrepticiamente la escapada de la liebre delante del perro de caza,
alcanzando Toledo derrotado, triste y herido…
[…]
Los musulmanes se apresuraron a cortar las
cabezas de los politeístas[15] y construyeron con
ellas [torres] como los alminares [que hay] en los patios de las aljamas, y
desde lo más alto de ellos [de las pilas de cabezas decapitadas] los almuédanos
tres días llevaron a cabo la llamada a la oración. Volviendo después al
campamento todos aquellos musulmanes que habían salido ilesos.
Fue esta incomparable derrota [de los
cristianos] el viernes diez de rayaba del año 481[16], con ella la garganta
de la Península respiró aliviada y por su causa se afirmaron [fortalecieron]
muchas regiones.”
La conquista de las taifas
En esta
escena vemos a un grupo de almorávides capturando a un noble andalusí. Mientras
ellos van a pie y sin armadura (salvo un chaleco acolchado) aquel combate a
caballo y lleva una loriga o cota de malla (aunque ésta esté oculta por una
túnica como era costumbre entre los musulmanes, ¿tal vez para evitar que la
loriga se calentase demasiado por el Sol?).
El caballero
andalusí lleva un casco con protector facial que es el paso intermedio entre el
casco cónico y el yelmo o casco totalmente cerrado propio de los cristianos en
el siglo XIII, esto es una muestra más de lo mucho que compartían los
habitantes de la península sin importar su religión ni el reino al que pertenecían.
La captura
de prisioneros para liberarlos a cambio de un rescate fue una costumbre durante
toda la Edad Media, pero en el caso de los almorávides estos sólo hacían
prisioneros cuando combatían contra otros musulmanes, cuando lo hacían contra
infieles no daban cuartel (muerte del heredero de Alfonso VI en la batalla de
Uclés) y solían levantar montones de cabezas decapitadas tras el combate.
Tras la
victoria en Zalaca los almorávides lograron un gran prestigio entre los
andalusíes que les permitió quitar el trono a la mayoría de los reyes de
taifas, que en algún caso acabaron exiliados fuera de al-Ándalus, como lamenta
este poema de Ibn al-Labbana, poeta cortesano de al-Mutamid:
Lloraba “el Álcazar[17] bendito”,
Mientras al-Mutamid partía en exilio.
Lloraba, por irse con gacelas y leones.
Lloraba el “Alcázar de las Pléyades[18]”,
¡Si Dios conservara sus fulgores…!
Sollozan los alcázares “Único” y “Brillante”,
Mientras el Guadalquivir y el Aljarafe
Soportan aquella patente [evidente]
ignominia [vergüenza].
1. ¿De qué
taifa era rey al-Mutamid?
2. ¿De qué
taifa era rey Abd Allah?
3. ¿Qué
ciudad fundó Yusuf ibn Tasfin?
4. ¿En qué
año Alfonso VI conquistó Toledo? ¿Cuándo y dónde vencieron los almorávides a
Alfonso VI por primera vez? ¿Por qué están relacionados ambos acontecimientos?
5. Sabiendo
lo que significa Magreb en árabe, explica porque le pusieron ese nombre a la
región. Para ayudarte consulta el mapa que tienes del califato musulmán en el
siglo VIII.
6. ¿Dónde
estuvo exiliado[19] al-Mutamid?
7. ¿Cuál
es el nombre que los musulmanes dan a la guerra santa?
8. “Nuestras
cabilas deshechas, desbaratada nuestra unión.” ¿A qué momento de la historia de
al-Ándalus se refiere al-Mutamid?
9. ¿Cerca
de cuál ciudad sucedió la batalla de Zalaca?
10. ¿Qué
otro nombre recibían los almorávides? ¿Por qué?
11. ¿Qué
día de la semana acordaron Alfonso VI y Yusuf Ibn Tasfin enfrentarse en batalla?
12. ¿La
noche de qué día Yusuf Ibn Tasfin cambió su campamento de sitio?
13. ¿Quién
era el emir de los musulmanes mencionado en el relato de la batalla?
14. ¿En qué
consistió la treta/engaño/ardid/emboscada/estratagema de Alfonso VI?
15. ¿Qué
rey taifa andalusí detuvo el ataque por sorpresa de la caballería
castellano-leonesa de Alfonso VI? ¿Con qué dos animales lo compara el autor de
la crónica?
16. ¿Cuánta
distancia persiguió la caballería de Alfonso VI a los musulmanes fugitivos?
17. ¿Qué
otro nombre recibe la batalla de Sagrajas?
18. ¿Con
cuántos caballeros huyó Alfonso VI de la batalla de Sagrajas? ¿A cuál ciudad se
dirigió?
19. ¿Qué
hicieron los musulmanes con las cabezas decapitadas de los cristianos?
MAPA DE
LOS REINOS DE TAIFAS
ANTES
DE LA LLEGADA DE LOS ALMORÁVIDES
a) Colorea
con cera o lápiz amarillo el reino de León y Castilla.
b) Colorea
con cera o lápiz azul claro el reino de Pamplona.
c) Colorea
con cera o lápiz naranja el reino de Aragón.
d) Colorea
con cera o lápiz azul oscuro el reino de Francia.
e) Los territorios
despoblados no se colorean.
f) Colorea
de un color distinto que tú elijas cada uno de los reinos taifas, cuidando de
que no haya ningún estado peninsular contiguo que tenga el mismo color.
g) ¿Cuáles
eran los reinos de taifas gobernados por dinastías de origen muladí? Escríbelos
en orden alfabético.
h) ¿Cuáles
eran los reinos de taifas gobernados por dinastías de origen bereber? Anótalos
en orden alfabético.
i) ¿Cuáles
eran los reinos de taifas gobernados por dinastías de origen eslavón (antiguos
soldados-esclavos de los califas de Córdoba que tras el fin del califato
crearon sus propios reinos –taifas-)? Colócalos en orden alfabético.
j) ¿Cuáles
eran los reinos de taifas más grandes? ¿Por qué?
IMÁGENES
Guerrero
almorávid de infantería
Jinete andalusí
derribado por almorávides WARHAMMER
Saqueo del
campamento cristiano en Sagrajas Warhammer
Cabezas
decapitadas
[1] Alfonso VI (1040-1109), rey de León, luego también de Castilla, y más tarde de Galicia. Conquistó Toledo en 1085, pero fue derrotado por los almorávides en Sagrajas o Zalaca en 1086.
[2] El propio Abd
Allah de Granada debía pagar 10.000 meticales (monedas de oro que pesaban
cuatro gramos cada una) al año a Alfonso VI.
[3] Mu’tamid, Muhammad ibn Abbas al- (1040-1095), rey de la taifa de
Sevilla. Fue deportado [desterrado] por los almorávides a Marruecos donde
murió.
[4] Imán (del árabe imám, jefe, imán): Jefe religioso
musulmán.
[5] Campeón: defensor
esforzado de una causa o doctrina.
[6] Vivificador: que
da vida, nueva fuerza y vigor.
[7] Yusuf ibn Tasfin,
muerto en 1106. Soberano almorávid desde 1061. Fundó Marrakech, derrotó a Alfonso
VI. Destronó [derribó] a los reyes de taifas y conquistó Málaga, Granada,
Sevilla, Badajoz y Valencia.
[8] Cabila (del árabe qabila, tribu): tribu de beduinos o
beréberes.
[9] Desbaratar: deshacer o estropear algo.
[10] Cautivar:
aprisionar al enemigo en la guerra.
[11] Magreb (en árabe
Marhrib o Maghrib, “poniente”): conjunto de países del noroeste de África (Marruecos,
Argelia y Túnez).
[12] Los emires
almorávides no usaron el título de emir
de los creyentes, pues este título era propio de los califas, sino el de emir de los musulmanes; por tanto, el
darle el primer título se debe a un error del autor o al de un copista.
El título de Amir al-Muslimin wa
Nasir al-Din (emir de los musulmanes y
defensor de la religión) fue adoptado por Yusuf ibn Tasfin tras la victoria
de Zalaca, dicho título sería legitimado por el califa abasí al-Mustazhir dos
años más tarde.
[13] El astrolabio es
un instrumento que permite determinar las posiciones de las estrellas sobre la bóveda
celeste.
[14] El autor musulmán del texto habló antes de la treta/estratagema/trampa/engaño de Alfonso VI porque acordó con el emir almorávide luchar el viernes, pero en vez de esperar a que su enemigo se preparara el rey de León y Castilla lanzó al amanecer un ataque por sorpresa con su caballería.
[15] Los musulmanes
medievales llamaban a los cristianos politeístas debido a la gran cantidad de
santos y vírgenes que adoraban, en contraposición al dios único musulmán que no
podía representarse de ninguna manera.
[16] Esta fecha es incorrecta. El encuentro tuvo lugar el viernes 12 de rayab del año 479 (23 de octubre de 1086).
[17] Alcázar (del árabe
qasr): recinto fortificado construido
en un lugar estratégico para seguridad y defensa de los soberanos o del
gobernador de una ciudad.
[18] Pléyades: Estrellas de la constelación de Orión.
[19] Exiliar: expulsar
a alguien de su país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario