https://pdfcoffee.com/osprey-warriors-009-lateromaninfantryman236-565ad-pdf-free.html
https://www.youtube.com/watch?v=zrCqpJ05E3k
https://yandex.com/images/search?from=tabbar&text=%22LATE%20ROMAN%20CAVALRYMAN%22%20OSPREY
https://imtw.ru/topic/969-drevnii-rim-epoha-imperatorov/
TARDORROMANOS en el blog
A: Un soldado de la
Legio Herculani (siglo III d. C.)
B: El reclutamiento
(inicios del siglo IV d. C.)
C: El entrenamiento
en tiro con arco (siglo IV d. C.)
D: Los soldados
marchando (siglo IV d. C.)
E: La evolución de
los cascos
F: Un soldado, auxilia
palatina (siglo IV d. C.)
G: Las operaciones
especiales, la frontera del Rin (357 d. C.)
H: La batalla de
Estrasburgo (357 d. C.)
I: La vida de
guarnición, la Orilla sajona (siglo V d. C.)
Mientras los hombres del ejército de campaña led a life on the move, las tropas/troops de los limitanei
stayed in one place, proporcionando una
guarnición hereditaria para varios puestos fronterizos. Estas tropas habrían estado
mucho más integradas en la comunidad local que los palatini o comitatenses. Ya
que su profesión era hereditaria-heredada-hereditary, y a cambio se recibían
tierras, algunos soldados habrían tenido propiedades familiares bastante
extensas que habrían heredado de sus antepasados.
Cuando las tropas del ejército de campaña
fueron retiradas de Britania a comienzos del siglo V, es muy improbable que
muchas de las tropas de guarnición se hubiesen ido con aquellas. Por este
tiempo, la lealtad de los limitanei
estaba [dirigida] en primer lugar a la tierra, y luego al ejército. Si una
orden para moverse desde las Galias al este causó un motín en el ejército de
campaña de Juliano en el siglo IV, una orden similar seguramente no habría sido
obedecida por los limitanei del siglo
V. Que varias unidades romanas continuaron funcionando mucho tiempo después de
la desaparición de la autoridad romana es confirmado por Procopio, que dice que
los soldados romanos estacionados en la frontera de las Galias mantuvieron sus
tradiciones militares hasta sus días (mediados del siglo VI) y aún podían ser “reconocidos
como perteneciendo a las legiones [donde] estaban asignados cuando servían en
tiempos antiguos”.
Esta escena ambientada en Anderita (actual
Pevensey), asume una continuidad de la actividad militar a través del siglo V.
Algunos soldados fuera de servicio toman un descanso del trabajo para
chismorrear con amigos que vuelven de una guardia a lo largo de la costa,
mientras al fondo sus familias trabajan la tierra. Los hombres pertenecen al Numerus Abulcorum nombrado en la Notitia Dignitatum como estando
estacionado en Anderita. Podrían ser colonos germanos. Su equipo es senncillo
pero bastante uniforme asumiendo que en un pequeño puesto estático, serían su
única fuente de suministros. El equipo de los soldados de servicio está basado
en una fuente alamana tardía que muestra un soldado de aspecto muy romano –quizás
uno de los hombres descritos por Procopio. Hay una mínima posibilidad de que
tuvieran armaduras en el fuete, pero si así fuera se reservarían para la
batalla.
El destino de la guarnición de Anderita es
descrito por la entrada de la Crónica Anglosajona para el año 491: “En este año
Aella y Cissa asediaron Andredesceaster y mataron a todos los habitantes; allí
no quedó vivo ni un britano”.
J: Las armas de proyectil
J1: El arco compuesto
recurvado
Este
arco, de origen oriental, fue el tipo usado por las tropas romanas más común,
aunque arcos largos sencillos posiblemente podrían haber sido usados en el
oeste. El arco está hecho de capas de cuerno, madera y tendón. El núcleo es de
madera con una capa de cuerno en la parte interior, y de tendones en la
exterior. Los extremos, donde la cuerda del arco está enganchada, estaban
reforzados con hueso o cuerna. Probablemente estos arcos tenían un alcance
máximo, con alguna esperanza de penetración, de unos doscientos o trescientos
metros.
J2: La ballesta
K: El resultado de
la batalla, Campus Mauriacus (451 d. C.)
En el
año 451, la coalición de Aecio formada por romanos, francos, alanos y visigodos
luchó contra el igualmente diverso ejército de Atila formado por hunos,
ostrogodos y gépidos hasta un empate en las llanuras de Champagne en el norte
de Francia. Probablemente no hubo un auténtico romano en ningún lugar del ejército
de Aecio, hasta aquellas unidades nominalmente romanas habrían estado compuestas
de colonos militares germánicos. La calidad de estas tropas, particularmente la
infantería, probablemente era muy poca. En un discurso alegórico a sus hombres
(registrado por un historiador godo [Jordanes]) se supone que Atila dijo, “los
romanos son malos soldados, manteniéndose juntos en filas e hileras. Son dignos
de desprecio, los únicos enemigos dignos son los alanos y los visigodos.”
La lucha
fue muy dura. Duró todo el día con bajas enormes en ambos lados pero el
anochecer vio a los romanos poseyendo el campo [de batalla]. Esta escena
muestra a algunos de los vencedores romanos y francos explorando el campo de
batalla -ayudando a sus compañeros heridos; rematando a los del enemigo; y lo
más importante buscando botín. Un romano mal equipado ha encontrado un magnífico
casco laminar que pertenecía a un noble gépido. No duda en reemplazar su casco
de cresta viejo y golpeado con su nuevo hallazgo.
L: Un soldado
romano oriental, Legio Quinta Macedonia (siglos V-VI d. C.)
Artista P. Glodek.
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