viernes, 5 de febrero de 2016

5. El arte prehistórico. Historia del Arte. Editorial Vicens Vives, 2016

5. ARTE PREHISTÓRICO

 

1.Referentes históricos

El largo periodo cronológico denominado Prehistoria podemos dividirlo en tres grandes etapas: Paleolítico, Neolítico y Edad de los Metales. El Paleolítico, a su vez, se divide en Paleolítico Inferior, Paleolítico Medio y Paleolítico Superior; y la Edad de los Metales, en

Edad de Cobre, Edad de Bronce y Edad de Hierro. Estas etapas prehistóricas abarcan el periodo más extenso de la Humanidad: desde los orígenes hasta el 3500 a. C., momento en el que aparece la escritura en las culturas mesopotámica y egipcia.

A pesar de que no se conservan fuentes escritas y que solo se pueden estudiar restos arqueológicos, sabemos que los humanos del Paleolítico vivían íntimamente unidos a la naturaleza. Su actividad fundamental era la obtención de alimentos que consiguen mediante la caza y la recolección de frutos silvestres. Estas actividades quedaron representadas en numerosas pinturas rupestres realizadas en paredes de algunas de las cuevas habitadas durante el Paleolítico superior.

En el Neolítico se desarrollaron la agricultura y la ganadería, y los seres humanos dejaron de ser trashumantes para convertirse en sedentarios y formar los primeros núcleos de población. Durante el Neolítico, el ser humano fabricó las primeras cerámicas, algunos tejidos y la rueda.

A mediados del tercer milenio a. C., las nuevas técnicas de fundición y el avance de la metalurgia permitieron modelar el cobre (Edad de Cobre), el bronce (Edad de Bronce) y el hierro (Edad de Hierro). Con estos materiales se crearon numerosos objetos de gran valor artístico.

 

2. LOCALIZACIÓN Y EVOLUCIÓN ARTÍSTICA

Las primeras obras artísticas aparecen en el Paleolítico Superior, entre el 25000 a. C. y el 10000 a. C. Se trata de obras relacionadas con creencias, rituales mágicos o religiosos y con la caza, pero algunas también tienen una finalidad estética.

La localización y distribución geográfica de los restos artísticos aparecidos en el Paleolítico Superior y en el Neolítico se han dado mayoritariamente, en el continente euroasiático, desde las regiones más meridionales de la Península ibérica y de la Península Itálica, pasando por Próximo Oriente hasta los confines de Siberia.

El Neolítico (8000 a. C.-3000 a. C.) tuvo su núcleo originario en Próximo Oriente, desde donde se extendió por Europa. Se caracteriza, principalmente, por los enterramientos colectivos, las cámaras funerarias y las construcciones megalíticas.

El arte propio de la Edad de los Metales y de las culturas metalúrgicas abarcó también una gran extensión geográfica, porque comprende desde los pueblos mediterráneos hasta los países centroeuropeos y nórdicos. En la Edad de los Metales (3000-500 a. C.) se configuraron dos culturas principales: la de Hallstatt, en el siglo VIII a. C., en Austria, y la de La Tène, en el siglo V a. C., en Suiza.

El llamado arte ibérico se extiende por la zona meridional de la Península Ibérica a partir del

siglo VII a. C. y hasta el siglo I a. C., en plena época romana. Las manifestaciones artísticas de esta cultura se pueden inscribir en la Edad de Hierro.

 

-     Crómlech de Stonehenge (c. 3000 a. C.)

-     Pinturas de la cueva de Lascaux (c. 20000-7000 a. C.)

-     Venus de Willendorf (c. 24000-22000 a. C.)

3.LA PINTURA RUPESTRE

La pintura rupestre es una de las manifestaciones artísticas más relevantes de la Prehistoria. Se representaba en el interior de las cuevas o bien al aire libre, y gracias a ella se pueden conocer algunas de las costumbres y creencias de los hombres del Paleolítico.

En la Península Ibérica y el sur de Francia se diferencian de dos escuelas:

a)  La escuela francocantábrica, caracterizada por la representación de animales aislados (bisontes, ciervos y caballos), que no forman composición con el hombre. Son pinturas polícromas, realizadas en el interior de las cuevas. Para pintarlas utilizaban grasas animales, sangre y orina, y para dibujar los contornos utilizaban madera quemada.

Son famosas las pinturas de Altamira, El Castillo, Pindal, Las Monedas, Tito Bustillo, La Pasiega y San Román de Candamo, en España, y, en Francia , las cuevas de Lascaux y Font de Gaume, entre otras.

b)  La escuela levantina en la que se representan animales junto a figuras humanas. Son composiciones dotadas de gran movimiento en las escenas de caza, baile o recolección de miel, con figuras muy estilizadas y esquemáticas. Las pinturas conservadas más destacadas son las de: El Cogul, Morella, Valltorta, Aranya de Bicorp, Alpera y Minateda

4. LA ESCULTURA Y EL ARTE MUEBLE

Se denomina arte mueble a la producción de relieves de formato pequeño o grande y de pequeñas esculturas fabricadas en piedra y hueso que corresponden a la época en la que el ser humano se convirtió en cazador y pescador. Los ejemplos más destacados son las llamadas venus esteatopigias, correspondientes al Paleolítico Superior. Estas pequeñas esculturas se cree que hacen alusión a la fertilidad, y se caracterizan por la presentación de un cuerpo femenino con gran adiposidades, pechos, vientre, caderas y nalgas muy desarrolladas. Están elaboradas en arcilla, piedra y, a veces, marfil. Las más conocidas son las de Willendorf, Lespugue, Savignano y Laussel. También son abundantes las esculturas y las tallas de animales, sobre todo bisontes y caballos. La representación de figuras masculinas, en cambio, no es muy frecuente.

 

-Pinturas de la cueva de El Cogul (c. 6000 a. C.), Lleida. Se representabas pintados, en rojo y negro, animales y figuras humanas estilizadas. Arriba, detalle del grupo de mujeres danzando en torno a un hombre. Abajo, vista más general: danzas y caza.

- Pinturas de la cueva de Altamira (c. 14000 a. C.), Cantabria. Los bisontes pintados en la gran sala de Altamira son los ejemplos más destacables del arte paleolítico.

- Pinturas de la cueva Lascaux (c. 20000-17000 a. C.), Francia. A pesar de que están peor conservadas que las de Cantabria, son similares a estas por temática, estilo y calidad artística.

- Venus de Laussel (c. 24000 a. C.), Musée d`Aquitaine, burdeos. Se trata de una figura en relieve que mide unos 46 cm de altura. Está representada con el cuerno de la abundancia en la mano, detalle que se interpreta como símbolo de la fecundidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario