1.1. EL ARTE
El
arte es una actividad creativa, individual o colectiva, que utiliza elementos
materiales para expresar la realidad, las emociones y las ideas. El arte es,
por lo tanto, la expresión por medio de la cual el ser humano manifiesta su
tendencia natural hacia la belleza.
El
proceso creador tiene dos fases: la idea y la realización. Ambas pueden ser
obra de un mismo individuo, aunque a veces la idea puede ser obra de alguien
que no interviene en la realización práctica. Así, en el proceso de elaboración
de un edificio, el arquitecto diseña y el artesano construye; en cambio, una
escultura suele ser diseñada y elaborada por el artista, aunque a veces puede
ocuparse de la realización otro artesano; la pintura es, de hecho, la que
condensa en la obra el trabajo de un solo artífice.
Aunque
los artistas han buscado la belleza y la perfección, no hay que descartar otras
opciones, sobre todo a partir del período romántico, cuando estos dos objetivos
han sido poco o nada valorados y el arte ha buscado la provocación, la
controversia, la crítica e, incluso, el rechazo de ciertos sectores.
Para
lograr una visión completa del proceso artístico, debemos tener en cuenta al
emisor o artista y al receptor o cliente, y, para comprender una obra de arte,
debemos analizarla desde dos puntos de vista: el formal o plástico y el de
contenido o significado. Estos dos puntos de vista necesitan información previa
y conocimientos de composición y técnica. También hay que poseer gusto estético
y comprender el significado del tema.
Ante
una obra de arte, hay que evitar los apriorismos estéticos o ideológicos que
condicionan su valoración. Es necesario hacer un esfuerzo para situarse en el
espacio y en el tiempo en el que fue realizada y así, desde dentro, poder
entenderla aunque no se compartan una estética o una ideología determinadas.
El
arte abstracto, al formularse únicamente en términos plásticos (líneas y
colores), ha ayudado a comprender la forma por encima del simple reconocimiento
del objeto, y ha hecho evidente que una pintura o una escultura no es buena o
mala por el tema representado, sino por la perfecta adecuación plástica al
contenido. En definitiva debemos valorar la obra de arte en sí misma, como una
nueva realidad: la realidad plástica.
El arte como materia
de estudio
La
historia del arte busca conocer los valores estéticos que han predominado en
cada civilización, y hacer un compendio sistemático de los lenguajes formales
utilizados en cada época para expresarse artísticamente. Esto da lugar a los
estilos y las tendencias que el historiador define mediante la agrupación de
obras con características parecidas.
Por
eso, el historiador utiliza diversas metodologías, desde las formalistas,
centradas en los aspectos plásticos de la obra, las iconográficas, interesadas
en el tema, las iconológicas, que buscan la interpretación del tema, y las que
centran la atención en cuestiones sociológicas, técnicas y de género, etc.
El arte como
documento social
La
obra de arte informa de la historia y se convierte así en un documento gráfico
de un tiempo y un país, una cultura o una civilización. De ahí que su
conocimiento sea indispensable para comprender el pasado.
La
pintura, la escultura, el grabado, la arquitectura y los objetos artísticos en
general nos ofrecen imágenes y contenidos que se complementan con lo que narran
las crónicas y otros textos históricos. Nos proporcionan una sucesión de
imágenes estáticas que se pueden contemplar como una película de lo que ha sido
la vida de la humanidad desde la Prehistoria hasta hoy.
El arte como
patrimonio
La
Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura) afirma que "los bienes culturales son uno de los elementos
fundamentales de la civilización y de la cultura de los pueblos", y que
éstos sólo alcanzan su entidad si "conocen con la mayor precisión sus orígenes,
historia y ambiente".
En
la Convención de La Haya de 1954 la obra de arte fue reconocida por la Unesco
como un bien cultural que debe ser conservado, restaurado, promocionado y
mostrado. Por esta razón, periódicamente, este organismo declara Patrimonio
Cultural de la Humanidad diferentes conjuntos monumentales de todas las épocas
y culturas, desde la Cueva de Altamira o la Alhambra de Granada hasta la
Tarragona romana o el Parque Güell de Gaudí.
Los museos y el arte
Los
museos son lugares destinados a conservar, exponer, divulgar y estudiar las
obras de arte. Se pueden clasificar en públicos y privados.
Los
museos públicos se inician a finales del siglo XVIII, casi todos como resultado
de la donación de las colecciones de arte de las monarquías. Unos nacen por la
desaparición de esta monarquía, como por ejemplo el del Louvre, y otros por
cesión, como el del Prado, el cual incorpora también obras religiosas
desamortizadas de los conventos del siglo XIX.
El Museo del Prado es la primera pinacoteca mundial. Conserva y expone las colecciones reales y los cuadros religiosos del antiguo Museo de la Trinidad procedentes de la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, así como también los procedentes de donaciones y de compras.
Los
museos privados van ligados a las colecciones particulares y a los propios
artistas. Los museos de colección son muy comunes en los países anglosajones y
en Estados Unidos; entre otros, destacan la Wallace Collection, en Londres, y
la Frick Collection, en Nueva York. Entre los museos de artistas cabe destacar
el Musée Rodin, en París; el Museo Sorolla, en Madrid; el Museo Picasso, en
Barcelona y París; o el Museo Dalí, en Figueres.
En
los últimos tiempos se han abierto en España una gran cantidad de museos de
arte contemporáneo: el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, el
MACBA en Barcelona, el IVAM en Valencia, el Guggenheim en Bilbao, etc., entre
otros muchos. Se han construido también centros de arte ligados a fundaciones e
instituciones, como por ejemplo Caixa Fòru en Madrid y Barcelona, o Es Baluard
en Palma de Mallorca, todos con la doble finalidad de ofrecer al público
exposiciones permanentes y exposiciones periódicas.
Las tipologías
artísticas
Las
llamadas bellas artes se han clasificado tradicionalmente en dos grandes
categorías: artes mayores y artes menores. La primera categoría integra
principalmente la arquitectura, la escultura y la pintura, junto con otras que
les son afines, como el dibujo, el grabado y el mosaico. La segunda comprende,
entre otras manifestaciones artísticas, la miniatura, la orfebrería, el tapiz,
la cerámica, el vidrio y el mobiliario.
Pero,
desde el punto de vista del estudio, hoy no solo se valoran las manifestaciones
artísticas tradicionales, sino también las de aparición reciente, como, por
ejemplo, el videoarte y el arte por ordenador (computer art).
1.2 EL URBANISMO
El
urbanismo se define como la disciplina que estudia la configuración de las
diversas tipologías arquitectónicas, monumentales y paisajísticas en el
espacio.
El
urbanismo se convierte, así, en el marco en el que se instalan las
arquitecturas y los monumentos y en el que se crea un paisaje urbano.
Tipológicamente podemos clasificar el urbanismo como puntual, de ciudad y de
paisaje.
a)
El
urbanismo puntual tiene su definición en las plazas y los espacios públicos
creados en las ciudades cuya formulación determina el orden del ámbito urbano
circundante.
b)
El
urbanismo de ciudad explica un concepto más global, que busca relacionar el
trazado urbano de una manera coherente creando una red de calles
intercomunicadas.
c)
Desde
las primeras civilizaciones, la tipología de ciudad ha sido doble: la radial y
la ortogonal. Ésta, con las calles que se entrecruzan en ángulo recto, es la
más común; también se denomina hipodámica, porque su creación se atribuye a
HIPÓDAMO DE MILETO, topógrafo y geómetra griego del siglo V a. C. En el
Renacimiento, surgen los proyectos de ciudad ideal, comúnmente realizados para
un príncipe o un tirano, y de ciudades utópicas, que incorporan un planteamiento
social nuevo.
d)
Por
urbanismo de paisaje o de jardines se entiende la organización coherente de
unos espacios complementarios de una villa, un palacio o un castillo, o como
parques urbanos, dentro de la ciudad, destinados al ocio, al descanso y al contacto
con la naturaleza.
El plano urbanístico de Londres proyectado por Christopher Wren en 1666 combina los trazados ortogonal y radial.
Ejemplo de urbanismo puntual, la plaza del Campidoglio en
Roma, proyectada por Miguel Ángel, que se convirtió en modelo de realizaciones
posteriores.
Chicago fue la primera ciudad donde se edificaron
rascacielos a finales del siglo XIX. A partir de entonces, estos edificios
configuraron el skyline, o silueta de la ciudad, como elemento característico
del paisaje urbano.
El urbanismo de paisaje combina tipologías naturales y
arquitectónicas, como se pone de manifiesto en el Jardín del Príncipe del
palacio de Aranjuez, del siglo XVIII, claramente deudor de modelos franceses.
1.3 LA ARQUITECTURA
La
arquitectura se define como el arte proyectar y construir edificios o espacios
para el uso de las personas, y es considerada como arte porque comporta una
voluntad estética.
Desde
las primeras construcciones arquitectónicas hasta hoy, la arquitectura se ha
basado en tres principios ya definidos por VITRUBIO en los diez libros del
tratado De Architectura. Según
este arquitecto romano del siglo I a. C., la obra arquitectónica debía tener
estas cualidades:
a)
Firmitas (firmeza): solidez
constructiva y resistencia a los agentes erosivos.
b)
Utilitas (utilidad): cumplir
con su finalidad.
c)
Venustas (elegancia): tener
armonía y belleza.
Las ínsulas romanas eran edificios de unos cuantos pisos,
tal como se ve en esta maqueta de una insula de la ciudad de Ostia, con
viviendas de alquiler, escalera común y tiendas en la planta baja.
Tipologías
arquitectónicas
La
arquitectura puede ser dividida en dos grandes grupos: civil y religiosa.
La
arquitectura civil se divide en arquitectura doméstica, lúdica, institucional, conmemorativa,
comercial y de infraestructuras.
a)
La
arquitectura doméstica, desde la Roma antigua, ha adoptado tres formas: ínsula o casa de pisos, domus o casa unifamiliar y villa o casa en el campo.
A
lo largo de la historia del arte. las insulae
han sido poco estudiantes, en parte por su carácter masivo y popular, y se han
valorado más las edificaciones ocupadas por las clases dirigentes, como los
palacios y los castillos, y, a partir del Renacimiento, las villas suburbanas
y, en Francia, los llamados hotel, es
decir, pequeños palacetes dentro de la ciudad.
b)
La arquitectura lúdica tiene los ejemplos más destacados en Roma, con los
teatros, los anfiteatros, los circos, las termas y las palestras; también
sirven como ejemplos los estadios modernos y los polideportivos, los teatros,
los cines y similares. Los museos se incluyen en este apartado, aunque en su
caso predomina la función cultural y de conservación.
c)
La arquitectura institucional incluye ayuntamientos, los palacios de justicia,
edificios administrativos y otros similares por su función.
d)
Dentro
de la arquitectura conmemorativa cabe mencionar los arcos de triunfo, los
obeliscos, los monumentos, las columnas conmemorativas, etc. También deben
incluirse en esta tipología los monumentos funerarios como pirámides, hipogeos,
mastabas, panteones y sepulcros, estos últimos a medio camino entre la
arquitectura y la escultura.
e)
La
arquitectura comercial está formada por lonjas de contratación, aduanas,
mercados, almacenes y centros comerciales.
f)
La
arquitectura de infraestructuras se relaciona con la ingeniería y el urbanismo:
autopistas, puentes, estaciones, aeropuertos…
La
arquitectura religiosa está destinada principalmente al culto y tiene la
expresión más genuina en los templos. Los egipcios, los griegos y los romanos
dedicaban templos a sus dioses; las catedrales medievales, las iglesias del
Renacimiento y los templos actuales son también espacios dedicados al culto. En
el interior de los templos se encuentran espacios que han adquirido
singularidad arquitectónica, como las capillas devocionales, votivas y
funerarias, que presentan características propias.
Los estadios modernos han optado por una arquitectura innovadora, como se refleja en el Allianz Arena de Múnich, obra de los arquitectos Jacques Herzog y Pierre de Meuron, concluido el año 2005.
Los edificios de algunos ayuntamientos, como el de Salamanca, son ejemplos magníficos de arquitectura institucional y han tenido una gran importancia a lo largo de la historia.
Los grandes centros comerciales actuales tienen su
antecedente en las galerías del siglo XIX, como la Vittorio Emmanuele II de
Giuseppe Mengoni en Milán.
Ingeniería y arquitectura se dan la mano en las
infraestructuras nuevas, como se aprecia en el Puente del Alamillo (1922), en
Sevilla, obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava.
Entre las tipologías arquitectónicas destacan,
principalmente desde el Románico hasta el Barroco, las catedrales. En la
fotografía, fachada gótica de la catedral de Reims.
Características de la
arquitectura
Globalmente,
la arquitectura tiene dos elementos estructurales esenciales: el espacio
interior y el espacio exterior o volumen; y un tercer elemento más superficial:
la ornamentación.
La
arquitectura encierra y estructura en una forma externa un espacio interior y
forma así un conjunto en el cual no solo tienen interés los elementos
arquitectónicos, espacios, muros, bóvedas, columnas, ventanas y aberturas, sino
también muchos de los objetos que contiene: elementos ornamentales, esculturas,
pinturas, mobiliario litúrgico o civil, etc. En la configuración de la
arquitectura intervienen cuatro factores:
a)
Los
ejes de composición general, que determinan los recorridos principales y secundarios
a través del espacio arquitectónico.
b)
Los
muros y las formas que envuelven y definen el espacio.
c)
La
luz y el color.
d) Las proporciones, entendidas como la magnitud del edificio respecto al hombre, que nos permiten distinguir entre arquitectura antropocéntrica y arquitectura monumental.
Elementos
materiales y técnicos
El
análisis técnico de una obra arquitectónica debe de considerar los materiales
con que ha sido construida y los elementos técnicos: de sostén y sostenidos.
Materiales
En
arquitectura los materiales arquitectónicos desempeñan dos funciones: la
constructiva y la ornamental. A lo largo de la historia, los materiales
constructivos más utilizados han sido el barro cocido, la madera y la piedra,
hasta que en el siglo XIX se empezó a utilizar el hierro, el acero, el vidrio y
el hormigón armado, y, más tarde, otros metales y materiales sintéticos.
Entre
los materiales constructivos, se encuentran los aglomerantes, como la cal y el
cemento. Hasta el siglo XIX la utilización de un material u otro se relaciona
con el medio; así, por ejemplo, en zonas con poco arbolado la arquitectura
arquitrabada se sustituye por la abovedada.
Son
materiales ornamentales el estuco y los enlucidos, las yeserías, los mosaicos,
las porcelanas y los aplacados de piedra o de madera. Existen también los
falsos materiales, que tienen la apariencia de un material noble a pesar de no
tener sus cualidades.
Este divertimento, realizado por Francisco BORROMINI en el
Palazzo Spada de Roma (1653), de paredes convergentes y techo descendente hacia
el fondo, consigue engañarnos al hacernos creer que el espacio es muy profundo,
cuando en realidad la distancia es de menos de nueve metros.
Elementos de sostén
El muro. Es un soporte de
carácter continuo que cierra el edificio por los lados y lo compartimenta
interiormente. Puede ser de carga,
también llamado pared maestra,
cuando forma parte de la estructura sustentante, y de separación, utilizado en la compartimentación de los espacios
interiores.
En
un muro hay que considerar tres elementos: el aparejo, el paramento y los
vanos.
a)
El aparejo es la forma en que están dispuestos o aparejados los materiales
utilizados para la construcción. Los podemos clasificar en regulares e
irregulares según la estructura.
b)
El paramento o superficie del muro puede estar a la vista u oculto bajo una
capa de cemento o de cal (argamasa).
c)
Los vanos del muro, es decir, las puertas y las ventanas, son elementos
esenciales para la habitabilidad del edificio: abren accesos, permiten la
entrada de luz y la ventilación y descargan los muros. En las puertas y las
ventanas hay que considerar: el umbral, parte inferior de la puerta, o el
alféizar, parte inferior de las ventanas, y las jambas, parte lateral de las
puertas y ventanas.
Columnas,
pilares y pilastras. Son los soportes verticales que sustentan las cubiertas y
los arcos o refuerzan los muros.
a)
La columna es el elemento sustentante vertical más característico. De sección
circular y, generalmente, de forma cilíndrica, consta de estos tres elementos
principales:
La
basa o pedestal, sobre la cual descansa el fuste. La basa puede ser simple o
bien estar compuesta de zócalo y de una o más molduras decorativas (toro y
escocia).
El
fuste o parte central de la columna entre la basa y el capitel. Puede ser liso,
acanalado, estriado, entorchado o salomónico. El ensanchamiento del fuste en su
parte central se denomina éntasis.
El
capitel o parte superior de la columna. Suele tener más riqueza decorativa.
Sobre él descansan el arco y el entablamento.
b)
El pilar es un elemento sustentante vertical de sección rectangular, cruciforme
o poligonal, más robusto y macizo que una columna.
c)
La pilastra es un pilar adosado a la pared. Como la columna, la pilastra y el
pilar se dividen en basa en la parte inferior y capitel en la parte superior.
Otros
elementos de sostén. Hay otros elementos de sostén, que pueden descansar en el
suelo o no. Entre los primeros están:
a)
Los contrafuertes o estribos, soportes verticales de obra maciza adosados al
muro. Son característicos del Románico y el Gótico.
b)
El pie derecho, que es cualquier apoyo vertical, normalmente de madera,
coronado por una pieza horizontal llamada zapata.
c)
Las cariátides y los atlantes, esculturas femeninas o masculinas,
respectivamente, que hacen de fuste de una columna o pilastra.
Entre
los elementos de sostén que no descansan en el suelo están: las ménsulas, las
cartelas y los modillones.
Elementos
sustentados
El
dintel. Elemento horizontal que transmite los empujes de la cubierta en
vertical. El dintel permite usar la cubierta plana o arquitrabada.
El
arco. Es un elemento curvo que desvía lateralmente los empujes de la cubierta.
Su utilización permitió usar cubiertas abovedadas y aligerar los muros. Las
partes de un arco son: dovelas, impostas, línea de imposta o de arranque, luz,
flecha, clave, salmer, intradós y trasdós.
Por
su forma, los arcos más comunes son el de medio punto, el apuntado, el de
herradura y el peraltado. Por su función, se distinguen el arco formero,
paralelo al eje longitudinal de las naves; el perpiaño, transversal al mismo
eje (también llamado fajón, porque ciñe la bóveda); y el arbotante, que
descarga el empuje de las bóvedas en los contrafuertes exteriores.
Cubiertas
planas o arquitrabadas. Son las que descansan en el dintel y ejercen empujes
verticales sobre los elementos de sostén. En las construcciones en que se
utilizan la madera o la piedra, la cubierta plana no puede cubrir espacios
demasiado anchos, pero los nuevos materiales, como el hormigón armado y las
vigas de acero, sí lo permiten. En la arquitectura clásica los elementos de la
cubierta plana son: el entablamento, que consta de tres partes (arquitrabe, friso
y cornisa) y el frontón, un espacio triangular situado en la fachada entre la
cornisa y el tejado a dos aguas.
Cubiertas
curvas o abovedadas. Son las originadas por el movimiento longitudinal o
rotatorio de un arco generador. Descargan su peso sobre los muros o pilastras.
Este tipo de cubierta permite cubrir grandes espacios y dar movimiento al
conjunto, a diferencia del estatismo propio del sistema adintelado.
Las más
habituales son: la bóveda y la cúpula. También hay que nombrar el cimborrio,
una estructura cuadrada, octogonal o prismática que, como la cúpula, se
construye encima del crucero de una iglesia.
La
bóveda. Es una cubierta de sección curva, originada por el desplazamiento de un
arco generador a lo largo de un eje longitudinal, que cubre el espacio
comprendido entre dos muros o dos hileras de columnas.
Las
bóvedas, al igual que los arcos, están constituidas por dovelas; la dovela
central se denomina clave. Normalmente se construyen por tramos que se abren al
exterior mediante lunetos, unos espacios que permiten la iluminación interior.
Las
bóvedas más comunes son la bóveda de cañón, la de aristas, la de crucería y la
de pechinas. A éstas hay que añadir la bóveda estrellada, la sexpartita y la de
abanico, propias del período gótico.
La
cúpula. Es una bóveda semiesférica formada por la rotación de un arco generador
sobre la clave o dovela central.
Para
pasar de una planta cuadrada a una planta circular se utilizan trompas y
pechinas. Las trompas son unos pequeños elementos semicónicos que, colocados en
el ángulo de los muros, convierten un espacio interior cuadrado en uno
octogonal. Las pechinas son los elementos que ocupan el espacio entre dos de
los arcos que sustentan la cúpula. A veces se decoran con pinturas y relieves.
La
cúpula, en la que se pueden identificar varias partes, puede ser sólo una
semiesfera o estar construida por el tambor, un anillo octogonal o cilíndrico
sobre el cual se asienta la cúpula cuando se le quiere dar más altura, la
cúpula propiamente dicha o casquete y la linterna o remate. La entrada de luz
habitualmente se hace a través de las aberturas del tambor y la linterna.
Los
tipos de cúpula más habituales han sido: la de media naranja, la elíptica, la
oval, la bulbosa y la gallonada. En la actualidad destaca la cúpula geodésica,
formada por una estructura reticulada de metal o de plástico, materiales
ligeros que permiten cubrir espacios de grandes dimensiones.
BÓVEDA DE CRUCERÍA
BÓVEDA DE ARISTA
BÓVEDA DE CRUCERÍA
Bóvedas. La bóveda de crucería supone un gran avance técnico sobre
la de arista porque la armadura formada por los arcos apuntados ofrece la doble
ventaja de ser más ligera y más flexible.
CÚPULA
Las pechinas resuelven el enlace de la base circular de la cúpula
con una planta cuadrada.
1.4. LA PLÁSTICA
La
plástica, o artes de la imagen, engloba todas las manifestaciones pictóricas y
escultóricas. La diferencia entre pintura y escultura se encuentra en su
representación: bidimensional en la primera y tridimensional en la segunda. El
relieve escultórico es un intermedio entre ambas.
Obras
únicas y obras múltiples. En el terreno pictórico, generalmente, las obras son
realizaciones únicas y originales. El grabado, en cambio, presupone una
repetición más o menos extensa de un original. En la escultura esta
multiplicidad se da, sobre todo, en la técnica del bronce, porque permite un
número de copias ilimitado.
Temáticas.
Tanto en las obras únicas como en las obras múltiples se tiende a representar
temáticas diversas; las más valoradas son las religiosas y las mitológicas.
También son muy abundantes las obras de tema histórico, los retratos, las
escenas de género, populares y aristocráticas, los bodegones y los floreros,
los paisajes, las marinas, las alegorías y, en la actualidad, las introducidas
por los ismos del siglo XX, que se interesan por las temáticas metafísicas,
surrealistas, ópticas, cinéticas y abstractas.
Sin
embargo, muchos de los movimientos de vanguardia que se producen desde el siglo
XX se pueden incluir en las temáticas tradicionales. Es el caso del arte Pop
que surge en la década de 1950 y que refleja la sociedad de consumo de manera
parecida a como los pintores holandeses del siglo XVII reflejan su mundo.
Estatua ecuestre del rey Felipe IV en la Plaza de Oriente de
Madrid, obra de PIETRO TACCA. Es un ejemplo de temática retratística.
ANTONIO LÓPEZ integra la Biblioteca Nacional, en Madrid,
en un paisaje urbano resuelto de manera figurativa, de gran precisión y
perfecta captación ambiental y lumínica.
PIETER DE HOOCH: Mujer bebiendo con dos hombres (1658), National
Gallery, Londres. Escena de género propia de la pintura holandesa.
La repetición de una imagen en 210 botellas de Coca-Cola, obra
pintada por Andy WARHOL, hace que el resultado se parezca a un gran anuncio.
1.5. LA ESCULTURA
La escultura está pensada para ocupar un
lugar concreto. Esto implica, por ejemplo , que el punto de vista sea único o
múltiple , frontal o circular. También la distancia entre escultura y
espectador obliga a ponderar la medida de la escultura para que pueda ser
contemplada perfectamente. Es también fundamental la relación de la escultura
con la arquitectura, porque ocupa altares y hornacinas y por su relación con el
espacio urbano.
MIGUEL ÁNGEL decía que la escultura se
hace “per forza di levare” , es decir,
quitando material de un bloque de madera, piedra o mármol. Sin embargo, a lo
largo de la historia, la escultura se ha fundamentado en tres soluciones: el
modelado, el tallado y el vaciado.
En el modelado, el escultor trabaja con
materiales rivales maleables como la cera, el yeso o la arcilla, y les da forma
con las propias manos y con ayuda de instrumentos diversos.
El tallado consiste en quitar y rebajar material
de un bloque de piedra, de mármol o de madera. Este hecho se corresponde a la
idea de MIGUEL ÁNGEL, de que el bloque contiene la obra y que el trabajo del
escultor consiste en quitar el material sobrante.
El vaciado es una técnica escultórica por
medio de la cual se obtiene un molde a partir de un modelo en cera u otro material
maleable. El molde se utiliza después en el proceso de fundición para reproducir
la escultura en metal, generalmente en bronce.
Los materiales
El mármol es el material de la escultura
por antonomasia. Su dureza hace que tolere los golpes del cincel sin que se
produzcan fisuras; pero, si se comete un error, es difícil de rectificarlo. Son
materiales más dúctiles el alabastro y la piedra caliza. El granito es el
material pétreo más difícil de cortar. Las maderas más comunes son el boj, la
caoba y el nogal.
En la escultura en madera se recurre a la
pintura para procurar un acabado que refuerce la correspondencia con la
realidad representada. El escultor hace la talla y posteriormente se procede a
policromar y dorar los vestidos mediante pigmentos y láminas de pan de oro
aplicados sobre la superficie. En este proceso también se puede encarnar, es
decir , pintar con el color de la carne las manos , el rostro y las partes
desnudas del cuerpo.
MIGUEL ÁNGEL dejó algunas obras
inacabadas, como El esclavo barbudo (1519), que permiten observar la
técnica escultórica basada en la idea de que la obra se obtiene per forza di levare.
La Virgen con el niño (s.XIII) de la ermita de Nuestra Señora del Castillo, en Fuendejalón, es
un ejemplo de talla en madera policromada.
El monumento ecuestre de bronce delicado
a Felipe III (1617), realizado por GIAMBOLOGNA Y Pietro TACCA, preside la Plaza
Mayor de Madrid.
GIAMBOLOGNA resume en Mercurio
(1564) y la ideología manierista: multiplicidad de puntos de vista y
utilización del bronce.
Para conseguir una mayor sensación de
realismo de las imágenes, se le añaden postizos: uñas de cuerno, dientes de
pasta, ojos de vidrio, lágrimas de resina, pestañas naturales y vestidos y
joyas. La talla policromada se ha utilizado principalmente en la imaginería, la
escultura de imágenes religiosas, en la cual destacan los escultores españoles,
especialmente en el Barroco.
Para los esbozos se ha usado el barro
cocido. La cera también ha servido como material para figuras pequeñas.
El metal más utilizado es el bronce. Los
modelos para el molde suelen hacerse de cera. En la técnica tradicional, se
hacen unos pequeños agujeros al molde y se le aplica calor para que la cera se
deshaga y salga al exterior; el espacio que la cera deja vacío, se llena
introduciendo por un agujero el metal fundido.
También se utilizan en escultura algunos
materiales nobles relacionados con la orfebrería, sobre todo oro, plata, jade,
azabache y marfil. En el siglo XX, la escultura ha incorporado materiales como
acero, hormigón, hierro, tela encolada, cartón, acrílicos, etc.
Los instrumentos
El escultor transforma la materia
presionándola o golpeándola con instrumentos diversos, según su dureza. La
mayoría de las herramientas son punzantes o cortantes.
El primer paso es el desbastado, que se
lleva a cabo con un puntero. Se continúa con cinceles, instrumentos cortantes
de filo recto, y con gubias, que tienen el filo curvo. Con el mármol se utiliza
el cincel dentado prácticamente hasta conseguir la forma deseada. El paso
siguiente es el de alisado, que en la madera se realiza con limas o lijas, y en
el mármol, con piedra tosca y abrasivos.
En el modelado las herramientas son: puntas de madera,
paletas y trapos húmedos.
TÉCNICA A LA CERA PÉRDIDA
1. Se hace un molde de arcilla.
2. Se le aplica una capa de cera y se adhieren a ella una serie de conductos,
también de cera, que permitirán el paso del metal fundido.
3. La figura de arcilla encerada se cubre con material refractario, dejando el
descubierto la embocadura de los canales.
4. Se vierte bronce fundido por la embocadura superior. Por efecto de calor,
la cera se funde y sale (se “pierde“) por los conductos de desagüe.
5. Una vez frío, se rompe el molde exterior, se cortan los conductos,
que ahora son de bronce, e, introduciendo un punzón, se rompe la figura
interior (ánima) y se extraen sus restos por los desagües aún abiertos. Suelen
quedar en el interior algunos fragmentos del ánima.
6. Se sellan los orificios y se pule el
bronce.
La sirena varada (1972) de Eduardo CHILLIDA, situada bajo un puente de Paseo de Castellana,
en Madrid, cumple una función urbanística. Con esta obra, Chillida incorporó
por primera vez el hormigón armado como material escultórico.
La forma de la
escultura
La
escultura tiene dos formas de representación: la de bulto redondo, o escultura
completa, y el relieve. El primero ha tenido dos formulaciones en relación con
el espectador: la unifacialidad, con un único punto de vista óptimo, y la
multifacialidad, con múltiples puntos de vista.
Para
MIGUEL ÁNGEL la escultura tenía que ser unifacial, a pesar de estar trabajada
en todo su volumen; en cambio, los manieristas defendían la multifacialidad. El
mismo Benvenuto CELLINI defendía que la escultura es siete veces mejor que la
pintura, porque ésta sólo tiene un punto de vista y la escultura tiene ocho.
El
relieve es la forma de escultura que se aproxima más a la pintura, pero no
utiliza el dibujo y el color, sino los distintos tipos de relieve para
conseguir perspectiva y profundidad. El alto relieve viene a ser una escultura
casi completa, que sobresale más de la mitad de su volumen, mientras que en el
medio relieve sólo sobresale la mitad de la figura, y el bajo relieve tiene un
grosor inferior a la media figura.
1.6. LA PINTURA
La pintura es una manifestación
artística que el público conoce muy bien, si bien el proceso de elaboración
pictórica es complejo. En la mayoría de casos se parte de distintos dibujos,
esbozos y estudios que permiten al pintor una primera aproximación a la obra
definitiva. Es evidente que este proceso es diferente según los artistas, pero
durante los periodos históricos anteriores al siglo XIX, la mayoría de pintores
partían de unos trazos realizados a manera de esbozo, y a veces producían una
obra acabada de formato pequeño, llamada modello, para que la
aprobase el patrón antes de hacerla a una medida mayor.
Los instrumentos
Los instrumentos del pintor son
tradicionalmente tres: la paleta, el pincel y la espátula. La paleta es el
soporte sobre el cual el pintor pone los pigmentos que utilizará en la obra. El
pincel es el instrumento que, al actuar sobre los soportes, los imprime. La
espátula se utiliza para mezclar colores, aplicarlos y extender capas de fondo
y de pintura. Otros instrumentos utilizados por los artistas para aplicar la
pintura son: las manos, los tubos que vierten directamente el color sobre el
soporte, trozos de tela para el frottage, sprays, etc. Los pinceles sirven para otras técnicas
como la acuarela y el gouache o aguada.
Los instrumentos del dibujante son el
lápiz y la pluma. A partir del siglo XVII también se utiliza la mina de plomo
y, desde 1790, un conglomerado de grafito y arcilla inventado por Conté y
conocido como lápiz Conté. La pluma también ha tenido una evolución notable y,
de las cañas, utilizadas durante los primeros siglos, y las plumas de ave, se
ha pasado a las actuales plumillas de metal. Para dibujar sobre metal se usa la
sanguina o lápiz rojo en forma de barritas, el carboncillo, los pasteles y las
ceras. Otros instrumentos más secundarios del dibujo y la pintura son el
caballete, la regla, el difumino y el tiento.
Los soportes
El primer soporte de la pintura fue la
pared de las cuevas, y por eso constituyen lo que llamamos arte parietal. Los
soportes más utilizados en la historia del arte han sido la madera y la tela.
La primera es llamada tabla y la segunda lienzo. El lienzo sustituyó a la tabla
a partir del siglo XVII. El tercer soporte es el muro, que da nombre a la
llamada pintura mural. Las técnicas pictóricas murales son: el fresco y el
temple.
La gran aportación de la pintura abstracta
es la ausencia de tema, o, mejor dicho, el hecho de que la pintura sea ella
misma el tema. Así, en Amarillo y oro de Mark ROTHKO (1956), se
hace visible lo meramente formal, sin la influencia de lo tangible.
Lámina de L’Encyclopédie
con los instrumentos del pintor: tiento, pinceles, espátulas y paletas.
En este detalle de Alegoría de la Pintura de VERMEER, vemos el caballete y el tiento.
El primer soporte pictórico fueron los
muros de cuevas prehistóricas. Son especialmente destacables las pinturas de la
Cueva de Altamira.
Otros soportes menos utilizados son el cobre, el latón
y el cinc, y todavía son más raros la pizarra, el marfil, el vidrio y el
cristal.
Hay que añadir a todos ellos el pergamino, de gran
importancia en el arte de la iluminación, que llegó a su apogeo en la Edad
Media con la miniatura. El cartón, la cartulina y el papel son soportes idóneos
para el dibujo, la acuarela, la aguada, el pastel, la cera, etc.
Las
técnicas
En la mayoría de técnicas artísticas pictóricas se
combinan dos elementos indispensables para conseguir el color: los pigmentos de
color y los aglutinantes. Ya en la Prehistoria, se obtienen pigmentos a partir
del carbón vegetal, la sangre y la caseína, mezclados con grasa animal, que
cumplía la función de aglutinante.
Las técnicas pictóricas tradicionales son: el fresco,
el temple, el óleo y la encáustica.
a) El fresco. Se realiza sobre un revoque de cal
húmeda que sirve de soporte a los pigmentos disueltos en agua. Después de la
primera capa se aplica una segunda preparación, el enlucido, que consiste en una
capa de cal y otra de arena. La realización del fresco no permite
rectificaciones.
En el fresco se emplea la sinopia, un dibujo
preparatorio que se hace sobre el revoque y que permite fijar los contornos de
la obra y marcar las jornadas en las que se realizará.
b) El temple. La técnica del temple fue utilizada inicialmente
como pintura mural. Generalmente es yema de huevo mezclada con látex de retoño
de higuera y agua, y fue utilizado por los pintores renacentistas. A veces se
añadía al fresco para conseguir veladuras.
c) El óleo. La técnica del óleo sobre tabla o sobre
lienzo, que ya era conocida desde la antigüedad, consiste en una mezcla de
pigmentos con aceite, generalmente de linaza o de nuez. Entre las ventajas que
ofrece destacan el color brillante y la posibilidad de rectificar.
d) La acuarela. Utiliza sólo colores transparentes
y ligeros, aglutinados con goma arábiga, sin utilización del blanco.
e) El gouache o aguada es parecido a la acuarela.
Utiliza colores opacos, un poco pastosos, y blanco.
f) La encáustica. Consiste en una preparación de
colores diluidos en cera fundida, que hace de aglutinante.
Sobre los muros de la capillo Brancacci,
en el Carmine de Florencia, MASACCIO pintó La expulsión del Paraíso, un
fresco adscrito a las corrientes humanistas.
La Madonna de Ognissanti
(1306-1310) de Giotto es un ejemplo de pintura al temple sobre tabla,
característica de la técnica anterior a la introducción del óleo.
La técnica del óleo permite conseguir un detalle
pictórico mayor, tal como se puede apreciar en la obra La Virgen del
canciller Rolin (1435), de Jan VAN EYCK.
En
el siglo XX, la experimentación artística facilitó la aparición de otras
técnicas pictóricas, que se caracterizan por el uso de materiales y objetos
poco relacionados hasta aquel momento con la práctica artística. Así, por
ejemplo, la pintura matérica y el collage incorporan materiales y texturas
diversos, como tierras, minerales, fotografías, recortes de periódicos y
revistas, etc. Así, el cinetismo, que busca el movimiento de la composición y
utiliza con este fin trucos de perspectiva y efectos ópticos, también introduce
en la obra elementos añadidos y artilugios técnicos
Por
otra parte, también aparecieron nuevas mezclas sintéticas como el acrílico,
consistente en una combinación de moléculas de acrilato en emulsión con agua.
Esta técnica pictórica, utilizada a partir de la década de 1940, se caracteriza
por un secado muy rápido, un acabado con efectos de acuarela u óleo según su
grado de disolución y la posibilidad de ser empleada en diversos tipos de
superficies.
Una
técnica eminentemente decorativa es la laca, de origen chino. Consiste en un
barniz duro y brillante hecho con látex, un producto vegetal procedente del
Extremo Oriente.
1.7. EL DIBUJO
El
dibujo es, generalmente, la fase previa de la realización artística. Sin
embargo, a partir del siglo XVIII adquiere un carácter individualizado que lo
potencia y lo convierte en un elemento artístico por sí mismo. Una de las
características que comúnmente se asocian al dibujo es su relativa brevedad de
ejecución, pero esta apreciación no parece demasiado exacta hoy, cuando el
dibujo se deshace de la función instrumental que ha tenido en tiempos pasados y
alcanza categoría artística propia.
Según
la técnica, las composiciones sobre papel tienen denominaciones distintas. Las
más comunes son el dibujo a lápiz y a tinta, el carbón y la sanguina, esta
última realizada con un lápiz de color rojo. A éstas hay que añadir:
a)
El pastel. Es una técnica que se ejecuta en seco. El pigmento se muele con un
aglutinante y es conformado en barritas cilíndricas.
b)
La cera. Es más grasa. Consiste en la mezcla del color con cera líquida.
En
la plástica pictórica, la acuarela alcanza su mayoría de edad durante el
Renacimiento alemán, especialmente con DURERO, con los pintores ingleses -CONSTABLE,
TURNER- y con los impresionistas franceses.
pagina 20
1.8. EL GRABADO
Una
de las características del grabado es la seriación, es decir, la posibilidad de
ser reproducido más de una vez. La imagen a grabar tendrá como soporte el papel
o la tela. Para estampar el dibujo se utiliza una prensa. Los métodos de
impresión sobre papel o tela son los siguientes:
a) Impresión en relieve
o xilografía, en la cual la superficie, generalmente de madera, que imprime la
imagen tiene relieve.
b)
La
impresión en hueco o huecograbado, en la que la matriz, generalmente de cobre,
se dibuja a base de surcos; se utiliza en las técnicas del grabado al buril y
al aguafuerte. Esta última consiste en someter la plancha a la acción corrosiva
de un ácido cubriendo previamente con una capa protectora las partes que hay
que preservar.
c)
En
la impresión planográfica o litografía se dibuja sobre una matriz de piedra,
que no está grabada ni cortada en relieve, ni se somete a la acción del ácido.
d)
En
la impresión a partir de plantilla o serigrafía la imagen se obtiene
transfiriendo el color, a través de una matriz de seda, a la superficie del
papel.
e)
Otra
técnica es el esgrafiado, parecido al grabado ya que el dibujo resultante no
tiene relieve sino que está rehundido.
Los
avances tecnológicos y la fotografía, y más recientemente el láser y la
informática, que han provocado grandes cambios en las técnicas de impresión,
han hecho posibles nuevas formas de reproducción de los grabados que incorporan
procesos fotomecánicos y digitales.
Tipos de grabado
Hay
dos modalidades de grabados: el grabado de creación y el grabado de traducción
o reproducción. El primero, como su nombre indica, crea una obra original que
después será reproducida un número de veces variable, según la técnica elegida.
El grabado de traducción o reproducción copia, como la fotografía moderna, una
pintura, una escultura, una arquitectura, etc.
Al
pie de los grabados se indican los nombres del autor de la obra original, del
grabador y, a veces, del dibujante que hace el dibujo para que el grabador los copie
sobre la matriz.
pagina 21
1.9. OTRAS TIPOLOGÍAS
ARTÍSTICAS
En
este análisis de las técnicas artísticas no se puede dejar de mencionar otras
disciplinas que, aunque son consideradas menores, resultan igualmente
importantes a la hora de valorar el fenómeno artístico en todas sus
dimensiones.
Miniatura.
La miniatura se conoce también como arte de la iluminación. Es, en realidad,
una pintura al temple de pequeñas dimensiones, realizada sobre un pergamino o
un papel, que se utiliza para decorar manuscritos. El pergamino procede de la
piel de la oveja, la cabra y la vaca, que se someten a un proceso de limpieza y
pulimento. Los más lujosos pueden estar teñidos con púrpura u otro color. Una
vez preparado el soporte, se encola el pergamino con diferentes capas y, cuando
está seco, se aplica la pintura al temple. Para evitar la mezcla tonal, se deja
secar cada color antes de aplicar el siguiente. En caso de que vaya enriquecido
con oro, éste se aplica en primer lugar y mediante una lámina fina.
El
vitral. El vitral o vidriera de colores se trabaja a la manera de un mosaico
sobre un dibujo previo. Las piezas, una vez pintadas, se introducen en el horno
para que el color se integre con el vidrio; después se unen los bordes con
plomo, se montan en una estructura de hierro y, finalmente, se colocan en las
aberturas (ventanales y rosetones) de las iglesias y otros edificios.
El
mosaico. Se usa como pavimento o para adornar muros. Se compone de teselas, que
pueden ser de piedra, mármol, granito, lapislázuli, etc. Según el tamaño de las
piezas se distinguen tres tipos: opus
sectile, con teselas grandes; opus
tessellatum, con piezas más regulares que las anteriores, y opus vermiculatum, con teselas pequeñas
de formas diversas.
La
cerámica. Abarca una larga gama de productos que se obtienen modelando masas de
arcilla y otras tierras. Las piezas se someten a cocción (eventualmente se
impermeabilizan con esmalte o barniz) y se decoran con pintura. Suelen ser
objetos cotidianos (vajillas), rituales (urnas y vasos para incineración) o
simbólicos (estatuillas votivas). Las cerámicas porosas son de factura térrea y
permeables, como la terracota y la loza. Las impermeables, que deben sus
propiedades a la vitrificación de la pasta a altas temperaturas, son el gres y
la porcelana.
Apolo
y los cuatro elementos, grupo escultórico en porcelana.
GUSTAV
KLIMT: Judit (1901). A partir de la influencia de mosaicos bizantinos, el uso
del oro como material pictórico ha llegado hasta nuestros días.
Durante
el periodo gótico, la plástica se expresó con fuerza a través de los vitrales,
como éstos de la Sainte-Chapelle de París.
La
tradición romana del mosaico fue perfeccionada por la plástica bizantina, y
cubrió los muros en sustitución del fresco. Un buen ejemplo de ello son los
mosaicos en Sant'Apollinare Nuovo de Rávena.
Plato
de cerámica de Manises del siglo XVI, decorado en reflejo metálico y azul.
página 22+
1.10. EL ARTE EN LA
CULTURA DE MASAS
Desde
finales del siglo XIX, con el soporte de los nuevos avances cientificotécnicos,
se han desarrollado nuevas formas de expresión que los artistas han explotado
con resultados sorprendentes. Con la ayuda de los mass media, los nuevos lenguajes del arte (la fotografía, el cine,
el video, el cartel y el cómic) han construido el nuevo imaginario icónico de
la sociedad global contemporánea. La posibilidad de difundir masivamente los
productos artísticos sobre un soporte tecnológico ha permitido una
democratización cultural que ha hecho de la obra de arte un objeto de consumo
popular.
La fotografía
En
1816 el físico francés Joseph-Nicéphore NIEPCE realizó la primera fotografía.
La cámara portátil, el color y la cámara digital han popularizado este medio de
expresión que permite captar una imagen concreta sobre una superficie en dos
dimensiones. Esta característica relaciona la técnica fotográfica con la
pintura. Los primeros fotógrafos concibieron sus trabajos como composiciones
pictóricas, en un estilo académico, especialmente en los géneros del retrato,
el paisaje y el documento o crónica. La fotografía artística, sin embargo, no
busca sólo la realidad, sino una recreación que conjuga aspectos pictóricos
como la composición, la luz y los colores.
Por
ello, la fotografía, que ha servido a muchos pintores como sustituto de los
dibujos preparatorios, ha demostrado su capacidad de adaptarse a criterios
compositivos, personalidades artísticas y visiones de la realidad muy
diferentes y se ha convertido en un medio muy dúctil para la libertad creativa.
El cine
El
cine, inventado por los hermanos LUMIÈRE en el año 1896, no ha renunciado nunca
a ser un medio de entretenimiento, aunque también ha demostrado su enorme
eficacia como vehículo de transmisión ideológica y de creación artística. La
música, que desde los inicios acompañó a las imágenes, y las innovaciones
técnicas, especialmente el sonido y el color, han hecho del cine un arte
completo que integra la imagen, la música y la palabra en una unidad
inseparable.
Los
movimientos y encuadres de la cámara (sustituta móvil del marco pictórico), los
recursos de la luz y la escenografía han sido utilizados desde el principio por
diversos movimientos artísticos y realizadores que han creado un lenguaje
artístico y estético personal.
MAN
RAY: Negro y blanco (1926). Las fotografías de Man RAY están relacionadas con
los principales movimientos artísticos parisinos de la década de 1920. En esta
instantánea, la temática, la composición y la luz tienen al mismo tiempo
influencia e intencionalidad pictóricas.
Fotograma
de El gabinete del doctor Caligari (1920), película de estética expresionista
dirigida por Robert WIENE. La distorsión de la realidad provocada por el uso de
la línea diagonal y angulosa contribuye a crear una sensación de angustia y
desconcierto.
El cartel
Desde su aparición a finales del siglo
XVIII, el cartelismo, muy vinculado al mundo de la publicidad, ha sido un
reflejo fiel del arte y de las inquietudes sociales de cada época. El cartel
fusiona la imagen y la palabra en un todo que, sin negar la posibilidad de
segundas lecturas, tenga para la persona a quien se dirige una significación
precisa, clara y directa.
El pintor francés TOULOUSE-LAUTREC, a
finales del siglo XIX, puso las bases del cartelismo moderno: asimilación de un
producto a una persona o modelo icónico conocido, adaptación de la tipografía a
la estética y al mensaje, simplificación de formas y uso de colores vivos y
contrastados.
El cómic
El nacimiento del cómic se remonta a 1896,
cuando un diario de Nueva York publicó las aventuras de Yellow Kid de R.
F. OUTCAULT. Este lenguaje narrativo, que explica una historia mediante una
sucesión de viñetas que integran dibujo y texto, y que fue llamado cómic por el
carácter humorístico de las primeras publicaciones, mostró una gran capacidad
de comunicación con públicos heterogéneos. Por ello, el cómic ha cultivado
todos los temas y ha incorporado estilos de dibujo y narrativos muy diversos.
La conjunción de la imagen y el texto para
explicar una acción temporal lo relaciona con el cine; sin embargo, lo separa
de la pintura, que condensa el tiempo narrativo en un solo instante. A finales
de la década de 1950, algunos artistas utilizaron el lenguaje y el formato del
cómic en sus cuadros.
El vídeo y las nuevas tecnologías
En la segunda mitad del siglo XX, el vídeo
se ha abierto un espacio propio en el mundo del arte gracias a su gran
versatilidad creativa a partir de la manipulación de imágenes nuevas, o ya
editadas, y a la capacidad de provocar la reflexión sobre el poder de la
comunicación y de la imagen.
Hoy, el vídeo-arte forma parte de las
principales colecciones de arte contemporáneo y su presencia en los museos
modifica la manera tradicional de interacción con la obra de arte, e incita a
una participación más activa del espectador.
En los últimos años, el llamado computer
art o net art ha supuesto la sustitución de las técnicas artísticas
mecánicas por las digitales y, potenciando aún más la participación del
espectador, ha roto el concepto de museo cerrado, al hacer accesible la obra de
arte en una galería on-line.
TOULOUSE-LAUTREC: Confetti (1893), MoMA
(Nueva York). Todos los elementos que integran este
cartel se encuentran estrechamente interrelacionados con el fin de desarrollar
con eficacia su propósito publicitario. Las líneas compositivas dinámicas en
diagonal denotan alegría, y la superposición del nombre del producto y el
objeto anunciado facilita la asimilación.
R. F. OUTCAULT: Yellow Kid (1898). Las viñetas sustituyen al fotograma cinematográfico y el texto y la
expresividad de los personajes, al sonido.
FRANCESC ABAD: Dinosaures.
Pertorbacions irreversibles (1987). Para el
artista, los movimientos tecnológicos como el vídeo, no son sólo un objeto de
progresión social y científica, sino también una posibilidad creativa
1.11
EL ANÁLISIS DE LA OBRA DE ARTE: URBANISMO Y ARQUITECTURA
El
urbanismo, la arquitectura, entendida como volumen exterior de un edificio, y
los monumentos, síntesis de arquitectura y escultura, configuran el paisaje
urbano de una ciudad y le dan una singularidad propia. Las relaciones entre
espacio, arquitectura y monumento se hacen extensivas al urbanismo de paisaje o
de jardines.
Urbanismo
En el
análisis de la obra urbanística deberemos considerar: la trama urbana y su
relación con la arquitectura, y los monumentos en el conjunto del paisaje de la
ciudad o del territorio.
Para
interpretar un espacio urbanístico es importante en primer lugar situarlo
cronológicamente y colocarlo en el estilo artístico correspondiente, y también
determinar si la configuración de este espacio es una intervención puntual,
como una plaza, o una intervención global, como un barrio, una ciudad o un
territorio. Otro elemento importante son las relaciones con otras
intervenciones y obras del mismo autor y con ejemplos de otras épocas, y el
análisis de las diversas soluciones que se han dado a un mismo problema
urbanístico.
Arquitectura
Una vez
determinada la ubicación cronológica y estilística, se analizan las tres vistas
fundamentales de toda obra arquitectónica:
a) Fachada: se
estructura en cuerpos (organización horizontal) y en calles (organización
vertical). Hay que tener en cuenta los elementos que la definen, como son las
columnas, las pilastras y los órdenes arquitectónicos.
b) Planta: puede ser de
tipos diferentes según el estilo, la época y la función. En arquitectura
religiosa son frecuentes las formas de cruz latina y cruz griega y las plantas
basilical y circular, y los espacios más característicos son las naves central
y laterales, las capillas, el crucero, el ábside, el deambulatorio y el atrio.
c) Alzado: conjunto de
elementos arquitectónicos verticales. En él se identifican los elementos de
sostén (muros, columnas, pilastras o pilares), y los sustentados (arcos,
bóveda, cúpulas, tambor, cimborrio y arquitrabe).
Un
aspecto fundamental en arquitectura es el objetivo con el que ha sido proyectada
la obra (función utilitaria, teatral, especulativa, simbólica, comercial, etc.)
y el simbolismo del edificio (poder político, religioso o económico).
También
es importante conocer los antecedentes de la obra y las influencias
posteriores, y la relación con otras parecidas del mismo autor o de la misma
escuela, e identificar las diferencias o coincidencias con otras soluciones
coetáneas y de épocas anteriores o posteriores.
Los volúmenes de los edificios crean el paisaje urbano y lo singularizan hasta convertirse en un elemento que caracteriza la ciudad. EDIFICIOS DE MANHATTAN DESDE ARRIBA
Las fachadas de los edificios se integran en el paisaje urbano mostrando diversas soluciones que ayudan a comprender los distintos estilos de la historia del arte. TAL VEZ FACHADA SAINT PAUL LONDON
La planta es la proyección sin perspectiva de una obra arquitectónica sobre plano horizontal. CATEDRAL DESANTIAGO
El alzado permite conocer la dimensión real de todos los elementos (de sostén y sustentados) que conforman un edificio, y establece la relación proporcional entre todas las partes de la obra. VILLA CAPRA
12
EL ANÁLISIS DE LA OBRA DE ARTE: ESCULTURA Y PINTURA
Para
realizar un estudio completo de una obra plástica es conveniente empezar por un
análisis formal, para identificar los elementos de que consta, y, a
continuación hacer el análisis conceptual, para estudiar el significado. Finalmente, se hace un análisis técnico, centrado
en el soporte, los materiales, etc.
Escultura
Análisis
formal: Hay que identificar si la obra escultórica se ha realizado de manera
que se pueda identificar desde un solo punto de vista (unifacial) o desde
perspectivas diferentes (multifacial). El ritmo de la obra indica el equilibrio
entre los huecos y las partes llenas, entre las sombras y las luces. Además, se
debe definir el tipo de cromatismo (policromía, dorados, estofados, etc.) e
identificar los elementos añadidos sobre la escultura (vestidos, coronas,
lágrimas de resina, joyas, etc.).
Formalmente
es también importante destacar la tipología de la escultura analizada (del
bulto redondo, alto relieve, medio relieve, bajo relieve, relieve incisivo,
etc.) y su ubicación en retablos, fachadas, tejados, tímpanos, dinteles, etc.
En el caso de los retablos se debe describir la estructura (calles, cuerpos o
pisos, etc.), observando especialmente cómo la escultura se encuentra
incorporada en su estructura arquitectónica.
Análisis
conceptual: Sirve para comprender el significado de la estructura. Para
comenzar hay que descubrir la temática de la obra, conocer las fuentes
literarias e identificar la función a la que se dedica: religiosa, política,
alegórica, didáctica, devocional o decorativa.
Análisis
técnico: Hay que observar, en primer lugar, con qué materiales ha sido
realizada la obra (piedra, mármol, bronce, madera, cerámica, etc.) y si ha sido
esculpida de un bloque único o con la unión de diversos bloques. Completa el
análisis la relación de la obra con otras parecidas del mismo autor o de la
misma escuela, y la identificación de las coincidencias y diferencias con otras
esculturas o soluciones coetáneas.
Análisis formal: debe prestar atención a las formas y
valorar si son cerradas (dibujísticas) o abiertas (pictóricas). También hay que
poner atención en la composición, la manera de ubicar el fondo y las figuras,
la profundidad y otros componentes de la obra.
La composición puede ser abierta (centrífuga), si los
elementos van hacia los extremos del cuadro, o cerrada (centrípeta), si van
hacia el centro. Estos elementos pueden dar lugar a una composición unitaria,
si interaccionan o se entrelazan los unos con los otros, o no unitaria, si se
encuentran individualizados.
Por otra parte, la composición también puede ser
superficial, si las diversas partes que integra están separadas por una
perspectiva geométrica, o bien profunda, si los elementos se superponen por
medio de una perspectiva aérea. En la perspectiva geométrica los diferentes
elementos se hallan representados en una medida variable, más pequeña o más
grande, según la ley matemática o geométrica de proporciones, con el fin de
conseguir profundidad; en la perspectiva aérea, en cambio, las figuras se
difuminan para representar sobre la superficie bidimensional de la obra
pictórica el efecto tridimensional de lejanía y profundidad
A pesar de que los personajes realizan
una misma acción, compositivamente MILLET ha dividido la obra Las
espigadoras en dos grupos autónomos. Al fondo, las figuras se difuminan y
se mezclan con las tonalidades del paisaje
Este cuadro de F. LÉGER es un buen
ejemplo de composición unitaria y centrípeta, en el cual todos los elementos
giran alrededor de un eje central (figura del padre) y se relacionan entre sí
formando un conjunto cerrado.
En esta obra, WATTEAU utiliza una línea
del horizonte baja para monumentalizar la figura del payaso Gilles, el
personaje que ocupa el primer plano.
La composición permite al artista
ordenar los diversos elementos escénicos y ofrecer diversas sensaciones al
espectador. En esta obra renacentista de Pietro Vannucci Il Perugino la
ordenación geométrica, a partir de la perspectiva, transmite orden y serenidad.
Otro elemento que se debe considerar es la línea del horizonte; a menudo es baja para potenciar y monumentalizar el tema, o mediana y alta con la finalidad de mostrar más objetivamente los elementos. Otro aspecto a tener presente es la geometría de la composición, que puede ser: circular, triangular, en franjas verticales u horizontales, con curvas, contracurvas, etc.
La luz debe ser identificada por el origen y por la
naturaleza (natural, artificial o consecuente), y también hay que observar sus
aplicaciones, por ejemplo en las técnicas del claroscuro y el tenebrismo
características de la época barroca. Para acabar el análisis formal, hay que
fijarse en el cromatismo de la obra y distinguir si el pintor ha utilizado
colores puros, cálidos, fríos, etc.
Análisis conceptual: en este análisis es fundamental
reconocer el tema representado (histórico, mitológico, retrato, paisaje o
bodegón) así como las fuentes literarias en que se basa (la Biblia, los libros
de historia, los evangelios apócrifos, mitos, etc.).
En el análisis conceptual también deben estudiarse los
atributos y los símbolos representados (por ejemplo, los atributos de santos, o
de personajes mitológicos), es decir, la iconografía (estudio de la obra basado
en un análisis descriptivo de las imágenes respecto de la matemática
representada), y la función.
Análisis técnico: en toda pintura se distinguen dos
aspectos relativamente asociados: la técnica utilizada por el artista (al óleo,
fresco, cera, carbón, tinta, grabado, litografía, etc.) y el soporte (tela,
pared o muro, papel, cartón, vidrio, piedra, plástico, cerámica, etc.).
El conocimiento de la ubicación de la obra pictórica
(en el techo de una cueva, en tumbas, iglesias, palacios o casas, retablos,
etc.) también aporta información importante.
Al igual que en la escultura, el estudio de una obra
pictórica debe complementarse con el estudio de los modelos plásticos
anteriores o posteriores que han podido influir en ella, las relaciones con
obras parecidas del mismo pintor y la comparación con otras obras coetáneas de
la misma escuela o de otras tendencias.
La pintura es una combinación
contrastada de luces y sombras. Este contraste fue utilizado a finales del
siglo XVI por CARAVAGGIO, que, a través del claroscuro, convirtió la luz en un
medio de expresión artística.
En las pinturas de temática histórica,
como La coronación de Napoleón de DAVID, es importante analizar la
distribución compositiva de los personajes en el lienzo, porque esto encierra
un mensaje acerca de la importancia de cada uno de ellos.
La cerámica, como refleja esta obra de
Joan MIRÓ en el aeropuerto de Barcelona, se adecua perfectamente de manera
plástica a los exteriores arquitectónicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario