viernes, 14 de enero de 2011

Historia de los judíos del siglo XI al XV

LA PLENA EDAD MEDIA (1000-1300)
La afirmación del antisemitismo en la Cristiandad medieval


La situación de los judíos europeos medievales cambió durante esta etapa al ritmo que cambiaba toda la sociedad. En un principio las condiciones de vida de los judíos mejoraron, pues la mejora de la producción agrícola desde el siglo XI facilitó el crecimiento del comercio, lo que a su vez fue la causa de un aumento de la población urbana al emigrar la mano de obra sobrante en el campo para buscar trabajo en la artesanía o el comercio.
Ese crecimiento comercial y urbano favoreció a los judíos, ya que muchos de ellos obtuvieron abundante trabajo y los comerciantes pudieron extender sus negocios. Además durante el siglo XI la Cristiandad creció incorporando a los polacos, húngaros, rusos, daneses, noruegos y suecos, que cuando todavía eran paganos habían atacado la Europa cristiana durante las Segundas Invasiones (Siglos IX y X) lo que aumentó la seguridad en general y las posibilidades del comercio al facilitar los transportes, y éstas crecieron todavía más con las Cruzadas que llevaron en el siglo XII las redes comerciales europeas hasta el Imperio Bizantino y el Cercano Oriente.
Este comercio creciente no sólo se daba dentro y entre países cristianos sino también entre territorios cristianos y musulmanes. En ese tipo de actividad los judíos actuaron como unos intermediarios muy útiles. Unido al comercio hubo un gran trasvase cultural desde la cultura árabe musulmana a la Cristiandad. Los judíos, hablantes de varias lenguas, participaban en talleres de traducción que pasaban obras de filosofía, química, matemáticas, medicina o lo que fuera del árabe a una lengua romance y de ésta al latín. Así fue como se abastecieron las bibliotecas de las primeras universidades.
La importancia comercial y cultural de la comunidad judía durante la Plena Edad Media (siglos XI, XII y XIII) lleva al surgimiento de prestamistas dentro de las juderías. Estos judíos van a ofrecer su dinero a los burgueses cristianos que necesitan comprar barcos para realizar negocios a larga distancia, a los nobles para emprender reformas en sus castillos, y a los reyes para pagar a sus soldados. Aunque también existían prestamistas cristianos, lo cierto es que la proporción de prestamistas entre los judíos era más alta al ser todos ellos población urbana, además la Iglesia cristiana condenaba la usura, es decir el préstamo con interés, sin importar que fuera alto o bajo. Para la Iglesia el dinero no era como la tierra, era “estéril”, no podía “producir riqueza”, y era pecado intentarlo. Pero el pecado de la usura sólo afectaba a los cristianos, es decir un cristiano no podía prestar con intereses a otro cristiano, pero un judío sí podía hacerlo. Los prestamistas cristianos debían buscar justificaciones a lo que hacían mientras los judíos sólo debían preocuparse de hacer buenos negocios.


A lo anterior se unía que durante la Alta Edad Media se había completado la cristianización de las áreas rurales y de los pueblos paganos convirtiéndose los judíos en la principal minoría religiosa dentro de la Europa occidental.


Por todo lo anterior durante la Plena Edad Media la población judía en Europa prosperó, igual que el resto de la sociedad, pero al mismo tiempo se hizo más visibles para los cristianos. Eso hizo que los prejuicios del resto de la sociedad aumentaran y surgieran nuevas leyendas como el de que los judíos asesinaban a cristianos adultos o a un niño cualquiera para utilizar la sangre en sus rituales religiosos. El primer caso de este tipo fue denunciado por los cristianos de Zaragoza en 1182. Más tarde, en el siglo XIII, surgió la leyenda de que los judíos robaban hostias consagradas para profanarlas[1]. Lo cierto es que hoy no tenemos pruebas materiales para saber si esas denuncias eran ciertas, pero lo cierto es que la mayoría de las denuncias presentaban acusaciones llenas de contradicciones entre sí, y era normal usar la tortura con los acusados para obtener confesiones, a lo que se unía la promesa de perdón en caso de confesar el delito cometido, por lo que es fácilmente deducible que estas denuncias respondían a una situación de fuerte odio religioso. Éste, en tierras alemanas durante el siglo XIII, dio forma a la imagen de la “cerda judía”, una representación que mostraba un grupo de judíos alimentándose de una cerda, como reflejo de su pretendida “suciedad”. Este odio religioso se manifiesta durante la Plena Edad Media de una manera más evidente que durante la etapa anterior:
- Se aprueban leyes que discriminan a los judíos obligándolos a llevar un sombrero puntiagudo o una insignia amarilla.
- Se producen masacres de judíos durante la I Cruzada y la II Cruzada.
- Expulsión de los judíos de Inglaterra en 1290.
A pesar de la actuación de Eduardo I, rey de Inglaterra, lo cierto es que tanto los Papas como los reyes intentaron proteger, en la mayoría de los casos, a los judíos del odio del resto de la población, aunque por motivos diferentes. Los reyes tenían en la población judía una importante fuente de ingresos gracias al comercio y los impuestos que pagaba, los Papas en cambio esperaban la conversión voluntaria de los judíos, pues ésta demostraría el triunfo de las creencias cristianas. Cuando un judío era bautizado dejaba de ser un extraño y pasaba a formar parte de la sociedad cristiana en un plano de igualdad.
En la Península Ibérica la situación de la comunidad judía siguió siendo buena en el siglo XI, tras el fin del Califato de Córdoba. Los reyes de taifas necesitaban funcionarios que les fueran totalmente fieles porque muchos de sus súbditos musulmanes rechazaban su poder, pues estos monarcas cobraban impuestos ilegales según la ley islámica. Por ello muchos judíos pasaron a formar parte de la administración de las taifas y algunos llegaron a ministros.
Con la llegada de la dinastía almohade a al-Ándalus en el siglo XII la situación cambió completamente; los Almohades, fanáticos religiosos, intentaron convertir a la fuerza a los judíos a partir de 1146, como en Lucena, donde arrasaron la ciudad en 1148 al no convertirse su población a la religión islámica. Eso provocó una emigración masiva de los judíos andalusíes hacia los reinos cristianos peninsulares, sobre todo los de León y Castilla, que en pocas décadas vieron un gran aumento de su población hebrea.


LA BAJA EDAD MEDIA (1300-1492)
Persecuciones y expulsiones


En la Baja Edad Media la situación de los judíos en Europa occidental empeoró respecto a la etapa anterior, si bien lo mismo le ocurrió a toda la sociedad.
Tras la Gran Hambruna de 1315 y la Peste Negra de 1346 se creó una fractura en la conciencia de la Cristiandad, que no entendía como Dios había permitido semejante hecatombe. Una respuesta fueron las procesiones de flagelantes, que se azotaban por sus pecados reconociendo las culpas propias y de la sociedad cristiana medieval, pero pronto ese sentimiento de frustración se orientó hacia la más grande de las minorías: los judíos. El resentimiento hacia los judíos había surgido en la Plena Edad Media; se identificaba a todos los judíos con los pocos prestamistas ricos que había entre ellos, eso era posible al ser todos los judíos población urbana y una comunidad cerrada. Durante la Gran Hambruna las peores situaciones se vivieron en el campo, donde no había judíos. Tras la Peste Negra en varios lugares de Europa se acusó a los judíos de iniciar la Peste envenenando los pozos, lo que provocó oleadas de pogromos[2]. Menos de un lustro después de la llegada de la Peste Negra se calcula que habían tenido lugar en Europa más de 350 matanzas distintas de judíos.
En varios lugares los pogromos fueron incitados por miembros fanáticos de la Iglesia cristiana, a pesar de la oposición de los Papas, en otros se trataba de dañar a los reyes que protegían a los judíos y que los utilizaban como administradores y funcionarios.
En la Península Ibérica veremos esa situación en el reino de Castilla. Una guerra civil se desarrolló entre 1351 y 1369, justo tras el paso de la Peste Negra, entre el rey Pedro I y su hermanastro Enrique de Trastámara. Pedro I había nombrado a judíos para cargos importantes porque sabía que sólo le obedecerían a él (no a la Iglesia ni a una familia de la nobleza como pasaría en caso de nombrar clérigos o nobles). Eso permitió a Enrique una campaña de propaganda que identificaba al rey con los judíos usando expresiones como Pedro “el herético”, “una corte [real] judía”; o frases como “¿Dónde está el hijo de puta judío, que se llama rey de Castilla?”. Pasando de las palabras a los hechos el propio Enrique dirigió el asalto contra la judería de Toledo en 1355. Tras asesinar a su hermanastro en 1369 Enrique se convirtió en rey de Castilla pero el odio que había encendido no se apagó. En 1391 un arcediano[3] de Écija, Ferrán Martínez, provocó el asalto de la judería de Sevilla. La oleada de pogromos se extendió por Écija, Cazalla, Alcalá de Guadaira, Córdoba, Jaén, Toledo y saltó a la Corona de Aragón prendiendo en Valencia, Palma, Barcelona, Gerona y, por último, en Lérida. En estos asaltos hubo tanto odio social como religioso, pues la principal actividad de los atacantes fue saquear las casas de los judíos ricos además de bautizar por la fuerza a todos los que pudieron.
A causa de los pogromos de finales del siglo XIV gran cantidad de judíos peninsulares fue convertida al Cristianismo por la fuerza. Aunque a la Iglesia aquello le parecía mal una vez hecho no había vuelta atrás, el bautizado cristiano se quedaba. El efecto que tuvo este aumento considerable de los judeoconversos fue el surgimiento de un nuevo grupo social: los “marranos”. “Marranos” era el nombre que daban los cristianos viejos[4] a los judíos conversos al Cristianismo y a sus descendientes. Aunque una parte de los judeoconversos acabaron aceptando el Cristianismo, otro grupo siguió manteniendo su religión judaica en la intimidad de sus casas, lo cual se hacía visible a los cristianos por su mantenimiento de prohibiciones religiosas del Judaísmo vinculadas a usos cotidianos como la dieta (los judeoconversos no consumían carne de cerdo ni freían con manteca, no comían chorizo ni morcilla…). Eso explica que a todos los judeoconversos se les llamase “marranos” de forma ofensiva, vinculándolos a un animal que para muchos de ellos era impuro. Para las autoridades religiosas y la población cristiana esta situación era un peligro para la pureza de la fe cristiana, que ahora podía ser contaminada desde dentro. Manifestación de este descontento fue la revuelta anti conversa de Toledo en 1449, dirigida no contra los judíos sino contra los conversos, a los que se consideraba herejes[5] en su totalidad.
A finales del siglo XV, se planteó que la única manera de que los “marranos” aceptaran completamente la religión cristiana era separarlos de los judíos que aún vivían en la Península Ibérica, a ello se unió la exaltación religiosa cristiana por la guerra contra el reino musulmán de Granada, y otra denuncia de un niño asesinado por los judíos. Por ello en 1492 se decretó la expulsión de todos los judíos de la Península Ibérica, excepto de los que se bautizaran. Los judíos sefarditas salieron de Castilla y se dirigieron a ciudades musulmanas en el Mediterráneo, a Portugal y a ciudades en Italia. En la actualidad uno de los grupos que componen el Judaísmo son los sefarditas, los descendientes de los judíos que habitaron la Península Ibérica y que aún mantienen como lengua una variante del castellano.
Antes que en la Península Ibérica los judíos fueron expulsados de otros lugares durante la Baja Edad Media (Francia, Sacro Imperio Romano-Germánico…). La población judía desterrada, llamados askenazíes[6], se instaló en el reino de Polonia durante el siglo XIV favorecida por los reyes polacos deseosos de poblar su reino, y durante el siglo XV en el Gran Ducado de Lituania (que incluía la actual Lituania, más Bielorrusia y Ucrania).



[1] Para los cristianos católicos la hostia consagrada es el mismo cuerpo de Cristo. Las profanaciones atribuidas a los judíos consistían en escupir encima de ella, acuchillarla, usarla para cocinar…
[2] Un pogromo era una acción violenta consistente en invadir las juderías grupos de cristianos robando, golpeando, matando y obligando a bautizarse a los judíos.
[3] Un arcediano es un clérigo que realiza diversas funciones en una catedral al servicio del obispo, pero no es un sacerdote.
[4] Cristianos viejos es el nombre que se dio en la Península Ibérica desde el siglo XV a aquellos cuyos padres y abuelos eran cristianos desde el principio, y carecían de antecedentes judíos en su familia.
[5] Hereje: Persona que sigue una doctrina cristiana contraria a la de la Iglesia católica. La doctrina es el conjunto de principios básicos que defiende un movimiento religioso. También es un hereje todo aquel que habiendo sido bautizado niega alguno de los principios básicos (dogmas) de la Iglesia católica.
[6] Askenazíes significa “judíos alemanes”, el nombre proviene de que estos grupos tenían su origen en las tierras del Sacro Imperio Romano-Germánico y de la zona fronteriza del reino de Francia. Hoy en día la mayoría de los judíos desciende de este grupo que incluso desarrolló una lengua propia basada en el alemán, el yiddish.


1.   ¿Por qué aumentó el comercio en Europa occidental desde el siglo XI?

2.   ¿Por qué el crecimiento comercial y urbano favoreció a los judíos?

3.   ¿Cuándo sucedieron las Segundas Invasiones?

4.   ¿Qué pueblos paganos se incorporaron en el siglo XI a la cristiandad?

5.   ¿Por qué las Cruzadas facilitaron el comercio de Europa occidental?

6.   ¿Entre quienes hacían de intermediarios los comerciantes judíos?

7.   ¿Qué siglos abarca la Plena Edad Media?

8.   ¿Qué era la usura para la Iglesia cristiana?

9.   ¿Afectaba por igual a cristianos y judíos el pecado de la usura? ¿Por qué?

10.      ¿Por qué durante la Alta Edad Media los judíos fueron la principal minoría religiosa de Europa?

11.      ¿Qué denuncia fue puesta en Zaragoza en 1182 contra los judíos?

12.      ¿Qué leyenda antisemita [antijudía] surgió en el siglo XIII?

13.      ¿Qué imagen artística era la “cerda judía”?

14.      ¿Qué rey de Inglaterra expulsó a los judíos de su país? ¿Cuándo?

15.      ¿Por qué los reyes cristianos occidentales intentaron proteger a los judíos del odio de la población cristiana?

16.      ¿Por qué los papas también intentaron proteger a los judíos de los ataques que sufrían?

17.      ¿Por qué durante los reinos de taifas la situación de los judíos siguió siendo buena en al-Andalus?

18.      ¿Por qué los Almohades arrasaron Lucena? ¿Cuándo?

19.      ¿Qué hicieron los judíos andalusíes en respuesta a lo ocurrido en Lucena?

20.      ¿Cuándo sucedió la Gran Hambruna?

21.      ¿Cuándo ocurrió la Peste Negra?

22.      ¿Qué es un pogromo?

23.      ¿A qué se debieron los pogromos producidos tras la Peste Negra?

24.      ¿Cuándo empezó la guerra civil castellana? ¿Cuántos años duró?

25.      ¿Quiénes se enfrentaron en ese conflicto?

26.      ¿Por qué el rey Pedro I nombró a judíos para cargos importantes de su corte?

27.      A Pedro I lo llamaron “el Justiciero”, “el Cruel” y también…

28.      ¿Qué judería asaltó Enrique de Trastámara en 1355?

29.      ¿Cómo acabó la guerra civil castellana?

30.      ¿Qué es un arcediano?

31.      ¿De dónde era Ferrán Martínez?

32.      ¿Cuál fue la primera judería asaltada en 1391? ¿Y la última?

33.      ¿A qué se dedicaban los participantes en estos pogromos?

34.      ¿Quiénes eran los cristianos viejos?

35.      ¿Quiénes eran los “marranos” o cristianos nuevos?

36.      ¿Qué elementos de la cultura judía mantenían los judeoconversos?

37.      ¿Qué sucedió en Toledo en 1449?

38.      ¿Qué decretaron los Reyes Católicos en 1492?

39.      ¿Quiénes son los judíos sefarditas?

40.      ¿Dónde se instalaron los judíos sefarditas?

41.      ¿Quiénes son los judíos askenazíes? ¿Cuál es su idioma/lengua?

42.      ¿Qué países incluía el Gran Ducado de Lituania en el siglo XV?

GRABADO DE 1470 CERDA JUDÍA








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