Mapa de Europa a la muerte
de Justiniano (565)
En
este mapa histórico vemos como la mayor potencia del Mediterráneo, a la muerte
del emperador Justiniano, era el imperio romano de oriente o imperio bizantino.
Los ejércitos de Justiniano habían reconquistado el norte de África derrotando
a los vándalos en el año 534, Italia venciendo a los ostrogodos tras una larga
guerra, y el sur de la península ibérica rechazando a los visigodos. Pero las
conquistas occidentales vaciaron el tesoro imperial y restaron tropas en otros
lugares. Así, en oriente, los persas sasaníes aprovecharon esta situación para
tomar temporalmente Antioquía. En los Balcanes los búlgaros, pueblo nómada establecido
unas décadas antes en la llanura del bajo Danubio, atacaron Constantinopla en
dos ocasiones, mientras diversos pueblos eslavos se infiltraban dentro del
imperio bizantino y ocupaban las zonas interiores rechazando a los griegos
hacia la costa. El conjunto de los pueblos eslavos, que tenían en común la
lengua y un estilo de vida seminómada, se expandió en el siglo VI no sólo hacia
el sur, sino también hacia el norte y el oeste, ocupando ahí el espacio
abandonado por los germanos que habían invadido el imperio romano de occidente.
No obstante entre los eslavos del sur y los del norte se situaban pueblos
diferentes a ellos: los gépidos, los búlgaros y los ávaros. Los gépidos eran un
pueblo germánico que, tras las Grandes Invasiones, había creado un reino al
norte del río Danubio, pero que éste sería destruido por los ávaros, un pueblo
nómada asiático recién llegado a Europa. Los ávaros procedían de las estepas de
Asia central y venían huyendo de otras tribus más poderosas. En el año 567 los ávaros
atacaron, aliados con los lombardos, el reino gépido, pero tras su victoria el
rey longobardo Alboino tuvo miedo a la vecindad de sus recientes aliados y
dirigió a su pueblo a la conquista de la Italia bizantina.
Por
su parte la península ibérica estaba dividida entre el débil reino visigodo en
el centro, el reino suevo en el noroeste, los territorios de las tribus
cántabras y vasconas independientes en las montañas del norte, y los dominios
bizantinos en el sur.
El
reino romano-germánico más poderoso era el de los francos, que apoyaba a los
visigodos y que participó en la guerra de Italia entre ostrogodos y bizantinos.
Los francos dominaban desde los Pirineos hasta cerca del río Elba.
Finalmente
en la isla de Gran Bretaña los invasores germánicos anglos y sajones estaban
exterminando o expulsando hacia el oeste de la isla a los habitantes britanos originales,
y muchos de estos emigraron a territorio europeo continental (península de
Bretaña).
Recuerda
que los deltas forman parte de la tierra firme. NO del mar.
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