Ayer fui con una amiga y mi madre a hacer unas cosas en la calle, y mientras mi madre entró a una tienda, mi amiga y yo nos quedamos fuera, y empezamos a hablar de política. Quizá algunas personas piensen que la calle no es mejor sitio para hablar de política, pero ambas estamos orgullosas de nuestros pensamientos y de todo lo que sabemos con nuestra edad. Y si luego ponen puestos del PP en la calle, en los cuales se gastan mucho dinero, para captar votos... ¿Por qué no iba a poder yo hablar de política en mitad de la calle sin importar quién me escuche? Pues, estábamos hablando de las próximas elecciones y hubo un hombre de unos 60 años que se unió a nuestra conversación. Se me ocurren muchos adjetivos para definir a ese hombre, pero sinceramente no me apetece. Aquel hombre se unió a la conversación diciendo que iba a ganar el PP, y yo le dije que realmente esperaba que eso no ocurriera, por mi futuro. Él me preguntó que si no quería que ganara el PP, a quién prefería. Ahí fue cuando entendí que era del PP, qué inocente. Yo le respondí que prefería que ganase alguien que al menos no hubiera robado aún. Y el hombre, con toda la seguridad del mundo me contestó que el PP nunca había robado, que eso era mentira. Mi amiga y yo nos reímos, y el siguió. Dijo que él no quería que ganase un hijo de un terrorista (yo alucinaba), añadió que todos los hijos son como los padres. Sinceramente ahora se me ocurren mil cosas para decirle, pero en esos momentos mi mente no daba para lo que estaba escuchando. Me quedé completamente anonadada y seguí escuchando. Asumí que era racista, después de unos comentarios que hizo sobre los sirios y sobre unos inmigrantes que viven en su bloque de pisos. Dijo que no le parecía nada bien que vinieran los sirios a Europa, yo le contesté que si nuestro país entrara en guerra, a todos nos gustaría que nos acogieran en otros países. Él contó anécdotas de su familia durante la guerra, y yo le pregunté si quería verse igual, ya que con el PP era lo único que iba a conseguir, la pobreza. Él me dijo que a España lo que le vendría bien sería una dictadura. Ahí fue cuando yo dejé de escuchar a ese hombre. Sinceramente me reí de su comentario, aunque tengo valores que dicen que hay que respetar las opiniones de los demás, esa opinión no merecía mi respeto, por lo cual me retiré de ese hombre.
De vuelta a casa estuve reflexionando, me sentía indignada y se me ocurrían miles de cosas para decirle que no se me habían ocurrido antes. Ese hombre, es uno entre tantos y tantas de este país que piensan así. Que piensan que debería de haber una dictadura. Y es uno entre tantos que no tienen educación. Este curso he aprendido, y he mejorado conocimientos que ya tenía, gracias a buenos profesores que me han enseñado (a los cuales agradezco muchísimo). ¿Qué ocurre? Ese hombre quizá no tuvo una buena educación, y si tuvo la oportunidad de tener educación habría que ver los ideales de los profesores que le enseñaron. Y es malo que las personas no tengan educación pero peor es que esas personas crean que lo saben todo y no se interesen. Lo malo es que esas personas se han quedado en el pasado. Lo malo es que no hacen esfuerzos por actualizarse, y lo malo es que no piensan por el futuro del país. Me da pena que haya personas así, pero me consuela que a mi me quedan más años para votar que a esas personas. El futuro del país está en nuestras manos. Hay que insistir, hay que llevar una buena educación, hay que leer, hay que interesarse por el futuro del país y no podemos permitir que la política solo sea de unos cuantos. Hay que involucrarse, y la edad es lo de menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario