Durante el siglo XVII se
produjo en Inglaterra una revolución[1]
que supuso el paso de una monarquía absoluta a una monarquía parlamentaria.
El
comienzo de la dinastía Estuardo (1603-1649)
Con la muerte en 1603 de
Isabel I de Inglaterra desapareció la dinastía de los Tudor. Al no tener
descendientes directos la reina dejó su trono a Jacobo VI de Escocia, hijo de
su prima la reina María Estuardo de Escocia, que fue coronado en Inglaterra
como Jacobo I (1566-1625). Así desde 1603 Escocia e Inglaterra[2]
pasaron a estar gobernados por un mismo rey de la dinastía Estuardo, pero se
trataba de una unión personal como la de Castilla y Aragón, pues tanto
Inglaterra como Escocia mantuvieron diferentes capitales, parlamentos, leyes, etcétera.
Durante su reinado Jacobo I
intentó que sus súbditos compartieran una sola fe religiosa, por ello persiguió
a los puritanos[3]
ingleses que no aceptaban el Anglicanismo. Efecto de lo anterior fue la
emigración de muchos de ellos a las colonias inglesas en Norteamérica. En 1607
una compañía de comercio inglesa había fundado Jamestown (“la ciudad de
Jacobo”), la primera ciudad inglesa en Norteamérica. En 1620 una expedición de
puritanos (Pilgrim Fathers) cruzó el
océano en el Mayflower y fundaron la
colonia de Plymouth, a la que luego se fueron uniendo sucesivas oleadas de
exiliados por razones religiosas.
Carlos I Estuardo (1600-1649)
subió al trono a la muerte de su padre Jacobo I. El gobierno de Carlos se
caracterizó por fracasos tanto en política exterior como interior. Declaró la
guerra a España y luego a Francia, pero sin lograr ninguna victoria. En el
interior de Inglaterra intentó reforzar su poder pero no lo consiguió. Convocó
y disolvió varias veces al parlamento[4]
de Inglaterra, pues necesitaba su aprobación para crear nuevos impuestos que le
permitieran financiar sus guerras, pero en Inglaterra el parlamento era
diferente de las cortes castellanas o de las aragonesas y de los estados
generales de Francia.
Durante el reinado de Enrique
VIII y de su hija Isabel I el parlamento había ido recibiendo de los reyes
mayores responsabilidades, así que su presencia en el gobierno del país era
mayor en 1600 que en 1500, al revés que en las cortes de Castilla o en los
estados generales de Francia. Por ello se veía fuerte para pedir al rey
contrapartidas a cambio de votar los impuestos que éste necesitaba.
Al no conseguir la
colaboración del parlamento para recaudar impuestos, Carlo I debió recurrir a
establecer tributos nuevos sin contar con la asamblea, y a ejercer su poder
como juez supremo del reino sin contar con la opinión de nadie. A sus errores
se añadió el intento de reforma de la Iglesia Anglicana que hizo en 1640, que
fue rechazado dentro de Inglaterra por los puritanos y en toda Escocia por los
presbiterianos, los cuales formaron un ejército que se enfrentó al rey y lo
derrotó en el campo de batalla. A causa de su urgente necesidad de dinero para
pagar los gastos de esta guerra Carlos I debió llegar a un nuevo acuerdo con el
parlamento, pero cuando finalmente no consiguió lo que quería se produjo una
ruptura definitiva.
Carlos I huyó de Londres,
ciudad de mayoría parlamentaria, a Oxford, donde estableció su capital durante
la guerra civil.
Primera
revolución inglesa o “Gran rebelión” (1642-1649)
Los bandos enfrentados en la
primera guerra civil inglesa (1642-1646) fueron los realistas y los parlamentarios.
Los realistas consideraban que defendían la forma tradicional de gobierno en la
Iglesia y el estado. Los parlamentarios opinaban que el equilibrio en el
gobierno en la Iglesia y el estado se había roto por las acciones del rey. El
rey era respaldado por el norte y el oeste del país, la parte más rural y menos
rica. El parlamento tuvo el apoyo del sur y este de Inglaterra, donde se
concentraban las ciudades más pobladas y prósperas. Eso explica que al final
ganaran la guerra los parlamentarios al poseer más dinero para pagar y equipar
a sus ejércitos.
Al inicio de la guerra los
realistas, también llamados cavaliers
o “caballeros”, tuvieron ventaja pues sus ejércitos incluían a la mayoría de
los pocos soldados profesionales que había en las islas. Hay que tener presente
que las guerras civiles en las Islas Británicas coincidieron en el tiempo con
la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) que implicó a casi todos los países
de Europa incluidas España y Francia.
A partir de 1645 el
parlamento crea el New Model Army o
Ejército de Nuevo Modelo, formado por soldados profesionales, entre los que
abundaban los puritanos como Oliver Cromwell (1599-1658), un hidalgo rural que
había sido miembro del parlamento en 1640. A los puritanos del Ejército de
Nuevo Modelo se les llamó roundheads,
“cabezas redondas”, porque solían llevar el pelo corto, al contrario que los cavaliers que lo dejaban por los hombros
o llevaban peluca.
Estas nuevas tropas
parlamentarias derrotarán al ejército real en la batalla de Naseby en 1645. Al
año siguiente el rey se rendiría a los presbiterianos escoceses.
En 1647 Carlos I escapa de
una prisión inglesa e inicia la segunda guerra civil (1648-1649). En esta
ocasión se alió con sus súbditos escoceses pero igualmente fue derrotado por el
ejército parlamentario dirigido por Cromwell.
En 1649 Carlos I fue juzgado
por la Cámara de los Comunes bajo la acusación de alta traición, encontrado
culpable fue decapitado.
Commonwealth
(1649-1660)
Tras la ejecución de Carlos
I en 1649 el gobierno de Inglaterra pasó a manos del parlamento que fundó la
primera y única república en la historia del país, la Commonwealth[5].
Así Inglaterra se convirtió en la primera nación europea que pasó de ser una
monarquía a ser una república. Suiza y los Países Bajos/Holanda también eran
repúblicas pero nunca habían sido reinos.
Entre 1649 y 1651 sucedió la
tercera guerra civil inglesa, cuando Carlos II llegó de Francia y logró
levantar un ejército con la ayuda de los escoceses, pero finalmente fue
derrotado por Cromwell y el Ejército de Nuevo Modelo en la batalla de Worcester
en 1651. Mientras tanto la guerra se había extendido a Irlanda que, desde antes
de la primera guerra civil inglesa, se había liberado del dominio inglés. Entre
1649 y 1653 fue reconquistada con gran brutalidad por las fuerzas del
parlamento encabezadas por Cromwell. Tras la victoria de Cromwell la propiedad
de la tierra en Irlanda fue redistribuida, de manera que la mayor parte de los
campos pasaron a ser propiedad de los protestantes, que eran la población menos
numerosa. Asimismo se concedieron tierras en Irlanda a miles de escoceses e
ingleses protestantes que emigraron allí. Por último varias decenas de miles de
irlandeses fueron deportados como esclavos a las colonias inglesas del Caribe y
de Norteamérica.
Mientras tanto el parlamento
comenzó a gobernar pensando en los intereses del país y en 1651 aprobó el Acta
de navegación una ley que establecía lo siguiente:
·
Se prohibía cualquier desarrollo de industrias en las
colonias capaz de competir con las de Inglaterra.
·
El comercio con las colonias estaría monopolizado por los navegantes
ingleses. De esta manera se cerró el imperio colonial inglés a la navegación
extranjera. El gobierno pretendía de esta
manera proteger a los comerciantes y armadores ingleses.
El Acta de navegación dañaba seriamente al comercio
holandés con Inglaterra y sus colonias, lo que acabó provocando una guerra
entre las Provincias Unidas de los Países Bajos e Inglaterra desde 1652 a 1654,
que terminó con la victoria inglesa. A partir de entonces las Provincias Unidas
cederían a Inglaterra el papel de país más importante en el comercio naval entre
Europa y los otros continentes.
Entre 1649 y
1653 se habían producido numerosas tensiones entre el parlamento y el ejército
controlado por los puritanos de Cromwell.
Desde 1653 Cromwell
gobernó Inglaterra con el título de Lord protector, aunque su gobierno en
realidad fue una dictadura apoyada por el ejército. Durante la Commonwealth
Inglaterra se convirtió en la principal potencia comercial del norte de Europa
e inició su propio imperio colonial en ultramar[6].
Restauración
(1660-1685)
Tras la muerte de
Cromwell el parlamento y el ejército decidieron restaurar en el trono inglés a
Carlos II (1630-1685), hijo del rey decapitado[7]. Su reinado de 1660 a 1685, llamado la
Restauración, se caracterizó por unas buenas relaciones entre el rey y el
parlamento. En 1679 el parlamento aprobó la Habeas Corpus Act que
establecía la obligación de presentar a todo detenido en un plazo corto ante un
juez, que podría ordenar la libertad inmediata del detenido si no encontraba
motivo suficiente de arresto. La institución jurídica del hábeas corpus
garantizaba la libertad personal del individuo, pues evitaba los arrestos y
detenciones y arbitrarias, como las que se realizaban en otras monarquías como
la de Francia, donde el rey podía encarcelar sin juicio y por tiempo indefinido
a quien quisiera sin tener que dar explicaciones.
Segunda
revolución inglesa o “revolución gloriosa” (1688-1699)
A la muerte de Carlos II su
hermano Jacobo II (1633-1701), el cuarto hijo de Carlos I, heredó el trono.
Jacobo II intentó gobernar de manera absolutista, sin contar con el parlamento.
Además se había convertido al Catolicismo y por ello concedió libertad de culto
a la minoría católica. Por último, intentó crear un ejército permanente. Todo
lo anterior provocó el temor a que cambiase la organización política y
religiosa de Inglaterra por completo.
Por todo lo
dicho un grupo de nobles, con el apoyo del parlamento, ofreció la corona
inglesa a Guillermo III de Nassau (1650-1702), príncipe de Orange, un noble
holandés casado con María hija de Jacobo II. Guillermo era considerado el
defensor del protestantismo en Europa y había sido criado en un sistema donde
se respetaba al parlamento.
El rey Jacobo, temiendo una sublevación
violenta, abandonó el país hacia Francia en 1689 mientras Guillermo
desembarcaba pacíficamente en la isla de Gran Bretaña y recibía la corona del
parlamento a cambio de aprobar la Declaración de derechos (Bill of Rights) donde se recogían normas
como las siguientes:
·
El rey no puede
crear o eliminar leyes o impuestos sin la aprobación del parlamento.
·
El rey no puede
cobrar dinero para su uso personal, sin la aprobación del parlamento.
·
Es ilegal
reclutar y mantener un ejército en tiempos de paz, sin aprobación del parlamento.
·
Las elecciones de
los miembros del parlamento deben ser libres.
·
El parlamento
debe reunirse con frecuencia.
En 1690 Jacobo desembarcó en
Irlanda para recuperar su trono perdido pero fue derrotado en la batalla de
Boyne por Guillermo III.
Unos años después, en 1707, los parlamentos de Inglaterra y Escocia aprobaron el Acta de Unión que creó el reino de Gran Bretaña donde se fundían los reinos de Escocia e Inglaterra de forma definitiva. Así apareció la actual bandera de Gran Bretaña, la Union Jack, donde se combinan las cruces de los santos patronos de Inglaterra (la cruz roja de San Jorge sobre fondo blanco), Escocia (el aspa blanca sobre fondo azul es la cruz de san Andrés) e Irlanda (el aspa roja sobre fondo blanco es la cruz de san Patricio).
Efectos culturales de las revoluciones inglesas
Un
efecto de las revoluciones inglesas fue crear cierta libertad de pensamiento
debido a la debilidad de los gobiernos en la segunda mitad del siglo XVII. Al
mismo tiempo las personas envueltas en acontecimientos tan nuevos y
sorprendentes para ellas (guerras civiles, regicidios, concesión de nuevos
derechos…) reflexionaron sobre lo que estaba ocurriendo.
·
Thomas Hobbes (1588-1679). Filósofo inglés que consideraba que el
hombre en estado natural, no en sociedad, está movido por el deseo y el temor
(“El hombre es un lobo para el hombre”), por lo que para vivir en sociedad cada
ser humano tiene que renunciar a sus derechos en provecho de un soberano
absoluto que hace reinar el orden: el estado.
·
John Locke (1632-1704). Filósofo inglés que, en su libro del año 1689 Cartas sobre la tolerancia, consideraba
que la sociedad se basa en un contrato entre los gobernantes y los gobernados,
y que el soberano debe obedecer las leyes igual que los súbditos. A un nivel más
filosófico, se esforzó en mostrar en su obra de 1690 Ensayo sobre el entendimiento humano, cómo, a partir de las
experiencias de los sentidos, se forman las ideas y los conocimientos.
·
Sir Isaac Newton (1642-1727) fue un científico. En 1687 publicó Principios matemáticos de filosofía natural,
obra en la que aplica las matemáticas al estudio de los fenómenos naturales, en
primer lugar del movimiento.
Conclusión
Así fue como durante el
siglo XVII Inglaterra pasó de ser una monarquía autoritaria a convertirse en
una monarquía parlamentaria. Mientras en España y los demás países europeos los
reyes acaparaban cada vez mayor poder, siendo los que legislaban, creaban las
leyes, nombraban a los jueces, reclutaban a los ejércitos y decidían las
guerras, en las Islas Británicas se estableció un sistema político en el que el
rey veía controlado su labor de gobierno por un parlamento que aprobaba las
leyes y controlaba la política del rey, en el que los jueces eran
independientes del poder del rey, y donde los súbditos tenían reconocidos una
serie de derechos que los convertían en ciudadanos por encima de la voluntad
del monarca.
[1] Una revolución es un cambio brusco y violento
en la estructura social o política de un estado.
[2] Durante su reinado, Isabel I conquistó completamente
Irlanda, así que a partir de ese momento el rey de Inglaterra era también rey
de Irlanda. De todos modos la mayoría de la población irlandesa era católica y
rechazaba tener un rey protestante, por lo que las rebeliones eran frecuentes.
[3] Puritanos fue el nombre que
recibieron en Inglaterra aquellos que seguían las doctrinas calvinistas. Se
mostraban muy críticos con que la Iglesia de Inglaterra siguiera manteniendo
muchos signos externos que recordaban a la Iglesia católica.
[4] El parlamento de Inglaterra era una institución
nacida en la Edad Media para responder a las necesidades del rey de recaudar
impuestos. En el siglo XVI se dividió en dos cámaras: la Cámara de los Comunes
(House of Commons –plebeyos-) elegida
sobre todo por burgueses de ciudades (los votantes eran un 3% de la población
adulta) y la Cámara de los Lores (House
of Lords) formada por los veintiséis obispos más importantes del reino (lores
espirituales) y siendo el resto los nobles más importantes de Inglaterra
(lores temporales).
[5] Commonwealth significa “riqueza
común”, lo cual es una traducción literal de res publica, que es como se escribe república en latín.
[6] Por ultramar se suelen entender los
territorios que están más allá del mar. Desde los grandes descubrimientos
geográficos de los siglos XV y XVI, la expresión ultramar suele referirse a
las tierras de América, África y Asia.
[7] A su vuelta a Inglaterra Carlos II hizo que
desenterraran el cadáver de Cromwell, que fue ahorcado y descuartizado. Sin
embargo su importancia para Gran Bretaña fue tanta que en 1899 se colocó una estatua
de Cromwell, que aún sigue ahí, a la entrada del Palacio de Westminster, lugar
donde se reúne el parlamento británico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario