El emotivo alegato por la lectura del ministro francés Bruno Le Marie
520 palabras
Discurso sobre la lectura y la literatura del
Ministro de Finanzas francés Bruno Le Marie dirigido a los estudiantes
Leed.
No os imagináis el placer que vais a sentir.
Lo digo
con mucha convicción porque tengo hijos, uno de ellos va al instituto, y lo de
la lectura se ha convertido en un combate. Y este combate lo llevamos a cabo [los
padres] con todos los periodistas que están presentes aquí y escriben
[literatura].
No es
para molestaros, no es para daros lecciones de moral, no es para obligaros a
hacer actividades duras.
La
lectura es un placer inmenso que va a desarrollar vuestra imaginación, que os
va a permitir abriros a mundos radicalmente nuevos en los que no habríais
entrado si no fuera por las palabras, que os va a permitir entender quienes
sois, que va a poner palabras a aquello que sentís y que ni siquiera sabéis
sobre vosotros. Y que una persona totalmente desconocida a la cual nunca habéis
visto y a la que probablemente nunca veáis os susurrará al oído, en el silencio
de la lectura, cosas que nunca habríais comprendido sobre vosotros si no las
hubierais leído.
Aprendemos
más sobre el deseo de aventura leyendo Robinson Crusoe que yéndonos de
viaje. Aprendemos más sobre el deseo y los celos, a veces en la base del deseo,
leyendo Albertine desaparecida o La prisionera que por la
experiencia propia.
Y
cuando uno mismo tenga celos porque quiere a alguien que no le quiere a él,
basta con leer a Proust para entender ese sentimiento, para ponerle palabras.
Y esas
palabras os van a calmar porque os harán comprender que formáis parte de una
comunidad que siente las mismas cosas, no estáis solos. Esa es la singularidad
de la lectura: es una actividad solitaria que os abre al resto del mundo.
Estáis
solos, pero nunca estáis tan cerca de los demás como cuando leéis un libro.
A todos
los jóvenes que nos escuchan: leed.
Apartaos
de las pantallas. Salid de las pantallas. Las pantallas os devoran, la lectura
os alimenta. Esa es la diferencia.
Está
claro que es un combate. Porque las pantallas son lo fácil, captan tu atención,
te atrapan, y además están muy bien organizadas. Saben daros, como a las ratas
[de laboratorio], pequeños estímulos nerviosos cada cinco segundos, cada diez segundos,
que os obligan a seguir pegados a la pantalla. Pero, por desgracia, eso no os
permitirá desarrollar vuestra libertad.
La
literatura es un arma de libertad.
Y las
pantallas… no todas, aquí no hablo de las pantallas de cine, hablo de las
pantallas de los gigantes digitales, pueden convertirse muchas veces en
instrumentos de sometimiento. Las pantallas os pueden someter en vuestro
consumo, en vuestro comportamiento, en vuestras prácticas o en vuestros gestos
para orientar vuestros pensamientos.
La literatura
os da libertad. Las palabras os dan libertad para construiros y ser quienes
sois.
Se lo
digo a todos los estudiantes que nos escuchan: cada uno de vosotros es único.
La
literatura y los libros os permitirán descubrir hasta qué punto sois únicos.
Cada
persona es única, y es la literatura la que nos lo enseña.
Leer es un arte para la vida. Es el arte para liberarte de dogmas, de prejuicios,de mentiras y falsedades. Te volverás más racional e imaginativo, serás un hombre libre.
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