Explicaciones:
Los
paréntesis de los textos originales suelen ser añadidos por los traductores
pues a veces los textos antiguos están incompletos, por haberse dañado el
soporte sobre el que estaban escritos (muros de piedra, tablillas de arcilla,
rollos de papiro o de pergamino) debido a la humedad, al fuego o a otros
elementos. Los textos entre corchetes son añadidos del profesor para facilitar
la lectura.
“Ven
que te describiré el género de vida del militar (el que debe sufrir) bastantes
malos tratos. Desde que es un muchacho de dos codos[1]
(de alto) es llevado y encerrado en un cuartel. Su cuerpo es golpeado con una
vara, un golpe brutal se le da sobre el ojo, un golpe que abre una herida es
descargado sobre las cejas. Su cabeza presenta una herida abierta. Se lo
extiende [por el suelo] y es golpeado como una hoja de papiro[2].
Es quebrantado [roto] por los bastonazos. Ven que (refiero) cómo va a Siria y
marcha entre las cadenas de montañas en tanto que su pan y su agua van sobre
sus hombros como la carga de un asno y su nuca hace el papel de garrote, como
(si fuera) un borrico. Las vértebras de su espalda están dobladas. Bebe agua
corrompida…
…Aplícate
a la escritura durante el día y lee durante la noche, pues tú sabes que lo que
hace el soberano [faraón], todos sus designios [planes] son rigurosos
[detallados]. Se pasa revista a todos los subordinados, y se eligen los más
aptos entre ellos. De uno se hace un militar, del jovencito un recluta. El niño
hace su instrucción luego de haber sido arrancado de los brazos de su padre.
Cuando alcanza la edad de hombre sus huesos están rotos. ¿Eres tú pues un asno?
Se manda a éste porque no hay sentido en él. Asegúrate esta dignidad [oficio]
(de escriba). Grandes y agradables y provechosos resultan tu estuche de
escriba, tu caña [para escribir] y tu rollo de papiro y tu corazón se renovará
todos los días. Toma buena nota de ello…
… No
he visto a un escultor en misión ni un orfebre que fuese encargado de un
mensaje. He visto al herrero en su trabajo, en la boca de su horno. Tiene los
dedos como si fuera un cocodrilo, es más nauseabundo que los huevos de pescado.
El
tallador de piedra taladra mediante el cincel[3]
en toda suerte de piedras duras. Cuando ha terminado, sus brazos están
deshechos y está agotado. Cuando se sienta al crepúsculo [anochecer], sus
muslos y su espalda están molidos. El barbero afeita hasta bien entrada la
tarde, cuando se pone a comer se apoya en los codos (de cansancio). Va de calle
en calle buscando a quién rasurar [afeitar]. Se destroza los brazos para llenar
su vientre, como las abejas que comen el producto de sus labores. El tintorero[4],
sus dedos son fétidos, el olor que (despiden) es el de los cadáveres. Sus ojos
están muertos de fatiga a causa de la miseria.
No rechaza a (otro) tintorero. Pasa el día cortando sus harapos y son su
horror los vestidos. El zapatero es muy desgraciado, llevando sus utensilios
por la eternidad. Su salud es la de un pescado reventado, roe el cuero para
alimentarse. El lavandero lava en el muelle, alterna con el cocodrilo… no hay
miembros que le pertenezcan, llora pasando su tiempo en aflicción
[sufrimiento]. Te diré cómo al albañil la enfermedad le consume, porque está
expuesto a los vientos, edificando con pena, pegado a los capiteles[5]
en forma de loto de las casas, para lograr sus fines. Sus dos brazos se gastan
en el trabajo, sus vestidos están desarreglados, se roe a sí mismo, sus dedos
son para él panes, no se lava más que una vez al día. Se hace humilde para
agradar, es un peón que pasa de una casilla a otra, de diez codos por seis, es
un peón que pasa de un mes a otro en las vigas del andamiaje, agarrado a los
capiteles en forma de loto[6]
de las casas.”
[1] Un codo es una unidad que mide la longitud. En las
diferentes culturas tiene diferentes tamaños, pero siempre alrededor de medio
metro. Así que dos codos será un metro de altura, en este caso.
[2] El autor se refiere a que durante el proceso de elaboración
del papiro, el material de escritura, se golpeaban las hojas para que se
pegasen con más fuerzas las finas tiras de planta de papiro que las formaban.
[3] Herramienta que
sirve para cortar piedra y otros materiales tras recibir golpes con el
martillo.
[5] El capitel es un elemento constructivo que consiste en una pieza
que se coloca en la parte superior de una columna, un pilar o una pilastra
(pilar pegado a la pared).
[6] Las columnas con capitales en forma de loto son comunes en la arquitectura egipcia arquitrabada (techos planos sostenidos por columnas). La flor de loto era una vegetación característica de las orillas del río Nilo.
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