Fundación de la Orden del Temple
En este mismo año [1118], ciertos nobles con
rango de caballero, hombres religiosos, entregados a Dios y temerosos [de Dios],
se unieron al servicio de Cristo [poniéndose] en manos del Patriarca [de
Jerusalén].
Prometieron vivir a perpetuidad como
canónigos y regulares, sin posesiones, bajo votos de castidad y obediencia. Sus
jefes más destacados eran el venerable Hugo de Payens y Godofredo de San Omer.
Puesto que ellos no tenían [una] iglesia o
un domicilio fijo cualquiera, el rey les dio por un tiempo un lugar para morar
en el ala sur del palacio, cerca del Templo del Señor. Los canónigos del Templo
del Señor les dieron, bajo ciertas condiciones, una plaza cerca del palacio que
los canónigos poseían. Esta [plaza] la usaban los caballeros como una plaza de
instrucción/plaza de armas. El rey y sus nobles y también el Patriarca y los
prelados de la iglesia les dieron beneficios [eclesiásticos] de sus
propiedades, algunos por un tiempo limitado y algunos a perpetuidad. Estos [beneficios]
servían para proporcionar comida y ropa. Su deber principal, que les fue
encargado por el Patriarca [de Jerusalén] y los otros obispos para el perdón de
[sus] pecados, era el de proteger los caminos y rutas contra los ataques de
salteadores y bandoleros. Esto lo hicieron sobre todo para proteger [a los]
peregrinos.
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