A. EL IMPERIO
ZARISTA
Durante el siglo XIX Rusia no se vio afectada por las revoluciones
liberales que hubo en Europa occidental, por eso a principios del siglo XX el
Imperio Ruso seguía siendo una monarquía absoluta de derecho divino.
Sin embargo existían varios problemas políticos y económicos que
empeoraron cuando Rusia entró en la Primera Guerra Mundial. Todo lo anterior
acabó provocando una revolución en 1917 que eliminó el Imperio Ruso y
estableció el primer estado comunista de la Historia.
Las características del Imperio Ruso a finales del siglo XIX y
principios del XX eran:
·
El sistema
político en Rusia era una monarquía absoluta de derecho divino en la que el zar
gobernaba el imperio con decretos [=leyes que proceden del poder ejecutivo y no
de un parlamento]. Sus principales apoyos eran el ejército, la burocracia [=el
conjunto de los funcionarios del Estado] y la Iglesia cristiana ortodoxa.
·
Los habitantes
de Rusia eran súbditos y no ciudadanos, por eso no se les reconocían derechos
individuales. Igualmente los partidos políticos estaban prohibidos, y los que
existían eran perseguidos.
·
La economía
rusa era semejante a la del Antiguo Régimen. La mayoría de la población vivía
en el campo y eran campesinos analfabetos que trabajaban las tierras de cultivo
que pertenecían a una minoría rica de terratenientes. El feudalismo había
existido en Rusia hasta mediados del siglo XIX.
·
En la segunda
mitad del siglo XIX el Imperio Ruso empezó a industrializarse, pero para
hacerlo dependió de los capitales de bancos franceses. Solo existía industria
en Moscú, San Petersburgo y alguna otra ciudad, así pues el proletariado
industrial y la burguesía urbana eran clases sociales muy poco numerosas.
A principios del siglo XX el gobierno del zar Nicolás II era combatido
por varios partidos políticos ilegales. En 1898 se había fundado el Partido
Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR), de ideología marxista, que buscaba
establecer un estado socialista (una dictadura del proletariado). Sin embargo
pronto comenzaron tensiones dentro del partido que entre 1903 y 1912 llevaron a
su ruptura en dos grupos distintos:
·
Los mencheviques,
dirigidos por Mártov, estaban en contra de la idea de la lucha armada, y se
centraban en tratar de formar un partido legal. Esperaban que una revolución
burguesa destruiría el zarismo y que, más tarde, a través de reformas graduales,
se podría alcanzar un estado marxista o socialista.
·
Los bolcheviques,
dirigidos por Lenin, eran partidarios de una revolución inmediata para eliminar
el poder del zar y establecer un estado socialista. Para lograr esta revolución
social defendían la alianza de los obreros industriales con los campesinos sin
tierras.
En 1904 el Imperio Ruso entró en guerra con el
Imperio Japonés por la región de Manchuria, al norte de China. En 1905 Rusia
fue derrotada y su gobierno perdió prestigio ante la población, lo que dio
origen a una serie de protestas ciudadanas y de huelgas obreras. En la capital,
San Petersburgo, obreros y soldados formaron un consejo o asamblea
revolucionaria, llamada en ruso sóviet. Finalmente la Revolución de 1905 fue
aplastada por el gobierno zarista, aunque se consiguió que el zar aceptara la
creación de un Parlamento llamado en ruso la Duma.
B. LA REVOLUCIÓN
DE FEBRERO
En 1914 el Imperio Ruso entró en la Primera Guerra
Mundial. La participación de Rusia en el conflicto causaría una revolución,
pues los efectos de la contienda mundial en Rusia fueron:
·
Derrotas
militares.
·
Descenso de la
producción agrícola al faltar campesinos, que ahora estaban en el ejército, y
aparición del hambre, que afectó sobre todo a los obreros de las ciudades.
·
Quejas de los
soldados rusos porque no tenían bastante comida o equipo militar (uniformes,
municiones…).
La causa principal de las tres situaciones anteriores era la falta de
desarrollo industrial de Rusia, pues su pequeña red de ferrocarriles no
permitía el desplazamiento rápido y seguro de tropas, alimentos o cualquier
otra cosa.
En febrero de 1917 estallaron una serie de huelgas y
protestas en San Petersburgo a causa de la escasez de alimentos. Esta rebelión
se convirtió en revolución cuando el ejército, cansado de la guerra, apoyó las
protestas y el zar, al no poder imponerse, abdicó. A continuación los diputados
de la Duma (=el parlamento ruso) formaron un Gobierno provisional,
dirigido por los mencheviques, que inició reformas como legalizar todos los
partidos políticos para convertir a Rusia en una república democrática.
En San Petersburgo se organizó otra vez un sóviet de
obreros y soldados que funcionó como un gobierno alternativo junto al Gobierno
Provisional.
Aunque el
Gobierno provisional aprobó medidas importantes como permitir la libertad de
expresión, acabar con la pena de muerte o liberar a miles de presos políticos,
Rusia no abandonó la Primera Guerra Mundial porque el
estado ruso debía cantidades enormes por los préstamos de guerra que le habían
hecho los Aliados. Además la reforma agraria, el reparto de tierra entre los
campesinos, tardaba en realizarse. Por último continuaba la escasez de comida,
así que mucha gente estaba descontenta con el Gobierno provisional.
Durante el año 1917 el Partido Bolchevique consiguió
controlar el Sóviet de San Petersburgo y obtener respaldo popular gracias a
propuestas muy sencillas:
·
“Paz, pan y
tierra”, es decir paz para los soldados, pan para los obreros, y tierra para
los campesinos.
·
“La tierra
para los que la trabajan”, o sea reparto de tierras inmediato.
·
“Todo el poder
para los sóviets”.
C. LA REVOLUCIÓN
DE OCTUBRE DE 1917
En el verano de 1917, Kerenski confió la
dirección del ejército al general Kornilov, quien en septiembre intentó dar un
golpe de Estado, que fracasó por la actuación de los soviets. Aprovechando la
persistencia del hambre y el desprestigio del Gobierno de Kerenski, por la
continuación de la guerra, el Partido
Bolchevique organizó un nuevo golpe de estado el 25 de octubre (7 de noviembre
en el calendario gregoriano u occidental). Las milicias armadas bolcheviques
(Guardia Roja), con apoyo de los marinos de la base naval de Krondstadt,
asaltaron el Palacio de Invierno de Petrogrado, sede del Gobierno Provisional
Ruso. Al mismo tiempo, patrullas bolcheviques ocupaban todos los puntos estratégicos
[de transportes y comunicaciones] de la ciudad (oficinas de correos, centrales
telefónicas, centrales eléctricas, bancos, estaciones de ferrocarril,
puentes…).
Los bolcheviques habían tomado el poder
en la capital por un golpe de mano. El nuevo gobierno formado por ellos se
llamó Consejo de los Comisarios del Pueblo, presidido por Lenin. Aunque los
bolcheviques eran poco numerosos lograron cierto apoyo popular gracias a los
Decretos de Octubre:
El decreto sobre la tierra expropió
todos los latifundios para entregar
sus terrenos a los sóviets de campesinos. Otro decreto proponía el comienzo de
conversaciones de paz, a partir de entonces Rusia se retiró de la Primera
Guerra Mundial. Al año siguiente, 1918, el gobierno soviético firmaría el
Tratado de Brest-Litovsk con el Imperio alemán. Este acuerdo permitió al
gobierno bolchevique sacar a Rusia de una guerra impopular, pero a cambio tuvo
que dar la independencia a Finlandia, Estonia, Letonia, Ucrania y entregar
Lituania y Polonia a Alemania. De esta manera Rusia perdió prácticamente el
territorio donde vivía un tercio de su población, un tercio de sus tierras
cultivadas, y el 75% de sus zonas industriales. Otras medidas fueron poner la[s fábricas bajo el control de los obreros, y la concesión del derecho
a autodeterminación a todas las nacionalidades [no rusas] del Imperio ruso.
A pesar de su éxito en la capital, los
bolcheviques tenían muy pocos seguidores en un país tan inmenso como Rusia.
Eran fuertes en las grandes ciudades y en las áreas industrializadas, así como
entre los soldados que soñaban con la paz prometida, pero eran muy débiles en
las provincias y entre el campesinado.
Dos semanas después de la revolución de octubre se celebraron
elecciones,
convocadas
poco antes del golpe de estado, para
formar una Asamblea Constituyente Rusa. Del total de
votantes (más de 40 millones), los bolcheviques recibieron el apoyo de menos de
la cuarta parte (ganaron en los centros urbanos rusos, así como entre los
soldados). Ganó las elecciones el Partido Socialista Revolucionario (SR, los
“eseritas”), que recibieron la mayoría los votos del campesinado. Los demás
partidos (incluidos los cadetes y mencheviques) obtuvieron menos de un 14%.
Sin embargo el Partido Bolchevique no aceptó los resultados de las
elecciones. Lenin ordenó la disolución de la Asamblea Constituyente Rusa en su
primera sesión (enero 1918) estableciendo que el único poder en Rusia habría de
ser el gobierno bolchevique, bautizado como Consejo de los Comisarios del
Pueblo, que presidía él mismo.
Según el decreto de disolución redactado
por Lenin, no había lugar en la nueva Rusia para “el viejo parlamentarismo
burgués, que es absolutamente incompatible con las tareas de la
realización del socialismo, porque
solamente los organismos de clase son capaces de quebrantar la resistencia de
las clases poseedores”. Y añadía la advertencia, frente a los ideales
democráticos, de que se inauguraba una dura represión contra los enemigos del
régimen. Los bolcheviques constituirían “la dictadura del proletariado, como
instrumento de clase para granjearse la adhesión de la mayoría de los
trabajadores”.
D. LA GUERRA
CIVIL RUSA (1917-1923)
La toma del poder por los bolcheviques fue el inicio
de una guerra civil. La Guerra
Civil Rusa (1917-1923) causó más daño a los rusos que la I Guerra Mundial. Se
calcula que murió en la contienda civil el doble de personas que en el
conflicto mundial, y la mayoría de las defunciones pueden atribuirse al hambre
producida por la imposibilidad de abastecer de comida a las ciudades a causa de
los combates y la interrupción del transporte.
Los contrarrevolucionarios crearon
varios ejércitos para derribar al gobierno soviético. Éste estableció el Ejército Rojo, organizado por León
Trotski, pues el antiguo ejército ruso se había acabado disolviendo. El
Ejército Rojo debía luchar contra:
Los ejércitos blancos, formados por antiguos zaristas que buscaban restaurar la
monarquía absoluta, y por kadetes que buscaban crear una república liberal
burguesa.
Las tropas extranjeras (británicos,
franceses, norteamericanos, japoneses) mandadas por sus gobiernos para apoyar a
los rusos blancos. Esto fue debido al miedo al contagio de la revolución en sus
países, a que el nuevo gobierno había expropiado empresas de capital
extranjero, y a que se negaba a devolver los empréstitos[1]
de que había recibido el gobierno zarista.
Las milicias socialistas y
anarquistas enemigas del sistema de partido único establecido por los
bolcheviques.
Los independentistas armenios y
georgianos y el ejército de la recién
nacida República de Polonia (de 1919 a 1921)[2].
Los lugares
donde los contrarrevolucionarios fueron más fuertes eran territorios lejanos o
con una identidad nacional no rusa como Ucrania, el Extremo Oriente, el Cáucaso
y Siberia.
El Ejército Rojo
acabó ganando la Guerra Civil Rusa porque los bolcheviques dominaban la parte
más poblada e industrializada del país y sus enemigos no colaboraron entre sí.
En el Ejército Rojo los mandos militares estaban estrechamente vigilados por
miembros del Partido (los comisarios políticos) para asegurar su lealtad
política.
Durante el conflicto civil el gobierno bolchevique firmó la paz con el
Imperio Alemán. El Tratado de Brest-Litovsk (marzo de 1918) permitió al gobierno bolchevique sacar a Rusia de
una guerra impopular, pero a cambio tuvo que dar la independencia a Finlandia,
Estonia, Letonia, Ucrania y entregar Lituania y Polonia a Alemania. De esta manera
Rusia perdió prácticamente el territorio donde vivía un tercio de su población,
un tercio de sus tierras cultivadas, y el 75% de sus zonas industriales.[
Durante la Guerra Civil Rusa el gobierno bolchevique
persiguió a todos sus oponentes políticos (encarcelamientos, torturas,
ejecuciones…). Lenin ordenó el fusilamiento en Ekaterimburgo del zar Nicolás II
y de su familia en julio de 1918 para impedir que se unieran a los ejércitos
blancos.
En 1918 el Partido Bolchevique adoptó el nombre de
Partido Comunista Ruso. A partir de ahí comenzó la confusión entre el comunismo
tal como lo entendía Marx[3]
y el comunismo soviético o ruso. Este último se correspondería,
aproximadamente, con la dictadura del proletariado según las teorías de Marx.
Para ganar la guerra civil los bolcheviques
convirtieron el estado soviético en una dictadura de partido único. La
dictadura del proletariado pensada por Marx, una fase temporal, se convirtió en
Rusia en la dictadura de un partido político, caracterizado por una estructura
jerárquica casi militar y una disciplina ideológica fanática. Eliminaron uno
tras otro los diferentes derechos y libertades concedidas a los ciudadanos
durante la revolución de octubre y concentraron todo el poder del estado en el
Partido.
El régimen de partido único intentó controlar el
país mediante el “comunismo de guerra”, es decir nacionalizó las industrias, el
comercio, el transporte, los servicios, la educación y la propiedad de la
tierra.
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