domingo, 30 de abril de 2023
miércoles, 26 de abril de 2023
La Segunda Guerra Púnica (V). Cannas n.º 77
Escena
que representa la EVACUACIÓN DE UN
LEGIONARIO HERIDO del campo de batalla de Cannas. Esta se produciría,
lógicamente, en un momento anterior al envolvimiento de las legiones romanas, a
partir del cual las posibilidades de escapar se redujeron drásticamente para
los indemnes, y por completo en el caso de los heridos. Estos legionarios
muestran algunas de las variantes de equipamiento defensivo que podríamos haber
contemplado entre las filas romanas y de sus aliados latinos. Tres de ellos se
cubren con CASCOS DE BRONCE DE TIPO
MONTEFORTINO, siendo este el modelo más popular en el periodo. Un cuarto
emplea, por el contrario, un casco de bronce de TIPO APULO-CORINTIO, con una visera falsa sobre la frente que solo
cumple una función estética, ya que no se puede bajar para cubrir el rostro.
Dos visten LORIGAS de cota de malla,
fabricadas con anillas de hierro, un género de armadura que debía ser muy
costoso –accesible solo para quienes tienen un censo superior a los 10.000
dracmas, según Polibio (VI.23.15)- Y, por lo mismo muy escaso. Las figuras que
vemos en primer plano han optado, por el contrario, por pectorales de placas de
bronce. En el caso de la figura de la derecha, corresponde a una coraza
descrita por Polibio (VI.23.14): “la mayoría de estos soldados completan su
armamento con una plancha rectangular de bronce, de un palmo de lado, que se
colocan a la altura del corazón; esta pieza se llama ‘PECTORAL’, con la cual completan su equipamiento”. La figura de la
izquierda, por el contrario, emplea un modelo de DISCO-CORAZA TRILOBULADO (con tres discos) que en este momento ya
sería anticuado, siendo más propio de algunas generaciones anteriores y
empleado fundamentalmente en ámbito osco y samnita. Ahora bien, puesto que como
sabemos en este periodo la tropa debía costearse su propio equipamiento, no es
descabellado suponer que más de un legionario trajera al campo de batalla
piezas de armamento heredadas de sus antepasados, máxime en el caso de los
aliados (socii) de Roma, que no
necesariamente habrían de estar a la última en tecnología militar. Por fin, la
figura del herido viste un LINOTHORAX de tipo griego, también
algo anticuado pero todavía popular en la península itálica, formado por
lienzos de lino encolados uno sobre otro. Puesto que el escudo se sostenía con
el brazo izquierdo, el lateral izquierdo del cuerpo se orientaría en dirección
al enemigo, quedando el lado derecho algo más retrasado, de modo que la pierna
izquierda quedaría adelantada y, por tanto, más expuesta a las posibles
heridas. Por lo mismo, lo usual en este periodo parece haber sido el empleo de
una única GREBA, que se fijaría a la
pierna izquierda. Tal es el caso entre la mayoría de las figuras de esta
escena, salvo una, que se dota de dos grebas, algo que sería menos usual, pero
tampoco extraordinario. La espada que esgrime una de las figuras corresponde a
un modelo griego conocido como XIPHOS,
relativamente corto y diseñado para ser empleado como estoque, es decir,
fundamentalmente como arma punzante y no tanto tajante. Sería precisamente a
raíz de experiencias como la de Cannas, en las que los legionarios hubieron de
batirse con guerreros íberos y celtíberos cuando tomaran contacto con las muy
superiores espadas laténicas hispanas que más tarde adoptarían para
confeccionar su célebre gladius
hispaniensis.