TEMA 3: LIBERALISMO
Y NACIONALISMO (1815-1871)
I.
INTRODUCCIÓN
II.
RESTAURACIÓN,
LIBERALISMO Y NACIONALISMO
A.
LA EUROPA DE
LA RESTAURACIÓN
B.
EL LIBERALISMO
Y EL NACIONALISMO
III.
LAS REVOLUCIONES
LIBERALES Y NACIONALES
A.
LAS
REVOLUCIONES DE 1820
B.
LAS
REVOLUCIONES DE 1830
C.
LAS
REVOLUCIONES DE 1848, LA PRIMAVERA DE LOS PUEBLOS
IV.
LA
CONSOLIDACIÓN DE LOS ESTADOS-NACIONES EN EUROPA
A.
LA UNIFICACIÓN
DE ITALIA
B.
LA UNIFICACIÓN
DE ALEMANIA
C.
EUROPA A
FINALES DEL SIGLO XIX
V.
EL REINADO DE
FERNADO VII (1814-1833)
A. EL SEXENIO ABSOLUTISTA (1814-1820)
B. EL TRIENIO LIBERAL (1820-1823)
C. LA DÉCADA OMINOSA (1823-1833)
VI.
EL REINADO DE
ISABEL II. LAS REGENCIAS (1833-1843)
A. LA PRIMERA GUERRA CARLISTA (1833-1840)
B. LAS REFORMAS DE LOS LIBERALES PROGRESISTAS
C. LA REGENCIA DE ESPARTERO (1840-1843)
VII.
EL REINADO DE
ISABEL II. EL LIBERALISMO MODERADO (1843-1868)
A. LA DÉCADA MODERADA (1843-1854)
B. EL BIENIO PROGRESISTA (1854-1856)
C.
LA ETAPA
MODERADA FINAL (1856-1868)
I.
INTRODUCCIÓN
En 1814, las potencias absolutistas derrotaron a Napoleón y
restauraron la monarquía absoluta y el Antiguo Régimen en Europa.
Alguna gente se opuso a esa política reaccionaria y demandó los mismos
derechos y libertades ya que habían ganado durante la Revolución Francesa. Como
resultado de lo anterior, el siglo XIX, desde 1815 a 1871, estuvo caracterizado
por continuas revueltas y por revoluciones liberales inspiradas en la
Revolución Francesa que finalmente llevaron a cambios políticos y sociales y al
triunfo de las ideas liberales en Europa.
Durante el siglo XIX Norteamérica y Sudamérica evolucionaron de modos
muy diferentes. Mientras los Estados Unidos expandían sus fronteras para
incluir nuevos territorios en el Oeste, las colonias españolas en América
Central y del Sur consiguieron su independencia y llegaron a ser estados
soberanos.
Las transformaciones culturales en el arte y la arquitectura
reflejaron estos cambios políticos. Se desarrolló un nuevo estilo artístico
llamado Romanticismo, que centraba su atención en la emoción, la creatividad,
la libertad individual y el orgullo nacional.
II. RESTAURACIÓN, LIBERALISMO Y NACIONALISMO
A. LA EUROPA DE LA RESTAURACIÓN
Las potencias
europeas que derrotaron a Napoleón se reunieron en el Congreso de Viena
(1814-1815) con el objetivo de restaurar el absolutismo. Todos los monarcas que
habían perdido el trono recuperaron sus reinos. Además, las grandes potencias
–Rusia, Reino Unido, Prusia y Austria- repartieron el Imperio napoleónico entre
los vencedores, y se firmó un tratado, la Santa Alianza, para ayudar
militarmente a los monarcas ante cualquier amenaza de sublevación.
Parecía que
las ideas de la Revolución francesa iban a desaparecer, pero a lo largo del
siglo XIX hubo diversos levantamientos liberales y nacionalistas que se
opusieron a la Restauración y acabaron triunfando.
B. EL LIBERALISMO
Y EL NACIONALISMO
El liberalismo es un sistema político que fundamenta
la sociedad en el individuo:
·
El Estado debe
garantizar los derechos y libertades individuales (como el derecho a la
propiedad privada).
·
El individuo
es un ciudadano. El conjunto de los ciudadanos forma la nación, y en la nación
reside la soberanía, es decir, el poder. Esto es la soberanía nacional.
·
Se establece
un sistema representativo. Las leyes se elaboran en una asamblea, el
Parlamento, elegido por sufragio (votación).
·
Una Constitución
debe regular el funcionamiento político y la división de poderes.
·
El Estado no
debe intervenir en asuntos económicos.
El nacionalismo defiende el derecho de los pueblos a autogobernarse.
La nación es un conjunto de individuos con unos lazos culturales propios
(religión, lengua, pasado, tradiciones) y que desean vivir en común. Por esta
razón sostiene que el Estado y nación coincidan, para así reagrupar en unas
mismas fronteras a los miembros de una misma comunidad nacional.
III.
LAS REVOLUCIONES LIBERALES Y NACIONALES
A. LAS
REVOLUCIONES DE 1820
En 1820 hubo varios levantamientos liberales en Europa, pero la
mayoría fueron vencidos por los ejércitos
absolutistas de la Santa Alianza. Sólo en Grecia triunfó una
insurrección contra el Imperio de los turcos otomanos, y en 1822 Grecia se
proclamó independiente.
En América, los habitantes de las colonias españolas se enfrentaron al
gobierno de la metrópoli y se declararon independientes.
B. LAS REVOLUCIONES DE 1830
En 1830, otra vez, se produjeron varios levantamientos de carácter
liberal que triunfaron en diversos países europeos. En esos países, la
burguesía impuso un sistema político constitucional basado en el sufragio
censitario: sólo podían votar aquellos que pagaban una cantidad mínima de
impuestos.
Las revoluciones liberales de 1830 triunfaron en:
·
Francia, donde
el monarca absoluto Luis XVIII fue substituido por un monarca constitucional,
Luis Felipe de Orleáns.
·
Bélgica, que
consiguió independizarse del Reino de los Países Bajos.
·
España, que
pasó del absolutismo a un sistema liberal al aceptar el rey Fernando VII la
Constitución de 1812.
C. LAS
REVOLUCIONES DED 1848. LA PRIMAVERA DE LOS PUEBLOS.
En 1848 se produjeron en Europa varias revoluciones de carácter
democrático. El pueblo pedía más derechos políticos, como el sufragio
universal, la soberanía popular y la igualdad social.
La revolución triunfó en Francia, que dejó de ser una monarquía y se
convirtió en una república social: se reconocieron los derechos de los obreros
y se impuso el sufragio universal.
En el Imperio austriaco, en la Confederación Germánica y en los
estados italianos hubo diversas revoluciones democráticas y nacionalistas, pero
fueron reprimidas. En muchos casos triunfaron posteriormente, en la segunda
mitad del siglo XIX.
IV.
LA CONSOLIDACIÓN DE LOS ESTADOS-NACIÓN EN EUROPA
En la segunda mitad del siglo XIX, en Europa se extendieron las ideas
nacionalistas. En consecuencia aparecieron nuevos estados como Italia y
Alemania, que lograron su unificación.
A. LA UNIFICACIÓN
DE ITALIA
Italia estaba dividida en seis estados. Sin embargo,
sólo el Piamonte, con su monarca Víctor Manuel de Saboya, estaba de acuerdo con
la unificación de todos los estados italianos.
En 1859, Cavour, jefe del gobierno piamontés, luchó
contra Austria y se apoderó de la Lombardía. A su vez, Garibaldi dirigía un
movimiento popular que derrocó a los estados del centro y del sur de Italia. De
este modo, en 1861 Víctor Manuel fue proclamado rey de Italia.
En 1866, los austriacos abandonaron el Véneto y éste
se unió a Italia. En 1870, los Estados Pontificios también fueron anexionados.
La unificación italiana se había completado y Roma fue la capital del nuevo
estado.
B. LA UNIFICACIÓN
DE ALEMANIA
Alemania estaba dividida en treinta y seis estados.
El estado más importante de Alemania era Prusia. Su jefe de gobierno, el
canciller Bismarck, consiguió la unificación de Alemania en 1871, después de
derrotar a Austria y a Francia.
Una vez unificada Alemania se proclamó el II Reich
(II Imperio) y el rey de Prusia, Guillermo I, fue coronado emperador.
C. EUROPA A
FINALES DEL SIGLO XIX
A finales del siglo XIX se mantenían, en Europa, dos
problemas importantes:
·
En Europa
oriental, los imperios absolutistas tenían sometidos a diversos pueblos. Los
húngaros, checos y polacos deseaban independizarse del Imperio austríaco; y los
servios, croatas y búlgaros querían independizarse del Imperio de los turcos
otomanos.
·
En Europa
occidental, la población continuaba luchando para conseguir la democracia:
sufragio universal, mayores libertades y derechos sociales.
V. EL REINADO DE
FERNANDO VII (1814-1833)
A. EL SEXENIO
ABSOLUTISTA (1814-1820)
Tras su
regreso a España en 1814, el rey Fernando VII cerró las Cortes reunidas en
Cádiz, anuló la Constitución de 1812 y restauró el absolutismo.
Los liberales
organizaron diversas sublevaciones militares (pronunciamientos), pero todas
ellas fracasaron, y los militares que participaron fueron ejecutados.
B. EL TRIENIO
LIBERAL (1820-1823)
En 1820, un
pronunciamiento dirigido por el coronel Riego logró triunfar y se inició la
etapa del Trienio Liberal (1820-1823). El rey se vio obligado a jurar la
Constitución de 1812, decretar una amnistía y convocar elecciones.
Pero Fernando
VII pidió ayuda a la Santa Alianza europea, que envió a España un ejército
llamado los Cien Mil Hijos de San Luis, dirigido por el duque de Angulema. Este
ejército derrotó a los liberales españoles y restableció la monarquía absoluta
de Fernando VII.
C. LA DÉCADA
OMINOSA (1823-1833)
A partir de 1833, la represión contra los liberales
fue brutal. Pero se hizo evidente la crisis del absolutismo y la necesidad de
reformas, pues los absolutistas fueron incapaces de resolver los problemas de
España:
·
La crisis
económica: el Estado estaba arruinado desde la Guerra de la Independencia.
·
El conflicto
dinástico: en España existía la Ley Sálica, que impedía reinar a las mujeres.
Como Fernando VII había tenido sólo hijas abolió esta ley para que su hija
Isabel pudiera reinar. Muchos absolutistas (carlistas) no aceptaron el cambio y
defendieron el derecho a reinar de don Carlos, hermano del rey.
VI.
EL REINADO DE ISABEL II. LAS REGENCIAS (1833-1843)
Al morir Fernando VII le
sucedió su hija Isabel, que tenía tres años de edad. La reina María Cristina,
madre de Isabel, fue nombrada regente, es decir, ejercía el poder en nombre de
su hija. La regente buscó el apoyo de los grupos liberales.
Entre los liberales,
llamados cristinos o isabelinos, había burgueses, clases populares urbanas y
campesinos del centro y del sur de España.
A. LA PRIMERA
GUERRA CARLISTA (1833-1840)
Los sectores absolutistas
no aceptaron como reina a Isabel II y apoyaron a don Carlos, hermano de
Fernando VII, como pretendiente al trono. A estos se les llamó carlistas, sus
objetivos eran mantener el Antiguo Régimen, la monarquía absoluta, los fueros
(leyes propias de un territorio) y el predominio de la Iglesia.
Entre los carlistas había
miembros de la nobleza agraria, y del clero y el campesinado del Nordeste de
España.
En 1833 estalló la guerra
entre isabelinos y carlistas. Las insurrecciones carlistas más importantes
fueron en el País Vasco, Navarra, Cataluña, Aragón y Valencia.
La guerra acabó con el
Convenio de Vergara (1839). Sin embargo, el carlismo existió durante todo el
siglo XIX y todavía causó otras dos guerras civiles en España.
B. LAS REFORMAS
DE LOS LIBERALES PROGRESISTAS
Los liberales españoles
se dividían en dos sectores: moderados, partidarios de reformas limitadas, y
progresistas, partidarios de reformas más amplias.
En 1835, María
Cristina dio el gobierno a los progresistas, que implantaron una monarquía
constitucional:
·
Suprimieron
los privilegios señoriales.
·
Pusieron a la
venta las propiedades de la Iglesia y de los ayuntamientos (desamortización).
·
Desarrollaron
el libre ejercicio de la industria y el comercio (librecambio), suprimieron las
aduanas interiores y los gremios.
·
Elaboraron la
Constitución de 1837. Reconocía la soberanía nacional, los derechos
individuales y reducía las funciones del rey.
C. LA REGENCIA DE
ESPARTERO (1840-1843)
María
Cristiana y los liberales moderados pararon las reformas. Los progresistas
hicieron dimitir a la reina y dieron la regencia al general Espartero.
El
autoritarismo de Espartero y su política librecambista, que perjudicaba a la
naciente industria española, provocó su dimisión en 1843. Las Cortes
proclamaron reina a Isabel II.
VII.
EL REINADO DE
ISABEL II. EL LIBERALISMO MODERADO (1843-1868)
A. LA DÉCADA
MODERADA (1843-1854)
El Partido Liberal Moderado gobernó durante casi todo el reinado de
Isabel II, consolidándose así un liberalismo conservador y centralista. Se
impusieron:
· El sufragio censitario (sólo votaban los más ricos).
· La limitación de las libertades individuales y
colectivas.
· La intervención de la Corona en la política.
· Los pronunciamientos militares para tomar el poder,
que muestran la enorme influencia del ejército en la política.
La nobleza, la Iglesia y la burguesía apoyaban al régimen para frenar
al carlismo y a los sectores progresistas y populares.
Se promulgó la Constitución de 1845, que estableció una soberanía
compartida entre las Cortes y la monarquía. En 1851 se firmó el Concordato con
la Santa Sede, que reconocía la religión católica como la propia de los
españoles. También se disolvió la Milicia Nacional y se creó la Guardia Civil
(1844).
B. EL BIENIO
PROGRESISTA (1854-1856)
El pronunciamiento militar de Vicálvaro (1854), apoyado pro
progresistas y moderados descontentos (grupo de la Unión Liberal) dio paso a un
gobierno progresista encabezado por Espartero. Durante el Bienio Progresista
(1854-1856) se realizó una nueva desamortización y se impulsó la construcción
del ferrocarril.
C. LA ETAPA
MODERADA FINAL (1856-1868)
La última etapa del reinado de Isabel II (1856-1868)
fue moderada. En el exterior, se impulsó el colonialismo y se sostuvo la guerra
de África (Marruecos). En el interior, surgieron grupos políticos demócratas
(defendían el sufragio universal masculino), y republicanos (querían suprimir
la monarquía).
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