jueves, 13 de septiembre de 2018

Arte medieval: el arte hispanomusulmán



https://fineartamerica.com/art/fernando+aznar+cenamor


















Damasco, alrededor del siglo VIII






Mezquita de Damasco







691 Cúpula de la Roca en Jerusalén












The Great Mosque of Cordoba is the most famous mosque of the Islamic period in the history of the Iberian peninsula. However, not many people are aware that the Byzantines basically made all the mosaics of the mosque.

A modern study determined that the mosaic tesserae(the little pieces) were imported from Roman Anatolia. The primary sources suggest that Emperor Constantine VII Porphyrogennitos exported the tesserae to Cordoba in the 10th century. Ibn Imari said in the 14th century that the Romans had also sent mosaicists to install them along with 16 tons of tesserae

Mosaics were not common in medieval Spain, for either Muslims or Christians. The reason the Grand Mosque of Cordoba had them was to emulate those early mosques from the Middle East. The Muslims of Spain wanted to make their own prominent religious monument. If one wanted to impress in the construction of a religious building, the Byzantines were perfect experts to turn to

The study sampled mosaic tesserae from the grand mosque to determine their origins. They undertook efforts to make sure they sampled the original tesserae, not any used for repairs and touch-ups. They studied 91 tesserae from the Cordoba mosque - using cutting-edge high-tech methods. The data presented “the first analytical proof that the majority of the 10th century glass tesserae for the decoration of the Umayyad mosque indeed originated in the Byzantine Empire, while a handful of samples exhibit features pointing to the exploitation of local raw materials and by extension the transfer of technical know-how to al-Andalus from outside the Iberian Peninsula. The presence of quintessentially Byzantine glass tesserae in al-Andalus us a striking testimony to Byzantine-Umayyad diplomatic connections and the movement of goods and possibly craftsmen during the 10th century”

Essentially, the study corroborates the written sources which say both mosaicists and tesserae were shipped to Cordoba. The Roman mosaicists used their own material, as well as using their techniques locally to supplement their supplies

Source: Christian-Muslim contacts across the Mediterranean: Byzantine glass mosaics in the Great Umayyad Mosque in Cordoba

Medina Azahara






Arte durante las taifas

Alcazaba de Almería


Alhambra de Granada























Torre de la vela






La alcazaba de Granada


Palacio del Generalife





Patio de la acequia



Arco ciego con el intradós angrelado


Columna nazarí








Palacio del Partal



Palacio o Cuarto de Comares
 
Patio del Cuarto Dorado



Mexuar










Patio de los Arrayanes



Torre de Comares, Salón del trono o Salón de los embajadores







Baño real de La Alhambra




Palacio o Cuarto de los leones








Bendito sea aquél que otorgó al imán Muhammad bellas ideas para engalanar sus mansiones. Pues, ¿acaso no hay en este jardín maravillas que Dios ha hecho incomparables en su hermosura, y una escultura de perlas de transparente claridad, cuyos bordes se decoran con orla de aljófar? Plata fundida corre entre las perla, a las que semeja en belleza alba y pura. En apariencia, agua y mármol parecen confundirse, sin que sepamos cuál de ambos se desliza. ¿No ves cómo el agua se derrama en la taza, pero sus caños la esconde enseguida? Es un amante cuyos párpados rebosan de lágrimas, lágrimas que esconde por miedo a un delator. ¿No es, en realidad, cual blanca nube que vierte en los leones sus acequias y parece la mano del califa que, de mañana, prodiga a los leones de la guerra sus favores? Quien contempla los leones en actitud amenazante, solo el respeto contiene su enojo. ¡Oh! Descendiente de los Ansares, y no por la línea indirecta, herencia de nobleza, que a los fatuos desestima: ¡Que la paz de Dios sea contigo y pervivas incólume, renovando tus festines y afligiendo a tus enemigos!


Este poema, que escribió Ibn Zamrak cuando era visir de Muhammad V, está grabado en caligrafía árabe en los bordes de la taza de la icónica fuente del patio de los Leones de la Alhambra, un espacio que se ha convertido en un auténtico símbolo de su pasado nazarí. La taza, que se adorna además de por el poema epigráfico mediante decoraciones vegetales y geométricas, se acompaña por las doce esculturas de mármol blanco de Macael distribuidas de forma radial. Cada una de ellas tiene una fisonomía diferenciada, algunas con el morro más achatado, otras más estilizadas. En su día, el agua subía por dentro del hueco del fuste, y cuando alcanzaba un determinado nivel dentro de la taza, entraba por los ocho orificios del antiguo surtidor para descender por una tubería de plomo “escondiéndose enseguida”, como decía el poeta.

En aquel entorno recién creado, rodeado por un bosque de ciento veinticuatro columnas, el sultán –que en nuestra portada representa al propio Muhammad V hacia el final de su segunda etapa de reinado, en torno al año 1390-, se deja llevar por la música del laúd de una de sus esposas o concubinas y por el hermoso canto al que acompaña una de sus hijas. El aspecto del emir está basado en las pinturas de la sala de los Reyes, un espacio contiguo muy representativo del mismo palacio, mientras que el de la mujer se inspira en las figuras representadas en la casa del Partal –situada justo al exterior de este-, en cuyas paredes se pintó un gran fresco donde aparecen algunas mujeres de la corte con instrumentos.





Alrededor del Patio de los Leones hay cuatro cámaras, habitaciones o estancias

Sala de los Mocárabes 


Sala de los Abencerrajes



Sala de los Reyes







Sala de las Dos Hermanas








Mirador de Daraxa






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