martes, 5 de abril de 2016

Materiales para el bloque 5


La carrera política de Adolf Hitler

El final de la I Guerra Mundial halló a Hitler en un hospital militar convaleciente de heridas causadas por los gases asfixiantes. Tras su recuperación decidió quedarse en Alemania pues el estado donde había nacido y al que legalmente pertenecía, Austria-Hungría, ya no existía.

En 1919 Hitler se unió al DAP (Partido Obrero Alemán). Pronto se convirtió en su líder y en 1920 lo transformó en el NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán),  con una ideología más racista. El nuevo partido, imitando a los fascistas italianos, se dotó de bandera, uniformes (camisas pardas) y otros elementos paramilitares, así como de una milicia llamada S.A. (Secciones de Asalto). La mayoría de los miembros iniciales del Partido Nazi eran hombres jóvenes, muchos de ellos excombatientes y parados.

En 1923, imitando la Marcha sobre Roma de Mussolini, el Partido Nazi intentó dar un golpe de estado en la región de Baviera. El Putsch de Múnich o Putsch de la cervecería fracasó y Hitler fue juzgado y condenado.

El año 1924 Hitler lo pasó en la cárcel donde aprovechó para desarrollar su ideología política en el libro Mein Kampf (Mi lucha).

En 1925 Hitler fue liberado y hasta 1929 extendió la organización de su partido por toda Alemania. Sin embarga apenas creció en afiliados y votantes a causa de la mejora de la economía alemana que provocó la pérdida de apoyo de los partidos extremistas.

El Crack de 1929 y la Gran Depresión hicieron que seis millones de alemanes perdieran su empleo, un 30% de la población activa. Como consecuencia los votantes y afiliados del Partido Nazi crecieron, como ocurrió con el Partido Comunista Alemán.

El aumento de votos permitió al Partido Nazi participar en enero de 1933 en un gobierno de coalición encabezado por Hitler en el cual había dos ministros nazis. Al mes siguiente se produjo el incendio del edificio del Reichstag (Parlamento alemán) que los nazis atribuyeron a una conspiración comunista. Como consecuencia el Jefe del Estado de la República de Weimar, el presidente Hindenburg, promulgó un decreto que anulaba los derechos individuales y permitía las detenciones sin juicio para proteger el orden público. Como resultado de ese decreto fueron arrestados cuatro mil miembros del Partido Comunista Alemán.

En marzo de 1933 hubo nuevas elecciones y otra vez se formó un gobierno de coalición. Pocas semanas después el Reichstag, dominado por el Partido Nazi y sus aliados, pues todos los diputados del Partido Comunista Alemán estaban ya en campos de concentración,  aprobó la Ley de Plenos Poderes, solo con los votos en contra de los diputados del Partido Socialdemócrata Alemán, que daba al gobierno encabezado por Hitler el poder de aprobar leyes sin la participación del Parlamento, esto supuso el fin de la democracia en Alemania, de la República de Weimar y de su constitución.

Tras la toma del  poder por los nazis los otros partidos políticos fueron prohibidos.



REFERENDUM


VERANO 1934 Noche de los Cuchillos Largos contra las SA sustituidas por las SS

Un mes después muere Hindenburg y Hitler se convierte en presidente y canciller, Jefe el Estado y del Gobierno, en Führer.


1935 reintroducción servicio militar obligatorio

1936 remilitarización de Renania

Participación en la Guerra civil española

 1938 marzo Anschluss

Crisis de los Sudetes

1938 septiembre acuerdo de Múnich

1939 marzo ocupación del resto de Checoslovaquia


La política económica de la Alemania nazi entre 1933 y 1939

La economía nunca fue una de las principales preocupaciones de Hitler, pero se trata de un elemento fundamental para explicar el apoyo de los alemanes a Hitler y la recuperación militar de Alemania tras la derrota en la I Guerra Mundial.

Cuando Hitler llegó al poder en 1933 había en Alemania seis millones de parados, un 30% de la población activa. Para 1936 el número de parados se había reducido a un millón y en enero de 1939 solo quedaban trescientos mil parados.

El descenso del paro no fue acompañado de un mantenimiento del poder adquisitivo. Los sueldos reales[1] bajaron entre 1933 y 1939. Asimismo en esa etapa creció el número de horas semanales que trabajaban los obreros alemanes.

El descenso del paro se debió no solo al aumento del empleo sino también a otros factores. Por ejemplo en 1935 Hitler reintrodujo en Alemania el servicio militar obligatorio pasando el ejército de 100.000 a 750.000 soldados, lo que redujo el paro en más de medio millón de trabajadores. Por otro lado el régimen nazi tenía una política natalista[2], así el estado daba préstamos a los jóvenes matrimonios en los que la mujer no trabajaba, lo que favoreció la retirada de las mujeres del mercado laboral.

En el plano estrictamente económico la política económica de Hitler combinó elementos capitalistas con la intervención del estado en la economía.

En 1933, tras su toma del poder, los nazis suprimieron los sindicatos existentes y crearon un sindicato oficial, el Frente Alemán del Trabajo, en el que estaban integrados tanto los obreros como los empresarios. La legislación laboral nazi prohibió las huelgas pero también los despidos y los cierres patronales.

El gobierno de Hitler realizó una gran inversión en obras públicas continuando las políticas iniciadas durante la República de Weimar. En los años treinta se construyó una red de autopistas (Autobahn) –todavía en uso- que empleó a 400.000 obreros directa e indirectamente. Vinculada a la mejora de las vías de transporte estuvo el proyecto de crear un “automóvil del pueblo” accesible a todos los alemanes. Hitler encargó el proyecto a Ferdinand Porsche y en 1938 se fundó la primera planta de producción de Volkswagen.

Por otro lado el gobierno nazi estimuló la industria de la construcción pública y privada (aeropuertos, instalaciones deportivas[3], viviendas). Se dieron créditos a las empresas privadas del sector y subsidios a los particulares para la compra de viviendas. Lo anterior produjo un aumento del empleo en la construcción que pasó de ocupar 660.000 personas a dar trabajo a más de dos millones de obreros.

Otro sector que impulsó la economía alemana fue el armamentístico. La remilitarización de Hitler llevo al aumento de la producción de armamentos. En 1933 el gobierno nazi expropió[4] las empresas aeronáuticas que fueron puestas bajo la dirección de Göring, el Ministro de Aviación, con el objetivo de crear un arma aérea moderna. Como resultado de la inversión pública este sector pasó de tener 32.000 empelados que producían 100 aviones al año en 1932 a tener 250.000 obreros que fabricaban 10.000 aviones en 1942. En 1936 el gasto militar de Alemania suponía el 10% de su Producto Nacional Bruto, la proporción más grande de toda Europa.

El aumento del gasto público realizado por el régimen nazi entre 1933 y 1939 causó un enorme déficit pues los ingresos del estado alemán (procedentes de los impuestos y de préstamos de bancos extranjeros, sobre todo norteamericanos) eran menores que sus gastos. En los años treinta Alemania importaba materias primas, cuyos precios estaban creciendo, y exportaba bienes manufacturados, cuyos precios estaban bajando. Como respuesta a sus problemas económicos el gobierno nazi recurrió al proteccionismo y a la autarquía. Se aumentaron los aranceles para proteger la producción alemana de la competencia extranjera, y por otro lado se impulsó la fabricación de materiales sintéticos[5] para reemplazar al petróleo y a otras materias primas como el caucho. De todas formas Alemania se vio obligada a mantener relaciones con los países de Europa oriental para abastecerse de productos necesarios para su economía.

Los desequilibrios económicos del estado alemán no preocupaban a Hitler porque desde muy pronto hizo planes para una guerra contra la URSS. La conquista de Europa oriental proporcionaría a Alemania el petróleo, los alimentos y las materias primas que necesitara.



[1] El sueldo real es la relación entre el sueldo nominal, la inflación y otros factores.
[2] La política natalista es el apoyo del gobierno a las familias numerosas para que aumente la población del país.
[3] Aprovechadas para celebrar los Juegos Olímpicos en Berlín en 1936. Este acontecimiento fue aprovechado por la propaganda nazi para presentar ante el mundo sus éxitos políticos, sociales y económicos.
[4] Expropiar: Quitar el Estado una propiedad a un particular a cambio, o no, de un justiprecio. Como la propiedad queda bajo el control del Estado a este proceso también se le llama nacionalización.
[5] En los años treinta es cuando se impulsa en los países desarrollados la fabricación de plásticos.

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