Andalucía, líder en
desempleo y a la cola en PIB por habitante tras seis años de Moreno Bonilla
Raúl
Bocanegra, 28 de enero de 2025
Los datos de la Encuesta de Población
Activa en Andalucía tienen una cara A, que muestran que en efecto el desempleo
descendió a lo largo del año 2024, en consonancia con el ciclo económico
general en todo el Estado. Además, la así llamada tasa de paro, que a finales
de 2024 era del 15,76%, sólo ha sido menor en los años previos a la caída de
Lehman Brothers en septiembre de 2008, cuando estuvo en el 13%. Entonces, la
tremenda crisis que produjo destruyó cientos de miles de puestos de trabajo.
Sin embargo, la cara B de los datos también
es real y existe: después de seis años de gabinetes conformados por Juan Manuel
Moreno Bonilla (PP), Andalucía es, de las 17 Comunidades Autónomas, la que
tiene la tasa de paro más alta. También es la última en PIB por habitante,
según la contabilidad regional del INE, dos indicadores muy relevantes en el
análisis económico.
Cuando el PP entró en el Gobierno, en enero
de 2019, después de 37 años de ejecutivos y políticas económicas dirigidas por
el PSOE, Andalucía estaba ya en los últimos puestos: ocupaba el puesto 16 en
desempleo —solo superada por Extremadura— y el último en PIB per cápita. Ni
aquellas políticas ni las de ahora, por tanto, han logrado la convergencia
económica. En términos relativos, Andalucía sigue estando donde estaba, un poco
peor.
Para cierta escuela de pensamiento
económico, ello es debido a que la estructura productiva, en el fondo, más allá
de giros hacia la izquierda o hacia la derecha, o de políticas fiscales, es la
misma. "El que [Andalucía y Extremadura] estén un poco por delante o un
poco por detrás no es relevante. Lo importante es que con el PP hemos
continuado la senda del extractivismo, agrícola, turístico y minero y eso
continúa empobreciéndonos, como ya lo viene haciendo desde hace muchas
décadas", considera el profesor Manuel Delgado Cabeza, que ha dedicado
buena parte de su vida a entender las circunstancias de Andalucía y de responder
a una pregunta que puede parecer sencilla: ¿cómo es que en una tierra tan
próspera como Andalucía abunda la pobreza?
"Seguir fomentando esa dedicación
—añade Delgado Cabeza— que profundiza nuestra condición de exportadores de
naturaleza a cada vez más baja remuneración en términos relativos no solo nos
mantiene a la cola de todas las clasificaciones sino que acentúa nuestra
condición de subalternos cada vez con menos capacidad de decisión en todos los
ámbitos".
Los
datos
Estos son los datos que muestran esa cara B
y que ubican a Andalucía a la cola, extraídos de la EPA y de la Contabilidad
regional del Instituto Nacional de Estadística. La tasa de paro al cierre de
2018 era en Andalucía del 21,26 —la del Estado estaba entonces en el 14,45—. Al
cierre de este año pasado, 2024, había descendido hasta ese 15,76 —la española
hasta el 10,61—, pero en el primer puesto. La siguiente comunidad con una tasa
de desempleo más alta es Extremadura, en el 15,26.
A finales de 2018 era al revés. La tasa en
Andalucía era del 21,26 y la de Extremadura, superior, del 23,10. Eran entonces
las dos únicas por encima del 20, como ahora son las dos únicas por encima del
15. Ambas, con sus particularidades, tienen una estructura económica con
similitudes.
Si se atiende al baremo de PIB por
habitante, Andalucía es otro año más la última de la fila —de las 17
Comunidades Autónomas, excluyendo Ceuta y Melilla—. Así, el PIB per cápita en
Andalucía en 2023 fue de 23.218 euros, según el INE, mientras que el de
Extremadura fue ligeramente superior, de 23.604 euros. En 2016, Andalucía
estaba por delante: 17.865 por 17.616 euros.
Capitales
extranjeros e ideario neoliberal
El recetario del PP de Moreno Bonilla, que
profundiza en el camino ya explorado por los socialistas, por tanto, no ha
logrado en estos años que la Comunidad despegue, según el análisis que se hace
desde esas posiciones económicas
críticas: "La política económica neoliberal de la Junta de Andalucía
presenta a la atracción de capitales extranjeros como la mejor forma de
dinamizar la economía. Este discurso se basa en la idea de que la inversión
genera empleo. Sin embargo, la entrada de inversión extranjera directa se
traduce más bien en lo contrario", expone el economista Óscar García
Jurado.
"Las operaciones de compra de empresas
ya existentes —agrega— y la formación de compañías conjuntas predominan sobre
la creación de nuevas empresas, por lo que asistimos a un mero cambio de la
propiedad empresarial. El propósito de esta inversión tiene que ver con los
bajos costes labores y con ganar competitividad a costa de reducir el coste de
la fuerza de trabajo y disfrutar de una normativa lo menos estricta posible
respecto a los destrozos medioambientales que origina".
"En Andalucía el desempleo y la
precariedad son características seculares de una economía con una estructura
productiva diferente a la del conjunto del Estado. La economía andaluza es eso,
andaluza, y tiene muy poco que ver con la catalana, la gallega o la
vasca", remacha García Jurado.
Coyuntura
positiva
Si se combina la cara A y la cara B del
desempleo en Andalucía, emergen, por ejemplo, datos como estos: el 9,48% de los
hogares andaluces tiene a todos sus miembros en paro (cara B), lo que supone
0,5 puntos menos que hace un año (cara A).
Para Inma Nieto, portavoz de Por Andalucía,
"Moreno Bonilla presume de que la economía andaluza es la locomotora de
España y va bien, pero esto sucede porque se aprovecha de una coyuntura general
del país que es positiva. Sin embargo, eso no se corresponde con la realidad
que vive la gente Andalucía tiene la cifra de paro más alta del país, el PIB
por habitante más bajo y las mayores tasas de desigualdad”.
"Moreno Bonilla y el PP —agrega Nieto—
dicen que la economía va bien porque hay muchas exportaciones y las grandes
empresas están ganando mucho dinero, algo que en parte es fruto de sus propios
recortes, hay empresas ganando mucho dinero por su privatización de la sanidad,
de la educación o de los servicios sociales, mientras que la ciudadanía tiene
que pagar por estudiar, por acceder a una cita médica o no puede acceder a una
vivienda. En resumen, la política económica de Moreno Bonilla es la de recortar
los impuestos a los ricos, y llenarles los bolsillos, mientras la desigualdad
aumenta".
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