sábado, 12 de octubre de 2019

KURSK 1943 Airpower in the Eastern Front's most pivotal battle



Ataque de aviones de ataque terrestre el 5 de julio de 1943.

Aviones de ataque terrestre Il-2 del 2.º Ejército Aéreo de Krasovsky son repelidos por el VIII Cuerpo Aéreo de la Luftwaffe. Aviones Messerschmitt Bf-109 del cuerpo aéreo atacan, en picado desde la retaguardia. En los primeros días de la batalla, los pilotos soviéticos inexpertos, muchos de los cuales volaban en combate por primera vez, sufrieron grandes pérdidas tanto en las zonas norte como sur del saliente de Kursk. Los aviones de ataque terrestre Il-2, por regla general, permanecían en formación con sus cazas de escolta a la misma altitud y sufrían constantes pérdidas como resultado de los ataques relámpago realizados por pilotos más experimentados de la Luftwaffe.


Bombarderos en el saliente de Kursk.

Los bombarderos soviéticos Pe-2 y A-20 Boston se emplearon con menos intensidad durante la Batalla de Kursk que los Il-2 y los cazas, y como resultado sufrieron menos pérdidas.Sin embargo, el 10 de julio, Rudenko, comandante del 16.º Ejército Aéreo, lanzó un ataque masivo contra las fuerzas alemanas que se concentraban para un nuevo ataque a las posiciones defensivas soviéticas clave en torno a la ciudad de Olkhovatka. Un total de 106 Pe-2 del 3.er Cuerpo de Aviación de Bombardeo (BAK) y 65 A-20 Boston de la 221.ª División de Aviación de Bombardeo (BAD) bombardearon desde altitudes medias, mientras que la 2.ª División de Aviación de Asalto de la Guardia (GShAD) envió 37 aviones de ataque Il-2 a altitudes inferiores a los 3.000 metros. La columna fue escoltada por cazas del 6.º Cuerpo de Aviación de Caza (IAK). El general Afanasy Karavatsky, comandante del 3.er Regimiento de Aviación, informó que los ataques con bombarderos fueron más efectivos gracias a las salidas de reconocimiento previas de los Pe-2, que les ayudaron a localizar sus objetivos. A pesar del intenso fuego antiaéreo, los atacantes afirmaron haber destruido 15 tanques, tres vehículos blindados, 12 camiones, dos posiciones de cañones antiaéreos y dos depósitos de municiones. Si bien estas afirmaciones, al igual que todas las reportadas en Kursk, fueron casi con toda seguridad exageradas, el ataque aéreo claramente ayudó a las fuerzas soviéticas a repeler los ataques lanzados contra las posiciones del 2.º Ejército Panzer el 10 de julio de 1943.


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