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1.2 EL URBANISMO
El
urbanismo se define como la disciplina que estudia la configuración de las
diversas tipologías arquitectónicas, monumentales y paisajísticas en el
espacio.
El
urbanismo se convierte, así, en el marco en el que se instalan las
arquitecturas y los monumentos y en el que se crea un paisaje urbano.
Tipológicamente podemos clasificar el urbanismo como puntual, de ciudad y de
paisaje.
a)
El
urbanismo puntual tiene su definición en las plazas y los espacios públicos
creados en las ciudades cuya formulación determina el orden del ámbito urbano
circundante.
b)
El
urbanismo de ciudad explica un concepto más global, que busca relacionar el
trazado urbano de una manera coherente creando una red de calles
intercomunicadas.
c)
Desde
las primeras civilizaciones, la tipología de ciudad ha sido doble: la radial y
la ortogonal. Ésta, con las calles que se entrecruzan en ángulo recto, es la
más común; también se denomina hipodámica, porque su creación se atribuye a
HIPÓDAMO DE MILETO, topógrafo y geómetra griego del siglo V a. C. En el
Renacimiento, surgen los proyectos de ciudad ideal, comúnmente realizados para
un príncipe o un tirano, y de ciudades utópicas, que incorporan un planteamiento
social nuevo.
d)
Por
urbanismo de paisaje o de jardines se entiende la organización coherente de
unos espacios complementarios de una villa, un palacio o un castillo, o como
parques urbanos, dentro de la ciudad, destinados al ocio, al descanso y al contacto
con la naturaleza.
1.3 LA ARQUITECTURA
La
arquitectura se define como el arte proyectar y construir edificios o espacios
para el uso de las personas, y es considerada como arte porque comporta una
voluntad estética.
Desde
las primeras construcciones arquitectónicas hasta hoy, la arquitectura se ha
basado en tres principios ya definidos por VITRUBIO en los diez libros del
tratado De Architectura. Según
este arquitecto romano del siglo I a. C., la obra arquitectónica debía tener
estas cualidades:
a)
Firmitas (firmeza): solidez
constructiva y resistencia a los agentes erosivos.
b)
Utilitas (utilidad): cumplir
con su finalidad.
c)
Venustas (elegancia): tener
armonía y belleza.
Tipologías
arquitectónicas
La
arquitectura puede ser dividida en dos grandes grupos: civil y religiosa.
La
arquitectura civil se divide en arquitectura doméstica, lúdica, institucional, conmemorativa,
comercial y de infraestructuras.
a)
La
arquitectura doméstica, desde la Roma antigua, ha adoptado tres formas: ínsula o casa de pisos, domus o casa unifamiliar y villa o casa en el campo.
A
lo largo de la historia del arte. las insulae
han sido poco estudiantes, en parte por su carácter masivo y popular, y se han
valorado más las edificaciones ocupadas por las clases dirigentes, como los
palacios y los castillos, y, a partir del Renacimiento, las villas suburbanas
y, en Francia, los llamados hotel, es
decir, pequeños palacetes dentro de la ciudad.
b)
La arquitectura lúdica tiene los ejemplos más destacados en Roma, con los
teatros, los anfiteatros, los circos, las termas y las palestras; también
sirven como ejemplos los estadios modernos y los polideportivos, los teatros,
los cines y similares. Los museos se incluyen en este apartado, aunque en su
caso predomina la función cultural y de conservación.
c)
La arquitectura institucional incluye ayuntamientos, los palacios de justicia,
edificios administrativos y otros similares por su función.
d)
Dentro
de la arquitectura conmemorativa cabe mencionar los arcos de triunfo, los
obeliscos, los monumentos, las columnas conmemorativas, etc. También deben
incluirse en esta tipología los monumentos funerarios como pirámides, hipogeos,
mastabas, panteones y sepulcros, estos últimos a medio camino entre la
arquitectura y la escultura.
e)
La
arquitectura comercial está formada por lonjas de contratación, aduanas,
mercados, almacenes y centros comerciales.
f)
La
arquitectura de infraestructuras se relaciona con la ingeniería y el urbanismo:
autopistas, puentes, estaciones, aeropuertos…
La
arquitectura religiosa está destinada principalmente al culto y tiene la
expresión más genuina en los templos. Los egipcios, los griegos y los romanos
dedicaban templos a sus dioses; las catedrales medievales, las iglesias del
Renacimiento y los templos actuales son también espacios dedicados al culto. En
el interior de los templos se encuentran espacios que han adquirido
singularidad arquitectónica, como las capillas devocionales, votivas y
funerarias, que presentan características propias.
Características de la
arquitectura
Globalmente,
la arquitectura tiene dos elementos estructurales esenciales: el espacio
interior y el espacio exterior o volumen; y un tercer elemento más superficial:
la ornamentación.
La
arquitectura encierra y estructura en una forma externa un espacio interior y
forma así un conjunto en el cual no solo tienen interés los elementos
arquitectónicos, espacios, muros, bóvedas, columnas, ventanas y aberturas, sino
también muchos de los objetos que contiene: elementos ornamentales, esculturas,
pinturas, mobiliario litúrgico o civil, etc. En la configuración de la
arquitectura intervienen cuatro factores:
a)
Los
ejes de composición general, que determinan los recorridos principales y secundarios
a través del espacio arquitectónico.
b)
Los
muros y las formas que envuelven y definen el espacio.
c)
La
luz y el color.
d)
Las
proporciones, entendidas como la magnitud del edificio respecto al hombre, que
nos permiten distinguir entre arquitectura antropocéntrica y arquitectura
monumental.
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Elementos de sostén
El muro. Es un soporte de
carácter continuo que cierra el edificio por los lados y lo compartimenta
interiormente. Puede ser de carga,
también llamado pared maestra,
cuando forma parte de la estructura sustentante, y de separación, utilizado en la compartimentación de los espacios
interiores.
En
un muro hay que considerar tres elementos: el aparejo, el paramento y los
vanos.
a)
El aparejo es la forma en que están dispuestos o aparejados los materiales
utilizados para la construcción. Los podemos clasificar en regulares e
irregulares según la estructura.
b)
El paramento o superficie del muro puede estar a la vista u oculto bajo una
capa de cemento o de cal (argamasa).
c)
Los vanos del muro, es decir, las puertas y las ventanas, son elementos
esenciales para la habitabilidad del edificio: abren accesos, permiten la
entrada de luz y la ventilación y descargan los muros. En las puertas y las
ventanas hay que considerar: el umbral, parte inferior de la puerta, o el
alféizar, parte inferior de las ventanas, y las jambas, parte lateral de las
puertas y ventanas.
Columnas,
pilares y pilastras. Son los soportes verticales que sustentan las cubiertas y
los arcos o refuerzan los muros.
a)
La columna es el elemento sustentante vertical más característico. De sección
circular y, generalmente, de forma cilíndrica, consta de estos tres elementos
principales:
La
basa o pedestal, sobre la cual descansa el fuste. La basa puede ser simple o
bien estar compuesta de zócalo y de una o más molduras decorativas (toro y
escocia).
El
fuste o parte central de la columna entre la basa y el capitel. Puede ser liso,
acanalado, estriado, entorchado o salomónico. El ensanchamiento del fuste en su
parte central se denomina éntasis.
El
capitel o parte superior de la columna. Suele tener más riqueza decorativa.
Sobre él descansan el arco y el entablamento.
b)
El pilar es un elemento sustentante vertical de sección rectangular, cruciforme
o poligonal, más robusto y macizo que una columna.
c)
La pilastra es un pilar adosado a la pared. Como la columna, la pilastra y el
pilar se dividen en basa en la parte inferior y capitel en la parte superior.
Otros
elementos de sostén. Hay otros elementos de sostén, que pueden descansar en el
suelo o no. Entre los primeros están:
a)
Los contrafuertes o estribos, soportes verticales de obra maciza adosados al
muro. Son característicos del Románico y el Gótico.
b)
El pie derecho, que es cualquier apoyo vertical, normalmente de madera,
coronado por una pieza horizontal llamada zapata.
c)
Las cariátides y los atlantes, esculturas femeninas o masculinas,
respectivamente, que hacen de fuste de una columna o pilastra.
Entre
los elementos de sostén que no descansan en el suelo están: las ménsulas, las
cartelas y los modillones.
Elementos
sustentados
El
dintel. Elemento horizontal que transmite los empujes de la cubierta en
vertical. El dintel permite usar la cubierta plana o arquitrabada.
El
arco. Es un elemento curvo que desvía lateralmente los empujes de la cubierta.
Su utilización permitió usar cubiertas abovedadas y aligerar los muros. Las
partes de un arco son: dovelas, impostas, línea de imposta o de arranque, luz,
flecha, clave, salmer, intradós y trasdós.
Por
su forma, los arcos más comunes son el de medio punto, el apuntado, el de
herradura y el peraltado. Por su función, se distinguen el arco formero,
paralelo al eje longitudinal de las naves; el perpiaño, transversal al mismo
eje (también llamado fajón, porque ciñe la bóveda); y el arbotante, que
descarga el empuje de las bóvedas en los contrafuertes exteriores.
Cubiertas
planas o arquitrabadas. Son las que descansan en el dintel y ejercen empujes
verticales sobre los elementos de sostén. En las construcciones en que se
utilizan la madera o la piedra, la cubierta plana no puede cubrir espacios
demasiado anchos, pero los nuevos materiales, como el hormigón armado y las
vigas de acero, sí lo permiten. En la arquitectura clásica los elementos de la
cubierta plana son: el entablamento, que consta de tres partes (arquitrabe, friso
y cornisa) y el frontón, un espacio triangular situado en la fachada entre la
cornisa y el tejado a dos aguas.
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1.11
EL ANÁLISIS DE LA OBRA DE ARTE: URBANISMO Y ARQUITECTURA
El
urbanismo, la arquitectura, entendida como volumen exterior de un edificio, y
los monumentos, síntesis de arquitectura y escultura, configuran el paisaje
urbano de una ciudad y le dan una singularidad propia. Las relaciones entre
espacio, arquitectura y monumento se hacen extensivas al urbanismo de paisaje o
de jardines.
Urbanismo
En el
análisis de la obra urbanística deberemos considerar: la trama urbana y su
relación con la arquitectura, y los monumentos en el conjunto del paisaje de la
ciudad o del territorio.
Para
interpretar un espacio urbanístico es importante en primer lugar situarlo
cronológicamente y colocarlo en el estilo artístico correspondiente, y también
determinar si la configuración de este espacio es una intervención puntual,
como una plaza, o una intervención global, como un barrio, una ciudad o un
territorio. Otro elemento importante son las relaciones con otras
intervenciones y obras del mismo autor y con ejemplos de otras épocas, y el
análisis de las diversas soluciones que se han dado a un mismo problema
urbanístico.
Arquitectura
Una vez
determinada la ubicación cronológica y estilística, se analizan las tres vistas
fundamentales de toda obra arquitectónica:
a) Fachada: se
estructura en cuerpos (organización horizontal) y en calles (organización
vertical). Hay que tener en cuenta los elementos que la definen, como son las
columnas, las pilastras y los órdenes arquitectónicos.
b) Planta: puede ser de
tipos diferentes según el estilo, la época y la función. En arquitectura
religiosa son frecuentes las formas de cruz latina y cruz griega y las plantas
basilical y circular, y los espacios más característicos son las naves central
y laterales, las capillas, el crucero, el ábside, el deambulatorio y el atrio.
c) Alzado: conjunto de
elementos arquitectónicos verticales. En él se identifican los elementos de
sostén (muros, columnas, pilastras o pilares), y los sustentados (arcos,
bóveda, cúpulas, tambor, cimborrio y arquitrabe).
Un
aspecto fundamental en arquitectura es el objetivo con el que ha sido proyectada
la obra (función utilitaria, teatral, especulativa, simbólica, comercial, etc.)
y el simbolismo del edificio (poder político, religioso o económico).
También
es importante conocer los antecedentes de la obra y las influencias
posteriores, y la relación con otras parecidas del mismo autor o de la misma
escuela, e identificar las diferencias o coincidencias con otras soluciones
coetáneas y de épocas anteriores o posteriores.
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EL ANÁLISIS DE LA OBRA DE ARTE: ESCULTURA Y PINTURA
Para
realizar un estudio completo de una obra plástica es conveniente empezar por un
análisis formal, para identificar los elementos de que consta, y, a
continuación hacer el análisis conceptual, para estudiar el significado. Finalmente, se hace un análisis técnico, centrado
en el soporte, los materiales, etc.
Escultura
Análisis
formal: Hay que identificar si la obra escultórica se ha realizado de manera
que se pueda identificar desde un solo punto de vista (unifacial) o desde
perspectivas diferentes (multifacial). El ritmo de la obra indica el equilibrio
entre los huecos y las partes llenas, entre las sombras y las luces. Además, se
debe definir el tipo de cromatismo (policromía, dorados, estofados, etc.) e
identificar los elementos añadidos sobre la escultura (vestidos, coronas,
lágrimas de resina, joyas, etc.).
Formalmente
es también importante destacar la tipología de la escultura analizada (del
bulto redondo, alto relieve, medio relieve, bajo relieve, relieve incisivo,
etc.) y su ubicación en retablos, fachadas, tejados, tímpanos, dinteles, etc.
En el caso de los retablos se debe describir la estructura (calles, cuerpos o
pisos, etc.), observando especialmente cómo la escultura se encuentra
incorporada en su estructura arquitectónica.
Análisis
conceptual: Sirve para comprender el significado de la estructura. Para
comenzar hay que descubrir la temática de la obra, conocer las fuentes
literarias e identificar la función a la que se dedica: religiosa, política,
alegórica, didáctica, devocional o decorativa.
Análisis
técnico: Hay que observar, en primer lugar, con qué materiales ha sido
realizada la obra (piedra, mármol, bronce, madera, cerámica, etc.) y si ha sido
esculpida de un bloque único o con la unión de diversos bloques. Completa el
análisis la relación de la obra con otras parecidas del mismo autor o de la
misma escuela, y la identificación de las coincidencias y diferencias con otras
esculturas o soluciones coetáneas.
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Pintura
Análisis
formal: debe prestar atención a las formas y valorar si son cerradas
(dibujísticas) o abiertas (pictóricas). También hay que poner atención en la
composición, la manera de ubicar el fondo y las figuras, la profundidad y otros
componentes de la obra.
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