Quince
años en prisión siendo inocente: nadie comprobó que su 'doble' era el verdadero
violador
Blanca
Valdés Mañas, 11 de mayo de 2025, vozpopuli.com
La
historia de Ahmed Tommouhi es, quizá, de las más injustas que ha habido en este
país. Han pasado 34 años desde que llegó a España procedente de Nador, una
ciudad situada en Marruecos con un único objetivo: trabajar como albañil a
destajo para poder mejorar su calidad de vida y la de su familia. Sin embargo,
sus sueños se truncaron seis meses después de afincarse en Cataluña, cuando fue
detenido y condenado por una serie de violaciones que tuvieron lugar en 1991 y
que no cometió. Guardaba gran parecido físico con el autor material de los
hechos, por lo que algunas víctimas y testigos le señalaron en la rueda de
reconocimiento como la persona culpable. Esa fue la única "prueba"
que había contra él.
Por
estos hechos, pasó 15 años en prisión y 3 en libertad condicional. Y aunque
ahora el Tribunal Supremo acaba de anular su tercera condena, que corresponde a
la dictada el 7 de enero de 1995 por la Audiencia Provincial de Tarragona, lo
cierto es que, a lo largo de los años, nadie le ha pedido perdón. Tampoco ha
recibido ninguna indemnización.
El
verdadero culpable, Antonio Carbonell García, fue detenido en 1995. Mientras
Tommouhi estaba en prisión, tuvo lugar otra oleada de violaciones con el mismo
modus operandi. Este hombre guardaba gran parecido físico con el inocente.
"Además de su similar fisionomía, su habla también era susceptible de ser
confundida (árabe y caló)", tal y como recoge la reciente sentencia del
Supremo.
La
historia de Tommohui y Abderrazak Mounib -también condenado por estos hechos y
fallecido en prisión en el año 2000- ha quedado reflejada en el libro escrito
por Braulio García Jaén y que lleva por título 'Justicia poética: dos falsos
culpables en un país de quijotes'. Este periodista, que siempre ha confiado en
su inocencia, ha trabajado de sol a sol para buscar la verdad.
Su
investigación fue clave para probar su inocencia
García
Jaén le conoció en 2006, cuando decidió ir a verlo a prisión para comentarle
que quería escribir un libro sobre su caso, y su investigación ha sido clave en
esta historia. Desveló que la Audiencia Provincial de Barcelona había ignorado
una prueba de semen que demostraba que él no era el verdadero culpable. Una
prueba que ha sido decisiva en el Tribunal Supremo para probar su inocencia y
que ha sido fruto del trabajo de este periodista, cuyo objetivo siempre ha sido
que revisasen las condenas que habían sido dictadas "sin ninguna prueba
material", tan sólo con la rueda de reconocimiento.
La
vida en prisión de Tommohui, según cuenta el investigador a Vozpópuli, fue
complicada. Al principio confiaba plenamente en que todo se iba a resolver,
pero los años pasaban y llegó la desesperación, aunque siempre lo llevó con
calma y dignidad. Y es que, este hombre, que en la actualidad tiene 74 años, ha
visto cómo a pesar de que la propia Guardia Civil defendía su inocencia, era
condenado. Quince años después, cuando salió de la cárcel, su vida se había
desmoronado.
Su
proyecto vital quedó hecho trizas. "Llegó a España para trabajar de
albañil y poder enviar dinero a su familia, pero cuando obtuvo el permiso de residencia,
le detuvieron. Tras 15 años en prisión y 3 en libertado condicional donde tenía
que acudir cada mes al juzgado de vigilancia, se vio sin papeles",
detalla.
Las
revisiones de condena en el Supremo de 2023 y 2025
Sin
embargo, esta lucha ha dado finalmente frutos. En 2023, la Sala de lo Penal del
Tribunal Supremo anuló la condena dictada por la Audiencia Provincial de
Barcelona el 23 de septiembre de 1992, cuya ponente fue la actual ministra de
Defensa, Margarita Robles, tras estimar el recurso de revisión presentado.
Los
magistrados tuvieron en cuenta unos informes periciales sobre el semen hallado
en una prenda íntima de la mujer que no se correspondía con las de Tommohui.
Además, una de las víctimas, que por aquel entonces tenía 14 años y que señaló
al inocente en la rueda de reconocimiento, mostró su apoyo al recurso en una
entrevista publicada en El País, donde reconoció que fue muy doloroso haber
señalado a una persona que no había sido el culpable.
La
absolución del año 2023 ha sido clave para que ahora, el pasado 5 de mayo, la
Sala de lo Penal también anulase la sentencia dictada por la Audiencia de
Tarragona al tener en cuenta esa prueba de semen que era compatible con el
perfil genético de Antonio García Carbonell.
Cabe
destacar que los recursos de revisión, presentados una vez que la sentencia
adquiere firmeza, suelen ser de difícil prosperidad. Es más, García Jaén
explica que, antes de la reforma legal de 2015 se exigía acreditar la inocencia
para que la revisión prosperara, algo que "en una violación, si no hay
muestras analizables o que den resultados, es prácticamente imposible”.
Sin
embargo, tras esa reforma y la jurisprudencia del Supremo "bastan pruebas
que presumible o probablemente hubiesen determinado un pronunciamiento absolutorio,
no solo por acreditar la inocencia sino también por generar dudas sobre la
culpabilidad", detalla una de las sentencias de la Sala de lo Penal.
Por
lo que, para el periodista, este tribunal "está haciendo una labor
ejemplar porque está permitiendo que las personas que están en la cárcel sin
suficientes pruebas puedan pedir la revisión". En este punto, explica que
tiene mucho que agradecer al expresidente de la Sala de lo Penal, Manuel
Marchena y a Nicolás González-Cuéllar, catedrático de la Universidad de
Castilla La Mancha. Ambos impulsaron la nueva redacción del recurso de revisión
en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
La
Audiencia Nacional le denegó la indemnización
Tommouhi
intentó solicitar una indemnización por el tiempo que pasó en prisión cuando el
Tribunal Supremo anuló su segunda condena en 2023. Acudió al Ministerio de
Justicia para solicitar 3,6 millones de euros, pero como se los denegaron, se
vio en la obligación de acudir a la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la
Audiencia Nacional.
Pero
los magistrados consideraron que no debía ser indemnizado porque no había sido
un "error judicial evidente". Según relatan en la sentencia, para que
sea compensado debe haberse producido una prisión provisional indebida, que la
Sala considera que ya se le pagó cuando se hizo el cálculo de los años de
condena y que haya habido un error judicial que, en este caso, consideran que
no ha sido así.
Su
actual abogada, Celia Carbonell, va a llegar hasta el final, relata García
Jaén. La primera vía a la que tiene que acudir es a la Sala de lo
Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo. En caso de que le cierren la
puerta, tiene la opción de presentar un recurso de amparo ante el
Constitucional. Ahora bien, están dispuestos a ir hasta el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos si fuese necesario. Tal y como recuerda este periodista, en
todos los convenios que ha firmado España y que son ley, se explica que alguien
que ha sido condenado a prisión de forma firme y luego se demuestra que ha sido
un error, tiene derecho a ser indemnizado sin entrar en las razones de la
absolución.
Tommouhi
confía en la justicia de forma precaria, pero sobre todo, tiene mucha
esperanza. Lo que él siempre dice es que la verdad acaba llegando. En 30 años
no se ha rendido, y esa esperanza tiene que ver con su fe religiosa, pero lo
que no sabe es si estará vivo para ver si realmente se ha hecho justicia.
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