TEMA 1: EL
SIGLO XVIII. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
I.
INTRODUCCIÓN
II.
LA EUROPA DEL
SIGLO XVIII
A.
UNA
AGRICULTURA SEÑORIAL
B.
UNA
MONARQUÍA ABSOLUTA
C.
LA
EXPANSIÓN ECONÓMICA
III.
LA SOCIEDAD
ESTAMENTAL
A.
LOS PRIVILEGIADOS
B.
LOS NO
PRIVILEGIADOS
IV.
EL
PENSAMIENTO ILUSTRADO
A.
¿QUÉ
ES LA ILUSTRACIÓN?
B.
EL
PENSAMIENTO ILUSTRADO
V.
EL
SIGLO XVIII EN ESPAÑA: LA DINASTÍA DE LOS BORBONES
A.
LA
GUERRA DE SUCESIÓN DE ESPAÑA (1701-1714)
B.
EL
ABSOLUTISMO BORBÓNICO
VI.
EL
REFORMISMO BORBÓNICO
A.
LA
ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
B.
LOS
CAMBIOS ECONÓMICOS Y SOCIALES EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII
I.
INTRODUCCIÓN
El sistema político, social y económico que existía en Europa durante
el siglo XVIII es llamado Antiguo Régimen. Sus características eran la
monarquía absoluta, la sociedad estamental y una economía de subsistencia.
Durante el siglo XVIII se produjeron cambios en Europa que alteraron
el funcionamiento del Antiguo Régimen:
Creció la importancia del comercio en la economía y el grupo social
que lo realizaba, la burguesía, aumentó asimismo su riqueza, lo que hizo crecer
su importancia en la sociedad.
De la burguesía, y parte de la nobleza y el clero, surgió un
movimiento cultural llamado Ilustración, que criticaba el funcionamiento del
Antiguo Régimen.
En el siglo XVIII se instaló en España una dinastía de origen francés,
los Borbones. Estos reyes instalaron en España el mismo modelo de monarquía
absoluta que funcionaba en Francia.
Durante el reinado de Carlos III España vivió un intento de reformas
económicas y sociales inspiradas en las ideas de la Ilustración.
II. LA EUROPA DEL
SIGLO XVIII
A. UNA
AGRICULTURA SEÑORIAL
La actividad económica más importante del siglo
XVIII en Europa fue la agricultura. A ella se dedicaba la mayoría de la
población y era la principal fuente de riqueza.
La agricultura europea del siglo XVIII era una
agricultura de subsistencia, centrada en la producción de cereales para el
consumo de los propios campesinos en forma de pan. Las técnicas agrícolas eran
rudimentarias y por ello había pocos excedentes con los que comerciar.
Los escasos rendimientos de la agricultura, teniendo
en cuenta que casi toda la tierra y la gente se dedicaban a ella, explican que
en los años de malas cosechas se produjeran crisis de subsistencia. Las crisis
de subsistencia consistían en cosechas escasas que no permitían a los
campesinos pagar sus impuestos ni mantenerse a sí mismos. Las crisis de
subsistencia agrícolas suponían hambre para los agricultores pero también para
los trabajadores urbanos, y un descenso generalizado de la actividad económico,
pues el consumo y el comercio se reducían.
La mayor parte de las tierras agrícolas europeas en
el siglo XVIII estaban en manos de la nobleza y del clero. Los campesinos que
habitaban y trabajaban esas tierras debían pagar a los señores feudales (nobles
o clérigos) a cambio de poder cultivarlas.
Los labradores europeos del siglo XVIII eran la base
del sistema fiscal. La nobleza y el clero estaban exentos de pagar impuestos,
así que en la mayoría de los Estados los ingresos dependían de los agricultores
que debían pagar impuestos al rey, a la Iglesia (el diezmo) y a los señores
feudales (nobles y clérigos) que tenían derechos sobre las tierras.
La presión fiscal y las crisis de subsistencia eran
a menudo causa de revueltas populares que solían ser aplastadas por el ejército
real.
B.
UNA MONARQUÍA
ABSOLUTA
La teoría política más aceptada en Europa en el siglo XVIII era que el
poder soberano llegaba de Dios a los reyes que gobernaban así por derecho
divino. Los monarcas absolutos concentraban todos los poderes:
-
Ejecutivo (el
rey dirigía el ejército, establecía la política exterior…)
-
Legislativo
(el rey promulgaba las leyes, establecía los impuestos…)
-
Judicial (el
rey nombraba los jueces de su reino y él mismo era el juez supremo, podía
encarcelar a quien quisiera sin juicio…)
El rey solo tenía que rendir cuentas ante Dios y no ante los
habitantes de su reino. Los gobernados por un rey, llamados súbditos, no
intervenían en el gobierno ni tenían ningún derecho, solo obligaciones.
La mayor parte de Europa en el siglo XVIII estaba dividida en estados
multiétnicos (el imperio de los Austrias, el reino de Francia, el Imperio Ruso,
la Monarquía Hispánica, Gran Bretaña…) y en estados más pequeños que solían
tener una población homogénea.
En los estados multiétnicos el monarca gobernaba sobre una población
formada por muchos grupos étnicos, que hablaban muchas lenguas. El estado solía
estar dominado por uno de los grupos étnicos, cuyo idioma por lo general era el
de la administración pública. La dinastía que gobernaba cada estado solía
pertenecer al grupo étnico predominante. Ejemplo de esto es que a finales del
siglo XVIII solo la mitad de los habitantes del reino de Francia hablaban
francés, el resto hablaban alemán, italiano, bretón, vasco o catalán.
La mayoría de los estados europeos en el siglo XVIII eran estados
dinásticos, es decir lo que los mantenía unidos era la casa real o familia
gobernante. Estos estados podían aumentar su tamaño a través de matrimonios
reales o fundirse con otros estados si sus dinastías se unían (como Hungría y
Austria).
Junto a los estados multiétnicos existían también en la Europa del
siglo XVIII estados diminutos gobernados por príncipes, obispos o abades, con
sus gobiernos y leyes, que compartían lengua o cultura con los estados vecinos
(ejemplos supervivientes son Liechtenstein, Andorra, Mónaco y la república de
San Marino).
C. LA EXPANSIÓN
ECONÓMICA
En el siglo XVIII la población aumentó considerablemente. Entre 1650 y
1800, Europa pasó de 100 a 200 millones de habitantes.
Este crecimiento demográfico se debió al cambio del modelo de guerra
(ejércitos más profesionalizados, conflictos más localizados…) que se hizo
menos destructiva, a la desaparición de las epidemias de peste y a la
introducción de las plantas americanas (maíz y patata) que mejoraron la dieta
de los europeos. El aumento de la población provocó un crecimiento económico
pues supuso un aumento de la mano de obra disponible y un aumento del consumo.
Este crecimiento del consumo impulsó tanto el comercio interior dentro de los
países como el comercio internacional sobre todo el comercio transatlántico
entre Europa y América.
El aumento de la población de los estados europeos llevó a un
crecimiento del consumo no solo de alimentos sino también de productos
manufacturados. Este comercio interior se abastecía de la producción de los
gremios de las ciudades y también de las manufacturas, grandes empresas que no
estaban sometidas a las reglas de los gremios, donde un empresario agrupaba a
numerosos trabajadores para realizar un mismo trabajo, con las técnicas de
trabajo tradicionales.
III.
LA SOCIEDAD ESTAMENTAL
La sociedad del Antiguo Régimen era estamental porque estaba dividida
en tres grupos sociales llamados estamentos. Estos grupos sociales estaban
cerrados al paso de uno a otro; quien nacía en un estamento era difícil que se
incorporara a otro estamento. El nacimiento en tal o cual familia definía el
estamento al que se pertenecería de por vida.
A. LOS
PRIVILEGIADOS (menos del 5% de la
población)
La nobleza y el clero eran los estamentos privilegiados:
-
La nobleza era
el grupo social más importante. Los nobles tenían reservados los mejores
puestos en el ejército (oficiales) y en la Administración de cada reino
(ministros). Dentro de cada reino la nobleza poseía la mayor parte de las
tierras. Además no pagaban impuestos y las leyes que se les aplicaban eran
especiales para ellos (privilegios).
La nobleza de los distintos países europeos no formaba grupos
compactos. Se podía distinguir:
· La alta nobleza o aristocracia, formada por los
nobles más ricos, poseían la mayor parte de las tierras, vivían en la corte
junto al rey y tenían buenos puestos en la Administración del reino.
· La baja nobleza vivía en general en el campo. Eran
dueños de pocas tierras y, a veces, para vivir, trabajaban para el Ejército
como oficiales o para la Administración real como funcionarios.
-
El clero
estaba formado por todos los miembros religiosos de la Iglesia.
Dentro de la doctrina de la monarquía absoluta el poder del rey
provenía de Dios por ello todos los monarcas absolutos europeos apoyaban
plenamente a la Iglesia.
La Iglesia y sus miembros estaban exentos de pagar impuestos igual que
la nobleza. Asimismo disfrutaban de leyes especiales (privilegios) que solo se
les aplicaban a ellos.
Los ingresos de la Iglesia procedían generalmente de sus propiedades
agrícolas, en las cuales los clérigos actuaban como señores feudales.
Otra fuente de importante de ingresos de la Iglesia era el diezmo: un
impuesto obligatorio para todos los campesinos equivalente a un décimo de cada
cosecha.
Aunque el clero formaba un único estamento había dos grupos de
clérigos:
-
El alto clero,
procedente en general de la nobleza que ocupaba puestos de obispos, abades,
cardenales…
-
El bajo clero
eran hijos de campesinos o burgueses y estaba formado por los sacerdotes
parroquiales, frailes, monjas, etc.
B. LOS NO
PRIVILEGIADOS (más del 95% de la
población)
Los no privilegiados formaban el Estado Llano o Tercer Estado. Eran la
mayoría de la población (entre un 90 y un 95% del total). El Tercer Estado
estaba formado por tres grupos:
· Los campesinos. Eran el grupo más numeroso de la
población en todos los países europeos (más del 75% de la población). Los
campesinos europeos tenían en común que la mayoría de ellos cultivaban tierras
de la nobleza o del clero y debían pagar por ello impuestos al señor feudal por
el derecho a trabajar la tierra. Sin embargo los agricultores podían
clasificarse en tres grupos sociales:
·
Los siervos:
eran campesinos sin tierras que no tenían derecho a abandonar las tierras que
trabajaban para un señor feudal.
·
Los
arrendatarios y jornaleros trabajaban las tierras de otros pagando por ello.
·
Los campesinos
propietarios de los campos que cultivaban eran una minoría.
-Los trabajadores urbanos: artesanos de los gremios, tenderos, criados
(que eran muy numerosos), empleados de las manufacturas…
- La burguesía urbana estaba formada por banqueros, grandes
comerciantes, dueños de talleres o manufacturas… Estos miembros del Tercer
Estado deseaban que su poder económico fuera reconocido por la sociedad
estamental. Aunque eran ricos en dinero tenían menos derechos que cualquier
noble empobrecido y no podían acceder a los puestos más importantes de la
sociedad.
IV. EL PENSAMIENTO ILUSTRADO
A. ¿QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN?
La Ilustración fue un importante movimiento intelectual surgido en
Europa en el siglo XVIII. Los pensadores ilustrados criticaron las estructuras
tradicionales del Antiguo Régimen y sugirieron nuevas ideas para cambiar la
sociedad. Deseaban poner fin a la ignorancia (identificada con la oscuridad) y
promover el progreso social, usando la razón, la ciencia y la educación
(identificadas con las Luces).
Los pensadores ilustrados basaron sus obras en principios distintos a
los que existían hasta entonces:
· La razón es la única fuente de conocimiento; las
creencias y los dogmas no son racionales. A través del uso de la razón mediante
su inteligencia los seres humanos pueden alcanzar la felicidad.
· Mediante la Educación y el progreso científico y
técnico las condiciones de vida de las personas pueden mejorar, por tanto el
aprendizaje y la enseñanza son fundamentales. Las personas deben aprender tanto
como puedan y compartir su conocimiento para educar e “ilustrar” a la sociedad.
· Las relaciones entre los seres humanos deberían
basarse en la tolerancia.
· La igualdad y la libertad son los elementos
fundamentales de una sociedad ilustrada; todo el mundo debería disfrutar de los
mismos derechos legales y de la mima libertad.
B. LA DIFUSIÓN DEL
PENSAMIENTO ILUSTRADO
Los pensadores ilustrados creían en la libertad y en la igualdad de
todos los seres humanos. Los ilustrados se oponían a la sociedad estamental y
creían que las personas debían poder ascender en la sociedad por sus méritos y
su inteligencia. Las ideas políticas de los ilustrados darían lugar al
Liberalismo del siglo XIX.
Durante el siglo XVIII las ideas de la Ilustración se extendieron a
través de periódicos, libros y otras publicaciones. Otro medio de transmisión
de estas ideas fueron las escuelas y academias especiales. Además, los
pensadores de la Ilustración organizaban reuniones en los salones de sus
casas para discutir las nuevas ideas.
La mayoría de los pensadores ilustrados vivieron en Francia y se
organizaron alrededor del proyecto de la Enciclopedia iniciado por D’Alembert y
Diderot. La Enciclopedia era un conjunto de libros que pensaba reunir todo el
conocimiento de la época incluyendo artículos sobre ciencia, filosofía, arte y
gramática. Se publicaron finalmente treinta y cinco volúmenes.
En sus obras los pensadores ilustrados plantearon cambios importantes
en varios aspectos de la sociedad:
· En el área de la política propusieron medidas para
limitar los poderes de los monarcas absolutos:
· Montesquieu planteó la separación de poderes. Según
él para asegurar la libertad los tres poderes del gobierno (Poder Legislativo,
Poder Ejecutivo y Poder Judicial) debían estar separados unos de otros.
· Voltaire se mostró a favor de una monarquía fuerte,
pero también apoyaba la existencia de parlamentos.
· Rousseau introdujo la idea de la soberanía popular,
que sería un sistema político en el que los ciudadanos tendrían el poder
soberano.
·
Con relación a
la economía, un grupo de intelectuales llamados los fisiócratas defendieron que
la agricultura era la verdadera fuente de la riqueza de un estado, por tanto
rechazaban el mercantilismo, y creían
que el estado no debía interferir en el comercio ni en las demás actividades
económicas.
·
Respecto a la
sociedad, los pensadores de la Ilustración criticaron las desigualdades
sociales del sistema estamental. Según ellos ningún grupo social debía tener
privilegios legales especiales.
C.
EL DESPOTISMO ILUSTRADO
D.
FEDERICO II y
catalina la grande
V. EL SIGLO XVIII
EN ESPAÑA: LA DINASTÍA DE LOS BORBONES
En 1700 murió sin herederos directos Carlos II, el último rey español
de la dinastía de los Habsburgo. Antes de morir nombró heredero a su
sobrino-nieto el príncipe francés Felipe de Borbón. En 1700 fue nombrado rey,
con el nombre de Felipe V.
A. LA GUERRA DE
SUCESIÓN DE ESPAÑA (1701-1714)
La subida al trono español de Felipe V genero un
conflicto cuando el archiduque Carlos de Austria, otro pariente lejano del
difunto Carlos II de España, reclamó también el trono.
Carlos de Austria fue apoyado por el Imperio de los
Austrias, Inglaterra, Provincias Unidas, Portugal… La coalición antiborbónica
se formó por miedo a que España y Francia gobernadas las dos por miembros de la
dinastía de los Borbones acabaran dominando Europa. Dentro de la Península
Ibérica Carlos de Austria fue apoyado por el reino de Aragón que temía los
proyectos centralizadores de Felipe V.
Felipe V recibió el apoyo de Luis XIV, rey de
Francia, y de la Corona de Castilla.
Así fue como en 1701 estalló la Guerra de Sucesión
de España entre los dos bandos.
La guerra internacional duró una década hasta que en
1713 el archiduque Carlos heredó el Imperio de los Austrias. En ese momento sus
aliados temieron el poder de Carlos gobernando unidos el Imperio español y el
Imperio de los Austrias. Por ello los miembros de la alianza antiborbónica
retiraron su apoyo a Carlos de Austria y negociaron la paz.
Por los Tratado de Utrecht y Rastatt Felipe V era
reconocido rey de España y de sus colonias en América aunque renunciaba a las
posesiones españolas en Europa. Así Flandes o Países Bajos españoles pasaban a
los Austrias, la isla de Cerdeña se incorporaba al ducado de Saboya, Gibraltar
y Menorca fueron cedidas a Reino Unido.
Sin embargo el Tratado de Utrecht no puso fin a la
guerra en la Península Ibérica donde la Corona de Aragón continuó luchando
hasta que las tropas de Felipe V ocuparon la ciudad de Barcelona el 11 de
septiembre de 1714.
B. EL ABSOLUTISMO
BORBÓNICO
El reinado de Felipe V [1700-1746] supuso la
introducción en España del modelo francés de gobierno absolutista y
centralizado. El absolutismo borbónico suponía que el rey concentraba todos los
poderes del reino sin contar con la nobleza ni con las ciudades:
·
Así el rey
creó una serie de ministerios y nombró a los ministros directamente
·
Desaparecieron
las Cortes (parlamentos) de cada reino peninsular y se unificaron en unas
únicas Cortes,
·
El territorio
peninsular fue dividido en provincias para administrarlo mejor
·
Los
intendentes, funcionarios reales que durante la guerra se encargaron de
recaudar impuestos y organizar la vida económica, se convirtieron en gestores
de la economía del país en nombre del rey
·
Los
corregidores, unos funcionarios municipales nombrados por el rey que solo
existían en la Corona de Castilla, se extendieron a la Corona de Aragón. Los
funcionarios vigilaban en nombre del rey la actuación de los ayuntamientos.
Felipe V promulgó los Decretos de Nueva Planta por
los cuales quedaron abolidas las leyes o instituciones propias de los distintos
reinos de la Corona de Aragón, recogidas en sus fueros, y el sistema de
gobierno de Castilla se extendió a toda la Península como castigo a la rebelión
de la Corona de Aragón. De esta manera se impusieron unas leyes comunes a todos
sus reinos en la Península Ibérica y un mismo sistema administrativo para todo
el territorio, lo que supuso que el castellano por primera vez se convirtiera
en la única lengua oficial de España, pues antes dentro de cada reino se usaba
su lengua propia.
Durante el reinado de Felipe V y sus sucesores, se
tomaron medidas para mejorar la economía española siguiendo los principios del
mercantilismo:
·
Dentro de la
política borbónica de unificación de los reinos peninsulares se eliminaron las
aduanas internas que separaban económicamente los diversos territorios de la
Península, eso permitió el desarrollo del libre comercio entre las distintas
zonas de España.
·
En
1717 Sevilla dejó de ser la ciudad que monopolizaba el comercio con América a
causa de las dificultades de navegación por el Guadalquivir. Desde esa fecha
será Cádiz la ciudad desde que salgan y a la que lleguen todas las flotas
españolas que iban y venían entre España y América.
·
Felipe V
estableció una política proteccionista consistente en prohibir las
importaciones de productos extranjeros para proteger la industria del reino de
la competencia. Esto permitió que durante su reinado surgiera una industria
textil en Cataluña. Esta industria consistía en manufacturas de indianas: Fábricas con técnicas tradicionales que
fabricaban indianas, un tipo de estampado sobre telas de algodón o lino, que se
importaban de la India, y cuyo destino era, además del abastecer el
consumo interior de España, la exportación a las colonias españolas de América ("las
Indias").
·
Fueron
fundadas varias manufacturas reales cuyos productos (seda, porcelana y otros
bienes de lujo) abastecieron la demanda de los palacios de la monarquía española
así como los de su nobleza y alta burguesía. Ejemplos de las manufacturas
reales fueron las fundadas por Felipe V y
por Fernando VI [1746-1759]: Real Fábrica de Cristales (1727), Real Fábrica
de Loza y Porcelana (1727), Real Fábrica de Sedas (1748).
·
En 1753,
durante el reinado de Fernando VI, se iniciaron las obras del Canal de Castilla
construido
para facilitar el transporte del trigo de Castilla hacia los
puertos del norte peninsular y de allí a otros mercados. La idea de este canal
era servir como vía de comunicación y transporte que solucionase el problema de
aislamiento que sufría la meseta castellana, debido al relieve complicado y una
deficiente red viaria, que hacía casi imposible el transporte de los productos
agrarios de la región.
Durante el reinado de Felipe V y sus sucesores se construyeron varios
palacios reales en España entre los que destaca el Palacio de Oriente que ha
seguido siendo el Palacio Real en Madrid hasta hoy mismo.
Dentro del proceso de unificación política y social de la Península
Ibérica se inserta la Gran Redada. Así se llama a la persecución contra los
gitanos autorizada en 1749 por el rey Fernando VI. Todos los gitanos españoles
fueron detenidos siendo separados hombres, mujeres y niños. Los hombres fueron
enviados a trabajar a arsenales de la Marina, donde se construían barcos, y a
minas. Los gitanos permanecieron prisioneros hasta que el rey Carlos III los
liberó en 1763. Este intento de acabar con una población poco integrada por su
nomadismo es una muestra del aumento del poder de los reyes durante el siglo
XVIII y de su interés en uniformar a la población de sus reinos en lengua y
costumbres para poder controlarla mejor.
VI.
EL REFORMISMO BORBÓNICO
A. LA ILUSTRACIÓN
EN ESPAÑA
En el siglo
XVIII el movimiento cultural de la Ilustración alcanzó España, donde surgieron
pensadores ilustrados que se interesaron por la mejora de la educación, de la
ciencia, y el progreso económico del país.
A diferencia
de en Francia o Inglaterra las ideas ilustradas tuvieron poco éxito en España.
El grupo social del que salían la mayoría de los ilustrados era la burguesía y
en España era poco numerosa y estaba concentrada en la capital y en algunas
ciudades portuarias como Cádiz. Además la Iglesia católica española tenía mucha
influencia sobre la sociedad y combatió la difusión de las ideas ilustradas.
La falta de
una burguesía fuerte y la oposición de la Iglesia hizo que los pensadores españoles
de la Ilustración buscaran ayuda en la monarquía para desarrollar sus ideas,
por eso colaboraron con la administración real para reforzar el poder de los
reyes sobre la sociedad española. Así durante el reinado de Carlos III
[1759-1788] varios ilustrados ocuparon puestos administrativos importantes como
el conde de Aranda y el conde de Floridablanca.
B. LOS CAMBIOS
ECONÓMICOS Y SOCIALES EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII
La sociedad española del siglo XVIII, al igual que
en el resto de Europa, era básicamente rural y estamental. Pero durante el
siglo XVIII se produjeron varios cambios causados por el crecimiento general de
la población y de la riqueza en Europa:
·
La población
española aumentó de forma considerable. A principios de siglo había siete millones
y medio de habitantes y, a finales, once millones.
·
El crecimiento
demográfico provocó un aumento de la producción agraria. Este se debió al
aumento de mano de obra y a varias reformas agrícolas como la introducción de
cultivos americanos (maíz y patata PARMENTIER), el aumento de las zonas de
regadío y de las tierras dedicadas a la vid. Sin embargo el aumento de la
producción no benefició a los campesinos porque los privilegiados (nobleza y
clero) que poseían las tierras acaparaban casi todo el excedente.
La sociedad y la economía españolas del siglo XVIII también cambiaron
por una serie de reformas que impulsó el rey Carlos III:
·
Carlos III
llegó a España para suceder a su padre Felipe V con la experiencia de haber
sido rey de Nápoles y Sicilia. Lo acompañaban varios ministros italianos que
intentaron modernizar la vida española. En primer lugar se intentó asemejar
Madrid a otras capitales europeas iniciando un programa de obras públicas
(adoquinado, alcantarillado, alumbrado, recogida de basuras) y de reforma de
las costumbres. Estas iniciativas encontraron la oposición de la nobleza
española que veía que el rey no contaba con ella y elegía a extranjeros como
ministros.
En
1766, aprovechando una crisis de subsistencia, la nobleza de la corte impulsó
una revuelta contra el ministro italiano Esquilache. La excusa para el llamado
Motín de Esquilache fue una norma que prohibía el traje tradicional formado por
capas largas y sombreros de ala ancha, que permitían a los criminales esconder
sus rostros y sus armas, y obligaba a cambiarlo por el tricornio y la capa
corta. El resultado de la revuelta fue la sustitución de los ministros
extranjeros por otros de origen español, aunque el programa de obras públicas
en Madrid continuó (Puerta de Alcalá).
·
En 1767 el rey
Carlos III usó como excusa el Motín de Esquilache para expulsar a la orden
religiosa de los jesuitas, acusada de haberlo organizado, de España. El
objetivo del rey era disminuir la importancia de la Iglesia en la Enseñanza.
Carlos III creó nuevas escuelas dedicadas a la enseñanza primaria y aprovechó
los colegios de los jesuitas, además reformó los planes de estudios
universitarios dando más importancia a las ciencias experimentales que tenían
aplicación práctica en la guerra o en la economía como las Matemáticas, la
Química, la Física, la Ingeniería.
·
A partir de
1775 los funcionarios reales animarían la fundación y protegerían las
Sociedades Económicas de Amigos del País, dedicadas a fomentar la agricultura,
la industria y el comercio. También realizaban investigaciones sobre ciencia,
economía y técnicas, que publicando sus resultados a continuación.
·
En 1778
terminó el monopolio comercial de Cádiz con América pues un decreto real
estableció la libertad de comercio con América para los puertos españoles. Con
esta medida se esperaba que aumentarán las relaciones comerciales de España con
sus colonias de donde llegaban azúcar, café y tabaco. Para asegurar el
transporte transatlántico se creó una potente armada. Carlos III veía en el
comercio con las colonias una gran fuente de riqueza para su reino y por ello
creó en 1785 la Real Compañía de Filipinas para facilitar el negocio con los
productos de las colonias.
·
En 1783 se
promulgó otro decreto que establecía la honradez de todas las profesiones.
Desde la Edad Media en España solo se consideraba honradas u honorables a
aquellas personas que no trabajaban con sus manos, por ello cada vez que un
artesano o burgués reunía una pequeña fortuna compraba tierras para vivir de
las rentas. Eso limitaba la creación de riqueza pues los negocios de los
comerciantes daban más beneficios que las tierras, por eso el rey intentó
animar con ese decreto a que los artesanos y mercaderes no abandonaran sus
oficios cuando se enriquecieran.
·
En
1787 se elaboró un
proyecto de repoblación de las zonas deshabitadas de las tierras de Sierra
Morena
y del valle medio del Guadalquivir. Olavide, intendente
real de Andalucía, trajo inmigrantes alemanes y flamencos católicos, para fomentar
la agricultura y la industria en una zona despoblada y amenazada por el
bandolerismo. El proyecto fue financiado por el Estado. Se fundaron así nuevos
asentamientos, como La Carolina, La Carlota o La
Luisiana,
en las actuales provincias de Jaén, Córdoba y Sevilla.
Carlos III también prestó
atención a los gitanos. En 1783 aprobó una ley para integrarlos con el resto de
la población española. Se les pasaba a tratar igual que al resto de la
población y se les permitían oficios que antes tenían prohibidos, pero también se
les obligaba a abandonar el nomadismo y asentarse de forma definitiva
El camino de las reformas
ilustradas seguido durante el gobierno Carlos III fue abandonado por su hijo
Carlos IV [1788-1808], pues al año siguiente de subir al trono estalló en
Francia la Revolución Francesa y por miedo a la extensión de las ideas
revolucionarias se rechazaron todas las ideas nuevas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario