lunes, 19 de diciembre de 2016

La vida en una ciudad medieval

LA POBLACIÓN EN LA CIUDAD MEDIEVAL

LOS CRIADOS

 ¿Cuáles eran los principales empleos urbanos en la Edad Media?

Durante la Edad Media y la Edad Moderna la mayor parte de las personas que trabajaban en las ciudades no lo hacían en los gremios y carecían de empleo fijo. Abundaban los vendedores callejeros de bienes y servicios como aguadores, panaderos, porteadores, recaderos... Las calles solían estar atestadas de gente y lo normal era que las escasas viviendas sólo se usaran para dormir y sirvieran para varias familias a la vez.







Un mozo de cordelmozo de cuerda o mozo de esquina era la persona que se ofrecía en las encrucijadas más transitadas de las poblaciones (plazas, mercados, estaciones de transportes, etcétera) a disposición de quien necesitara sus servicios para acarrear bultos, paquetes y carga pesada en general; para ello, estos porteadores solían ayudarse de un cabo de cuerda o cordel, un 

LEPRA

LIMOSNA








¿Cuántos eran los criados en la edad media y en la edad moderna?

Los estudios realizados en Gran Bretaña sobre la sociedad preindustrial, la anterior a finales del siglo XVIII, muestran que en ella el número de criados era muy grande. Se calcula que entre los siglos XVI y XVIII, en el campo y en la ciudad, los criados eran más del 13% de la población inglesa. Y que en Londres a finales del siglo XVII más del 20% de la población urbana eran criados y criadas. Estos datos son válidos para la mayor parte de las demás ciudades europeas durante la Edad Media (476-1492) y la Edad Moderna (1492-1789)

 

LOS POBRES

 

Fuente: Poverty. A history, Bronislaw Geremek, Blackwell Publishers, 1997

 

¿Quiénes son los pobres en la sociedad urbana medieval?

Básicamente son todas aquellas que no pueden mantenerse a sí mismos por tener pocos o ningún ingreso. Generalmente se trata de personas sin familia y fuera de las redes de apoyo urbanas (los gremios, las cofradías…). Así eran pobres las viudas, los huérfanos de padre, los ancianos, los enfermos, los discapacitados físicos y mentales, los campesinos recién llegados a la ciudad… Pero también podían llegar a convertirse en pobres fácilmente todos aquellos habitantes de la ciudad, la mayoría, que no tenían un empleo estable.

Lo más desamparado entre los pobres solían ser los niños sin familia, que se veían por todos lados.

Tras el fin en 1991 de la URSS, el estado en el que estaba incluida Rusia, se calcula que centenares de miles de menores quedaron sin hogar y sólo en Moscú varias decenas de miles vivían en las estaciones de tren.

Hoy en Rusia hay más de 150.000 menores en orfanatos y casas de acogida y varios miles viven sin hogar en Moscú. Por su parte, se calcula que hay más de 4.000 niños viviendo en la calle en Odessa (Ucrania).

A los pobres se les llamaba mendigos (porque algunos mendigaban), miserables (porque vivían en la miseria), pedigüeños (porque pedían)...





La matraca (o carraca) del leproso hace huir a todo el mundo. Confinados [encerrados] en sus leproserías, los enfermos sólo pueden salir anunciando su presencia. Tienen prohibido entrar en iglesias y edificios públicos. Durante las epidemias se les acusa de brujería.
























¿Cómo sobrevivían los pobres en la ciudad medieval?

Trabajando cuando podían, mendigando, prostituyéndose, robando, y, en gran parte, gracias a que las instituciones religiosas (parroquias, conventos, monasterios, hospitales...) repartían diariamente la sopa boba. Allí era donde se destinaba parte del diezmo que pagaban los campesinos, lo demás iba al mantenimiento del clero, del culto (cruces, ropas…) y a la construcción de edificios religiosos.

Esa ayuda que la Iglesia daba a los pobres (ancianos, viudas, huérfanos, discapacitados...) unido a la creencia de que la sociedad estaba ordenada por Dios y que rebelarse contra las desigualdades sociales era ir contra el plan de Dios es lo que explica que sólo se produjeran levantamientos, motines, revueltas o rebeliones en las ciudades medievales cuando se producían crisis de subsistencia (hambrunas que duraban varios años y afectaban tanto a la población rural como a la urbana).

 

Obras de Misericordia











¿Cuántos eran los pobres?

Veamos algunos ejemplos y lleguemos a conclusiones.

Giovanni Villani, cronista florentino, señala que en 1330 un ciudadano de Florencia dejó toda su fortuna a los pobres, especificando que cada uno recibiría seis denarios; pero, para evitar reclamaciones falsas, todos los pobres de la ciudad deberían reunirse en las iglesias a una hora determinada y recibirían su parte al salir de la iglesia uno a uno. De esta manera, diecisiete mil pobres se beneficiaron. ¡Y esto no incluía a los miles de pobres que vivían en los hospicios!

En el siglo XIV la Hermandad de San Miguel en Florencia, según sus libros de cuentas, proporcionaba apoyo parcial (tres o cuatro veces por semana) a entre cinco y siete mil pobres, y velaba permanentemente por su bienestar. Además, atendía regularmente las necesidades de unos mil pobres. En ese momento, antes de la Peste Negra (1347), vivían en la ciudad 120.000 personas.

En 1355, el testamento de un ciudadano rico de la ciudad alemana de Lübeck contenía instrucciones para la distribución de limosnas a diecinueve mil pobres, siendo la población total de la ciudad en ese momento de entre veintidós mil y veinticuatro mil habitantes. La distribución de pan en la ciudad francesa de Rodez, organizada por la hermandad local, estaba destinada a seis mil personas; la población de esa ciudad rondaba los cinco mil. ¡Se registraban más pobres que habitantes!

En el siglo XV, un ciudadano de París dejó instrucciones en su testamento para que se diera limosna a casi cuatro mil pobres, repartidos en diferentes zonas de la ciudad, y proporcionó una lista de ellos. En ese  momento vivían en París unas 90.000 personas. En el siglo anterior la población de la ciudad era mucho más numerosa pero ésta se redujo mucho por el paso de la Peste Negra.

Conservamos una lista de habitantes de la ciudad alemana de Augsburgo clasificados por su riqueza en 1475. De los cuatro mil cuatrocientos ochenta y cinco jefes de familia, ciento siete figuraban como mendigos.

A finales del siglo XV vivían en Viena 20.000 habitantes de los cuales unos 2.000 (un 10% de la población) pertenecían a grupos marginados. Entre ellos se encontraban no sólo pobres y mendigos, sino también jornaleros, verdugos y prostitutas, así como artesanos sin trabajo.

Con los datos anteriores podemos deducir que la población de pobres en una ciudad medieval podía alcanzar desde 2’5% el hasta el 82%, aunque un 15% fuera la proporción más probable, casi un sexto (1/6) de la población urbana total. Los años de malas cosechas y crisis económica los pobres se multiplicarían pues los campesinos hambrientos emigrarían a las ciudades para alimentarse de las limosnas de las catedrales, conventos y monasterios y una gran parte de los trabajadores de la ciudad se convertirían en pobres.

Todavía a principios del siglo XVII en una ciudad como París, de 400.000 habitantes, había 40.000 mendigos, una décima parte de la población (10%).

 

¿Dónde dormían los pobres?

Digo donde dormían y no donde vivían porque pasaban el día entero en la calle buscándose la vida y sólo buscaban refugio para dormir seguros y a resguardo del frío y la humedad.

La mayoría dormirían al amparo de la muralla, los puentes y los edificios públicos (catedral, ayuntamiento, lonja…) para protegerse del frío, el viento, la lluvia… y los que tuvieran vivienda la tendrían muy lejos del centro urbano e incluso fuera de las murallas de la ciudad.

A finales de la Edad Media la población urbana empezó a vivir cada vez más de alquiler; los pobres se concentraban en los espacios más baratos: los sótanos o los áticos, buhardillas y sobrados. El número de personas que vivían en sótanos era elevado; en ocasiones, a juzgar por las investigaciones sobre la estructura de ciertas ciudades del norte de Alemania en los siglos XV y XVI, los habitantes de los sótanos llegaban a representar hasta el 10% de la población urbana.

Una parte de los pobres dormían en los hospitales y hospicios construidos por las instituciones religiosas (órdenes religiosas, parroquias…). En los hospitales los pobres podían dormir durante la noche y podían comer algo, aunque a veces los repartos de comida no eran diarios.

 









Reflexiones sobre la población urbana medieval

Una ciudad como Málaga al final de la Edad Media (en 1496) tenía 12.500 habitantes. Siguiendo los datos anteriores eso serían 2.500 criados y criadas y 1.875 pobres de media. Las familias que quedaban fuera de esas categorías y trabajaban en otras ocupaciones suponían 8.125 personas (un 65% de la población).

Viendo el caso de la población actual de Fuentes, y contando que habría la mitad de criados por tratarse de una población de interior con un comercio menos intenso que Londres y élites menos ricas proporcionalmente, calculamos 1.050 pobres y 700 criados, la población con oficio serían 5.250 personas (un 75% de la población).








LA CIUDAD MEDIEVAL













1339 Pinturas en el palacio del gobierno de Siena, frescos realizados por Ambrosio Lorenzetti







1559 Proverbios flamencos, cuadro de Pieter Brueghel el Viejo

https://pieter-bruegel-the-elder.org/



he Taccuinum Sanitatis is a medieval handbook mainly on health aimed at a cultured lay audience. Originally an 11th-century Arab medical treatise composed by Ibn Butlan of Baghdad under the name of Taqwīm aṣ‑Ṣiḥḥa (Arabicتقويم الصحةlit.'Tabular Register of Health').[1] In the West, the work is known by the Latinized name taken by its translations: Tacuinum (sometimes TaccuinumSanitatis.[2] The text exists in several variant Latin versions, the manuscripts of which are profusely illustrated. Numerous European versions were made in increasing numbers in the 14th and 15th centuries.[3]













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