martes, 15 de octubre de 2019

6. ARTE PRERROMÁNICO Historia del Arte, Vicens Vives, 2016/2023

 6. ARTE PRERROMÁNICO


Los ejemplos de arquitectura asturiana más importantes son: en la etapa prerramirense, la Cámara Santa de la catedral de San Salvador de Oviedo y San Julián de los Prados, esta última de tres naves, con otra en el crucero y tres ábsides. En la etapa ramirense, cabe mencionar Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo y Santa Cristina de Pola de Lena. En el período posramirense destaca la iglesia de San Salvador de Valdediós, hecha construir por Alfonso III después de ser destronado por sus hijos. 

 

La escultura, la pintura y la orfebrería 

La escultura asturiana se limitó al ámbito decorativo de los elementos arquitectónicos, como capiteles, molduras, columnas y medallones. En cuanto a la pintura, los templos asturianos se decoraban con pinturas murales entre las cuales sobresalen las de San Julián de los Prados.

No obstante, el gran auge del arte asturiano se refleja en la orfebrería. Son destacables la cruz de los Ángeles y la cruz de la Victoria. La cruz de la Victoria, mandada forjar por Alfonso III, además de grandes piedras tiene esmaltes que representan animales y flores; por su estilo, se relaciona con el arte carolingio del norte de Italia.

 

Cruz de la Victoria (s. X), Cámara Santa, Oviedo. Es de oro, esmaltes y piedras preciosas engastadas.

 

San Julián de los Prados (s. XI), Oviedo. Tiene tres naves, arcos sobre pilares y frescos de influencia bizantina y romana.

 

Arqueta relicario de Alfonso III (s. IX), Museo de la Catedral de Astorga. Es un hermoso trabajo de orfebrería asturiana, con decoración hecha en plata dorada.

 

San Miguel de Lillo (s. IX), Oviedo. Esta iglesia tuvo planta basilical, pero actualmente sólo queda la entrada y el arranque de sus naves. Destacan las celosías y la decoración escultórica bizantina.

 

Santa Cristina de Pola de Lena (s. IX). Es de una sola nave dispuesta a tres niveles y presenta una triple arcada en forma de iconostasio, de clara influencia bizantina, que separa el presbiterio. Hay decoración funicular o de cuerdas en columnas y capitales.

 

6.7. EL ARTE MOZÁRABE

Entre los siglos X y XI se desarrolló el arte mozárabe como consecuencia de las relaciones entre las comunidades cristianas y los nuevos dominadores musulmanes. El nombre de mozárabe se aplicaba a los cristianos que vivían en territorio musulmán. Y también a las comunidades cristianas que huyeron del dominio musulmán a causa de las persecuciones religiosas y se refugiaron en el norte del Duero y en el curso alto del Ebro. Estas zonas se repoblaron con ayuda de familias cristianas, que recibían de sus respectivos monarcas cartas de reparto de tierras y derechos de población. 

 

La arquitectura

La arquitectura mozárabe recibe una doble influencia: visigótica y musulmana. Entre los elementos característicos de este arte cabe mencionar especialmente el arco de herradura califal, más cerrado que el visigótico y enmarcado por una moldura, muy utilizada por el Islam, llamada alfiz. También utilizaban bóvedas de cañón y arcos geminados, y, para sostener mejor los edificios, utilizaban contrafuertes muy sólidos.

 

San Miguel de Escalada (s. X), León. Es de planta basilical de tres naves separadas por bellos arcos de herradura de tipo califal cordobés y un pórtico lateral con arquería.

 

San Cebrián de Mazote (s. X), Valladolid. El interior recuerda mucho el de San Miguel de la Escalada, y la cabecera, con tres ábsides, tiene el modelo en San Juan de Baños.

 

Santa Maria de Melque (ss. VII y VIII), Toledo. Constituye un caso excepcional de edificio visigótico (s. VII) al que se añadieron elementos mozárabes durante el tiempo en que estuvo bajo dominio musulmán (s. VIII). 

 

Los monumentos más importantes del arte mozárabe son: en Orense, San Miguel de Celanova; en Valladolid, San Cebrián de Mazote, con tres naves y planta basilical, el mismo caso que San Miguel de la Escalada en la provincia de León; en Logroño, San Millán de la Cogolla, y en Cantabria, Santa María de Lebeña; en Barcelona, es notable el monasterio de San Quirze de Pedret; en Huesca, San Juan de la Peña, y en Toledo, Santa María de Melque. 

 

Las miniaturas

En el arte mozárabe también fueron muy importantes las miniaturas integradas en los beatos. Beato, un monje del monasterio de San Toribio de Liébana (Cantabria), escribió a finales del siglo VIII un comentario del Apocalipsis de San Juan. Entre los siglos X y XIII, este texto se copió y estas copias se llamaron beatos en referencia al autor. Algunos ejemplares, como el Beato de Girona (siglo X), se iluminaron con composiciones en las cuales se percibe un gran sentido del movimiento del movimiento en la representación de las figuras.

 

Beato de Girona (s. X), catedral de Girona. Comentario al Apocalipsis del Beato de Liébana con la ilustración del Juicio Final: ángeles y símbolos de los evangelistas rodean a Dios.

34 Iglesia de Santa María del Naranco

 

Ficha técnica

Edificio: Iglesia de Santa María del Naranco.

Autor: Desconocido.

Cronología: 848.

Tipología: Iglesia.

Material: Madera, ladrillo y piedra porosa.

Estilo: Prerrománico asturiano.

Localización: Monte Naranco (Oviedo).

 

Descripción formal

Santa María del Naranco es la única obra civil del arte asturiano que ha llegado hasta nuestros días. Es un edificio de 20 m de largo por 6 m de ancho y de dos plantas, cada una dividida en tres secciones, la central más amplia que las laterales.

La planta inferior albergaba el oratorio palatino o cripta, aunque el banco de piedra que recorre todo el perímetro ha hecho pensar que podría tratarse de una sala de visitas.

La planta superior o noble del edificio, a la cual se accede por una escalera exterior, es el doble de alta que la inferior, característica derivada de los palacios romanos. Se cubre con una bóveda de cañón de toba, pero los siete arcos fajones descansan en ménsulas y arcos ciegos, y éstos en columnas con decoración de soga en el fuste, una característica del arte asturiano, y con capiteles troncopiramidales.

En el espacio que queda entre el arco y el dintel (enjutas) se encuentran bandas rectangulares y medallones decorados con bajorrelieves de figuras con túnicas, animales y jinetes.

La parte trasera del piso superior forma una tribuna exterior que se construye a partir de tres arcos de medio punto ricamente decorados. Por encima, se abre una ventana trífora que no corresponde a ninguna sala y que, junto con los contrafuertes laterales, ayuda a pronunciar la verticalidad del edificio.

Las proporciones reducidas de la planta, así como su sistema constructivo, ya formaban parte de la tradición romana y visigótica. Sin embargo, Santa María del Naranco presenta algunas soluciones innovadoras: el uso de la bóveda de cañón con arcos fajones, las arquerías ciegas, los contrafuertes interiores y la adecuación de la escultura a la arquitectura.

 Entorno e integración urbanística

Santa María del Naranco, ubicada en la vertiente meridional del monte Naranco, a 3 km de Oviedo, capital del pequeño núcleo de Asturias, formaba parte de un conjunto arquitectónico para recreo y descanso del monarca.

Función, contenido y significado

Cerca del edificio que nos ocupa, que fue erigido como palacio, se construyó la iglesia de San Miguel de Lillo. Pero este edificio de culto se deterioró y sus funciones se trasladaron al palacio, que se convirtió en iglesia.

Es una obra encargada por el rey para exaltar tanto su poder como el de Dios. La unión del palacio y de la iglesia en un mismo conjunto realza el carácter sagrado de la monarquía. Este aspecto se ve subrayado con la mezcla de símbolos políticos y religiosos.

 

MODELOS E INFLUENCIAS

En el arte prerrománico asturiano, desaparece el uso del arco de herradura, propio del arte visigótico, y se recupera el arco de medio punto, característico de la época romana. En consecuencia, se utiliza la bóveda de cañón con arcos fajones como sistema de cubierta preferente. Los ejemplos más destacados son las iglesias que pertenecen a este período, como Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo y Santa Cristina de Pola de Lena.

Esta solución arquitectónica tuvo una gran repercusión en la arquitectura y principalmente en el arte del período románico, que optó por la bóveda de cañón para cubrir estos espacios tanto en iglesias pequeñas como en grandes catedrales.

Podemos citar la iglesia del monasterio de Leyre, en Navarra, San Martín de Frómista, en Palencia, o San Vicente de Cardona, en Cataluña, todas del siglo XI.

 

35 Iglesia de San Pedro de la Nave

 

Ficha técnica

Edificio: Iglesia de San Pedro de la Nave

Autor: Desconocido.

Cronología: siglo VII-entre 680 y 711.

Tipología: Iglesia.

Material: Sillería arenisca.

Estilo: Visigodo.

Localización: El Campillo (Zamora).

 

 

Descripción formal

San Pedro de la Nave exhibe una disposición peculiar de planta de cruz griega inscrita en un rectángulo, que le da un aspecto híbrido entre planta basilical y cruciforme. Esto se deriva de las intervenciones en distintas etapas constructivas: visigoda, románica y gótica.

La planta consta de: tres naves, crucero con dos pórticos a los lados, coro, un ábside cuadrado y dos cámaras adyacentes, posiblemente celdas para monjes o espacios de apoyo a la liturgia.

Las naves laterales están separadas por arcos de herradura sustentados en pilares. Mientras que las naves tienen cubierta de madera, el crucero y la cabecera exhiben bóvedas de medio cañón de ladrillo. Cabe añadir que el cimborrio, cuya cubierta en bóveda de arista peraltada fue reconstruida.

La sencillez ornamental del paramento exterior, en el que solo se abren algunas pequeñas aberturas, da un aspecto sólido y austero al conjunto, resaltado por el impecable acabado de los sillares, sin mortero y de factura regular.

En el interior, en cambio, deslumbra el bello programa escultórico que se despliega en los arcos de herradura, pilares y columnas, donde se aprecian dos talleres distintos correspondientes a momentos constructivos distintos.

Un estilo más arcaizante, sobre todo la cenefa que recorre el paramento, con una ornamentación de tipo geométrico y motivos vegetales y animales. Y un segundo estilo, de factura más elaborada en las columnas del crucero que lucen capiteles historiados con episodios bíblicos como Daniel en el foso de los leones o El sacrificio de Isaac.

 

Entorno e integración urbanística

San Pedro de la Nave fue redescubierta en 1906 por el arqueólogo Manuel Gómez Moreno en estado de abandono. Algunos años después, la construcción del embalse de Ricobayo amenazó con dejarla cubierta por las aguas del pantano, por lo que entre 1930 y 1932, para evitar su desaparición, se procedió a trasladar el templo piedra a piedra y a su restauración, hasta la localidad de El Campillo.

 

Función, contenido y significado

La compartimentación de la planta en diversas zonas se explica por la rígida organización de la liturgia hispánica antigua, que obligaba a los fieles a ocupar su sitio exacto en el ceremonial y que dividía la iglesia en tres grandes zonas: las naves, para los fieles; el coro, para el clero en general; y el santuario del altar, para los oficiantes.

 

MODELOS E INFLUENCIAS

Culminación del arte visigótico, sus capiteles historiados, alegóricos, animalísticos o botánicos son la antesala de la decoración escultórica y pictórica del primer románico, ya sea el pictórico del Panteón de los Reyes de San Isidoro de León o de la ermita de la Vera Cruz de Maderuelo, hoy en el Museo del Prado, o el escultórico del claustro de Santo Domingo de Silos.

 

 

 

36 Iglesia de San Miguel de la Escalada

 

Ficha técnica

Edificio: Iglesia de San Miguel de la Escalada.

Autor: Desconocido.

Cronología: 913.

Tipología: Iglesia.

Material: Mampostería con sillares, ladrillo y barro.

Estilo: Mozárabe.

Localización: León.

 

Descripción formal

Presenta una planta basilical de tres naves, cada una de ellas rematada por un ábside semicircular, con testero plano en el exterior. Las naves están separadas por arcos de herradura apoyados sobre columnas con capiteles procedentes de construcciones anteriores (romanas y visigodas), el crucero sobresale en el exterior. El espacio está perfectamente diferenciado y compartimentado, especialmente en la cabecera, mediante el iconostasio -soportado por tres arcos de herradura sobre columnas-, y los canceles.

Las naves y la parte central del crucero exhiben una cubierta plana en madera, mientras que los ábsides están abovedados.

El templo posee una ornamentación escultórica con un bello repertorio de motivos vegetales, geométricos y zoomorfos en frisos, canceles y capiteles de piedra.

En el costado sur, hay un pórtico de mediados del siglo XI, soportado por arcos de herradura sobre columnas (algunos de ellos son obra mozárabe del siglo X), compuestos por fustes de piedra caliza con basas, capiteles corintios y cimacios de mármol. A su vez, estos arcos están enmarcados por un alfiz corrido. En origen, San Miguel de la Escalada tuvo otras dos puertas, actualmente cegadas.

El paramento exterior es de mampostería con sillares, en el que se abren ventanas de arquillos y celosías.

Cubría la nave central un tejado a dos vertientes y a una vertiente las laterales y el pórtico, que terminan en aleros soportados por modillones lobulados ornamentados con rosetas típicamente mozárabes.

Sufrió reformas posteriores, entre ellas la ampliación románica de finales del siglo XI con una torre y la capilla de San Fructuoso.

 

Entorno e integración urbanística

El municipio de Gradefes, en la próspera ribera del Esla, posee un rico patrimonio arquitectónico, entre el que se cuentan los monasterios de Santa María la Real de Gradefes y de San Pedro de Eslonza, la iglesia de San Miguel de Escalada o la iglesia de Villarmún.

 

Función, contenido y significado

La planta basilical responde a las necesidades de la liturgia hispánica, todavía en uso hasta la sustitución de ésta a finales del siglo XI: la cabecera reservada a los religiosos ordenados; el iconostasio para el clero, para ocultar de la mirada de los fieles los momentos más sagrados de la misa, y las naves destinadas a los fieles.

 

MODELOS E INFLUENCIAS

San Miguel de la Escalada forma parte del grupo de iglesias construidas por mozárabes emigrados a territorios cristianos. Fue erigida por un grupo de monjes cordobeses liderados por el abad Alfonso en 913, sobre una construcción de época visigoda, por lo que conjuga la influencia artística de los talleres cordobeses, de donde provenían sus constructores, con las reminiscencias romanas y visigodas propias de la región.


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