[Ilustración - Serie emperadores]
Juan ”Tzimisces” Curcuas ( Ἰωάννης “Τζιμισκής” Κουρκούας, emperador romano de Oriente del año 969 al 976 d.C.) en una jornada imperial de caza del león en Siria en el año 975. Le siguen en la imagen un kavallarios macedonio de la Gran Etaireía y un jinete de los Athanatoi, miembro de élite de la tagmata de "Los Inmortales". Por delante de todos ellos va el Archontogennematos, que viste de azul, el color de la facción conservadora de Bizancio.
Nacido en el año 925 d.C. en el seno de una importante familia bizantina capadocia de origen armenio (su padre era un Curcuas y su madre una Focas) pronto ascendió en el escalafón militar y con tan sólo 21 años obtuvo el mando civil y militar en la provincia de Armenia. Juan demostró ser un gran militar y consiguió arrebatar a los abasíes más de 60 ciudades, destacando la ciudad de Alepo e impuso a sus enemigos un tratado de paz muy favorable para el Imperio.
Su sola presencia en una batalla podía cambiar su signo. Los soldados lo adoraban como a un héroe. En el año 963 el emperador Romano II murió de forma inesperada. El fallecido emperador había proclamado con anterioridad como coemperadores a sus hijos Constantino VIII y Basilio II, de 3 y 5 años respectivamente. No podían gobernar y el mando quedaba bajo la regencia de la emperatriz viuda Teófano. Se ha sospechado con asiduidad que ella tuvo algo que ver con la muerte de su esposo (envenenamiento) y no pudo gobernar con comodidad. A su lado se situó el eunuco José Bringas, que gobernaba y tomaba muchas de las decisiones más vitales para el Imperio en detrimento de la emperatriz. Bringas también intentó eclipsar al general Nicéforo Focas, pues temía que éste lograse el trono imperial con el apoyo del ejército y la aristocracia.
De éstos movimientos de Bringas nació una alianza en su contra por parte de Nicéforo y la emperatriz. Juan quedo relegado a su papel militar para el apoyo militar de Nicéforo en Oriente pero fue diana de una intriga contra él. Perdió su influencia y se vio forzado a aliarse con Teófano, ahora esposa del emperador Nicéforo II, que no tardó en ser asesinado en su propia habitación.
Juan I Tzimisces se hizo así con el poder. Para distraer el hecho de su usurpación empezó una serie de campañas militares exitosas. Venció a los rus en Tracia, tomó Dorostolon y se hizo dueño de la Bulgaria oriental. En su última campaña en Siria contra los abasíes reconquistó muchas ciudades antes de morir de forma repentina.
Ilustración de Giuseppe Rava para “Byzantine Imperial Guardsmen 925-1025: The Tághmata and Imperial Guard” de Osprey (2012)
Texto: Koldo Gondra
Juan ”Tzimisces” Curcuas ( Ἰωάννης “Τζιμισκής” Κουρκούας, emperador romano de Oriente del año 969 al 976 d.C.) en una jornada imperial de caza del león en Siria en el año 975. Le siguen en la imagen un kavallarios macedonio de la Gran Etaireía y un jinete de los Athanatoi, miembro de élite de la tagmata de "Los Inmortales". Por delante de todos ellos va el Archontogennematos, que viste de azul, el color de la facción conservadora de Bizancio.
Nacido en el año 925 d.C. en el seno de una importante familia bizantina capadocia de origen armenio (su padre era un Curcuas y su madre una Focas) pronto ascendió en el escalafón militar y con tan sólo 21 años obtuvo el mando civil y militar en la provincia de Armenia. Juan demostró ser un gran militar y consiguió arrebatar a los abasíes más de 60 ciudades, destacando la ciudad de Alepo e impuso a sus enemigos un tratado de paz muy favorable para el Imperio.
Su sola presencia en una batalla podía cambiar su signo. Los soldados lo adoraban como a un héroe. En el año 963 el emperador Romano II murió de forma inesperada. El fallecido emperador había proclamado con anterioridad como coemperadores a sus hijos Constantino VIII y Basilio II, de 3 y 5 años respectivamente. No podían gobernar y el mando quedaba bajo la regencia de la emperatriz viuda Teófano. Se ha sospechado con asiduidad que ella tuvo algo que ver con la muerte de su esposo (envenenamiento) y no pudo gobernar con comodidad. A su lado se situó el eunuco José Bringas, que gobernaba y tomaba muchas de las decisiones más vitales para el Imperio en detrimento de la emperatriz. Bringas también intentó eclipsar al general Nicéforo Focas, pues temía que éste lograse el trono imperial con el apoyo del ejército y la aristocracia.
De éstos movimientos de Bringas nació una alianza en su contra por parte de Nicéforo y la emperatriz. Juan quedo relegado a su papel militar para el apoyo militar de Nicéforo en Oriente pero fue diana de una intriga contra él. Perdió su influencia y se vio forzado a aliarse con Teófano, ahora esposa del emperador Nicéforo II, que no tardó en ser asesinado en su propia habitación.
Juan I Tzimisces se hizo así con el poder. Para distraer el hecho de su usurpación empezó una serie de campañas militares exitosas. Venció a los rus en Tracia, tomó Dorostolon y se hizo dueño de la Bulgaria oriental. En su última campaña en Siria contra los abasíes reconquistó muchas ciudades antes de morir de forma repentina.
Ilustración de Giuseppe Rava para “Byzantine Imperial Guardsmen 925-1025: The Tághmata and Imperial Guard” de Osprey (2012)
Texto: Koldo Gondra
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