miércoles, 8 de octubre de 2025

Arte griego

 

1. El arte griego: condicionantes históricos y etapas de desarrollo Para comprender el mundo artístico griego, hay que partir de la culturas desarrolladas en las islas Cícladas y en torno a Troya en el tercer milenio antes de Cristo y que se denomina cretomicénica, debido a que es en la isla de Creta y en el Peloponeso, en Micenas concretamente donde alcanza su mayor desarrollo ya en el segundo milenio antes de nuestra era. El arte griego propiamente dicho se inicia a principios del primer milenio antes de Cristo, momento en el cual los dorios se asientan en la Península y provocan paralelamente el desplazamiento de anteriores emigrantes hacia las islas del Egeo y el Asia Menor (la Jonia).

Los nuevos habitantes de este territorio compartirán la vida en ciudades-Estado independientes (polis), muchas veces rivales entre sí, con diversas características comunes: una estructura social jerarquizada, con importante base esclavista, un desarrollo económico y comercial, y un sistema de pensamiento basado en el racionalismo, el antropocentrismo y la búsqueda de la belleza ideal. Estos aspectos se van a manifestar en el arte en lo referente al equilibrio de proporciones tanto en la arquitectura —los órdenes clásicos— como en las artes figurativas —aparición del canon o medida perfecta, el estudio de la anatomía y la preocupación por el carácter narrativo de las historias contadas en frisos o frontones.

 

1.2. La arquitectura griega

A. Características generales

La arquitectura griega, como la egipcia, es de carácter adintelado y su aportación más destacada es la creación de órdenes arquitectónicos (principios o normas según los cuales se construyen los edificios) que se basan en la unión fija de un elemento de soporte, la columna, y un elemento sustentado o entablamento, que mantienen entre sí una relación fija para poder generar construcciones bellas y proporcionadas. Tres son los órdenes griegos:

• Dórico. Se corresponde con una de las dos raíces del arte griego, la doria, en relación con las culturas de los metales que se desarrollan en Europa y con las primitivas construcciones en madera. Se extiende por Grecia continental y Sicilia y se caracteriza por una columna de fuste estriado en arista viva sin basa y con un capitel formado por molduras circulares —collarino y equino— y un ábaco cuadrado. El entablamento se divide en arquitrabe liso, friso con triglifos —que responden a las cabezas de las vigas transversales de las construcciones en madera— y metopas lisas o decoradas que servían para tapar los huecos entre las cabezas de las vigas. Rematando el entablamento fi gura una cornisa sobresaliente. El carácter sobrio de este orden motivó que los tratadistas del Renacimiento lo consideraran adecuado para la construcción de lugares vinculados con dioses o santos varones y fuertes.

• Jónico. Es originario de Asia Menor. Su carácter más ornamental, así como la esbeltez de sus proporciones, motivarán su relación con las divinidades femeninas, tanto en el mundo clásico como en periodos posteriores. La columna aparece con basa y el capitel tiene dos volutas que encuadran el equino, el ábaco es ahora más fi no. El entablamento presenta un arquitrabe dividido en tres fajas horizontales, llamadas platabandas, el friso corrido y la cornisa también saliente.

• Corintio. Se incorpora a la arquitectura griega en el siglo V a. C. y se caracteriza por su capitel dividido en dos cuerpos, el inferior con una doble fi la de hojas de acanto enroscadas en el centro y en los extremos y el superior con un ábaco curvo y fi no. El entablamento sigue el modelo jónico pero con un carácter más ornamental. Derivado del corintio nace, en pleno periodo helenístico, el orden compuesto que toma las hojas de acanto de este último y las volutas del jónico. Será muy utilizado en la arquitectura romana.

El edificio por excelencia del arte griego es el templo. Se levanta sobre unas gradas o krepis y según sus características recibe diferentes denominaciones. Podemos destacar las siguientes:

• Según su forma en planta. Por lo general el templo griego presenta una disposición rectangular pero en ocasiones excepcionales adopta una planta circular en cuyo caso se denomina tholos.

• Según las partes de su planta podemos distinguir templos de dos partes o de tres. – En el primer caso está compuesto de un pronaos (o pórtico) Dos partes. y una naos (o cella) como lugar principal donde se ubica la estatua del dios. – Añaden a las anteriormente citadas el opistodomos, nave Tres partes. o espacio que se sitúa en el lado opuesto al pronaos y que carece de comunicación con la cella.

• Según la distribución de las columnas en sus frentes:

– In antis. Cuando los muros de la naos o cella avanzan hacia el frente.

– Próstilo. Cuando tiene columnas en la fachada principal.

– Anfipróstilo. Cuando tiene columnas en la pronaos y en el opistodomos.

– Períptero. Rodeado de columnas en sus cuatro lados.

 – Díptero. Semejante al períptero pero con una doble fi la de columnas.

 – Pseudo períptero. Con columnas adosadas en los laterales.

• Según el número de columnas en su fachada: tetrástilo (cuatro), exástilo (seis), octástilo (ocho) y decástilo (diez).

 

B. Evolución cronológica y principales ejemplos

En el Periodo Arcaico (1000-500 a. C.)

La arquitectura se desarrolla fundamentalmente en torno a los santuarios como los de Olimpia (Templo de Zeus), Delfos o Atenas, dentro de la Península Helénica, y en la Magna Grecia (Sicilia), donde los más característicos son los de Selinonte y Paestum.

En el Clasicismo (siglo V)

Lo más significativo es la construcción de la Acrópolis de Atenas. La acrópolis (‘ciudad alta’) estaba presente en la mayoría de las ciudades griegas, con una doble función: defensiva y lugar de culto.

La entrada a la Acrópolis ateniense se realiza por una puerta monumental conocida como los Propileos. A su lado derecho y frontal se encuentra el Templo de Atenea Niké. Una gran estatua de bronce de Atenea realizada por Fidias se encontraba originariamente en el centro del recinto. A la derecha de donde se alzaba esta escultura se encuentra el Partenón o Templo de Atenea Parthenos o Todopoderosa. A la izquierda y al fi nal de la Acrópolis se sitúa el Erecteion, que presenta una tribuna sostenida por seis cariátides. También se encuentran los restos de un teatro al aire libre llamado Teatro de Dionisos donde estrenaron sus obras Sófocles, Aristófanes o Esquilo.

El Erecteion se presenta como un gran templo jónico con dos cellas, una dedicada a Atenea y la otra consagrada a Poseidón-Erecteo, a las que se accede a través de un amplio vestíbulo por el lado septentrional del templo. En el lado sur está el famoso Pórtico de las Cariátides, donde seis estatuas de mujeres jóvenes sirven de fuste de las columnas que sostienen el entablamento.

El Partenón es el edifi cio más característico de cuantos se encuentran en la Acrópolis. Está dedicado a Atenea Parthenos y conocemos los nombres de sus arquitectos: Ictinos y Calícrates. Se construyó en orden dórico y es octástilo y períptero. El material empleado es el mármol del Pentélico, con vetas ferruginosas que permiten mostrar colores diferentes en función de la incidencia del sol y de la luz. A estos efectos hay que añadir el perfecto estudio de las proporciones y del lugar donde se ubicó. Este hecho llevó a sus arquitectos a corregir las deformaciones visuales producidas por la aplicación de las leyes de la perspectiva a una estructura de tan grandes dimensiones. De ahí que todas las líneas horizontales, desde el basamento hasta el entablamento, estén combadas de forma convexa y todas las verticales ligeramente inclinadas hacia dentro; las columnas angulares son más gruesas que las centrales y los espacios de los intercolumnios disminuyen desde el centro hacia los extremos. Todo el Partenón, pues, está calculado con minuciosa perspicacia para producir en el espectador un efecto de maravillosa perfección.

El Helenismo (desde el siglo IV hasta la conquista romana)

El arte griego va a fragmentarse en este momento en multitud de escuelas y focos, cada uno de ellos con características propias que rompen defi nitivamente con la unidad que había caracterizado a las manifestaciones artísticas del Clasicismo.

Los ejemplos más característicos serán:

• Linterna de Lisícrates. La Levantada en la época de Alejandro (336-323 a. C.) en Atenas como homenaje al ganador de un concurso teatral. El trípode se erige sobre una base arquitectónica que destaca por su riqueza decorativa y en la que podemos observar capiteles corintios, orden que normalmente se reserva para el interior de los templos.

• Teatro de Epidauro El (finales del siglo IV a. C.). El género teatral es de creación griega y el edificio que alberga el espectáculo también lo es. Consta de tres partes esenciales: escena, orquestra y graderío. La escena se encuentra a nivel de tierra y en ella se emplean decoraciones giratorias en forma de prismas triangulares. La orquestra es la parte dedicada al coro; tiene planta circular y en el centro se alza la estatua dedicada a Dionisos, dios en cuyo honor se celebra la fi esta. El graderío tiene planta ultrasemicircular, rodeando en parte a la orquestra. Este prototipo pasará al mundo romano con ciertas modificaciones.

• Los planes urbanísticos de Hipodamos de Mileto. Con organización del espacio en cuadrículas que permiten el crecimiento de la ciudad multiplicando las perpendiculares y las paralelas, generando un ejemplo que habrá de repetirse tanto en el mundo romano como en la arquitectura de los siglos XIX y XX.

• Mausoleo de Halicarnaso El (360 a. C.- 340 a. C.). A la muerte de Alejandro, su imperio quedó dividido en pequeñas circunscripciones o reinos denominados satrapías. Con el paso del tiempo fueron desapareciendo pero solo Mausolo de Caria conservó su provincia y cercana su muerte quiso construirse un monumento que perpetuara su memoria en la capital de su estado: Halicarnaso. Para ello congregó a su alrededor a los grandes artistas del momento como el arquitecto Plinio El Joven y el escultor Scopas. Dado el lastimoso estado en que ha sido descubierto el Mausoleo, sigue siendo un verdadero problema reconstruir idealmente su aspecto, Aunque muchos detalles se nos escapen, no cabe duda que el Mausoleo fue una obra esencial en la resurrección del orden jónico, comenzada precisamente por entonces.


1.3. La escultura griega

 

A. Características generales

En la escultura griega se otorga absoluta primacía a la plasmación del cuerpo humano frente a la plástica egipcia en la que solo los dioses y el faraón eran considerados elementos dignos de representación. El hombre se esculpe en toda la plenitud de su belleza física y de su anatomía. Para poder conseguir una representación perfecta del individuo eran necesarias varias premisas:

• El dominio del material tanto del mármol, el más frecuente, como del bronce a la cera perdida, procedimiento en el cual sobresaldrían Mirón y Policleto.

• El aprendizaje en diferentes técnicas tales como el bulto redondo o el relieve destinado a la decoración de los templos (Fidias).

• La aplicación de las leyes de la proporción a través del canon, entendido este como la armonía de las proporciones basada en la correspondencia de las diversas partes del cuerpo. El módulo suele ser la cabeza y el ritmo proporcional de las medidas viene marcado por los huesos del dedo meñique. Este canon es variable tendiendo a una mayor esbeltez en el helenismo.

• La belleza ideal que viene plasmada en el llamado perfil clásico, según el cual los arcos superciliares se unen de forma armónica sin permitir que ningún elemento sobresalga en exceso del rostro. De ahí que la nariz y el mentón sean redondeados y escasamente sobresalientes.

• Las constantes: la representación del cuerpo masculino desnudo y del femenino muy vestido hasta la época de Praxíteles en la cual se generalizará la representación de las venus desnudas que pasarán al mundo romano.

• La contención expresiva y el idealismo en la expresión de los rostros que nunca denotan sentimientos extremos. Solo por la actitud, el movimiento o la mirada el escultor griego expresa el mundo del espíritu. Sin embargo, será a partir de la obra de Scopas y de los ejemplos del mundo helenístico como el Laocoonte cuando los escultores griegos introduzcan en la plástica el dolor, el pathos, y la expresividad exagerada.

 

B. Evolución cronológica y principales ejemplos

 

Periodo Arcaico

Predominan las figuras hieráticas, con un esquema de composición muy rígido y con los brazos pegados al cuerpo, la anatomía es muy esquematizada, los cabellos largos y rizados, los ojos almendrados, la sonrisa arcaica y el escaso interés que muestran por el detalle en el tratamiento de las vestiduras. Las imágenes más características son:

• Los kuroi. Estatuas de atletas masculinos de pie, con una pierna avanzada para sugerir el movimiento y que generalmente aparecen desnudos.

• Las koré. Son estatuas femeninas siempre vestidas, bien con el peplos dórico, más rectilíneo o bien con el jitón jónico, con más pliegues. Suelen sujetarse el vestido con una mano y portar en la otra un vaso de ofrendas o un fruto, por lo cual durante un tiempo fueron identificadas como sacerdotisas de fertilidad.

• Las esculturas de los templos de Delfos y de Zeus en Olimpia, así como los relieves del Trono Ludovisi —en el cual se representa el nacimiento de Venus—. El auriga de Delfos y el Poseidón de Histea denotan ya la evolución hacia el Clasicismo.

 

El Periodo Clásico

A mediados del siglo V, en la época de Pericles, se desarrolla el Clasicismo griego que se va a concretar en tres etapas a través de las cuales se va logrando el dominio de la técnica escultórica y de la representación de la anatomía.

• El Primer Clasicismo o Periodo Severo, representado por la obra de Mirón y Policleto.

• El Gran Clasicismo representado por Fidias.

• El Posclasicismo en el cual se encuadra la obra de Praxíteles, Scopas y Lisipo.

 

Periodo Severo

Mirón era broncista pero su obra nos ha llegado a través de copias romanas en mármol. Su objetivo era lograr la plasmación del cuerpo humano en movimiento, en la tensión previa a la acción. El mejor ejemplo es su Discóbolo, que representa a un joven atleta en el momento de lanzar el disco, con todos los músculos en tensión. Sin embargo, debe quedar clara la fidelidad de este artista al planteamiento básico de la escultura del momento: predominio del punto de vista frontal y su esfuerzo por enriquecer la composición enmarcada en este caso por un amplio arco dentro del cual se contraponen varias líneas que contribuyen a insertar la figura en su espacio circundante.

Policleto, por su parte, es también un excelente broncista y un teórico de la escultura. En su obra encontramos por primera vez el concepto de belleza entendida como la armonía de las proporciones entre las diferentes partes del cuerpo. Escribió una obra llamada Canon, hoy perdida, en la cual recoge su idea del canon de belleza: «Es conveniente que la cabeza sea la séptima parte de la altura total de la figura, el pie tres veces la longitud de la palma de la mano, y la pierna, del pie a la rodilla, deberá medir seis palmos y la misma medida habrá también entre la rodilla y el centro del abdomen».

 

Gran Clasicismo Pleno

Representado a la perfección por la figura de Fidias. Escultor, pintor y arquitecto, además de director de las obras de la restauración de la Acrópolis de Atenas, supo expresar plásticamente los ideales del pensamiento y de la obra de su gran mecenas: Pericles. Entre su gran producción escultórica destacan las imágenes de Atenea en sus distintas advocaciones y especialmente la decoración del Partenón: los frontones (con los temas del nacimiento de Atenea y la lucha entre Atenea y Poseidón), las metopas (en las cuales destaca la lucha entre centauros y lapitas) y el friso de las Panateneas. Esta última obra, que representa la procesión del pueblo ateniense para entregar el peplos a su diosa, incorpora una nueva técnica, la de los paños mojados, consistente en esculpir pesadas vestiduras que permiten ver la anatomía que cubren.

 

Posclasicismo

Los escultores van a romper con la serenidad característica de Fidias y tenderán a otros aspectos de la representación de la fi gura: el sentimiento trágico (Scopas), la sensualidad del cuerpo femenino desnudo (Praxíteles) o la búsqueda de un canon de proporciones más estilizado y con mayor conexión con el mundo real.

• Scopas exalta la angustia y el tormento interior de los personajes a los que representa y para conseguirlo, utiliza una serie de recursos que se repetirán en los años siguientes, sobre todo en las escuelas del helenismo: bocas entreabiertas, ojos hundidos y cuerpos contorsionados que se mueven en espiral.

• Praxíteles es considerado el escultor de la belleza sensual, de suaves formas redondeadas que se acentúan al apoyar el cuerpo sobre una pierna, con lo cual se crea una de las notas características de su estilo: la llamada curva praxitelina. También a este artista se debe la utilización de los paños mojados de Fidias, como sistemas de enmarcamiento de sus figuras, y la generalización del desnudo femenino (Afrodita de Gnido), que se convertirá en uno de los temas fundamentales del helenismo.

• Lisipo es el escultor de Alejandro Magno, quizá el que se interesa más por la expresión y el realismo de los rostros, como lo demuestra el retrato que realizó para el soberano macedonio. En sus imágenes de atletas prefiere un canon más alargado — para él la altura total de la estatua ha de ser ocho veces la altura de la cabeza— y estudia su proyección en el espacio circundante a través del movimiento de las piernas y los brazos avanzados hacia delante.

 

Helenismo

La muerte de Alejandro provocó una fragmentación en la unidad estilística del mundo griego. De esta manera, podemos ver que durante el helenismo se van a seguir realizando esculturas que siguen fielmente los principios del clasicismo sobre todo las representaciones de cuerpos femeninos desnudos como otras que combinan diferentes estilos y técnicas. Destaca especialmente la profusión de grandes grupos escultóricos, que sustituyen a las figuras aisladas y que exaltan el carácter trágico, los movimientos violentos, las actitudes forzadas y los cuerpos contorsionados y retorcidos. Este eclecticismo se va a manifestar en una serie de escuelas entre las que figuran:

• Escuela de Pérgamo. Su obra más destacada es el Altar de Zeus. En él se representaba la lucha de los dioses contra los gigantes. El conjunto manifi esta una gran confusión de paños, telas, animales y musculaturas poderosas que se alejan del equilibrio compositivo propio del clasicismo.

• Escuela de Rodas. Caracterizada por composiciones grandilocuentes y complejas en las cuales lo más característico es el estudio de la anatomía —grupo de Laocoonte y sus hijos—, de los paños que combinan las técnicas de Fidias —paños mojados— y de Kalimacos —paños transparentes—. Tiene como máximo exponente la Niké o Victoria de Samotracia.

• Los neoáticos. Se desarrollan en el fi nal del helenismo en plena expansión de la conquista romana. Los temas que tratan son escenas mitológicas pertenecientes al mundo cotidiano. Al primer grupo de obras pertenece la Venus de Milo, en la que se combina la estructura compositiva del clasicismo y un estudio de la anatomía más próximo al mundo real. Al segundo apartado pertenece el Espinario.

 

El arte helenístico entró a formar parte del complejo mosaico de estilos que convivieron en el Imperio romano, evolucionando durante siglos. Pero lo que no cabe duda es que alejado de su ambiente original, al helenismo solo le quedaban dos soluciones: anclarse en la tradición o buscar nuevas fórmulas que darán lugar al realismo del periodo de Nerón o a la melancolía que caracteriza las representaciones de la época del emperador Adriano.

3. Arte clásico: Roma. Historia del Arte. Editorial Vicens Vives, 2016

 

Los templos

El estado de conservación de los templos etruscos es muy deficiente, porque, con la excepción de la parte inferior, de piedra, el resto se construía con materiales perecederos como la madera y el ladrillo.

No obstante, gracias a las descripciones del arquitecto romano Vitrubio, sabemos que estos edificios tenían planta cuadrangular, descansaban sobre un podio alto y tenían un pórtico de columnas, tras el cual solía haber tres puertas que conducían a tres cellas paralelas dedicadas a las tres principales divinidades etruscas. También había santuarios de una sola cella.

A diferencia de los templos griegos, los etruscos daban más importancia a uno de los lados del santuario, concretamente la fachada de entrada, la cual quedaba realzada mediante el profundo pórtico columnario y las escaleras que le daban acceso. El techo tenía cubierta a dos aguas, y a menudo estaba decorado con frisos escultóricos y con estatuas de terracota en los extremos.

En sus inscripciones, Vitrubio también señala el uso del orden toscano, un orden arquitectónico arquitrabado que, además, es una innovación etrusca. Este orden, adoptado después por el arte romano, presenta dos características:

a) Una columna lisa con basa y capitel geométrico a la manera dórica, compuesto también de collarino, equino y ábaco.

b) Un entablamento formado por un arquitrabe liso, un friso sencillo sin triglifos ni metopas, y una cornisa.

 

PIES DE IMAGEN

 

En la necrópolis del Crucifijo del Tufo (Orvieto, s. VI-V a. C.) las tumbas se sitúan unas a continuación de otras, alineándose al exterior las puertas.

Entre las tumbas de la necrópolis etrusca de Orvieto también las encontramos excavadas en la roca, con forma rectangular.

Modelo de templo etrusco pseudoperíptero, con cella abierta y doble representación del dios Baco en el tímpano. Es un pequeño objeto votivo de arcilla fina de color rosa.

 

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El realismo escultórico

La escultura etrusca también se sitúa, por la función y la temática, principalmente en el ámbito funerario. Los sarcófagos fueron la tipología escultórica más destacada. Estas obras, esculpidas mayoritariamente en bronce y terracota, reproducen a los difuntos con una gran veracidad en una escena relajada y cotidiana, como es el caso del Sarcófago de los esposos de Cerveteri.

Esta voluntad de fidelidad realista por reproducir los rasgos físicos de los difuntos revela un aspecto básico de la cultura etrusca: el profundo temor a la muerte y al olvido, y la creencia de que el difunto viviría en otra vida.

Formalmente, en la escultura etrusca se adivinan aspectos de la escultura arcaica griega, como la sonrisa forzada, los ojos almendrados, el uso de la geometría y un cierto hieratismo.

Estas mismas características son las que determinan la escultura de las estatuas exentas que solían adornar los templos, de las cuales el ejemplo más destacado es el Apolo de Veyes.

 

Otro género muy popular en la escultura fue el retrato, cuyo elevado realismo tuvo una gran incidencia en la estatuaria romana. Igualmente importantes fueron las representaciones escultóricas de animales míticos o fantásticos, como, por ejemplo, la Quimera de Arezzo.

 

PIES DE IMAGEN

 

La Quimera de Arezzo (s. V-IV a. C.), Museo Archeologico Nazionale, Florencia. Es un perfecto ejemplo de arte mitológico etrusco. Esculpido en bronce, sorprende por su vitalidad y su energía.

Supuesto retrato de Lucio Junio Bruto en un busto de posible origen etrusco (300 a. C.), Musei Capitolini, Roma.

Sarcófago de Laetitia Seianti (s. II a. C.), Museo Archeologico Nazionale, Chiusi. Era común que los escultores representasen al difunto en una actitud cotidiana relajada.

El Apolo de Veyes (510-490 a. C.), Museo Nazionale Etrusco, Roma. Escultura de terracota que presenta una clara influencia del arte arcaico griego.



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- Anfiteatro. De planta elíptica, surge de la unión de dos teatros. Allí se celebraban luchas de gladiadores, naumaquias y venationes (luchas de animales). El Coliseo de Roma es el ejemplo más importante, pero también cabe destacar el anfiteatro de Nimes, Francia, y los de Mérida y Tarragona, en España.

- Circo. Lugar donde se organizaban las carreras de cuadrigas (caballos y carros) y se realizaban actividades atléticas. A pesar de su mal estado de conservación, destaca la magnificencia del circo Máximo en Roma.

b) Monumentos de carácter administrativo. El más importante es la basílica, un edificio generalmente rectangular formado por tres naves cubiertas con una bóveda de cañón y media cúpula al fondo, destinada al comercio, a la administración de justicia y a diversos actos públicos. La más importante es la basílica de Majencio en el foro de Roma.

c) Monumentos conmemorativos. Son elementos arquitectónicos como los altares, columnas y arcos, extraídos de su contexto constructivo habitual, individualizados y magnificados, que recuerdan perennemente las gestas del Imperio.

- Columnas conmemorativos. Pueden ser de dos tipos: la columna rostral, con el fuste decorado con elementos escultóricos que representaban la proa de un barco (rostrum), y que recordaba victorias navales, y la columna historiada, con el fuste recubierto con relieves de gestas bélicas, como la columna Trajana, sin duda el mejor ejemplo.

- Arcos de triunfo. Construidos en el foro o en los accesos de las ciudades; podían ser de una o de tres arcadas. Los arcos de Tito y de Septimio Severo en Roma y el de Bará en Tarragona son excelentes ejemplos.

 

Materiales

Los romanos construían la mayoría de sus edificios con piedra y ladrillo, pero a partir del siglo II a. C. también utilizaron el mármol para las columnas y el revestimiento de lujo.

Los romanos también usaron nuevos tipos de paramento para levantar muros; el más importante fue el opus caementicium, realizado con una mezcla de piedras pequeñas, grava, arena, cal y agua, que era equiparable al hormigón actual y que permitía cubrir grandes espacios.

 

INFORMACIÓN AÑADIDA

 

El arco de Tito en Roma (s. I d. C.) presenta elementos decorativos y constructivos innovadores, como los capiteles compuestos de las columnas y las ventanas ciegas.

El anfiteatro romano de Tarragona (s. II d. C.) presenta una parte de la cávea excavada en la roca y la otra construida sobre bóvedas inclinadas en opus caementicium.

Basílica de Majencio o de Constantino (s. IV d. C.), Roma. De proporciones colosales, aún conserva el arranque de los arcos que sostenían las tres bóvedas de la nave central.

 

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3.6. REALISMO E IDEALISMO DE LA ESCULTURA ROMANA

La escultura romana se subordina claramente a la arquitectura, ya que la mayoría de las obras escultóricas tienen como objetivo ornamentar edificios o monumentos. En cuanto al estilo, la estatuaria romana está influenciada por el arte etrusco y el arte griego, por el cual Roma sintió una gran admiración cultural. En este sentido, cabe señalar la gran cantidad de copias en mármol realizadas a partir de originales griegos en bronce desgraciadamente desaparecidos.

Además del mármol, los escultores romanos también trabajaron con piedra y bronce, materiales con los que desarrollaron dos géneros escultóricos propios: el retrato y el relieve histórico.

 

El retrato

En esta tipología se incluyen el busto, la escultura exenta y la escultura ecuestre. Esta última tipología está representada por la estatua de Marco Aurelio, modelo para las estatuas ecuestres del Renacimiento.

En un primer momento estos retratos tienen como referencia la escultura funeraria etrusca y la tendencia realista de la estatuaria griega del período helenístico (siglo III a. C.). Posteriormente, en el siglo I d. C., el retrato imperial adopta un cierto idealismo, propio del período clásico griego, pero muy afectado por la corriente popular que humaniza los gestos. Gradualmente se simplifican las formas, y en el período del Bajo Imperio o tardorromano (siglos III-V) se tiende a la esquematización y aparece una

evidente voluntad de solemnizar el personaje, anticipando la rigidez del retrato bizantino.

 

INFORMACIÓN AÑADIDA

Retrato ecuestre de Marco Aurelio (s. II d. C.), Roma. Escultura en bronce del emperador a caballo. Este modelo tuvo gran influencia en el Renacimiento italiano del s. XV.

Busto de Tito Flavio Vespasiano (s. I d. C.), Musei Capitolini, Roma. El escultor retrata al emperador con gran realismo, sin idealizar al personaje.

La dama de la permanente (s. II d. C.), Musei Capitolini, Roma. En los retratos femeninos, el peinado sirve a los historiadores para identificar su época.

Estatua Barberini (finales s. I a. C.), Musei Capitolini, Roma. Este senador lleva en las manos los retratos de sus antepasados, probablemente realizados a partir de las máscaras mortuorias que se hacían en cera, como era costumbre en las clases altas de la sociedad romana.

 

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El relieve histórico

El relieve histórico se caracteriza por su alto grado narrativo, y por cómo recrea con gran realismo y vivacidad numerosas escenas bélicas que subrayan la grandeza del Imperio. En este sentido destaca el gusto por la creación del paisaje y la decoración arquitectónica.

Estos relieves se esculpen en impresionantes monumentos conmemorativos, como altares (aras) -Ara Pacis, en Roma-, arcos de triunfo y columnas exentas. La adecuación de los relieves al espacio arquitectónico tiene en la decoración helicoidal de la Columna Trajana un ejemplo paradigmático; también es el mejor documento escultórico que se ha hecho

nunca de un emperador.

 

Información añadida mediante imágenes:

Relieve del arco de Septimio Severo (203), Museo

Archeologico Nazionale, Roma. La combinación del bajo, el alto y el medio relieve, permite al escultor dotar a la obra de una cierta perspectiva.

Relieve del Arco de Constantino (procede de un monumento de Marco Aurelio, s. II d. C). El alto grado de realismo del relieve histórico permite incluso identificar a los personajes.

Columna Trajana (s. II a. C.), Roma. En una franja helicoidal, que recorre toda la columna de arriba a abajo, se narra, con relieves, la conquista de la Dacia por las legiones de Trajano.

Cabeza de Constantino (s. IV), Musei Capitolini, Roma. Aunque la expresión del rostro es intensa, el modelado es seco y duro y ya anticipa la rigidez hierática de la escultura bizantina.

 

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3.7. LA DECORACIÓN PICTÓRICA

La cultura y el arte griegos fueron referentes permanentes de la pintura romana desde sus orígenes. La llegada de obras pictóricas procedentes de los botines obtenidos en Grecia influyó sobre los temas, de manera que aumentaron gradualmente las escenas mitológicas y la plasmación de los ritos religiosos.

A partir del siglo I a. C., se extendió la práctica de la

decoración de interiores de casas, palacios, edificios públicos y religiosos, utilizando la técnica de la pintura mural al fresco y mostrando una preferencia mayor por temáticas cotidianas.

La mayor parte de estas obras se han podido conservar gracias a la erupción del Vesubio del año 79 d. C., que sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano y preservó edificios intactos. En conjunto, estas pinturas se caracterizan por un alto grado de realismo, en el cual destaca el uso de la perspectiva

-que se consigue disminuyendo el tamaño de las figuras y difuminando los detalles para dar la sensación de profundidad-, el detallismo, la precisión, la riqueza cromática y la fuerza expresiva.

Tradicionalmente se establecen cuatro estilos o sistemas pictóricos muy diferenciados:

a) Primer estilo o estilo de incrustación. Desarrollado

desde mediados del siglo II a. C. hasta comienzos del

siglo I a. C., este estilo presenta una influencia griega

intensa, que se caracteriza por la imitación de grandes losas de mármol o columnas, como es el caso de la Casa dei Griffi o de los Grifos en Roma.

 

b) Segundo estilo o estilo arquitectónico. Apareció en

Roma a comienzos del siglo I a. C., y simulaba elementos arquitectónicos pintados, como si toda la pared se abriese al exterior, tratando de crear una sensación ilusionista. A medida que el estilo evolucionó, se incorporaron escenas mitológicas paisajísticas o humanas en el centro del muro, como si fuesen ventanas pequeñas o cuadros colgados.

Las pinturas que decoran la Villa Fanio Sinistor de Boscoreale o los grandes frisos de la Villa dei Misteri en Pompeya son algunos de los ejemplos más notables.

 

Información añadida mediante imágenes:

Vista del Vesubio desde las ruinas de la ciudad de Pompeya. En muchos de los edificios de esta ciudad se han encontrado pinturas en muy buen estado de conservación.

Los frescos de la Villa Fanio Sinistor de Boscoreale (s. I a. C.) simulan muy bien los elementos arquitectónicos propios del segundo estilo pictórico.

Los frescos de la Villa dei Misteri de Pompeya (s. I a. C.) forman frisos de grandes figuras, extendidos por los muros como un zócalo alto. Representan la iniciación en los ritos báquicos y crean una ilusión de perspectiva.

 

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c) Tercer estilo o estilo ornamental. Nacido durante las últimas décadas del siglo I a. C. en Roma, y desarrollado bajo la moda impuesta desde la corte imperial de Augusto, este estilo sustituyó los edificios del segundo estilo por una arquitectura fantástica y de perspectivas imposibles que, sin ocupar todo el muro, se abrían como ventanas a un mundo imaginario en medio de las paredes. También era frecuente la presencia de esculturas que simulaban que sostenían la ventana.

Las pinturas del triclinium (comedor) de la Villa di Livia de Prima Porta son un buen ejemplo del estilo ornamental.

d) Cuarto estilo o estilo ilusionista. Apareció en Pompeya después del terremoto del 62 d. C. Se caracteriza por la reaparición de las arquitecturas del segundo estilo, pero con más presencia de escenas amorosas, picarescas, mitológicas y de la vida cotidiana y familiar.

Otra característica es la calidad escenográfica de algunas pinturas que reproducen escenas teatrales con cortinajes, telones y máscaras.

Son un ejemplo excelente para la caracterización de este estilo los frescos que decoran la Casa di Marco Lucrezio en Pompeya.

 

Además de la pintura mural también se han conservado pinturas sobre madera y al temple o encáustica (a la cera), que muestran las mismas características realistas propias del arte romano.

 

Información añadida:

Fresco de la Villa di Livia de Prima Porta, en Roma (finales del s. I a. C.), que refleja el estilo ornamental (tercer estilo) con perspectivas de un jardín imaginario.

Fresco de la Casa di Marco Lucrezio, en Pompeya (s. I d. C.), representativo del estilo ilusionista (cuarto estilo) con figuras arquitectónicas y escenas con personas.

Interior de un dormitorio de la Villa de Boscoreale en el cual se aprecia la riqueza y la sofisticación de la pintura mural.

 

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3.8. EL DETALLISMO DEL MOSAICO

El mosaico romano es un legado helenístico, llegado a través de las antiguas colonias griegas del Sur de la península Itálica. Su gran desarrollo se produce en la época imperial (siglos I a. C.-II d. C.), y su aplicación, tanto en el suelo como en las paredes de las casas particulares y de edificios públicos, es claramente ornamental.

El mosaico se construye con trocitos de pasta de vidrio, esmalte o mármol llamados teselas. Según el tamaño y la forma de las teselas se distinguen tres técnicas diferentes: el opus tessellatum y el opus vermiculatum, de herencia griega, y el opus sectile, creado con fragmentos de mármol de diverso tamaño. El opus sectile era la técnica habitual en edificios públicos y privados de gran suntuosidad.

Al principio el mosaico romano representa temas de la mitología y de la pintura griegas, como La batalla de Isos entre Alejandro y los persas. Más tarde, el gusto por el detalle y por los colores vivos, tomado de la pintura mural, permitió un amplio repertorio temático, que incluye motivos vegetales y figuras geométricas.

 

Información añadida:

Músicos de calle (s. I. a. C.), mosaico encontrado en la Villa del Cicerone de Pompeya es de tipo costumbrista y anecdótico.

Detalle del mosaico La batalla de Isos (s. I. a. C.) que refleja los rostros del rey persa Darío y sus Inmortales, nerviosos, asustados y despavoridos ante el desastre.

Alejandro Magno en la batalla de Isos, mosaico de la Casa del Fauno de Pompeya. Entre sus características principales cabe citar las grandes dimensiones (5 por 2,70 m), los colores (blanco, amarillo, rojo y negro) con diversos matices, el movimiento frenético, el uso

del escorzo en la perspectiva y el expresionismo de los rostros.

 

 


2. Arte clásico: Grecia. Historia del Arte. Editorial Vicens Vives, 2016/2023

2. Arte clásico: Grecia

2.4. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ARTE GRIEGO

Toda la cultura y el arte de Occidente están profundamente marcados por el legado clásico, que constituye la base más sólida e importante de la civilización occidental. Conceptos como hombre, naturaleza, razón, armonía y belleza, pilares fundamentales sobre los cuales se fundamenta la génesis creativa del arte griego, no sólo han estado presentes en la evolución del arte europeo a lo largo de la historia, sino que también, de una manera más directa, fueron modelo y referencia del arte romano y de las reinterpretaciones renacentistas (siglos XV-XVI) y neoclásicas (último tercio del siglo XVIII).

Esta frase del filósofo griego Protágoras, “el hombre es la medida de todas las cosas”, sintetiza las características generales del arte helénico. Sobre la base de dicho pensamiento, las manifestaciones arquitectónicas y escultóricas dejaron de lado el monumentalismo de los estilos orientales precedentes e iniciaron una búsqueda incansable de la belleza, basándose en la armonía y en la proporcionalidad en relación al ser humano.

En esta búsqueda de la belleza y la armonía, los edificios fueron ganando en esbeltez y elegancia, en parte gracias a las minuciosas correcciones visuales efectuadas a partir de cálculos matemáticos que determinaban cada elemento de la construcción en relación con el resto.

En el terreno escultórico, el progreso hacia la belleza consistió en la captación naturalista de la belleza humana, que era el objeto principal de las representaciones.

La pintura merece un capítulo aparte, porque no se tienen muchas referencias, más allá de algún caso aislado, como por ejemplo la tumba del Saltador en Paestum, y del nombre de algunos pintores como Apeles, Apolodoro, Parrasio o Zeuxis. Sólo la decoración de figuras negras y figuras rojas de ánforas y otros vasos de cerámica ofrece una visión parcial de cómo se representaban las formas pictóricas griegas.

 

2.5. URBANISMO: LA CONSTRUCCIÓN DE LA DEMOCRACIA

El urbanismo de las ciudades griegas estuvo condicionado esencialmente por tres factores:

a) El carácter independiente de las polis.

b) La topografía montañosa del terreno.

c) La introducción de la democracia en Atenas.

Las polis helénicas se organizaron en el interior de un recinto amurallado, preparado para hacer frente a los habituales y sucesivos conflictos bélicos que se produjeron a lo largo de la historia de la Grecia clásica. En su interior, destaca la zona más alta e igualmente fortificada de la ciudad, la acrópolis, un recinto en el que se construían todos los edificios de carácter sagrado. Además, la implantación progresiva de la democracia en algunas ciudades planteó la necesidad de crear diferentes elementos urbanísticos de tipo social, político y económico comunes.

Estos elementos urbanísticos se organizaron alrededor del ágora o plaza pública, lugar que ejemplifica con más precisión el carácter democrático de la polis griega, porque allí se desarrollaban diversas actividades, como las celebraciones públicas, las asambleas políticas, las transacciones mercantiles y la administración de justicia.

 

Pie de las fotos:

-Cariátides del Erecteion (s. V a.C.), Acrópolis, Atenas. Esculturas femeninas utilizadas en arquitectura como elemento de sostén.

-Lucha de Zeus contra Porphyrion (s. II a.C.), Pergamonmuseum, Berlín. Los relieves del Altar de Zeus en Pérgamo reflejan el barroco helenístico: vitalidad, teatralidad y movimiento de los vestidos, cuerpos distorsionados, expresión trágica, etc.

-Guerrero de Riace (460-430 a.C.), Museo Nacionale de Reggio di Calabria, Italia. Escultura de bronce a la cera perdida y con detalles añadidos con otros materiales, como las pestañas de cobre o los dientes de plata. Pertenece al período llamado griego clásico. El artista consigue romper el hieratismo arcaico con un ligero contraposto.

 

 

Pie de las fotos:

-Frescos de El Banquete (arriba) y del Saltador (abajo) en Paestum (c. 480 a.C.). Los frescos de la tumba del Saltador son una de las escasas muestras de pintura griega conservadas. La zambullida simboliza, probablemente, el paso a la otra vida.

-FIDIAS: Relieve de los caballeros (447-432 a.C.). Fragmento del friso de las Panateneas del Partenón de Atenas. Imagen extraordinaria de vitalidad y de fuerza, contenida por el sereno equilibrio de la razón humana. Destaca también la capacidad de crear profundidad por medio de la superposición de los diferentes personajes.

-Crátera (s. VII a.C.). Tiene forma globular y boca ancha. Predominan los motivos geométricos en la decoración. En las cráteras se mezclaba el vino con el agua antes de servirlo.

2. Erecteion

 

Ficha técnica

Edificio: Erecteion (o Erecteón).

Autor: Mnesicles y Filocles (siglo V a.C.).

Cronología: 42-405 a.C.

Tipología: templo.

Material: mármol del Pentélico.

Estilo: griego clásico.

Localización: Acrópolis de Atenas.

 

Descripción formal

Si el templo del Erecteion se compara con el Partenón, sorprenden sus reducidas dimensiones y su carácter poco unitario.

El edificio presenta cuatro fachadas distintas con pórticos de columnas y con la entrada principal orientada hacia el Este.

En el pórtico Este se levantan seis esbeltas columnas de orden jónico, igual que las cuatro columnas adosadas del pórtico Oeste y las seis (cuatro en la vista frontal y las otras en los laterales) que sostienen el pórtico Norte.

En cambio, en el pequeño pórtico Sur, el fuste de seis columnas se ha sustituido por figuras femeninas (cariátides) de gran belleza y naturalismo, tanto en los rostros (muy deteriorados) como en los pliegues de los vestidos.

Las columnas aguantan en todos los casos un cornisamento o entablamento con un arquitrabe de tres franjas y con el friso y la cornisa correspondientes. El santuario de Atenea tenía originariamente frontón y cubierta de dos vertientes, mientras que el pórtico Norte y el de las cariátides presentan una cubierta plana o con dintel.

La planta del templo se adapta al terreno. El eje principal lo forma un espacio rectangular creado por la unión de dos templos: el santuario de Atenea y el templo dedicado a Poseidón y Erecteo.

El santuario consta de un pórtico hexástilo y una celda interior con un altar; el templo de Poseidón y Erecteo consta de un vestíbulo que distribuye las dos celdas destinadas al culto. El pórtico de este templo está desplazado a la fachada lateral, al Norte, con el fin de respetar el lugar donde crecía el legendario olivo de Atenea.

Finalmente y perpendicular al pórtico Norte, se halla el pórtico presidido por las impresionantes cariátides, a través del cual se accede a una escalera que desciende hasta la tumba de Cécrope, primer rey del Ática.

El Erecteion es una obra innovadora que rompe con el concepto de unidad sin renunciar al de simetría. Está considerado el máximo exponente del estilo jónico ateniense.

 

Entorno e integración urbanística

El templo del Erecteion fue la última obra realizada en la Acrópolis, construido al lado norte del Partenón.

Está situado sobre el lugar donde, según la leyenda, se encuentra la roca de la cual Poseidón hizo brotar una fuente de agua salada.

El templo se adapta perfectamente a la escarpadura irregular de la Acrópolis de Atenas y se relaciona de modo armónico con los edificios restantes.

 

Función, contenido y significado

El Erecteion era un templo dedicado a Atenea, Poseidón, Cécrope y Erecteo – mítico rey ateniense que da nombre al templo –, considerado este último el fundador de las panateneas, las fiestas más importantes de Atenas, que se celebraban en honor a la diosa Atenea.

Según la mitología griega, Zeus promovió una competición divina para elegir al dios protector de la ciudad. Participaron en la competición Poseidón, que clavó su tridente en la roca e hizo brotar de ella agua salada, y Atenea, que hizo nacer un olivo entre las rocas. Cécrope, primer rey de Ática, dio la victoria a la diosa, en cuyo honor la polis fue llamada Atenas.

Las figuras femeninas del pórtico Sur reciben el nombre de cariátides, en memoria de las mujeres de Caria (en Asia Menor), tomadas como esclavas por los griegos por haber ayudado a los persas durante las guerras médicas (499 - 449 a.C.); estas custodian el lugar donde se encuentra la tumba de Cécrope.

El templo fue utilizado como iglesia en el siglo VII y, más tarde, como polvorín. La restauración actual es del año 1987.

 

MODELOS E INFLUENCIAS

El Erecteion sigue la tipología y la práctica constructiva de los templos griegos y es el máximo exponente de la arquitectura de orden jónico. Sin embargo, su particular morfología lo convierte en un edificio extremadamente singular en la arquitectura griega.

Las cariátides parecen estar inspiradas en un grupo de columnas coronadas por los bustos de cuatro mujeres halladas cerca del santuario de Delfos y atribuida al escultor ático Calímaco, en el siglo V a.C.

Numerosas estatuas, tanto de época romana como renacentistas y neoclásicas, han seguido el modelo de cariátides del Erecteion.

 

Imagen 4: Bartolomeo Ammannati: Ninfeo de la Villa Giulia (1441 - 1553).

 

Imagen 1: El olivo de Atenea.

Imagen 2: La escalera del pórtico de las cariátides conduce a la tumba de Cécrope.

Imagen 3: En las cariátides puede apreciarse la minuciosidad del trabajo escultórico.

 

Planta del erecteion y fotos en tres cuarto del erecteion

3. Atenea Áptera o Atenea Niké (Calícrates)

 

Ficha técnica

Edificio: Atenea Áptera o Atenea Niké.

Autor: Calícrates (activo en siglo V a.C.).

Cronología: 421 a.C. (proyectado en 449 a.C.).

Tipología: templo.

Material: mármol del Pentélico.

Estilo: griego clásico.

Localización: Acrópolis de Atenas.

 

Descripción formal

El templo de Atenea Niké es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de orden jónico. Es un templo anfipróstilo y tetrástilo (cuatro columnas en las fachadas anterior y posterior), que se levanta sobre una plataforma (estilóbato) elevada por tres escalones (estereóbato).

La entrada está flanqueada por dos columnas o pilares situadas entre dos tramos de muro.

Las columnas jónicas de las fachadas están formadas por:

— Una base con dos molduras —el bocel o toro (convexa) y la escocia (cóncava).

— Un fuste monolítico con estrías de cantos planos.

— Un capitel decorado con volutas.

El entablamento se estructura en tres franjas superpuestas sobre las que se levantan el frontón y las acroteras. La cubierta, ahora desaparecida, era de dos vertientes.

Originariamente, en el interior del templo había una escultura de madera policromada que representaba la Victoria (Niké o Nique) sin alas (áptera).

Según la leyenda, representaron a la diosa sin alas para que nunca pudiera abandonar Atenas.

 

Entorno e integración urbanística

El templo de Atenea Niké se halla situado al lado de los Propileos, que dan acceso al conjunto de edificios sagrados que conforman la Acrópolis.

Este complejo urbanístico religioso se alza sobre una plataforma natural de 156 metros de altitud que domina la ciudad de Atenas, lo que demuestra la importancia que tenía.

 

Función, contenido y significado

El templo de Atenea Niké o Atenea Victoriosa era básicamente un altar de acción de gracias dedicado a esta diosa griega de la sabiduría y de la estrategia en la guerra, patrona de la ciudad de Atenas. La construcción se hizo para conmemorar la victoria de Ateneas en las guerras médicas.

Las ceremonias religiosas se celebraban en el exterior del templo, mientras que en su interior se custodiaban la imagen de la divinidad y el tesoro.

 

MODELOS E INFLUENCIAS

El templo de Atenea Niké, como templo votivo encargado de guardar la imagen de la divinidad y las ofrendas, es de pequeñas dimensiones, como el Tesoro de los Atenienses —construido tras una victoria en las guerras médicas— y el Tesoro de los Sifnios, ambos en Delfos.

El clasicismo de esta edificación toma relevancia en la arquitectura europea durante el periodo Neoclásico.

 

Tesoro de los Atenienses (500-490 a.C.).

La Victoria descalzándose la sandalia. Relieve del friso (imagen)

Imag3en de la estructura

Imagen del plano del templo

 

4. Teatro de Epidauro (Policleto)

 

FICHA TÉCNICA

Edificio: teatro de Epidauro.

Autor: Policleto el Joven (Argos, ss. V-VI a.C.).

Cronología: 350 a.C.

Tipología: teatro.

Material: piedra.

Estilo: griego clásico.

Localización: Epidauro, en el Peloponeso.

 

Descripción formal

La estructura constructiva del teatro de Epidauro se divide en tres partes características y bien diferenciadas: la orquestra, la cávea y las construcciones escénicas (proscenio y escena). La orquestra, espacio totalmente circular, tiene el suelo de tierra y un altar de piedra, ya desaparecido, en el centro. A su alrededor, ocupando dos terceras partes de circunferencia, está la cávea, de 120 metros de diámetro.

Un pasillo perimetral denominado diazoma separa la cávea o espacio de los espectadores en dos secciones. El aforo del teatro era de 15.000 espectadores, que ocupaban dos tipos de asientos: los populares, consistentes en gradas lisas de piedra, y los de las personalidades políticas, reforzados con respaldo y brazos.

Finalmente, están las construcciones escénicas —de planta rectangular— dispuestas en posición tangente detrás de la orquestra. En este espacio estaba la escena, un edificio de dos pisos y un balcón hoy destruido que podía representar un palacio, una choza o un comercio según los decorados delanteros pintados, y que también servía como almacén y zona de vestuarios de los actores; y el proscenio, un espacio elevado situado entre la orquestra y la escena, que es donde, propiamente, se desarrollaba la acción teatral.

 

Entorno e integración urbanística

El teatro de Epidauro tiene la cávea situada en la ladera de una colina, aprovechando la pendiente natural de la montaña, a las afueras de la actual ciudad Epidauro, en el extremo Sudoriental de península del Peloponeso. Tanto por ubicación como por sus características, la integración en el entorno paisajístico es excelente y demuestra la estrecha relación que había entre arte y naturaleza en el mundo griego.

 

Función, contenido y significado

El teatro de Epidauro formaba parte de un complejo arquitectónico del santuario de Asclepio, dios de la medicina. Nació a raíz de las fiestas que los griegos dedicaban a Dionisio, dios del vino y de la fiesta, en primavera y en invierno. Esto explica la construcción, en el centro de la orquestra, de un altar destinado a los actos rituales en honor del dios. La acción se desarrollaba en el proscenio.

La acústica de este espacio es tan precisa, que puede oírse a los actores sin problemas desde cualquier rincón de la cávea.

Se representaron en él las mejores tragedias de Sófocles, Eurípides y Esquilo y las comedias de Aristófanes.

 

MODELOS E INFLUENCIAS

El teatro de Epidauro ilustra perfectamente la evolución de la arquitectura clásica del teatro hacia las formas helenísticas, que incrementan las dimensiones de la cávea y elevan el proscenio, que anteriormente estaba al nivel de la orquestra.

Este modelo lo siguieron muchos otros teatros posteriores, tanto griegos (teatro de Segesta, en Sicilia) como romanos.

 

 

Teatro de Segesta, en Sicilia (siglo III a.C.).

Planta del teatro de Epidauro

Imágenes del teatro de Epidauro: extremo de la cavea y vision desde arriba de la orquestra

 

7. Discóbolo (Mirón)

 

FICHA TECNICA

Título: Discóbolo.

Autor: Mirón (Eléuteras, activo entre 480-440 a.C.).

Cronología: 460 a.C.

Tipología: escultura exenta.

Material: original de bronce; copia romana en mármol.

Medidas: 1’55 m (alto).

Estilo: griego clásico.

Tema: conmemorativo.

Localización: Museo Nazionale Romano (Roma).

 

Descripción formal

El Discóbolo rompe los principios básicos de frontalidad y rigidez de la escultura arcaica y refleja la inquietud del artista por mostrar el movimiento. Visto de perfil, el cuerpo describe una “S” que se combina con el arco que describen los brazos tendidos.

A pesar de la violencia dinámica que expresa la acción, resulta evidente la habilidad de Mirón para equilibrar la composición haciendo que el brazo que sostiene el disco esté

en contrapeso con la pierna en que descansa el otro brazo. Esta ordenación de las líneas en movimiento se denomina rhytmos.

Otro aspecto significativo es el buen trabajo anatómico del escultor, que marca fielmente todos los músculos en tensión que participan en el ejercicio atlético. No obstante, esta expresividad no se refleja en la cabeza, cuya representación conserva reminiscencias de la etapa anterior, como pueden ser el hieratismo del rostro y la geometrización del cabello.

En la pieza original de bronce se conseguía sostener la figura sin utilizar ningún tipo de soporte. En cambio, en la copia de mármol, a causa del peso del material, el soporte resulta imprescindible.

 

Temática

El Discóbolo es la imagen de un joven atleta, Jacinto, que murió en unos juegos dedicados al dios Apolo. La elección de un atleta como tema escultórico principal no es extraña. En la época, además de las divinidades, los atletas, que disfrutaban de gran fama, eran presentados como modelo de belleza ideal.

 

MODELOS E INFLUENCIAS

Debe señalarse la influencia que ejercieron en la obra de Mirón los vasos de cerámica pintados y las pequeñas estatuillas de bronce, obras de gran importancia para entender la gran escultura de mármol o de bronce desde los puntos de vista formal y temático.

En la cerámica y en estas obras menores, el artista disponía de mayor libertad creativa y facilidad técnica y, por consiguiente, podía proponer soluciones formales más avanzadas, que luego eran reproducidas en mármol.

Aspectos como la tensión muscular o la interacción de la obra con el espacio circundante fueron, sin duda, innovaciones decisivas para el futuro de la escultura.

 

 

INFORMACIÓN AÑADIDA

El rostro no se adecua a la expresividad del resto del cuerpo. Imagen rostro

A modo de un arco, la figura concentra toda la tensión para el lanzamiento. Imagen con líneas

Céramica griega anfora pintada del siglo V ac

 

8. Doríforo (Polícleto)

 

FICHA TÉCNICA

Título: Doríforo.

Autor: Policleto (Argos, activo en el siglo V a.C.).

Cronología: 450-440 a.C.

Tipología: escultura exenta.

Materiales: obra original en bronce; copia romana en mármol.

Medidas: 2’12 m (alto).

Estilo: griego clásico.

Tema: atlético.

Localización: Museo Archeologico Nazionale (Nápoles).

 

Descripción formal

Policleto esculpe la figura de un joven atleta de pie, desnudo, que con la mano izquierda sostiene una lanza —actualmente perdida—.

La composición de la escultura ha sido ejecutada mediante un cálculo preciso de proporciones, dimensiones y líneas que constituye, para el autor, el canon anatómico perfecto, según el cual la altura total debe ser equivalente a siete veces la cabeza.

POLICLETO establece un sutil juego armónico entre las distintas partes del cuerpo para conseguir un equilibrio, conocido como contrapposto. El autor consigue así una

interesante contraposición entre lo dinámico y lo estático, porque mantiene el torso en tensión al mismo tiempo que marca la elevación de la cadera derecha y flexiona la pierna izquierda, produciendo el efecto contrario en sus hombros.

En el modelado, el cuerpo presenta más trabajo en el torso, en el que se marcan claramente las líneas principales de la musculatura. En la cabeza se aprecia una mayor voluntad naturalista en cuanto a la captación del gesto y la distribución plástica del pelo.

Realizada para ser vista de frente, marca claramente el eje vertical.

 

Temática

Esta escultura representa a un atleta en actitud de reposo instantes antes de participar en su prueba de lanzamiento. La imagen resume el ideal antropológico de los griegos de la época clásica: el hombre en plenitud juvenil preparado para participar en los juegos, en equilibrio entre vigor físico e inteligencia, destreza y voluntad; los factores corporales en armonía con los espirituales.

Para representar el equilibrio y la armonía, las proporciones físicas siguen perfectamente el canon marcado por el artista. Además, el rostro debe estar dividido en tres partes iguales: la zona de la frente, la situada entre la frente y la punta de la nariz y la que va desde la nariz hasta el mentón.

En cuanto a la actitud mental o psicológica, no se percibe un gesto de orgullo ni de vanidad en el atleta, lo cual se consideraba reprobable en la mentalidad de la época.

 

MODELOS E INFLUENCIAS

Policleto, formado en las ideas pitagóricas sobre los números, se centró en la búsqueda de un ideal anatómico y formuló un conjunto de leyes matemáticas de proporcionalidad. Estas leyes las combinó hábilmente con diferentes matices captados de la observación de la naturaleza.

Su canon ideal de belleza y su composición en contrapposto instauraron un modelo que no solo adoptaron y siguieron sus contemporáneos, sino que ejerció también una gran influencia en el arte romano y sirvió de ejemplo para algunos escultores del Renacimiento, como por ejemplo MIGUEL ÁNGEL.

 

 

11. Apoxiomeno (Lisipo)

 

Ficha técnica

Título: Apoxiomeno.

Autores: atribuido a Lisipo.

Cronología: 330-320 a.C.

Tipología: escultura exenta.

Material: mármol pentélico.

Medidas: 2,05 m (alto).

Estilo: griego post-clásico.

Tema: deportivo.

Localización: Museo Pío-Clementino (Museos Vaticanos, Roma).

 

Descripción formal

El atleta se encuentra de pie, desnudo, con los brazos alzados a la altura de los hombros. El peso de su cuerpo reposa en la pierna izquierda, rígida y apoyada en una columna, y en el brazo izquierdo en escorzo; la pierna derecha está más adelantada y separada y el brazo derecho se proyecta hacia delante, acentuado por la leve torsión de las caderas que crean un movimiento pendular del cuerpo.

En su cuerpo flexible y nervioso se combina magistralmente la tensión con el reposo de cada parte del cuerpo, en un contrapposto más dinámico que el de Policleto, que consigue romper definitivamente con la perfección estática y con la frontalidad de la escultura griega clásica. Se sitúa a medio camino del periodo helenístico mucho más ágil en las composiciones. Ya no es el reposo tenso del Doríforo, que equilibra el peso y la torsión del cuerpo sobre una pierna, sino que reproduce un movimiento entre dos posiciones.

El impulso de los brazos se apropia del espacio y multiplica los ángulos, invitando a rodear el Apoxiomeno y admirarlo desde distintos puntos de vista.

Ya no es el atleta heroico o divino en el momento de la hazaña deportiva o de la victoria en la palestra, sino en el momento posterior a la contienda. Vencedor o no, el joven mira a la lejanía, agotado por el esfuerzo, el semblante cansado y el pelo algo revuelto, mientras se limpia el brazo extendido en un gesto absolutamente cotidiano y banal.

 

Temática

El término apoxiomenos deriva del verbo griego “limpiar” (significaba “el

raspador”, “el que se quita el aceite”), y se refiere a un rito habitual en la antigua Grecia: los atletas se ungían con aceite antes de cada competición o ejercicio gimnástico, por lo que después tenían que lavarse con arena y pasar una especie de instrumento de metal curvo llamado estrígilo para retirar el exceso de aceite, el sudor y la arena.

Los atletas griegos, igual que los deportistas actuales, tenían una consideración social especial. En escultura, la atención que recibían era equiparable a las representaciones dedicadas a los dioses.

 

PIE DE PÁGINA:

 

Tensión y reposo combinados magistralmente en las rodillas.

 

 

MODELOS E INFLUENCIAS

El Apoxiomeno es una copia romana en mármol de la escultura original griega realizada en bronce.

La escultura de Lisipo sigue siendo la encarnación de la perfección del canon de belleza clásica pero imbuido de un nuevo naturalismo. Sus proporciones son más esbeltas y alargadas que las de Policleto. Este propuso, en su célebre Doríforo (en griego, “portador de lanza”) una medida, según la cual la cabeza debía ser 1/7 del cuerpo. Lisipo propone la media 1/8 resultando unas proporciones menos rotundas, el modelado suave y pulido, y la cabeza más pequeña.

Por otra parte, el juego del contrapunto escultórico persistirá durante siglos. El David de Miguel Ángel, el de Verrocchio y el de Donatello son ejemplos de la presencia del modelo seguido por Lisipo, cuyo canon de belleza física continua vigente en nuestros días reflejado en los parámetros empleados para los modelos en la publicidad.

 

Policleto el Viejo: Doríforo (siglo V a.C.).

 

12. Victoria de Samotracia (Pithókritos de Rodas)

 

Ficha técnica

Título: Victoria de Samotracia.

Autor: atribuida a Pithókritos de Rodas.

Cronología: 200-190 a.C.

Tipología: escultura exenta.

Material: mármol de Paros.

Medidas: 2,45 m (alto).

Estilo: griego helenístico.

Tema: mitológico/conmemorativo.

Localización: Musée du Louvre (París).

 

Descripción formal

El escultor define una figura femenina alada y en pie a la que le faltan la cabeza y ambos brazos. Viste un quitón, que es una túnica de lino fina y transparente sujeta por debajo del busto con un cordón, y, enrollada a la altura de las caderas, una capa para abrigarse denominada himatión.

La característica principal de esta obra es su dinamismo. Este movimiento se debe sobre todo a dos factores principales. En primer lugar, el contrapeso compositivo que forman las alas de la espalda y la pierna derecha adelantada, que acentúa la intencionalidad de la figura de ir hacia delante.

En segundo lugar, y en lógica consonancia con el primer punto, las curvas y los pliegues de los ropajes adheridos al cuerpo de la mujer, utilizando la técnica de los “paños mojados”.

Gracias a este recurso, que imita el efecto del agua en la ropa, el escultor no solo consigue reforzar la sensación de movimiento con el de avanzar contra el viento, sino que, además, realza la anatomía del cuerpo y proporciona a la figura una notable sensualidad.

Todas estas características invitan a pensar que el autor quería recrear el momento preciso en que la diosa, aún con las alas desplegadas, se había posado sobre la proa de la nave para guiar a los soldados a la victoria.

La figura se restauró por completo en el año 2013. Resurgieron pigmentos y restos de colores que cubrían la escultura originariamente.

 

Temática

Esta escultura representa a una de las divinidades de la antigua Grecia: la Victoria, Niké en griego, respetada como diosa portadora de la buena suerte.

Era considerada hija de Zeus, aunque frecuentemente se representaba personificada en la imagen de Atenea, diosa de la sabiduría y de la estrategia militar.

La personificación de la Victoria solía representarse con unas alas, que le permitían desplazarse a gran velocidad, y portando una hoja de palma o una guirnalda como símbolos de victoria.

No obstante, en algún caso, como sucede en la Acrópolis de Atenas, se representa desprovista de alas (Atenea Áptera), mostrando así la voluntad del pueblo ateniense de impedir que la victoria pueda abandonarlos y que permanezca en la ciudad para siempre.

Normalmente, la representación escultórica de la Victoria era una pequeña estatuilla que otra divinidad sostenía en su mano. Pero las dimensiones de la Victoria de Samotracia nos indican que en este caso se trata de una obra de carácter conmemorativo.

 

Modelos e influencias

La escultura griega muestra una evolución constante en el estudio de la representación del cuerpo humano, el movimiento de los músculos, la belleza y la proporción. La Victoria de Samotracia presenta una ruptura estética en relación con los cánones de proporción y equilibrio de la época clásica, a partir del dinamismo y de la habilidad técnica. Destaca el uso de la técnica de los paños mojados, utilizada por Fidias en el Partenón en el siglo V a.C.

La fuerza y el dinamismo que desprende la Victoria de Samotracia ha hecho que diversos autores hayan señalado su influencia sobre el personaje principal del cuadro La libertad guiando al pueblo, de Delacroix.

 

Eugène Delacroix: La libertad guiando al pueblo (1830)

 

13. Venus de Milo

Ficha técnica

Título: Venus de Milo.

Autor: desconocido.

Cronología: 100 a.C.

Tipología: escultura exenta.

Material: mármol.

Medidas: 2,11 m (alto).

Estilo: griego helenístico.

Tema: mitológico.

Localización: Musée du Louvre (París).

 

Descripción formal

Escultura tridimensional en la que en la belleza de los rasgos y la delicadeza del modelado recogen la belleza clásica de la escultura griega de siglos anteriores, armoniosamente fundida con las innovaciones helenísticas de su tiempo.

El cuerpo semidesnudo de la diosa, esculpido delicadamente en varios bloques de mármol blanco, exhibe una contenida tensión; nada queda de la rigidez de la estatuaria arcaica en esta figura cuyo cuerpo gira en un contrapposto más acentuado alrededor de un eje recto desde la cabeza hasta la base.

Apoyada sobre la pierna derecha y con la izquierda más adelantada, la curva formada por la inclinación de la cadera es más pronunciada y forma una “S”, creando una torsión helicoidal ascendente y dinámica, que subrayan los hombros y el rostro (que mira hacia la lejanía), también ligeramente inclinados.

El drapeado de los ropajes levemente caído sobre las caderas, pone de relieve su silueta sensual y femenina. El modelado consigue sutiles claroscuros con el contraste entre la superficie lisa de la parte superior del cuerpo, con las suaves curvas del pecho desnudo y del abdomen, y el volumen y la textura de los pliegues del tejido del manto que cubren parte de su anatomía.

Sus cabellos, recogidos en un moño con algunos mechones sueltos caen sobre la nuca. Así pues, unos agujeros de fijación nos indican que debían adornar la figura una diadema y unos pendientes.

La ausencia de los brazos es tan importante como el resto de la escultura. Compone un núcleo de especulación formal tan amplio como el que se realiza con las partes conservadas; debió de ser influencia de Fidias y Praxíteles.

 

Temática

Probablemente sea la representación de la diosa del amor, de la belleza, del deseo: Afrodita o Venus para el mundo romano. También podría tratarse de Anfítitre, diosa del mar, venerada en la isla de Milo, donde fue hallada la escultura entre 1819-1820 por el explorador francés Dumont d’Urville.

La ausencia de los brazos y también de los atributos, le da a la Venus de Milo una aureola de misterio e impide identificarla con rotundidad y completar la composición: la estatua original podría estar apoyada en un pilar y sostener atributos simbólicos como un arco, una manzana (símbolo de la isla de Milo) a modo de Venus Victrix o bien un espejo.

 

MODELOS E INFLUENCIAS

El modelo iconográfico de Venus o Afrodita púdica, que se aparta de una iconografía más heroica de siglos anteriores, será recurrente en la estatuaria griega y en las copias romanas, y probablemente fue el modelo para la Venus de Milo, o la Venus de Arles (Louvre), copia romana también de la Afrodita de Tespias de Praxíteles.

La Venus de Milo ha inspirado obras tan dispares como El nacimiento de Venus de Botticelli, la Venus azul de Yves Klein o la célebre Venus de Salvador DALÍ.

 

PIES DE IMAGEN

1- Rostro y cabello constituidos como modelo de belleza.

2- Dalí: Venus de Milo con cajones (1936).

 

14. Friso del Altar de Zeus en Pérgamo (Atenea y Gea)

 

Ficha técnica

Título: Friso del Altar de Zeus en Pérgamo (Atenea y Gea).

Autor: desconocido.

Cronología: 197-159 a.C.

Tipología: altar/monumento religioso.

Material: mármol.

Estilo: griego helenístico.

Tema: mitológico.

Localización: Pergamonmuseum (Berlín).

 

Descripción formal

Los frisos del Altar de Zeus están situados en la edificación de la que reciben su nombre.

El Altar de Zeus constaba de un podio de planta cuadrangular de 7 m de altura, sobre el que se erigía una columnata jónica con entablamento y cubierta plana —decorada con animales fantásticos y mitológicos—, que en su fachada Oeste adquiría forma de “U” y dejaba en medio una escalinata impresionante.

La escalinata conducía a un patio interior en el que estaba instalado el altar de los sacrificios al dios.

Las paredes del podio estaban decoradas con este friso continuo en altorrelieve de más de 120 m de largo, con el tema de la Gigantomaquia; Atenea y Gea forman parte de la narración de los frisos.

Las cuatro figuras de este grupo, destacan por la fuerza y el dinamismo compositivo, con un trabajo escultórico excelente en la musculatura del cuerpo, en la expresividad de los rostros y en el movimiento de los ropajes mojados de la hija de Zeus Atenea y de la tierra Madre, Gea progenitora de los gigantes.

El Altar de Zeus había sido edificado en la Acrópolis de Pérgamo (actual Bergama, en Turquía) sobre una terraza a la que accedía a través de un propileo.

Actualmente, la fachada principal del Altar de Zeus se conserva en el Pergamonmuseum de la ciudad de Berlín, donde también puede verse una maqueta de todo el conjunto.

 

Temática

En este fragmento del friso se describe la lucha de los dioses olímpicos Atenea y Niké— contra los gigantes —Gea y Erecto—. Es necesario identificar a estos con los gálatas (celtas) y los primeros con los Atálidas (la dinastía que gobernaba en Pérgamo).

En la escena Niké, ayuda a Atenea y coge por el cabello a Erecto, mordido mortalmente por la serpiente de Atenea, y lo arrastra lejos de la protección de la madre Gea. Ésta aparece desconsolada en la derecha del altorrelieve, en el suelo.

 

Modelos e influencias

El Altar de Zeus en Pérgamo fue el mayor de la Antigüedad y, en líneas generales, sigue el esquema formal establecido para este tipo de monumentos.

El tema de la Gigantomaquia del Friso es central en la mitología griega. Ha tenido muchas interpretaciones en distintos campos artísticos. Los atorrelieves de Pérgamo representan un punto culminante en su técnica.

La aparición, por primera vez, de paisaje como fondo y el modelo narrativo de las escenas hacen de estos frisos un claro precedente de la Columna Trajana.

 

PIES DE IMAGEN

1- Vista frontal del Altar de Zeus.

2- Detalle del friso que rodea en espiral la Columna Trajana (107-103).

PLANO DEL ALTAR DE ZEUS EN PERGAMO