1.
El arte griego: condicionantes históricos y etapas de desarrollo Para
comprender el mundo artístico griego, hay que partir de la culturas
desarrolladas en las islas Cícladas y en torno a Troya en el tercer milenio
antes de Cristo y que se denomina cretomicénica, debido a que es en la isla de
Creta y en el Peloponeso, en Micenas concretamente donde alcanza su mayor
desarrollo ya en el segundo milenio antes de nuestra era. El arte griego
propiamente dicho se inicia a principios del primer milenio antes de Cristo,
momento en el cual los dorios se asientan en la Península y provocan
paralelamente el desplazamiento de anteriores emigrantes hacia las islas del
Egeo y el Asia Menor (la Jonia).
Los
nuevos habitantes de este territorio compartirán la vida en ciudades-Estado
independientes (polis), muchas veces rivales entre sí, con diversas
características comunes: una estructura social jerarquizada, con importante
base esclavista, un desarrollo económico y comercial, y un sistema de
pensamiento basado en el racionalismo, el antropocentrismo y la búsqueda de la
belleza ideal. Estos aspectos se van a manifestar en el arte en lo referente al
equilibrio de proporciones tanto en la arquitectura —los órdenes clásicos— como
en las artes figurativas —aparición del canon o medida perfecta, el estudio de
la anatomía y la preocupación por el carácter narrativo de las historias
contadas en frisos o frontones.
1.2.
La arquitectura griega
A.
Características generales
La
arquitectura griega, como la egipcia, es de carácter adintelado y su aportación
más destacada es la creación de órdenes arquitectónicos (principios o normas
según los cuales se construyen los edificios) que se basan en la unión fija de
un elemento de soporte, la columna, y un elemento sustentado o entablamento,
que mantienen entre sí una relación fija para poder generar construcciones
bellas y proporcionadas. Tres son los órdenes griegos:
•
Dórico. Se corresponde con una de las dos raíces del arte griego, la doria, en
relación con las culturas de los metales que se desarrollan en Europa y con las
primitivas construcciones en madera. Se extiende por Grecia continental y
Sicilia y se caracteriza por una columna de fuste estriado en arista viva sin
basa y con un capitel formado por molduras circulares —collarino y equino— y un
ábaco cuadrado. El entablamento se divide en arquitrabe liso, friso con
triglifos —que responden a las cabezas de las vigas transversales de las
construcciones en madera— y metopas lisas o decoradas que servían para tapar
los huecos entre las cabezas de las vigas. Rematando el entablamento fi gura
una cornisa sobresaliente. El carácter sobrio de este orden motivó que los
tratadistas del Renacimiento lo consideraran adecuado para la construcción de
lugares vinculados con dioses o santos varones y fuertes.
•
Jónico. Es originario de Asia Menor. Su carácter más ornamental, así como la
esbeltez de sus proporciones, motivarán su relación con las divinidades
femeninas, tanto en el mundo clásico como en periodos posteriores. La columna
aparece con basa y el capitel tiene dos volutas que encuadran el equino, el
ábaco es ahora más fi no. El entablamento presenta un arquitrabe dividido en
tres fajas horizontales, llamadas platabandas, el friso corrido y la cornisa
también saliente.
•
Corintio. Se incorpora a la arquitectura griega en el siglo V a. C. y se
caracteriza por su capitel dividido en dos cuerpos, el inferior con una doble
fi la de hojas de acanto enroscadas en el centro y en los extremos y el
superior con un ábaco curvo y fi no. El entablamento sigue el modelo jónico
pero con un carácter más ornamental. Derivado del corintio nace, en pleno
periodo helenístico, el orden compuesto que toma las hojas de acanto de este
último y las volutas del jónico. Será muy utilizado en la arquitectura romana.
El
edificio por excelencia del arte griego es el templo. Se levanta sobre unas
gradas o krepis y según sus características recibe diferentes denominaciones.
Podemos destacar las siguientes:
•
Según su forma en planta. Por lo general el templo griego presenta una
disposición rectangular pero en ocasiones excepcionales adopta una planta
circular en cuyo caso se denomina tholos.
•
Según las partes de su planta podemos distinguir templos de dos partes o de
tres. – En el primer caso está compuesto de un pronaos (o pórtico) Dos partes.
y una naos (o cella) como lugar principal donde se ubica la estatua del dios. –
Añaden a las anteriormente citadas el opistodomos, nave Tres partes. o espacio
que se sitúa en el lado opuesto al pronaos y que carece de comunicación con la
cella.
•
Según la distribución de las columnas en sus frentes:
–
In antis. Cuando los muros de la naos o cella avanzan hacia el frente.
–
Próstilo. Cuando tiene columnas en la fachada principal.
–
Anfipróstilo. Cuando tiene columnas en la pronaos y en el opistodomos.
–
Períptero. Rodeado de columnas en sus cuatro lados.
– Díptero. Semejante al períptero pero con una
doble fi la de columnas.
– Pseudo períptero. Con columnas adosadas en
los laterales.
•
Según el número de columnas en su fachada: tetrástilo (cuatro), exástilo
(seis), octástilo (ocho) y decástilo (diez).
B.
Evolución cronológica y principales ejemplos
En
el Periodo Arcaico (1000-500 a. C.)
La
arquitectura se desarrolla fundamentalmente en torno a los santuarios como los
de Olimpia (Templo de Zeus), Delfos o Atenas, dentro de la Península Helénica,
y en la Magna Grecia (Sicilia), donde los más característicos son los de
Selinonte y Paestum.
En
el Clasicismo (siglo V)
Lo
más significativo es la construcción de la Acrópolis de Atenas. La acrópolis
(‘ciudad alta’) estaba presente en la mayoría de las ciudades griegas, con una
doble función: defensiva y lugar de culto.
La
entrada a la Acrópolis ateniense se realiza por una puerta monumental conocida
como los Propileos. A su lado derecho y frontal se encuentra el Templo de
Atenea Niké. Una gran estatua de bronce de Atenea realizada por Fidias se
encontraba originariamente en el centro del recinto. A la derecha de donde se
alzaba esta escultura se encuentra el Partenón o Templo de Atenea Parthenos o
Todopoderosa. A la izquierda y al fi nal de la Acrópolis se sitúa el Erecteion,
que presenta una tribuna sostenida por seis cariátides. También se encuentran
los restos de un teatro al aire libre llamado Teatro de Dionisos donde
estrenaron sus obras Sófocles, Aristófanes o Esquilo.
El
Erecteion se presenta como un gran templo jónico con dos cellas, una dedicada a
Atenea y la otra consagrada a Poseidón-Erecteo, a las que se accede a través de
un amplio vestíbulo por el lado septentrional del templo. En el lado sur está
el famoso Pórtico de las Cariátides, donde seis estatuas de mujeres jóvenes
sirven de fuste de las columnas que sostienen el entablamento.
El
Partenón es el edifi cio más característico de cuantos se encuentran en la
Acrópolis. Está dedicado a Atenea Parthenos y conocemos los nombres de sus
arquitectos: Ictinos y Calícrates. Se construyó en orden dórico y es octástilo
y períptero. El material empleado es el mármol del Pentélico, con vetas
ferruginosas que permiten mostrar colores diferentes en función de la
incidencia del sol y de la luz. A estos efectos hay que añadir el perfecto
estudio de las proporciones y del lugar donde se ubicó. Este hecho llevó a sus
arquitectos a corregir las deformaciones visuales producidas por la aplicación
de las leyes de la perspectiva a una estructura de tan grandes dimensiones. De
ahí que todas las líneas horizontales, desde el basamento hasta el
entablamento, estén combadas de forma convexa y todas las verticales
ligeramente inclinadas hacia dentro; las columnas angulares son más gruesas que
las centrales y los espacios de los intercolumnios disminuyen desde el centro
hacia los extremos. Todo el Partenón, pues, está calculado con minuciosa perspicacia
para producir en el espectador un efecto de maravillosa perfección.
El
Helenismo (desde el siglo IV hasta la conquista romana)
El
arte griego va a fragmentarse en este momento en multitud de escuelas y focos,
cada uno de ellos con características propias que rompen defi nitivamente con
la unidad que había caracterizado a las manifestaciones artísticas del
Clasicismo.
Los
ejemplos más característicos serán:
•
Linterna de Lisícrates. La Levantada en la época de Alejandro (336-323 a. C.)
en Atenas como homenaje al ganador de un concurso teatral. El trípode se erige
sobre una base arquitectónica que destaca por su riqueza decorativa y en la que
podemos observar capiteles corintios, orden que normalmente se reserva para el
interior de los templos.
•
Teatro de Epidauro El (finales del siglo IV a. C.). El género teatral es de
creación griega y el edificio que alberga el espectáculo también lo es. Consta
de tres partes esenciales: escena, orquestra y graderío. La escena se encuentra
a nivel de tierra y en ella se emplean decoraciones giratorias en forma de
prismas triangulares. La orquestra es la parte dedicada al coro; tiene planta
circular y en el centro se alza la estatua dedicada a Dionisos, dios en cuyo
honor se celebra la fi esta. El graderío tiene planta ultrasemicircular,
rodeando en parte a la orquestra. Este prototipo pasará al mundo romano con ciertas
modificaciones.
•
Los planes urbanísticos de Hipodamos de Mileto. Con organización del espacio en
cuadrículas que permiten el crecimiento de la ciudad multiplicando las
perpendiculares y las paralelas, generando un ejemplo que habrá de repetirse
tanto en el mundo romano como en la arquitectura de los siglos XIX y XX.
•
Mausoleo de Halicarnaso El (360 a. C.- 340 a. C.). A la muerte de Alejandro, su
imperio quedó dividido en pequeñas circunscripciones o reinos denominados
satrapías. Con el paso del tiempo fueron desapareciendo pero solo Mausolo de
Caria conservó su provincia y cercana su muerte quiso construirse un monumento
que perpetuara su memoria en la capital de su estado: Halicarnaso. Para ello
congregó a su alrededor a los grandes artistas del momento como el arquitecto
Plinio El Joven y el escultor Scopas. Dado el lastimoso estado en que ha sido
descubierto el Mausoleo, sigue siendo un verdadero problema reconstruir
idealmente su aspecto, Aunque muchos detalles se nos escapen, no cabe duda que
el Mausoleo fue una obra esencial en la resurrección del orden jónico,
comenzada precisamente por entonces.
1.3. La escultura
griega
A. Características
generales
En
la escultura griega se otorga absoluta primacía a la plasmación del cuerpo
humano frente a la plástica egipcia en la que solo los dioses y el faraón eran
considerados elementos dignos de representación. El hombre se esculpe en toda
la plenitud de su belleza física y de su anatomía. Para poder conseguir una
representación perfecta del individuo eran necesarias varias premisas:
•
El dominio del material tanto del mármol, el más frecuente, como del bronce a
la cera perdida, procedimiento en el cual sobresaldrían Mirón y Policleto.
•
El aprendizaje en diferentes técnicas tales como el bulto redondo o el relieve
destinado a la decoración de los templos (Fidias).
•
La aplicación de las leyes de la proporción a través del canon, entendido este
como la armonía de las proporciones basada en la correspondencia de las
diversas partes del cuerpo. El módulo suele ser la cabeza y el ritmo
proporcional de las medidas viene marcado por los huesos del dedo meñique. Este
canon es variable tendiendo a una mayor esbeltez en el helenismo.
•
La belleza ideal que viene plasmada en el llamado perfil clásico, según el cual
los arcos superciliares se unen de forma armónica sin permitir que ningún
elemento sobresalga en exceso del rostro. De ahí que la nariz y el mentón sean
redondeados y escasamente sobresalientes.
•
Las constantes: la representación del cuerpo masculino desnudo y del femenino
muy vestido hasta la época de Praxíteles en la cual se generalizará la
representación de las venus desnudas que pasarán al mundo romano.
•
La contención expresiva y el idealismo en la expresión de los rostros que nunca
denotan sentimientos extremos. Solo por la actitud, el movimiento o la mirada
el escultor griego expresa el mundo del espíritu. Sin embargo, será a partir de
la obra de Scopas y de los ejemplos del mundo helenístico como el Laocoonte
cuando los escultores griegos introduzcan en la plástica el dolor, el pathos, y
la expresividad exagerada.
B. Evolución
cronológica y principales ejemplos
Periodo Arcaico
Predominan
las figuras hieráticas, con un esquema de composición muy rígido y con los
brazos pegados al cuerpo, la anatomía es muy esquematizada, los cabellos largos
y rizados, los ojos almendrados, la sonrisa arcaica y el escaso interés que
muestran por el detalle en el tratamiento de las vestiduras. Las imágenes más
características son:
•
Los kuroi. Estatuas de atletas masculinos de pie, con una pierna avanzada para
sugerir el movimiento y que generalmente aparecen desnudos.
•
Las koré. Son estatuas femeninas siempre vestidas, bien con el peplos dórico,
más rectilíneo o bien con el jitón jónico, con más pliegues. Suelen sujetarse
el vestido con una mano y portar en la otra un vaso de ofrendas o un fruto, por
lo cual durante un tiempo fueron identificadas como sacerdotisas de fertilidad.
•
Las esculturas de los templos de Delfos y de Zeus en Olimpia, así como los
relieves del Trono Ludovisi —en el cual se representa el nacimiento de Venus—.
El auriga de Delfos y el Poseidón de Histea denotan ya la evolución hacia el
Clasicismo.
El Periodo Clásico
A
mediados del siglo V, en la época de Pericles, se desarrolla el Clasicismo
griego que se va a concretar en tres etapas a través de las cuales se va
logrando el dominio de la técnica escultórica y de la representación de la
anatomía.
•
El Primer Clasicismo o Periodo Severo, representado por la obra de Mirón y
Policleto.
•
El Gran Clasicismo representado por Fidias.
•
El Posclasicismo en el cual se encuadra la obra de Praxíteles, Scopas y Lisipo.
Periodo Severo
Mirón
era broncista pero su obra nos ha llegado a través de copias romanas en mármol.
Su objetivo era lograr la plasmación del cuerpo humano en movimiento, en la
tensión previa a la acción. El mejor ejemplo es su Discóbolo, que representa a
un joven atleta en el momento de lanzar el disco, con todos los músculos en
tensión. Sin embargo, debe quedar clara la fidelidad de este artista al
planteamiento básico de la escultura del momento: predominio del punto de vista
frontal y su esfuerzo por enriquecer la composición enmarcada en este caso por
un amplio arco dentro del cual se contraponen varias líneas que contribuyen a
insertar la figura en su espacio circundante.
Policleto,
por su parte, es también un excelente broncista y un teórico de la escultura.
En su obra encontramos por primera vez el concepto de belleza entendida como la
armonía de las proporciones entre las diferentes partes del cuerpo. Escribió
una obra llamada Canon, hoy perdida, en la cual recoge su idea del canon de
belleza: «Es conveniente que la cabeza sea la séptima parte de la altura total
de la figura, el pie tres veces la longitud de la palma de la mano, y la
pierna, del pie a la rodilla, deberá medir seis palmos y la misma medida habrá
también entre la rodilla y el centro del abdomen».
Gran Clasicismo
Pleno
Representado
a la perfección por la figura de Fidias. Escultor, pintor y arquitecto, además
de director de las obras de la restauración de la Acrópolis de Atenas, supo
expresar plásticamente los ideales del pensamiento y de la obra de su gran
mecenas: Pericles. Entre su gran producción escultórica destacan las imágenes
de Atenea en sus distintas advocaciones y especialmente la decoración del
Partenón: los frontones (con los temas del nacimiento de Atenea y la lucha
entre Atenea y Poseidón), las metopas (en las cuales destaca la lucha entre
centauros y lapitas) y el friso de las Panateneas. Esta última obra, que
representa la procesión del pueblo ateniense para entregar el peplos a su
diosa, incorpora una nueva técnica, la de los paños mojados, consistente en
esculpir pesadas vestiduras que permiten ver la anatomía que cubren.
Posclasicismo
Los
escultores van a romper con la serenidad característica de Fidias y tenderán a
otros aspectos de la representación de la fi gura: el sentimiento trágico
(Scopas), la sensualidad del cuerpo femenino desnudo (Praxíteles) o la búsqueda
de un canon de proporciones más estilizado y con mayor conexión con el mundo
real.
•
Scopas exalta la angustia y el tormento interior de los personajes a los que
representa y para conseguirlo, utiliza una serie de recursos que se repetirán
en los años siguientes, sobre todo en las escuelas del helenismo: bocas
entreabiertas, ojos hundidos y cuerpos contorsionados que se mueven en espiral.
•
Praxíteles es considerado el escultor de la belleza sensual, de suaves formas
redondeadas que se acentúan al apoyar el cuerpo sobre una pierna, con lo cual
se crea una de las notas características de su estilo: la llamada curva
praxitelina. También a este artista se debe la utilización de los paños mojados
de Fidias, como sistemas de enmarcamiento de sus figuras, y la generalización
del desnudo femenino (Afrodita de Gnido), que se convertirá en uno de los temas
fundamentales del helenismo.
•
Lisipo es el escultor de Alejandro Magno, quizá el que se interesa más por la
expresión y el realismo de los rostros, como lo demuestra el retrato que
realizó para el soberano macedonio. En sus imágenes de atletas prefiere un
canon más alargado — para él la altura total de la estatua ha de ser ocho veces
la altura de la cabeza— y estudia su proyección en el espacio circundante a
través del movimiento de las piernas y los brazos avanzados hacia delante.
Helenismo
La
muerte de Alejandro provocó una fragmentación en la unidad estilística del
mundo griego. De esta manera, podemos ver que durante el helenismo se van a
seguir realizando esculturas que siguen fielmente los principios del clasicismo
sobre todo las representaciones de cuerpos femeninos desnudos como otras que
combinan diferentes estilos y técnicas. Destaca especialmente la profusión de
grandes grupos escultóricos, que sustituyen a las figuras aisladas y que
exaltan el carácter trágico, los movimientos violentos, las actitudes forzadas
y los cuerpos contorsionados y retorcidos. Este eclecticismo se va a manifestar
en una serie de escuelas entre las que figuran:
•
Escuela de Pérgamo. Su obra más destacada es el Altar de Zeus. En él se
representaba la lucha de los dioses contra los gigantes. El conjunto manifi
esta una gran confusión de paños, telas, animales y musculaturas poderosas que
se alejan del equilibrio compositivo propio del clasicismo.
•
Escuela de Rodas. Caracterizada por composiciones grandilocuentes y complejas
en las cuales lo más característico es el estudio de la anatomía —grupo de
Laocoonte y sus hijos—, de los paños que combinan las técnicas de Fidias —paños
mojados— y de Kalimacos —paños transparentes—. Tiene como máximo exponente la
Niké o Victoria de Samotracia.
•
Los neoáticos. Se desarrollan en el fi nal del helenismo en plena expansión de
la conquista romana. Los temas que tratan son escenas mitológicas
pertenecientes al mundo cotidiano. Al primer grupo de obras pertenece la Venus
de Milo, en la que se combina la estructura compositiva del clasicismo y un
estudio de la anatomía más próximo al mundo real. Al segundo apartado pertenece
el Espinario.
El
arte helenístico entró a formar parte del complejo mosaico de estilos que
convivieron en el Imperio romano, evolucionando durante siglos. Pero lo que no
cabe duda es que alejado de su ambiente original, al helenismo solo le quedaban
dos soluciones: anclarse en la tradición o buscar nuevas fórmulas que darán
lugar al realismo del periodo de Nerón o a la melancolía que caracteriza las
representaciones de la época del emperador Adriano.
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