I. LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
1. INTRODUCCIÓN
La Segunda Revolución Industrial fue una fase de rápida
industrialización en el último tercio del siglo XIX y principios del siglo XX.
Varios de sus elementos característicos se pueden remontar a las innovaciones
anteriores en la fabricación, tales como la invención del convertidor Bessemer
en 1856.
La Segunda Revolución Industrial se fecha entre 1870 y 1914 y se
extendió de Europa a Estados Unidos y Japón. Los avances en las técnicas de
fabricación y de producción permitieron la adopción generalizada de inventos
que ya existían en la etapa anterior como las líneas férreas y el telégrafo, el
suministro de gas y agua potable, y el alcantarillado, que anteriormente se
habían concentrado en algunas urbes. La enorme expansión de las líneas de
ferrocarril y de telégrafo después de 1870 permitió un movimiento sin
precedentes de personas e ideas, y facilitó la expansión de los países
industrializados en el resto del mundo. En el mismo período aparecieron nuevos elementos,
los más importantes fueron la energía eléctrica y los teléfonos. A principios
del siglo XX comenzaron la electrificación de las fábricas y la producción en
cadena, también llamada línea de montaje.
Todos esos cambios, las nuevas fuentes de energía como el gas, el petróleo o
la electricidad; los nuevos materiales y nuevos sistemas de transporte (avión y
automóvil) y comunicación (teléfono y radio) provocaron transformaciones en
cadena que afectaron a los obreros y al sistema educativo y científico; al
tamaño y gestión de las empresas, a la forma de organización del trabajo, al
consumo. Se produjo una creciente internacionalización de la economía, que cada vez funcionaba más
a escala mundial y que alcanzó más territorios que la primera industrialización,
que se había limitado a Gran Bretaña, alcanzando ahora casi toda Europa
Occidental, Estados Unidos y Japón.
2. NUEVAS FUENTES
DE ENERGÍA DURANTE LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
A finales del siglo XIX se inició la Segunda Revolución
Industrial. Además de Gran Bretaña, se industrializaron otras potencias como
Alemania, Estados Unidos y Japón.
Durante esta etapa se difundieron tres fuentes de
energía que empezaron a sustituir al carbón: la electricidad, el petróleo y el
gas.
·
La electricidad
se producía en centrales hidroeléctricas. Se aplicó a la industria, a los
transportes (ferrocarril…), a las comunicaciones (radio, teléfono, telégrafo) y
a la iluminación (primero de los espacios públicos y luego de las viviendas
particulares).
·
El petróleo
empezó a extraerse en Estados Unidos y se usó como combustible para los
automóviles, los barcos y los aviones.
3. NUEVAS
INDUSTRIAS DURANTE LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
La industria metalúrgica adquirió gran importancia debido a la producción de nuevos materiales
como el aluminio (metal muy ligero y resistente generalizado desde 1886) y el
acero. Este último pudo producirse en gran cantidad gracias al Convertidor
Bessemer (1856). La gran cantidad de acero barato disponible permitió construir
puentes, líneas férreas, rascacielos y buques. También ayudó a la fabricación
de cañones, tanques y buques de guerra.
La industria química
(abonos, pesticidas, dinamita, productos farmacéuticos…) se desarrolló sobre
todo en Alemania:
·
Fertilizantes:
Se crearán
los abonos químicos (superfosfatos y nitrato sódico). Europa era la zona que
más nitrato sódico consumía. Otros elementos minerales indispensables para las
plantas también se sintetizaron químicamente como el abono de potasio.
·
Los
colorantes artificiales van a sustituir a los colorantes naturales anteriores y
se obtendrán de productos derivados del carbón. La investigación en este campo
fue muy intensa debido a la gran demanda de la industria textil y en menos de
veinte años se encontraron sustitutos de todos los tintes naturales.
·
Los explosivos adquieren un gran desarrollo. Se
van a descubrir nuevos explosivos químicos como la nitroglicerina. En 1866 Alfred Nobel, también conocido por los premios
que llevan su nombre, inventó la dinamita. La dinamita tendría importantes
aplicaciones en la minería y en el campo militar gracias a su gran potencia y
estabilidad.
La industria de la construcción se transformó con la aparición del hormigón armado y de los
ascensores. La combinación de ambos inventos permitió la aparición de los
rascacielos a finales del siglo XIX en las ciudades de Chicago y Nueva York.
El interés en desarrollar nuevos medios de transporte llevó a
experimentar con máquinas voladoras. En varios países del mundo se crearon
prototipos de avión pero se reconoce a los hermanos Wright (EE.UU.) como los
primeros, en 1903, en hacer volar un aeroplano. Al mismo tiempo los inventores
alemanes estaban desarrollando los dirigibles Zeppelín. Ambos métodos de
transporte aéreo recibirían un gran impulso durante la I Guerra Mundial y se convertirían
en medios de transporte habituales para los años veinte.
En 1886 surgió el automóvil con motor de combustión interna
inventado por el alemán Benz, al que pronto se unieron modelos inventados por
su compatriota Daimler. A finales del siglo XIX Armand Peugeot, siguiendo la
tecnología alemana, comenzó la industria automovilística en Francia. Todos
estos inventores fueron creando el coche tal como lo entendemos hoy. Sin
embargo estos primeros vehículos eran productos caros, fabricados a mano y
dirigidos a la élite económica, y suelen asociarse a la figura del chófer.
Fue en Estados Unidos donde el automóvil empezó a ser un producto para
el consumo en masa. En 1908 Henry Ford comenzó a producir automóviles en una cadena de montaje con el Ford modelo T. Este sistema le
permitía abaratar costes y lo mismo hacía su diseño que se centraba en el
aspecto utilitario del vehículo. A consecuencia de lo anterior su precio se
hizo asequible a parte de la clase media y para los años veinte los automóviles
ya se habían incorporado con normalidad a la vida de los estadounidenses.
4. LA REVOLUCIÓN DEL TRANSPORTE
Durante
este periodo el coste de los transportes experimentó un gran descenso que
permitió la integración de los mercados hasta entonces muy desconectados, Este
abaratamiento impulsó el comercio
internacional, la integración de los mercados nacionales e
internacionales, la unión de zonas productoras y consumidoras de todo tipo de
recursos y las migraciones
generalizadas de personas.
El
ferrocarril siguió siendo el medio de
comunicación terrestre más utilizado. En 1840 en Europa había menos de 4.000 kilómetros de
líneas férreas. Treinta años después, en 1870, se superaban en Europa los
100.000 km. Durante la Segunda Revolución Industrial se siguieron construyendo
vías ferroviarias creándose así las grandes redes transcontinentales que
atravesaban Estados Unidos de costa a costa (terminada hacia 1870) y el Imperio
ruso (terminada hacia 1900).
El
barco de vela siguió siendo importante hasta finales del siglo XIX debido a las
dificultades para repostar carbón de los barcos a vapor. Pero estos fueron
mejorando su maquinaria y desde 1860 se introdujeron los cascos de metal. Estas
innovaciones disminuyeron los costes de mantenimiento y funcionamiento de las
naves y aumentaron el espacio reservado para las mercancías y los pasajeros. A
principios del siglo XX los transportes trasatlánticos estarían a cargo de
barcos como el Titanic.
5.
LOS BANCOS
Los bancos fueron fundamentales para el desarrollo del capitalismo
durante la Segunda Revolución Industrial. Debido al aumento de los costes de
producción la inversión inicial de una empresa se hacía cada vez más cara y los
préstamos se hacían necesarios. Estas enormes cantidades de capital ya no las
podían prestar un banquero o una familia de banqueros. Así los bancos también
incorporaron a los pequeños ahorradores que depositaban allí su dinero; y los
bancos prestaban ese dinero a los empresarios que deseaban instalar las
fábricas o comprar nueva maquinaria. El número de bancos se multiplicó durante
esta etapa.
6.
UNA NUEVA ORGANIZACIÓN INDUSTRIAL
Las industrias buscaron nuevas formas para producir
más, más rápido y más barato. Esto se consiguió con la fabricación en serie,
método de trabajo conocido como taylorismo. El taylorismo consistía en dividir
las etapas de la producción en tareas realizadas por máquinas de gran
precisión, donde cada obrero se especializaba en el manejo de una máquina.
Las industrias durante la Segunda Revolución
Industrial necesitaron renovar cada vez más la maquinaria. Esto requería mucho
dinero y, por tanto, las pequeñas fábricas de propiedad familiar fueron
sustituidas por empresas cada vez más grandes. El aumento de tamaño de las empresas
se produjo de dos maneras:
Creándose las sociedades anónimas, es decir
empresas cuyo valor estaba repartido en acciones que se vendían en la bolsa de
valores. Cada vez que una empresa necesitaba capital para algo aumentaba el
número de acciones y las ponía a la venta, de manera que una empresa podía
pertenecer a los miles o decenas de miles de accionistas que hubiese.
Mediante la concentración industrial, es
decir la unión de varias empresas en una sola. La concentración industrial produjo
nuevas formas de organización de las empresas como:
·
Los cárteles:
asociaciones formadas por empresas diferentes que trabajaban en el mismo sector
industrial, y que tomaban decisiones en común sobre la producción y los
precios.
·
Los trusts:
empresas inmensas formada por la fusión de varias compañías que trabajaban en
sectores industriales diferentes, y que usaban su tamaño para controlar el
mercado para sus productos y para eliminara a la competencia (Robber barons en Estados Unidos).
·
Los holdings:
grandes sociedades financieras que conseguían un beneficio comprando y
poseyendo acciones de otras empresas.
Una consecuencia de la concentración empresarial fue
que algunas sociedades adquirieron monopolios sobre ciertos productos o
servicios al eliminar a la competencia. En algunos casos los gobiernos dieron
monopolios a las empresas a cambio de dinero o por un porcentaje de los
beneficios de la empresa.
7. EL SUGIMIENTO
DEL CAPITALISMO FINANCIERO
El capitalismo
había estado evolucionando desde el siglo XV. En los siglos XVI, XVII y XVIII
las inversiones capitalistas más provechosas eran las comerciales. El
capitalismo comercial, basado en los intercambios a larga distancia
(internacionales, marítimos, etc.), dejó paso, con la Revolución Industrial, al
capitalismo industrial que obtenía un mayor beneficio en la producción
de bienes para el consumo. A finales del siglo XIX, con la Segunda Revolución
Industrial, se consolida el modelo capitalista que aún tenemos hoy: el capitalismo
financiero. El capitalismo financiero obtiene los mayores beneficios
invirtiendo en la bolsa de valores o realizando préstamos bancarios. La
creación de un mercado mundial en esta etapa permite los movimientos de capital
de un país a otro y de un continente a otro jugando con las diferencias de valor
entre monedas nacionales los diferentes precios de los productos en los
distintos países etc. En este modelo capitalista el empresario no necesita
producir bienes ni servicios para obtener ganancias.
8.
LAS
CONSECUENCIAS DEL CAPITALISMO FINANCIERO
La aparición del capitalismo financiero
entre 1870 y 1914 tuvo consecuencias positivas y negativas:
· El consumismo:
Surgió un nuevo modelo de consumo ya que aumentó la demanda de productos
manufacturados y las empresas empezaron a usar la publicidad comercial para aumentar
sus ventas y beneficios.
· La inestabilidad
económica: En las etapas de crisis económica descendía la demanda de bienes. A
su vez esto reducía los beneficios de las empresas lo que producía el cierre de
fábricas, un aumento del número de parados y el surgimiento de conflictos
sociales.
· El comercio
internacional: Hubo mejoras en los sistemas de transporte, incluyendo nuevas
carreteras y líneas férreas. Por añadidura empezaron a usarse vehículos
modernos como coches, camiones y barcos de vapor. Todos estos avances
facilitaron la expansión del comercio internacional.
· Los
desequilibrios comerciales: Los países industrializados compraban materias
primas en los países menos desarrollados y en sus colonias a precios bajos, y
las usaban para fabricar productos manufacturados. Después vendían estos bienes
en los países menos desarrollados y en sus colonias a precios altos. Esto causó
importantes desequilibrios comerciales entre los países industrializados y los
que no lo estaban.
· El aumento de la
productividad industrial: Las fábricas empezaron a usar la cadena de montaje[1]
como sistema de producción. Esto mejoró la productividad y aumentó la cantidad
de los bienes manufacturados disponibles para un número de consumidores
creciente.
9.
LA SOCIEDAD DE
CONSUMO
El capitalismo financiero consolidó y
aumentó las desigualdades entre las diferentes clases sociales en los países
europeos. La clase media y la clase alta se hicieron más ricas en esta etapa y
consumían grandes cantidades de bienes manufacturados. Sin embargo la clase
obrera trabajaba por sueldos bajos y sufría malas condiciones de trabajo y
paro. De todas formas el nivel de vida medio de la población aumentó durante
esta etapa.
El final del siglo XIX estuvo marcado
por el desarrollo de la sociedad de consumo que se basaba en la
adquisición de bienes manufacturados. Los productos de lujo eran especialmente
populares entre la clase media y la clase alta como signos de riqueza y
prestigio. Este nuevo modelo de consumo se hizo visible en varios aspectos:
·
La publicidad:
Las empresas usaban carteles y varios tipos de anuncios en periódicos y
revistas para informar a los clientes sobre sus productos y aumentar sus
ventas.
·
Los nuevos
artículos de lujo: Los miembros de la clase alta demostraban su riqueza
comprando los nuevos productos de lujo que solían ser muy caros, como los
teléfonos y los coches (de marcas europeas).
·
El turismo: El
turismo se convirtió en una nueva forma de ocio. Los miembros de la clase alta
usaban su tiempo de ocio para viajar, ir a balnearios los fines de semana y
visitar el país o la costa en verano.
·
Los cines: La
invención de la tecnología cinematográfica llevo al establecimiento de cines en
las ciudades (nickelodeon[2])
por todo el planeta. Ir al cine se convirtió en una forma ocio popular para personas
de todas las edades y clases sociales. Las primeras películas eran mudas,
bastante cortas (duraban unos quince minutos) y eran filmadas en blanco y
negro. Podían tener el acompañamiento musical de un piano en la sala de
proyección.
10. LA ECONOMÍA
MUNDIAL A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
A finales del siglo XIX, el proceso de
industrialización continuaba en los países europeos donde había comenzado y se había
extendido a otros países por todo el mundo.
Hacia el cambio
de siglo tres países tenían las mayores producciones industriales del mundo.
· Alemania era el país
con más producción industrial de Europa. Esto fue debido a su poderosa
industria del hierro y del acero, que hizo uso de avances tecnológicos como el
convertidor Bessemer. Las industrias eléctrica y química también jugaron un papel
importante en el desarrollo económico alemán.
· Los Estados
Unidos se habían industrializado rápidamente en la segunda mitad del siglo XIX.
La creciente inmigración de origen europeo proporcionó una mano de obra en
aumento para la industria, y contribuyó a la expansión del país hacia el oeste
en dirección a la costa del Pacífico. La expansión hacia el oeste también llevó
a la construcción de un sistema de ferrocarriles transcontinental que unía la
costa atlántica y la pacífica. Esto facilitó y aumentó el movimiento de gente y
de productos.
· Japón no tenía
muchos empresarios ni inversores que pudiesen comenzar nuevas industrias. A
consecuencia de ello el gobierno japonés construyó sus propias fábricas, fundó
bancos e introdujo medidas para aumentar las exportaciones del país.
Durante este
periodo Gran Bretaña dejó de ser la principal potencia industrial del mundo
porque sus fábricas estaban anticuadas y no se invirtió en nuevas industrias.
En España las
zonas más industrializadas continuaron siendo Cataluña (industria textil) y el
País Vasco (industria del hierro y del acero, además de construcción naval). Los
empresarios extranjeros también siguieron controlando algunas industrias como
las minas de Río Tinto en Huelva.
Actualizado el día 20 de noviembre de 2019
[1] Cadena de
montaje: sistema de producción que usa una cinta transportadora, en el cual
cada obrero, de un modo repetitivo, realiza solo una parte del proceso de
producción.
[2] El nickelodeon
fue el primer recinto dedicado exclusivamente a la proyección de películas.
Fueron comunes entre 1905 y 1915. Su nombre se debe a que la entrada constaba
solo cinco céntimos, con lo cual el cine pronto se convirtió en una diversión
popular entre todas las clases sociales.
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