lunes, 15 de febrero de 2016

La segunda revolución industrial


I. LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL


1.    INTRODUCCIÓN

La Segunda Revolución Industrial fue una fase de rápida industrialización en el último tercio del siglo XIX y principios del siglo XX. Varios de sus elementos característicos se pueden remontar a las innovaciones anteriores en la fabricación, tales como la invención del convertidor Bessemer en 1856.

La Segunda Revolución Industrial se fecha entre 1870 y 1914 y se extendió de Europa a Estados Unidos y Japón. Los avances en las técnicas de fabricación y de producción permitieron la adopción generalizada de inventos que ya existían en la etapa anterior como las líneas férreas y el telégrafo, el suministro de gas y agua potable, y el alcantarillado, que anteriormente se habían concentrado en algunas urbes. La enorme expansión de las líneas de ferrocarril y de telégrafo después de 1870 permitió un movimiento sin precedentes de personas e ideas, y facilitó la expansión de los países industrializados en el resto del mundo. En el mismo período aparecieron nuevos elementos, los más importantes fueron la energía eléctrica y los teléfonos. A principios del siglo XX comenzaron la electrificación de las fábricas y la producción en cadena, también llamada línea de montaje.

Todos esos cambios, las nuevas fuentes de energía como el gas, el petróleo o la electricidad; los nuevos materiales y nuevos sistemas de transporte (avión y automóvil) y comunicación (teléfono y radio) provocaron transformaciones en cadena que afectaron a los obreros y al sistema educativo y científico; al tamaño y gestión de las empresas, a la forma de organización del trabajo, al consumo. Se produjo una creciente internacionalización de la economía, que cada vez funcionaba más a escala mundial y que alcanzó más territorios que la primera industrialización, que se había limitado a Gran Bretaña, alcanzando ahora casi toda Europa Occidental, Estados Unidos y Japón. []


2.    NUEVAS FUENTES DE ENERGÍA DURANTE LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

A finales del siglo XIX se inició la Segunda Revolución Industrial. Además de Gran Bretaña, se industrializaron otras potencias como Alemania, Estados Unidos y Japón.

Durante esta etapa se difundieron tres fuentes de energía que empezaron a sustituir al carbón: la electricidad, el petróleo y el gas.

·      La electricidad se producía en centrales hidroeléctricas. Se aplicó a la industria, a los transportes (ferrocarril…), a las comunicaciones (radio, teléfono, telégrafo) y a la iluminación (primero de los espacios públicos y luego de las viviendas particulares).

·      El petróleo empezó a extraerse en Estados Unidos y se usó como combustible para los automóviles, los barcos y los aviones.


3.    NUEVAS INDUSTRIAS DURANTE LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

La industria metalúrgica adquirió gran importancia debido a la producción de nuevos materiales como el aluminio (metal muy ligero y resistente generalizado desde 1886) y el acero. Este último pudo producirse en gran cantidad gracias al Convertidor Bessemer (1856). La gran cantidad de acero barato disponible permitió construir puentes, líneas férreas, rascacielos y buques. También ayudó a la fabricación de cañones, tanques y buques de guerra.

La industria química (abonos, pesticidas, dinamita, productos farmacéuticos…) se desarrolló sobre todo en Alemania:

·      Fertilizantes: Se crearán los abonos químicos (superfosfatos y nitrato sódico). Europa era la zona que más nitrato sódico consumía. Otros elementos minerales indispensables para las plantas también se sintetizaron químicamente como el abono de potasio.

·      Los colorantes artificiales van a sustituir a los colorantes naturales anteriores y se obtendrán de productos derivados del carbón. La investigación en este campo fue muy intensa debido a la gran demanda de la industria textil y en menos de veinte años se encontraron sustitutos de todos los tintes naturales.

·      Los explosivos adquieren un gran desarrollo. Se van a descubrir nuevos explosivos químicos como la nitroglicerina. En 1866 Alfred Nobel, también conocido por los premios que llevan su nombre, inventó la dinamita. La dinamita tendría importantes aplicaciones en la minería y en el campo militar gracias a su gran potencia y estabilidad.

La industria de la construcción se transformó con la aparición del hormigón armado y de los ascensores. La combinación de ambos inventos permitió la aparición de los rascacielos a finales del siglo XIX en las ciudades de Chicago y Nueva York.

El interés en desarrollar nuevos medios de transporte llevó a experimentar con máquinas voladoras. En varios países del mundo se crearon prototipos de avión pero se reconoce a los hermanos Wright (EE.UU.) como los primeros, en 1903, en hacer volar un aeroplano. Al mismo tiempo los inventores alemanes estaban desarrollando los dirigibles Zeppelín. Ambos métodos de transporte aéreo recibirían un gran impulso durante la I Guerra Mundial y se convertirían en medios de transporte habituales para los años veinte.

En 1886 surgió el automóvil con motor de combustión interna inventado por el alemán Benz, al que pronto se unieron modelos inventados por su compatriota Daimler. A finales del siglo XIX Armand Peugeot, siguiendo la tecnología alemana, comenzó la industria automovilística en Francia. Todos estos inventores fueron creando el coche tal como lo entendemos hoy. Sin embargo estos primeros vehículos eran productos caros, fabricados a mano y dirigidos a la élite económica, y suelen asociarse a la figura del chófer.

Fue en Estados Unidos donde el automóvil empezó a ser un producto para el consumo en masa. En 1908 Henry Ford comenzó a producir automóviles en una cadena de montaje con el Ford modelo T. Este sistema le permitía abaratar costes y lo mismo hacía su diseño que se centraba en el aspecto utilitario del vehículo. A consecuencia de lo anterior su precio se hizo asequible a parte de la clase media y para los años veinte los automóviles ya se habían incorporado con normalidad a la vida de los estadounidenses.


4.    LA REVOLUCIÓN DEL TRANSPORTE

Durante este periodo el coste de los transportes experimentó un gran descenso que permitió la integración de los mercados hasta entonces muy desconectados, Este abaratamiento impulsó el comercio internacional, la integración de los mercados nacionales e internacionales, la unión de zonas productoras y consumidoras de todo tipo de recursos y las migraciones generalizadas de personas.

El ferrocarril siguió siendo el medio de comunicación terrestre más utilizado. En 1840 en Europa había menos de 4.000 kilómetros de líneas férreas. Treinta años después, en 1870, se superaban en Europa los 100.000 km. Durante la Segunda Revolución Industrial se siguieron construyendo vías ferroviarias creándose así las grandes redes transcontinentales que atravesaban Estados Unidos de costa a costa (terminada hacia 1870) y el Imperio ruso (terminada hacia 1900).

El barco de vela siguió siendo importante hasta finales del siglo XIX debido a las dificultades para repostar carbón de los barcos a vapor. Pero estos fueron mejorando su maquinaria y desde 1860 se introdujeron los cascos de metal. Estas innovaciones disminuyeron los costes de mantenimiento y funcionamiento de las naves y aumentaron el espacio reservado para las mercancías y los pasajeros. A principios del siglo XX los transportes trasatlánticos estarían a cargo de barcos como el Titanic.


5.        LOS BANCOS

Los bancos fueron fundamentales para el desarrollo del capitalismo durante la Segunda Revolución Industrial. Debido al aumento de los costes de producción la inversión inicial de una empresa se hacía cada vez más cara y los préstamos se hacían necesarios. Estas enormes cantidades de capital ya no las podían prestar un banquero o una familia de banqueros. Así los bancos también incorporaron a los pequeños ahorradores que depositaban allí su dinero; y los bancos prestaban ese dinero a los empresarios que deseaban instalar las fábricas o comprar nueva maquinaria. El número de bancos se multiplicó durante esta etapa.


6.        UNA NUEVA ORGANIZACIÓN INDUSTRIAL

Las industrias buscaron nuevas formas para producir más, más rápido y más barato. Esto se consiguió con la fabricación en serie, método de trabajo conocido como taylorismo. El taylorismo consistía en dividir las etapas de la producción en tareas realizadas por máquinas de gran precisión, donde cada obrero se especializaba en el manejo de una máquina.

Las industrias durante la Segunda Revolución Industrial necesitaron renovar cada vez más la maquinaria. Esto requería mucho dinero y, por tanto, las pequeñas fábricas de propiedad familiar fueron sustituidas por empresas cada vez más grandes. El aumento de tamaño de las empresas se produjo de dos maneras:

Creándose las sociedades anónimas, es decir empresas cuyo valor estaba repartido en acciones que se vendían en la bolsa de valores. Cada vez que una empresa necesitaba capital para algo aumentaba el número de acciones y las ponía a la venta, de manera que una empresa podía pertenecer a los miles o decenas de miles de accionistas que hubiese.

Mediante la concentración industrial, es decir la unión de varias empresas en una sola. La concentración industrial produjo nuevas formas de organización de las empresas como:

·      Los cárteles: asociaciones formadas por empresas diferentes que trabajaban en el mismo sector industrial, y que tomaban decisiones en común sobre la producción y los precios.

·      Los trusts: empresas inmensas formada por la fusión de varias compañías que trabajaban en sectores industriales diferentes, y que usaban su tamaño para controlar el mercado para sus productos y para eliminara a la competencia (Robber barons en Estados Unidos).

·      Los holdings: grandes sociedades financieras que conseguían un beneficio comprando y poseyendo acciones de otras empresas.


Una consecuencia de la concentración empresarial fue que algunas sociedades adquirieron monopolios sobre ciertos productos o servicios al eliminar a la competencia. En algunos casos los gobiernos dieron monopolios a las empresas a cambio de dinero o por un porcentaje de los beneficios de la empresa.


7.    EL SUGIMIENTO DEL CAPITALISMO FINANCIERO

El capitalismo había estado evolucionando desde el siglo XV. En los siglos XVI, XVII y XVIII las inversiones capitalistas más provechosas eran las comerciales. El capitalismo comercial, basado en los intercambios a larga distancia (internacionales, marítimos, etc.), dejó paso, con la Revolución Industrial, al capitalismo industrial que obtenía un mayor beneficio en la producción de bienes para el consumo. A finales del siglo XIX, con la Segunda Revolución Industrial, se consolida el modelo capitalista que aún tenemos hoy: el capitalismo financiero. El capitalismo financiero obtiene los mayores beneficios invirtiendo en la bolsa de valores o realizando préstamos bancarios. La creación de un mercado mundial en esta etapa permite los movimientos de capital de un país a otro y de un continente a otro jugando con las diferencias de valor entre monedas nacionales los diferentes precios de los productos en los distintos países etc. En este modelo capitalista el empresario no necesita producir bienes ni servicios para obtener ganancias.


8.    LAS CONSECUENCIAS DEL CAPITALISMO FINANCIERO

La aparición del capitalismo financiero entre 1870 y 1914 tuvo consecuencias positivas y negativas:

·      El consumismo: Surgió un nuevo modelo de consumo ya que aumentó la demanda de productos manufacturados y las empresas empezaron a usar la publicidad comercial para aumentar sus ventas y beneficios.

·      La inestabilidad económica: En las etapas de crisis económica descendía la demanda de bienes. A su vez esto reducía los beneficios de las empresas lo que producía el cierre de fábricas, un aumento del número de parados y el surgimiento de conflictos sociales.

·      El comercio internacional: Hubo mejoras en los sistemas de transporte, incluyendo nuevas carreteras y líneas férreas. Por añadidura empezaron a usarse vehículos modernos como coches, camiones y barcos de vapor. Todos estos avances facilitaron la expansión del comercio internacional.

·      Los desequilibrios comerciales: Los países industrializados compraban materias primas en los países menos desarrollados y en sus colonias a precios bajos, y las usaban para fabricar productos manufacturados. Después vendían estos bienes en los países menos desarrollados y en sus colonias a precios altos. Esto causó importantes desequilibrios comerciales entre los países industrializados y los que no lo estaban.

·      El aumento de la productividad industrial: Las fábricas empezaron a usar la cadena de montaje[1] como sistema de producción. Esto mejoró la productividad y aumentó la cantidad de los bienes manufacturados disponibles para un número de consumidores creciente.

9.    LA SOCIEDAD DE CONSUMO

El capitalismo financiero consolidó y aumentó las desigualdades entre las diferentes clases sociales en los países europeos. La clase media y la clase alta se hicieron más ricas en esta etapa y consumían grandes cantidades de bienes manufacturados. Sin embargo la clase obrera trabajaba por sueldos bajos y sufría malas condiciones de trabajo y paro. De todas formas el nivel de vida medio de la población aumentó durante esta etapa.

El final del siglo XIX estuvo marcado por el desarrollo de la sociedad de consumo que se basaba en la adquisición de bienes manufacturados. Los productos de lujo eran especialmente populares entre la clase media y la clase alta como signos de riqueza y prestigio. Este nuevo modelo de consumo se hizo visible en varios aspectos:

·      La publicidad: Las empresas usaban carteles y varios tipos de anuncios en periódicos y revistas para informar a los clientes sobre sus productos y aumentar sus ventas.

·      Los nuevos artículos de lujo: Los miembros de la clase alta demostraban su riqueza comprando los nuevos productos de lujo que solían ser muy caros, como los teléfonos y los coches (de marcas europeas).

·      El turismo: El turismo se convirtió en una nueva forma de ocio. Los miembros de la clase alta usaban su tiempo de ocio para viajar, ir a balnearios los fines de semana y visitar el país o la costa en verano.

·      Los cines: La invención de la tecnología cinematográfica llevo al establecimiento de cines en las ciudades (nickelodeon[2]) por todo el planeta. Ir al cine se convirtió en una forma ocio popular para personas de todas las edades y clases sociales. Las primeras películas eran mudas, bastante cortas (duraban unos quince minutos) y eran filmadas en blanco y negro. Podían tener el acompañamiento musical de un piano en la sala de proyección.


10.    LA ECONOMÍA MUNDIAL A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

A finales del siglo XIX, el proceso de industrialización continuaba en los países europeos donde había comenzado y se había extendido a otros países por todo el mundo.

Hacia el cambio de siglo tres países tenían las mayores producciones industriales del mundo.

·      Alemania era el país con más producción industrial de Europa. Esto fue debido a su poderosa industria del hierro y del acero, que hizo uso de avances tecnológicos como el convertidor Bessemer. Las industrias eléctrica y química también jugaron un papel importante en el desarrollo económico alemán.

·      Los Estados Unidos se habían industrializado rápidamente en la segunda mitad del siglo XIX. La creciente inmigración de origen europeo proporcionó una mano de obra en aumento para la industria, y contribuyó a la expansión del país hacia el oeste en dirección a la costa del Pacífico. La expansión hacia el oeste también llevó a la construcción de un sistema de ferrocarriles transcontinental que unía la costa atlántica y la pacífica. Esto facilitó y aumentó el movimiento de gente y de productos.

·      Japón no tenía muchos empresarios ni inversores que pudiesen comenzar nuevas industrias. A consecuencia de ello el gobierno japonés construyó sus propias fábricas, fundó bancos e introdujo medidas para aumentar las exportaciones del país.


Durante este periodo Gran Bretaña dejó de ser la principal potencia industrial del mundo porque sus fábricas estaban anticuadas y no se invirtió en nuevas industrias.

En España las zonas más industrializadas continuaron siendo Cataluña (industria textil) y el País Vasco (industria del hierro y del acero, además de construcción naval). Los empresarios extranjeros también siguieron controlando algunas industrias como las minas de Río Tinto en Huelva.



[1] Cadena de montaje: sistema de producción que usa una cinta transportadora, en el cual cada obrero, de un modo repetitivo, realiza solo una parte del proceso de producción.
[2] El nickelodeon fue el primer recinto dedicado exclusivamente a la proyección de películas. Fueron comunes entre 1905 y 1915. Su nombre se debe a que la entrada constaba solo cinco céntimos, con lo cual el cine pronto se convirtió en una diversión popular entre todas las clases sociales.

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