viernes, 29 de enero de 2016

Inflación y Selectividad

Éstas son las autonomías donde más se inflan las notas en el Bachillerato

 

Olga R. Sanmartín, 15 de junio de 2023, elmundo.es

 

O los alumnos estudian cada vez más o alguien está engordando los boletines escolares. La inflación de calificaciones que ha alterado las estadísticas de la Selectividad comienza a darse ya desde el Bachillerato. En Canarias y en Murcia el 28% de los alumnos que se presentan a la prueba de acceso a la universidad ha obtenido sobresaliente en esta etapa previa, un porcentaje que también es muy alto -el 25%- en ExtremaduraAndalucía Asturias. ¿Cómo es posible que más de una cuarta parte del alumnado de estas regiones sea tan brillante? ¿Cómo puede ser que el 20% de los estudiantes españoles que aspiran a cursar una carrera tenga 9 y 10 de media?

Esa pregunta se la ha hecho el Observatorio del Sistema Universitario, una asociación de profesores nacida en Cataluña que lleva años denunciando dos "inequidades" en el acceso a los grados. La primera desigualdad está causada por los "sustancialmente más altos porcentajes de estudiantes con notas sobresalientes de Bachillerato en los centros privados" y la segunda procede de "las diferencias entre comunidades autónomas no sólo en las notas sobresalientes de Bachillerato, sino también en las de la Selectividad".

“Si no existiera el distrito único, que permite que cada estudiante pueda optar por matricularse en una universidad fuera de su comunidad de origen, estas diferencias entre CCAA no serían relevantes, y serían tan sólo un reflejo de que los criterios de corrección de la Selectividad son únicos dentro de cada comunidad. Pero, gracias al distrito único, las diferencias en notas entre CCAA pueden situar a quienes han estudiado el Bachillerato y se han examinado de la Selectividad en determinadas CCAA en posiciones ventajosas a la hora de optar a las carreras más demandadas", explica Vera Sacristán, presidenta del Observatorio, ex vicerrectora de la Universidad Politécnica de Cataluña y profesora jubilada de Matemática Aplicada en este campus.

En un informe presentado este jueves, el Observatorio constata que las notas de Bachillerato son "sustancialmente mejores" que las obtenidas en la fase general de Selectividad (la obligatoria para todos, que examina de las asignaturas comunes), lo que indica que se ha producido una burbuja "artificial" porque, si no, unas y otras serían parecidas. Si la media en las primeras es de 7,7, en las segundas es de 6,8. Lo que han hecho es cruzar los datos y han visto que existe un gran "descontrol" en las CCAA. En todas hay diferencias (el porcentaje de sobresalientes en Murcia es 2,2 veces mayor que el que se da en Baleares), pero en unas son más grandes que otras.

La Comunidad Valenciana es la que más brecha presenta, pues sus alumnos tienen nueve veces más sobresalientes en Bachillerato (el 18% de los alumnos saca nueves y dieces) que los que obtienen al hacer la Selectividad (apenas un 2% del alumnado). Le siguen Galicia, que tiene siete veces más sobresalientes en Bachillerato (el 20%) que en la prueba de acceso a la universidad (2,8%) y Baleares, donde el porcentaje de nueves y dieces al terminar Secundaria (12,7%) es más de seis veces superior que en la Evau/Ebau (1,9%).

Las diferencias son también muy grandes en Castilla-La Mancha (20% y 4%), Canarias (28% y 6%), Madrid (20% y 5%), País Vasco (18% y 4,8%), Aragón (20% y 5%), Navarra (18% y 5%), Murcia (28% y 8%), Cataluña (13% y 4%), Extremadura (25% y 8%), Andalucía (25% y 8,9%), Asturias (25% y 12%), Castilla y León (19% y 9,9%), Cantabria (17,9% y 9%) y La Rioja (15% y 9%). En otras palabras, no hay una comunidad autónoma donde el porcentaje de sobresalientes en Bachillerato coincida con el porcentaje de sobresalientes en Selectividad.

Todas estas disparidades "tienen claros efectos", dice el informe, a la hora de determinar la nota de acceso a la universidad y las notas de admisión en los distintos estudios de grado, pues la nota de acceso se forma en un 60% con la nota de Bachillerato y en un 40% con la nota de la fase general de la Selectividad.

Del análisis de los datos que publica cada año el Ministerio de Universidades se desprende también que Murcia, Canarias y Extremadura "van siempre a la cabeza de los porcentajes altos de estudiantes con notas de Bachillerato entre 9 y 10, con independencia de la tipología de sus centros de procedencia". Ahora bien, se ve mucha disparidad en función de la titularidad de los centros. Los colegios privados presentan proporciones "significativamente mayores" de sobresalientes en Bachillerato, lo que también "tiene un efecto sobre la posibilidad de acceso a las carreras más demandas".

Si en la Selectividad el grueso de los alumnos de la pública, privada y concertada se concentra en las notas medianas (aprobados, bienes y notables), en el Bachillerato la gráfica deja de tener forma de campana y muestra que en la privada se disparan los sobresalientes: un 27% frente al 23,9% que hay en los concertados y el 17,9% en los públicos. Los resultados son "impactantes" en función de la tipología del centro. En Canarias, por ejemplo, el porcentaje de sobresalientes es del 26% en los centros públicos, del 36% en los concertados y del 40% en los privados. Hay un abismo también en Murcia, donde el 45% del alumnado de los colegios privados que se presenta a la Selectividad tiene notas de 9 y 10 (25% en los públicos y 34% en los concertados).

Estos resultados no se corresponden para nada con los que registra el informe internacional PISA, que evalúa el desempeño en Matemáticas, Comprensión Lectora y Ciencias de los alumnos de 15 años, donde se ve que estas comunidades alcanzan unas notas muy ramplonas. El Observatorio pide "más homogeneidad" en las pruebas y que los centros educativos publiquen sus notas para que exista una "mayor transparencia". Vera Sacristán opina que estas medidas "ayudarían" a reducir esta gigantesca burbuja de calificaciones.


Los alumnos de la privada llegan 'dopados' a la Selectividad: sus sobresalientes del Bachillerato ceban la nota final

 

Daniel Sánchez Caballero, 15 de junio de 2023, eldiario.es

 

Los datos son claros y confirman una idea que siempre ha flotado en el aire: los institutos privados ponen mejores notas que los públicos en Bachillerato, pero ese mejor rendimiento no se traslada a la Selectividad, donde la corrección de los exámenes es anónima. Se podrá especular con los motivos de esa discrepancia (el alumnado que asiste a ellos tiene mejor bagaje sociocultural, más recursos a su alcance o realmente inflan las notas a su clientela), pero la estadística es la que es.

Como se observa en el gráfico, en 2022, más de uno de cada cuatro estudiantes de centros privados puros obtuvo entre un 9 y un 10 en la secundaria postobligatoria (un 27,4%); en los concertados son unos pocos menos (un 23,9%); en los públicos caen hasta el 17,9%. Sin embargo, en la Ebau todo se comprime: el alumnado que proviene de centros privados que saca sobresaliente se queda en el 8,1%; en los concertados en el 5,4% y en los públicos en el 5,3%, según el estudio Notas de acceso a la universidad, ¿son equitativas? realizado por el Observatori del Sistema Universitario de Catalunya (OSU) a partir de datos del Ministerio de Universidades. “Una parte significativa del estudiantado que acaba el Bachillerato con una nota sobresaliente (entre 9 y 10) no consigue obtenerla de nuevo cuando se examina de la fase general de las PAU”, sentencia el OSU.

Otro estudio hecho público este pasado miércoles daba cuenta de la inflación de notas que ha habido en la Selectividad en los últimos años, motivada a medias por los cambios normativos que ha venido viviendo la prueba en la pasada década (como la introducción de las pruebas optativas para subir nota) y por una mayor competitividad entre el alumnado. Lo mismo ha sucedido en el Bachillerato, añade el OSU: el estudiantado que saca entre 5 y 7 ha caído tanto en la red pública como en la privada en los últimos siete años a la vez que subía el que tiene un 8 o más (en este último caso suben especialmente en los privados y concertados, once puntos porcentuales, mientras en los públicos lo hizo 7,8).

“Es evidente que todos los centros están ayudando a sus mejores alumnos a entrar en las carreras más demandadas”, opina Vera Sacristán, presidenta del OSU.

 

En todas las comunidades es igual

Que los privados califiquen mejor que los públicos se da, continúa su análisis el OSU, en todas las comunidades autónomas (con la excepción de Catalunya, donde son los concertados los que mejores notan ponen). Pero a la vez se observan diferencias significativas en cómo evalúan las diferentes autonomías.

Diferencias tan amplias como que la región que más sobresalientes pone en Bachillerato (Murcia, con un 28,2% del alumnado excelente) tiene más del doble de nueves y dieces que la que menos, Baleares (un 12,7%). “Algunas comunidades (como Murcia, Canarias o Extremadura) van siempre a la cabeza en cuanto al porcentaje de estudiantes con notas de bachillerato entre 9 y 10, con independencia de la tipología de sus centros de procedencia”, continúa el OSU.

La Comunitat Valenciana es la autonomía en la que más diferencia hay entre los sobresalientes que se ponen en Bachillerato y los que luego obtiene ese mismo alumnado en la Selectividad. El 18,5% de alumnado excelente en la región luego cae hasta un 2% en la Ebau. La más equilibrada en ese sentido es Cantabria que pasa de un 17,9% al 9,4%.

Si se cruza esta tabla con los resultados de PISA (aunque este examen se realiza al alumnado de 15 años y la Selectividad es para 17-18) se observa también una discrepancia con los resultados. Las tres regiones que más sobresalientes ponen en Bachillerato (Murcia, Canarias y Extremadura, por ese orden) aparecen invariablemente en las últimas posiciones en la prueba internacional tanto en Ciencia como en Matemáticas y siempre por debajo de la media del país. Las que mejor paradas salen en PISA (Navarra, Castilla y León y Galicia) están en la zona media de más nueves y dieces, sin embargo.

 

La doble inequidad

Esta doble circunstancia –notas más altas en los centros privados y comunidades que sistemáticamente tienen mejores calificaciones– genera dos inequidades en el acceso a la Universidad, explica Vera Sacristán, presidenta del OSU. “La primera está causada por los sustancialmente más altos porcentajes de estudiantes con notas sobresalientes de bachillerato de los centros privados concertados y, más aún, de los privados no concertados. Sus altos porcentajes de sobresalientes de bachillerato no se reflejan en la fase general de las PAU, pero acaban pesando un 60% en su nota de acceso a la universidad”, apunta. El otro 40% viene de la nota de la Ebau.

“La segunda inequidad está causada por las diferencias, no solamente en las notas sobresalientes del bachillerato, sino también en las de la fase general de las PAU, entre las distintas comunidades autónomas. Si no existiera el distrito único, estas diferencias entre comunidades no serían relevantes y serían tan sólo un reflejo de que los criterios de corrección de las PAU son únicos dentro de cada comunidad. Sin embargo, gracias al distrito único, cada estudiante puede optar por matricularse en una universidad fuera de su comunidad de origen. Por consiguiente, las diferencias en notas entre comunidades pueden situar a quienes han estudiado el bachillerato y se han examinado de las PAU en determinadas autonomías en posiciones ventajosas a la hora de optar a las carreras más demandadas”, añade.

Esta última circunstancia es uno de los motivos por los que el PP rechaza la reforma de la Selectividad que propone el Gobierno y a la que obliga la ley de Educación para el próximo curso. Los populares siempre insisten en la necesidad de realizar una prueba única a nivel nacional, algo inviable de facto dado que las comunidades autónomas fijan la mitad del currículum, por lo que este no es común a toda España y menos con la Lomloe, que ha dejado los temarios mucho más abiertos.

El texto que el Ministerio de Educación ha dejado de momento en un cajón para que sea el próximo gobierno el que lo apruebe –si así lo considera– va a fijar unos criterios mínimos para avanzar hacia una cierta homogeneidad en la prueba. Para ello, dice el borrador, se acordarán unos mínimos comunes: “La Conferencia Sectorial de Educación y la Conferencia General de Política Universitaria establecerán procedimientos de coordinación entre las distintas administraciones educativas destinados a homogeneizar la estructura general de la prueba, así como los ejercicios y los criterios de evaluación de las distintas materias objeto de examen, con el fin de garantizar su claridad y objetividad, asegurando su equiparación entre los distintos territorios”.

El OSU propone tres cambios para dotar de una mayor equidad al sistema, explica Vera Sacristán: “Dar transparencia absoluta a los resultados por centros, se deberían hacer públicos cada año. También se deberían aplicar criterios de corrección más homogéneos, esto no debería ser complicado. Pero la medida que creemos sería más efectiva consistiría en dar más peso a la nota de la fase general de la prueba de acceso que a la de Bachillerato, porque es ahí donde se está dando la mayor inequidad”, cierra.

 


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