Jinete medio carolingio de los siglos VIII al X

Debido a su coste la armadura era poco común entre la leva general de jinetes, los vasallos menos importantes a menudo estaban equipados con lanza, jabalinas, escudo y espada, aunque algunos también usaban un casco. Los guerreros de este tipo aparecen ilustrados a menudo en las fuentes escritas contemporáneas, donde con frecuencia superaban en número a aquellos usando armadura.
Podemos hacernos una idea del coste del equipo completo de caballería con los datos de la siguiente tasación hecha en vacas de armas del siglo IX:
- el casco valía 6 vacas
- la brunia (armadura) valía 12 vacas
- espada y vaina valían 7 vacas
- grebas (defensas para las piernas y rodillas) valían 6 vacas
- lanza y escudo valían 2 vacas
- el caballo valía 12 vacas
El total de 45 vacas debería entonces ser equivalente a la población bovina de algunas de la fincas reales individuales más ricas, que tenían a lo sumo sólo unas 50 vacas (excluyendo bueyes, novillas y novillos). Los hombres mejor equipados probablemente eran muy escasos.
96. SOLDADO DE INFANTERÍA ÁRABE
Al principio de su periodo de expansión los árabes confiaban claramente más en su infantería que en su caballería, aun considerando que un soldado de caballería valía tanto como para cobrar doble paga.
Este hombre es un beduino (es decir un nómada, a diferencia de los árabes sedentarios), descrito como “la materia prima del Islam”, y usa el traje beduino tradicional. El largo sobretodo y la túnica por debajo habrían sido tejidos de lana de camello. En sus brazos hay tiraces, brazaletes tejidos en seda de colores que llevaban inscripciones bordadas, con frecuencia del Corán. Los colores de la vestimenta eran brillantes, como escarlata, rojo, azul, amarillo, verde y blanco, y a veces estaban a rayas. Los caudillos usaban las ropas más brillantes, decoradas con bordados de oro y de colores. Los turbantes lo más común es que fueran blancos pero en ocasiones eran de colores. Todos los árabes usaban barbas.
Una fuente de principios del siglo IX menciona uniformes, y tan pronto como en el año 737 a un ejército completo en campaña contra los Jázaros se le habían suministrado uniformes blancos, siendo el blanco el color de los Omeyas la dinastía gobernante. De la misma manera algunas tropas abasíes parecen haber usado el negro.
Las principales armas eran saif y lanza, siendo la primera una espada recta de hierro o acero que tradicionalmente se suspendía de un tahalí. El uso de la espada colgada del cinturón fue introducido de forma oficial a mediados del siglo IX. La jabalina o harbah también era usada y había sido un arma favorita de los mercenarios quraish preislámicos. Los escudos se llamaban o turs (grandes y redondos, de madera y cuero) o daraqa (más pequeños y enteramente de cuero).
Algunos soldados de infantería usaban armadura, formando estos las filas frontales cuando se disponía de ellos.
97. ARQUERO ÁRABE
Los árabes mucho antes de la llegada del Islam usaban arcos compuestos y arcos simples de hasta metro y medio de largo y el arco había llegado a ser una de sus armas nacionales. De manera poco usual, lo llevaban en el hombro derecho. La leyenda registra que Mahoma a menudo solía apoyarse en un arco mientras predicaba, y el Corán dice “la mano del hombre no ha empuñado un arma a la que el arco no pueda aventajar”. Las aljabas contenían normalmente treinta flechas.
Los ejércitos fatimíes reclutaban sus arqueros entre los sudaneses (véase la nota 104). Las fuentes más tempranas los llaman nubios y la puntería de sus arqueros es registrada tan pronto como en el año 643, cuando dejaron ciegos a tantos árabes por sus lluvias de flechas que fueron apodados “los arqueros de los ojos”.
98 y 99. SOLDADOS DE CABALLERÍA ÁRABES
Los estribos de hierro fueron introducidos probablemente desde Persia oriental a finales del siglo VIII, probablemente en el año 694. Con anterioridad a esta fecha (aunque por cuánto tiempo exactamente es algo inseguro – quizás treinta años o más) los árabes parecen haber usado estribos de madera.
La ilustración 98 está basada en un dibujo del siglo X. El soldado de caballería lleva una espada y una lanza llamada rumh, a menudo con un asta de bambú. En general se llevaba también una daga. Por lo menos algunos estaban armados con arcos, aunque arqueros árabes a caballo no se encuentran en las fuentes muy a menudo y parecen haber desaparecido del todo después del siglo IX.
Los escudos eran pequeños, circulares y ligeramente convexos, con un ribete alrededor del borde. Fuentes más tardías los describen como de madera, metal, cuero, o a veces de distintos tipos de madera cosidos juntos con algodón. Por regla general estaban pintados de colores brillantes.
La ilustración 99 es similar a la 96 excepto porque sobre su túnica el soldado de caballería usa una armadura de cuero o fieltro acolchado con mangas cortas y abullonadas, probablemente un bambakion como el descrito bajo la nota 3. Constantino Porfirogéneta (905-959) probablemente se está refiriendo a este tipo de armadura cuando dice que los Fatimíes usaban “justillos de color rosa” en lugar de cota de malla.
Las espuelas no parecen haber sido usadas en estas fechas.
100 y 101. SOLDADOS ÁRABES DE CABALLERÍA PESADA
105. MIEMBRO DE UNA TRIBU BEREBER
Los bereberes eran miembros de tribus norteafricanas. Generalmente eran tratados como si fueran de segunda clase por los árabes pero soportaron lo peor de las obligaciones militares en las primeras campañas norteafricanas y España.
Al principio eran infantería en su mayoría, con unos pocos de caballería ligera que se parecían mucho a los primeros moros (todavía empleados por los bizantinos a través del siglo VI y a inicios del siglo VII). Más tarde llegaron a ser principalmente caballería y a estar mucho más arabizados en ropa y armas, aunque muchos continuaron recordando a los moros o vestidos como aquí, con la simple incorporación en ambos casos de un turbante.
En el momento de la conquista de España en el año 711, los bereberes luchaban o desnudos o con un taparrabos, armados primordialmente con jabalinas, lanzas, arcos y hondas.
106. MIEMBRO DE UNA TRIBU DAILAMI
Los dailamis eran unos violentos montañeses de la región al sur del mar Caspio. Durante esta época sirvieron como mercenarios con los Sasaníes, los Samaníes, los Buyíes (ellos mismos una dinastía dailami), los Fatimíes, los Safaríes y los Gaznavíes, y posteriormente con los Selyúcidas hasta el final del siglo XII.
Luchaban principalmente como infantería aunque usaban mulas o camellos para el transporte y los más ricos viajaban a caballo.
Su caballería la suministraban sobre todo mercenarios turcos y ghulams.
Sus armas habituales consistían en espada, escudo pintado con colores brillantes y zupin, esta última una jabalina corta usada para apuñalar o lanzar.
Las descripciones contemporáneas de la zupin son traducidas por lo general como “dos hojas” o “dos puntas”, pero lo absurdo de un arma semejante lo hace parecer improbable; es más probable que se entienda como “dos filos”. Por añadidura los dailamis usaban a menudo hachas, y están registrados tanto arcos como una ballesta llamada nawak, mencionada en las fuentes de los siglos IX al XI.
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