MAPA DE LA EXPANSIÓN DEL
ISLAM CON LOS CALIFAS ORTODOXOS O PERFECTOS Y LOS CALIFAS OMEYAS
Tras
la muerte de Mahoma la comunidad islámica eligió como nuevo jefe a un “sucesor
del enviado de Allah” (jalifa rasul Allah).
El califa dirigía la comunidad en sus aspectos religioso y político.
La primera
dinastía musulmana fue la de los llamados califas ortodoxos o perfectos (632-661).
Estos fueron elegidos por la comunidad musulmana entre hombres que estaban
relacionados con Mahoma y habían colaborado con él.
El primer
califa ortodoxo fue Abu Bakr[1]
[632-634], suegro de Mahoma, que consiguió mantener unida la comunidad
musulmana tras la muerte del Profeta.
El segundo
califa fue Umar[2]
[634-644]. Sus tropas conquistaron Siria, Palestina, Egipto y Mesopotamia (actual
Iraq) derrotando a bizantinos y sasaníes. Umar fue el primer califa en ser
llamado “príncipe de los creyentes” (amir
al-mu`minim). Murió asesinado por un esclavo.
Utmán[3]
[644-656], el tercer califa, estuvo casado sucesivamente con dos hijas del
Profeta, se ocupó de establecer la versión definitiva del Corán. Fue asesinado
por un enemigo político.
Alí[4]
[656-661], el último califa ortodoxo, era primo de Mahoma y estaba casado con
su hija Fátima[5].
También murió a manos de sus enemigos políticos.
La familia
de los Omeyas fue la segunda dinastía musulmana (661-750). Estos califas
pertenecían al clan quraysí que dominaba La Meca y al que pertenecía también la
familia de Mahoma. El primer califa omeya, Mu’awiyya[6]
I, fue un general que se había rebelado contra el califa Alí. Tras la muerte de
Alí fundó la dinastía omeya (Banu Umayya),
trasladando la capital desde La Meca y Medina, ciudades santas del Islam, a
Damasco, ciudad más cercana al mar Mediterráneo y a las nuevas conquistas.
El inicio
de la nueva dinastía supuso la ruptura de la comunidad islámica en dos bloques
enfrentados: Sunnismo y Chiismo. Los sunníes aceptaban que cualquier musulmán
podía ser califa y que junto al Corán existía la Sunna, un conjunto de
tradiciones (hadiz) sobre las
decisiones, actitudes y dichos de Mahoma. Los chiitas sólo aceptaban el Corán y
creían que el califato debía reservarse a los descendientes de Mahoma, a través
de la familia de Alí. Esta corriente sólo es mayoritaria en Irán.
Durante
la dinastía de los Omeyas la expansión del califato musulmán alcanzó su máxima
extensión, desde la península ibérica hasta las fronteras de China. Al contrario
que los califas ortodoxos o perfectos, elegidos por los miembros de la
comunidad musulmana, los gobernantes omeyas debían su poder a pertenecer a su
familia.
Durante
el califato omeya surgieron conflictos que debilitarían la dinastía como las
revueltas chiitas, la exigencia de los pueblos conquistados una vez que se
convirtieron al Islam de ser iguales en derechos a los árabes conquistadores, y
el rechazo de todos los súbditos del imperio a nuevos impuestos establecidos
por los califas debido al descenso de los ingresos que se produjo al detenerse
las conquistas.
En
este mapa vemos el imperio musulmán cuando alcanzó su extensión máxima bajo los
últimos califas omeyas[7].
El principal
enemigo del califato era el imperio bizantino, que en el año 711 derrotó a la
dinastía[8]
de los Omeyas cuando intentaron conquistar Constantinopla.
Los
límites del califato se establecieron…
· Por Occidente
en los Pirineos. Tras conquistar la península ibérica los ejércitos musulmanes
intentaron penetrar en el reino de los francos, pero fueron vencidos en la batalla
de Poitiers (732) por Carlos Martel, un noble franco.
· Hacia
el este la frontera de imperio islámico se fijó en los ríos Indo y Sir Daria,
pues en esa dirección se hallaba el poderos imperio chino de la dinastía Tang[9],
que derrotó a los ejércitos musulmanes en la batalla del río Talas.
· Hacia
el norte de Asia el avance de las tropas omeyas se detuvo, no tanto por los
accidentes geográficos (cordillera del Cáucaso, mar Caspio, mar de Aral) como
por la inexistencia de sociedades urbanas organizadas en las estepas [grandes
llanuras de hierba]. La cultura musulmana es una cultura urbana, donde las
ciudades juegan un papel fundamental como centros económicos (mercados) y
religiosos (mezquitas).
· Las estepas
estaban gobernadas por diversas tribus nómadas de origen turco[10]
como los oguces[11]
y los jázaros[12].
La sociedad musulmana era difícil de traspasar a los nómadas pues estaba basada
en la vida urbana, lo que también explica la importancia del comercio en la
economía del califato.
· En dirección
sur, hacia el interior de África, el avance del Islam se prolongaría durante
toda la Edad Media, aunque se viera retardado por la enorme extensión del
desierto del Sahara. El califato omeya mantuvo relaciones comerciales con los
estados situados al sur del desierto del Sahara como el imperio de Kanem.
El califato
musulmán se extendió por inmensos territorios y puso en contacto Europa del
norte, los territorios africanos al sur del Sahara, China e India. Mercancías e
ideas (uso del papel, números arábigos – en realidad, los inventaron en la
India-, seda, especias…) circulaban por todo el imperio a lomos de camellos,
mulas carromatos y a bordo de todo tipo de barcos, siguiendo las rutas
comerciales que aparecen en el mapa señaladas con líneas discontinuas.
La riqueza
e importancia del imperio islámico se puede apreciar en que estaba formado por
numerosas ciudades con decenas o cientos de miles de habitantes cada una,
mientras en Europa en esa época sólo alcanzaba esa cifra Constantinopla, la
capital del imperio bizantino. El resto de las ciudades europeas no alcanzaban
los diez mil habitantes.
En Europa
el estado más importante era el imperio bizantino, heredero de la mitad
oriental del antiguo imperio romano. Los emperadores de Bizancio lograron
detener la expansión musulmana contra sus fronteras, y también evitaron ser
conquistados por sus vecinos del norte como los búlgaros. La cultura bizantina,
basada como la de Roma en las ciudades y el comercio, influyó poderosamente en
la musulmana.
Al norte
del imperio bizantino se encontraban los estados de los búlgaros y los ávaros. Ambos
pueblos habían llegado desde el interior de Asia a Europa viajando por las
estepas que se extendían desde el norte de China hasta la actual Hungría. Al llegar
al extremo occidental de las estepas se habían instalado en Europa oriental
dominando a la población originaria que encontraron. Tanto los ávaros como los
búlgaros llevaban un estilo de vida nómada semejante al de los jázaros y los
oguces, y todos ellos basaban una parte de su riqueza en saquear[13]
a sus pueblos vecinos y convertirlos en esclavos.
En esta
época los eslavos[14],
un pueblo dividido en una gran cantidad de tribus desorganizadas que se
encontraban dispersas por Europa central y oriental, fueron víctimas de los
ataques de sus vecinos ávaros, búlgaros, francos y bizantinos.
Los estados
que existían en Europa occidental también eran débiles políticamente y
atrasados económicamente. Es esta época ningún gobierno de Europa occidental
fue capaz de construir un edifico de piedra de un tamaño semejante o igual al
de la iglesia de Santa María la Blanca en Fuentes de Andalucía, mientras en el
mundo musulmán se levantaban enormes edificios públicos como la mezquita de
Córdoba.
El reino
cristiano que ocupaba el norte de la península ibérica era muy débil, pues sus
reyes apenas se podían hacer obedecer por su población, y era tan pobre que
casi toda la población vivía en el campo y las ciudades habitadas (definidas
siempre por sus murallas) eran todas más pequeñas que Fuentes de Andalucía.
Los lombardos
que controlaban parte de la península itálica se encontraban divididos entre sí
y enfrentados al imperio bizantino que gobernaba parte de Italia.
El estado
más fuerte de Europa occidental era el reino de los francos, fundado varios
siglos antes cuando el pueblo germánico de los francos se apoderó de parte de
las tierras del antiguo imperio romano. A pesar de estar desgarrado por guerras
civiles y de tener una economía atrasada basada en la agricultura de
subsistencia este reino era más fuerte que sus vecinos y pudo rechazar la
invasión musulmana. Aún así la debilidad de los reyes francos se ve en que
durante siglos no pudieron apropiarse de la pequeña región occidental de
Bretaña.
La tercera
dinastía musulmana fue la de los Abasíes (750-1258). Tomó el poder mediante una
revolución en la que fueron asesinados todos los miembros de la familia omeya
salvo uno. Con la nueva dinastía los árabes dejaron de formar una clase
dirigente frente a los demás pueblos convertidos al Islam (persas, beréberes,
turcos…). Los Abasíes trasladaron la capital a Bagdad, que con ellos se
convirtió en una de las ciudades más grandes del mundo medieval. Durante su
primer siglo de gobierno se vivió una etapa de intenso comercio y creciente
riqueza siendo su califa más famoso Harun al-Rasid[15],
que gobernó del 786 al 809, pero progresivamente el califato fue perdiendo
poder al independizarse diversas regiones musulmanas (al-Ándalus, norte de
África…) y al depender cada vez más los califas de sus soldados mercenarios de
origen turco. En el siglo X el califato abasí se desintegró de tal forma que
los califas sólo gobernaban Bagdad y alrededores, aunque continuarían siendo un
símbolo de la unidad del Islam, hasta la destrucción de Bagdad por los mongoles
en el año 1258.
SEGUIR
CON LOS ABASÍES
EXPLICAR
LA POLÍTICA MUSULMANA VINCULADA A FAMILIA, ESTRUCTURA DE LA FAMILIA
ORIGEN
DEL PODER EN LA RELIGION
FALTA
DE INSTITUCIONES INTERMEDIAS COMO GREMIOS O CIUDADES O PARLAMENTOS
PODER
DESPÓTICO ABSOLUTO BASADO EN LA FUERZA
IMPORTANCIA
DE MAMELUCOS.
[1] El nombre Abu Bakr
es en realidad un apelativo que suele traducirse como “el papá de los
camellitos”, porque el primer califa tenía un número importante de estos
animales, de los que se ocupaba mucho. Su nombre completo era Abu Bakr Abd
Allah ibn Utmán ibn Ka’b al-Quraysh [el papá de los camellitos siervo de Dios
hijo de la cría de avutarda nieto de Ka’b el (de la tribu) Quraysí].
[2] Umar ibn al-Jattab [el
próspero hijo de al-Jattb].
[3] Utmán ibn Affan [la
cría de la avutarda hijo de Affan].
[4] Abu al-Hasan Ali ibn
Abu Talib [el padre del guapo, el noble, el hijo del padre del estudioso].
[5] Fátima [la casta]
al-Zahra [la luminosa] fue la hija más joven de Mahoma con Jadiya [la hija
prematura], su primera mujer, y fue esposa de Alí, sobrino de Mahoma.
[6] Mu’awiyya ibn Abu
Sufyan [Mu’awiyya hijo del padre de Sufyan].
[7] Los Omeyas eran una
familia emparentada con Mahoma. Tras una guerra civil se convirtieron en la
dinastía gobernante del califato musulmán. Su gobierno se extendió del año 661
al 750. Con ellos el imperio islámico alcanzó su máxima extensión.
[8] Dinastía: es un
conjunto de reyes o gobernantes de un lugar que pertenecen a la misma familia.
[9] La dinastía Tang
gobernó China entre los años 618 y 907. Fue una etapa de paz dentro del país, y
de expansión por Asia Central para dominar la ruta de la seda por donde se
transportaba este producto desde China hasta Europa. En ese momento China era
el estado más poblado del mundo.
[10] Los turcos son un
conjunto de pueblos diferentes que hablan lenguas emparentadas (como lo están
el castellano con el francés, el portugués, el catalán o el italiano). Al principio
de la Edad Media casi todos los pueblos turcos compartían un estilo de vida
nómada y vivían al este del mar Caspio. Durante la Plena Edad Media (1000-1300)
los pueblos turcos empezaron a emigrar hacia el oeste llegando al territorio de
la actual Turquía.
[11] Oguces: pueblo de
origen turco establecido desde mediados del siglo VIII en las inmediaciones del
mar de Aral. A partir del siglo XI emigrarían hacia el oeste y formarían varios
imperios, incluido el de los turcos otomanos que fue el origen del país hoy
llamado Turquía.
[12] Jázaros: pueblo de
origen turco que, desde el siglo VII al X, dominó la región entre el mar Caspio
y la península de Crimea, y las estepas entre los ríos Don y Dniéper. Su poder
fue destruido en el año 969.
[13] Saquear: robar de
forma violenta un grupo de soldados todo lo que se encuentra en un lugar
ocupado militarmente por ellos.
[14] Los eslavos son un
conjunto de pueblos diferentes que hablan lenguas que tienen un mismo origen. Durante
la Edad Media fueron diferenciándose y convirtiéndose en los que hoy son los
polacos, los rusos, los servios, los eslovacos, los checos, los eslovenos, los
croatas… Durante la Alta Edad Media (476-1000) los pueblos eslavos todavía no
formaban reinos de modo que sus tribus solían ser débiles, además eran paganos
(adoraban a varios dioses) lo que los separaba de los cristianos y de los
musulmanes. Los dos factores anteriores explican que la mayoría de los esclavos
blancos en el mundo musulmán y en el mundo cristiano occidental fueron los
eslavos. Tan importante fue ese comercio de esclavos que en castellano y en
inglés las palabras esclavo/slave y
eslavo /slav son casi idénticas. En castellano
la palabra esclavo sustituyó a los sustantivos derivados de servus (esclavo en latín), y palabras
como sirviente, servidor o siervo dejaron de referirse a un tipo de trabajo
forzado.
[15] Harún al-Rasid [Aarón
el Justo] gobernó al mismo tiempo que Carlomagno, emperador carolingio, y su
fama lo convirtió en el protagonista del libro Las Mil y Una Noches.
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