https://profesorjuliodapenalosada.blogspot.com/2016/08/vida-y-muerte-en-roma.html
Gladiadores
https://profesorjuliodapenalosada.blogspot.com/2015/12/gladiadores.html
VILLAS ROMANAS
TERMAS ROMANAS
https://www.museumsilkeborg.dk/?AreaID=18/tollundmandens-tid.asp
El conjunto de los cargos
públicos romanos, las magistraturas, formaban el cursus honorum, el "camino de los honores".
Los tres principales rasgos
de las magistraturas romanas es que eran anuales, colegiadas y no renovables. Sólo
se ocupaba el cargo un año, cada cargo era ocupado por un número par de
personas (dos, cuatro, seis, ocho) y cada una de ellas podía paralizar las acciones
de los otros, por último, únicamente se podía ocupar el puesto un año. Todo lo
anterior tenía como finalidad evitar el abuso de poder.
En un principio las
magistraturas estaban reservadas a los patricios, los romanos con mayor riqueza
al ser grandes propietarios de tierras. Con el tiempo algunos plebeyos
enriquecidos también pudieron acceder a todas las magistraturas, aunque en un
principio solo tenían una a su disposición, el tribunado de la plebe. La función
del tribuno de la plebe era bloquear cualquier iniciativa del senado que pudiese
dañar los intereses de la plebe.
Que inicialmente sólo pudieran
ser magistrados los senadores tiene sentido porque la carrera política en Roma
costaba mucho dinero mantener y sus beneficios se obtenían a largo plazo. Un
romano rico tenía que esperar a tener la edad adecuada para presentarse a las elecciones
para una magistratura y luego tenía que pagar de su bolsillo la campaña
electoral (invitaciones a comidas, a juegos de gladiadores, publicidad en
paredes y por las calles…). Si el candidato era elegido ocupaba el puesto por un
año sin cobrar ningún sueldo y viviendo de su propia riqueza.
A continuación, tenía que
esperar a tener la edad necesaria para ocupar la siguiente magistratura. Los
beneficios no se veían hasta que se alcanzaba el consulado. Los dos cónsules
dirigían el ejército de Roma. Como Roma estuvo en guerra casi todos los años de
su historia eso daba a los cónsules la posibilidad de enriquecerse con el botín
de guerra, con los robos practicados contra los enemigos. Así los cónsules se
enriquecían con oro, plata, objetos valiosos, esclavos… igual que hacía cada
soldado del ejercito romano. Cada legionario a su nivel intentaba enriquecerse robando
a los vencidos y esa riqueza animaba a los romanos a seguir con sus guerras de
expansión territorial y de saqueo de sus vecinos.
Además, los antiguos cónsules podían ser nombrados gobernadores (próconsules o propretores) de las provincias conquistadas, lo que les daba mucha más oportunidad de enriquecerse saqueando a los pueblos vencidos. Por ejemplo el cónsul Marco Fulvio Flaco robó dos mil estatuas de bronce y oro a los etruscos, por su parte el cónsul Emilio Paulo vendió a 150.000 habitantes de Epiro como esclavos.
Tras haber ejercido como cónsul a un político romano sólo le quedaba entrar en el senado. Los puestos en el senado eran vitalicios, para toda la vida. Para ser miembro del senado primero tenía que morir uno de los senadores que existían y luego el candidato debía ser elegido por el propio senado. De este modo el senado estaba lleno de hombres maduros con experiencia política y militar que habían ocupado todo tipo de puestos en la vida pública.
Cada año el senado elegía un censor. Era el senador encargado de hacer el censo, la lista de los ciudadanos romanos. Era muy importante porque esa lista indicaba quien tenía derecho al voto, cuantos impuestos pagaba cada uno y, sobre todo, quien estaba obligado a prestar servicio militar. El censor también establecía que ciudadanos romanos podían presentarse a un cargo público y cuales no, por eso la censura era una magistratura con mucho poder. Además existía una magistratura especial, la dictadura. El senado nombraba un dictador cuando la república romana se encontraba con grandes dificultades militares o había que realizar una tarea excepcional. El dictador disfrutaba de un enorme poder, pero el cargo sólo duraba hasta que terminaba la causa de su nombramiento o a los seis meses. Cuando el dictador cesaba en el puesto el senado juzgaba si sus acciones habían sido correctas, así se evitaban los abusos de poder. En el año 44 a. C. Julio César, un político y general romano, fue nombrado dictador perpetuo -para toda la vida-. Ante el miedo a que César acabase siendo un rey un grupo de senadores romanos, varios amigos de César, lo asesinaron durante una reunión del senado.
Tras el asesinato de César hubo varias guerras civiles de las que salió victorioso Octavio, el sobrino nieto de Julio César, el nieto de su hermana. En el año 27 a. C. el senado le dio el título de Augusto. A partir de ese momento comienza el imperio romano.
El asesinato de Julio César convenció a Augusto de que los romanos no aceptarían la monarquía, así que Octavio creó un sistema de gobierno que mantenía las apariencias de la antigua republicana romana, pero sustituyéndola por un gobierno unipersonal. Octavio tenía al mismo tiempo todas las magistraturas, era miembro del senado y tribuno de la plebe. Él nombraba a los otros magistrados y a todos los miembros del senado. El gobernante era llamado imperator porque tenía el imperium, el poder para dirigir al ejército romano. Así, el poder del imperator-emperador se basaba en el respaldo de las legiones.
Octavio se cambio su nombre original Cayo Octavio por el de Cayo Julio César Octaviano, para señalar que era el heredero de César. Luego gobernó con el nombre de César Augusto. Después de su muerte todos los emperadores romanos usaron los nombres de César y de Augusto como títulos de gobierno.
el consulado y la pretura
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