https://www.infolibre.es/ciencia/investigacion-rompe-mito-mujeres-cazadoras_1_1537152.html
https://www.publico.es/ciencias/caza-prehistorica-cosa-mujeres.html
https://www.nationalgeographic.es/ciencia/los-artistas-prehistoricos-podrian-haber-sido-mujeres
https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0287101
Pablo Mora (Agencia SINC), 29
de junio de 2023
Hay un mito sobre los roles de género en las
sociedades en las que sus miembros obtenían sus alimentos mediante la caza, la
pesca y la recogida de plantas silvestres. Acerca de estas comunidades humanas
en las que aún no se practicaba la agricultura se ha dicho históricamente que
los hombres eran los cazadores y las mujeres, las recolectoras.
Ahora, el análisis de los datos
provenientes de docenas de sociedades de cazadores-recolectores en todo el mundo revela que
las mujeres cazaban en al menos el 79 % de ellas, lo que se opone a la idea
extendida de que únicamente los hombres salían a cazar mientras las
mujeres recogían raíces y frutos.
Los resultados
de este trabajo de investigación,
presentados por un equipo científico de la Universidad Seattle Pacific y la
Universidad de Washington (Estados Unidos), se publican esta semana
en la revista PLOS ONE.
Roles flexibles
Frente a la
creencia generalizada de que en las sociedades de cazadores-recolectores los
hombres y las mujeres se dedicaban a tareas excluyentes y diferenciadas, estas
investigadoras presentan evidencias arqueológicas que sugieren que los roles en
la mayor parte de esas poblaciones eran flexibles. De hecho, las
pruebas que cuestionan este paradigma en la forma de obtener alimentos proceden
de la historia y la prehistoria de la humanidad, según la presentación del
estudio estadounidense.
"Nuestros resultados muestran que
en la mayoría de los grupos de recolectores, tanto las mujeres como los hombres
practican la caza", declara a SINC Cara Wall-Scheffler, autora principal del artículo.
La otra constatación crucial es que las
mujeres cazan independientemente de su condición de madres.
La investigadora añade que les
sorprendió “la cantidad de información disponible que corrobora que las mujeres
cazan voluntariamente y no solo de forma ocasional”. Por ejemplo, en el caso de
algunas de estas comunidades se han encontrado los restos de mujeres enterradas junto a utensilios destinados
a la caza mayor.
Asimismo, estudios arqueológicos
recientes han demostrado que las mujeres no solo cazaron, sino que además
fueron a la guerra durante todo el linaje de Homo
Sapiens.
Un papel decisivo en todas las épocas
Algunos investigadores
han sugerido que el papel de la mujer como cazadora se limitaba al pasado, y
que las sociedades más recientes seguían el paradigma del hombre como cazador y
la mujer como recolectora. Para investigar esa posibilidad, el equipo
científico evaluó datos de los últimos 100 años en el ámbito de 63
sociedades de recolectores de todo el mundo, incluidas comunidades de
América del Norte y del Sur, África, Australia, Asia y la región oceánica.
Los registros del último siglo
corroboran los hallazgos
arqueológicos datados del Holoceno que muestran que las
mujeres de una amplia gama de culturas cazaban intencionadamente para
subsistir.
“Para este estudio hemos revisado toda
la bibliografía etnográfica en la que se recogen detalles de expediciones de caza”, advierte
Wall-Scheffler. En la mayoría de los grupos de recolectores, son personas de
ambos sexos quienes “practican la caza”, enfatiza la investigadora.
Otra de las conclusiones que se
desprende del estudio es que, en muchas de estas sociedades cazadoras de
animales, las mujeres no solo eran expertas sino que además desempeñaban
un papel decisivo en esta tarea, debido a la destreza con que se
manejaban. De hecho, las mujeres participaban asimismo de forma activa en la
enseñanza de estas actividades, y solían emplear mayor variedad de armas y estrategias de caza que los
hombres.
Además, más del 70 % de la caza
realizada por las mujeres parece ser intencionada, en contraposición a las oportunidades para
cazar animales que se les presentaban mientras ejecutaban otras actividades.
Concretamente, esta práctica femenina deliberada parece haber tenido como
objetivo a animales de todos los tamaños, sobre todo las especies de caza mayor.
Cambio de paradigma
No obstante, las responsables de este
trabajo señalan que precisamente los estereotipos históricos habrían influido
sobre estudios precedentes, dado que, por ejemplo, algunos investigadores se
habrían mostrado reacios a interpretar como herramientas de caza los objetos
localizados junto a los restos
óseos de mujeres.
Por ello, las científicas piden una
reevaluación de esos datos, a fin de evitar aplicar erróneamente la idea
segmentada de los hombres como cazadores y las mujeres como recolectoras. “Hay
evidencias alrededor de todo el mundo que demuestran que las mujeres participan
en la caza con el fin de sobrevivir en
la mayoría de las culturas”, refuerza Wall-Scheffler.
Entretanto, la autora adelanta que
continuarán indagando sobre otros aspectos de la asignación de roles de género en sociedades tradicionales.
“Ahora estudiamos temas como la movilidad de las mujeres desde una perspectiva
evolutiva, para describir cómo las mujeres han evolucionado para ser excelentes
caminantes de larga distancia", relata. Asimismo, detalla, "hay
colegas que están recopilando información sobre la frecuencia con la que las
mujeres cargaban a los bebés en sus fulares a la espalda, durante las
cacerías".
Referencia:
Wall-Scheffler C. et al. “The Myth of Man the Hunter:
Women’s contribution to the hunt across ethnographic contexts”. PLoS ONE (2023)
Reconstrucción artística de la
caza de vicuñas en Wilamaya Patjxa (Perú).
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