Éstas son las autonomías donde
más se inflan las notas en el Bachillerato
Olga
R. Sanmartín, 15 de junio de 2023, elmundo.es
O los
alumnos estudian cada vez más o alguien está engordando los boletines escolares. La
inflación de calificaciones que ha alterado las estadísticas de la Selectividad comienza a darse ya desde el Bachillerato.
En Canarias y
en Murcia el 28% de los
alumnos que se presentan a la prueba de acceso a la universidad ha obtenido
sobresaliente en esta etapa previa, un porcentaje que también es muy alto
-el 25%-
en Extremadura, Andalucía y Asturias. ¿Cómo es
posible que más de una cuarta parte del alumnado de estas regiones sea tan
brillante? ¿Cómo puede ser que el 20% de los estudiantes españoles que aspiran a
cursar una carrera tenga 9 y 10 de media?
Esa pregunta
se la ha hecho el Observatorio
del Sistema Universitario, una asociación de profesores nacida
en Cataluña que lleva años denunciando dos "inequidades" en el acceso
a los grados. La primera desigualdad está causada por los "sustancialmente
más altos porcentajes de estudiantes con notas sobresalientes de Bachillerato
en los centros privados" y la segunda procede de "las diferencias
entre comunidades autónomas no sólo en las notas sobresalientes de Bachillerato,
sino también en las de la Selectividad".
“Si no existiera el
distrito único, que permite que cada estudiante pueda optar por matricularse en
una universidad fuera de su comunidad de origen, estas diferencias entre CCAA
no serían relevantes, y serían tan sólo un reflejo de que los criterios de
corrección de la Selectividad son únicos dentro de cada comunidad. Pero,
gracias al distrito único, las diferencias en notas entre CCAA pueden situar a
quienes han estudiado el Bachillerato y se han examinado de la Selectividad en
determinadas CCAA en posiciones ventajosas a la hora de optar a las carreras
más demandadas", explica Vera
Sacristán, presidenta del Observatorio, ex vicerrectora de
la Universidad Politécnica de
Cataluña y profesora jubilada de Matemática Aplicada en
este campus.
En un informe presentado
este jueves, el Observatorio constata que las notas de Bachillerato son
"sustancialmente mejores" que las obtenidas en la fase general de
Selectividad (la obligatoria para todos, que examina de las asignaturas
comunes), lo que indica que se ha producido una burbuja "artificial"
porque, si no, unas y otras serían parecidas. Si la media en las primeras es de 7,7, en las segundas
es de 6,8. Lo
que han hecho es cruzar los datos y han visto que existe un gran
"descontrol" en las CCAA. En todas hay diferencias (el porcentaje de
sobresalientes en Murcia es 2,2 veces mayor que el que se da en Baleares), pero en unas son más
grandes que otras.
La
Comunidad Valenciana es
la que más brecha presenta, pues sus alumnos tienen nueve veces más
sobresalientes en Bachillerato (el 18% de los alumnos saca nueves y dieces) que
los que obtienen al hacer la Selectividad (apenas un 2% del alumnado). Le
siguen Galicia,
que tiene siete veces más sobresalientes en Bachillerato (el 20%) que en la
prueba de acceso a la universidad (2,8%) y Baleares, donde el porcentaje de
nueves y dieces al terminar Secundaria (12,7%) es más de seis veces superior que
en la Evau/Ebau (1,9%).
Las
diferencias son también muy grandes en Castilla-La Mancha (20% y 4%),
Canarias (28% y 6%), Madrid (20%
y 5%), País Vasco (18%
y 4,8%), Aragón (20%
y 5%), Navarra (18%
y 5%), Murcia (28% y 8%), Cataluña (13%
y 4%), Extremadura (25% y 8%), Andalucía (25% y 8,9%), Asturias (25% y
12%), Castilla y
León (19% y 9,9%), Cantabria (17,9% y 9%) y La Rioja (15%
y 9%). En otras palabras, no hay una comunidad autónoma donde el porcentaje de
sobresalientes en Bachillerato coincida con el porcentaje de sobresalientes en
Selectividad.
Todas estas
disparidades "tienen claros efectos", dice el informe, a la hora de
determinar la nota de acceso a la universidad y las notas de admisión en los
distintos estudios de grado, pues la nota de acceso se forma en un 60% con la nota
de Bachillerato y en un 40% con
la nota de la fase general de la Selectividad.
Del análisis
de los datos que publica cada año el Ministerio de Universidades se desprende
también que Murcia, Canarias y Extremadura "van siempre a la cabeza de los
porcentajes altos de estudiantes con notas de Bachillerato entre 9 y 10, con
independencia de la tipología de sus centros de procedencia". Ahora bien,
se ve mucha disparidad en función de la titularidad de los centros. Los
colegios privados presentan proporciones "significativamente mayores"
de sobresalientes en Bachillerato, lo que también "tiene un efecto sobre
la posibilidad de acceso a las carreras más demandas".
Si en la Selectividad el
grueso de los alumnos de la pública, privada y concertada se concentra en las
notas medianas (aprobados, bienes y notables), en el Bachillerato la gráfica
deja de tener forma de campana y muestra que en la privada se disparan los
sobresalientes: un 27% frente al 23,9% que hay en los concertados y el 17,9% en
los públicos. Los resultados son "impactantes" en función de la
tipología del centro. En Canarias, por ejemplo, el porcentaje de sobresalientes
es del 26% en los centros públicos, del 36% en los concertados y del 40% en los
privados. Hay un abismo también en Murcia, donde el 45% del alumnado de los
colegios privados que se presenta a la Selectividad tiene notas de 9 y 10 (25% en los públicos y 34% en los
concertados).
Estos resultados no se
corresponden para nada con los que registra el informe internacional PISA, que
evalúa el desempeño en Matemáticas, Comprensión Lectora y Ciencias de los
alumnos de 15 años, donde se ve que estas comunidades alcanzan unas notas muy
ramplonas. El Observatorio pide "más homogeneidad" en las pruebas y que
los centros educativos publiquen sus notas para que exista una "mayor
transparencia". Vera Sacristán opina que estas medidas
"ayudarían" a reducir esta gigantesca burbuja de calificaciones.
Los alumnos de la privada llegan 'dopados' a la Selectividad: sus
sobresalientes del Bachillerato ceban la nota final
Daniel
Sánchez Caballero, 15 de junio de 2023,
eldiario.es
Los datos son claros y
confirman una idea que siempre ha flotado en el aire: los institutos privados ponen mejores notas que los públicos
en Bachillerato, pero ese mejor rendimiento no se traslada a la
Selectividad, donde la corrección de los exámenes es anónima. Se podrá
especular con los motivos de esa discrepancia (el alumnado que asiste a ellos
tiene mejor bagaje sociocultural, más recursos a su alcance o realmente inflan
las notas a su clientela),
pero la estadística es la que es.
Como se observa en el
gráfico, en 2022, más de uno de cada cuatro estudiantes de centros privados
puros obtuvo entre un 9 y un 10 en la secundaria postobligatoria (un 27,4%); en
los concertados son unos pocos menos (un 23,9%); en los públicos caen hasta el
17,9%. Sin embargo, en la Ebau todo se comprime: el alumnado que proviene de
centros privados que saca sobresaliente se queda en el 8,1%; en los concertados
en el 5,4% y en los públicos en el 5,3%, según el estudio Notas
de acceso a la universidad, ¿son equitativas? realizado
por el Observatori del Sistema Universitario de Catalunya (OSU) a partir de
datos del Ministerio de Universidades. “Una parte significativa del
estudiantado que acaba el Bachillerato con una nota sobresaliente (entre 9 y
10) no consigue obtenerla de nuevo cuando se examina de la fase general de las
PAU”, sentencia el OSU.
Otro estudio hecho público este pasado
miércoles daba
cuenta de la inflación de notas que ha habido en la Selectividad en los últimos
años,
motivada a medias por los cambios normativos que ha venido viviendo la prueba
en la pasada década (como la introducción de las pruebas optativas para subir nota)
y por una mayor competitividad entre el alumnado. Lo mismo ha sucedido en el
Bachillerato, añade el OSU: el estudiantado que saca entre 5 y 7 ha caído tanto
en la red pública como en la privada en los últimos siete años a la vez que
subía el que tiene un 8 o más (en este último caso suben especialmente en los
privados y concertados, once puntos porcentuales, mientras en los públicos lo
hizo 7,8).
“Es
evidente que todos los centros están ayudando a sus mejores alumnos a entrar en
las carreras más demandadas”, opina Vera Sacristán, presidenta del OSU.
En todas las comunidades es igual
Que
los privados califiquen mejor que los públicos se da, continúa su análisis el
OSU, en todas las comunidades autónomas (con la excepción de Catalunya, donde
son los concertados los que mejores notan ponen). Pero a la vez se observan
diferencias significativas en cómo evalúan las diferentes autonomías.
Diferencias
tan amplias como que la región que más sobresalientes pone en Bachillerato
(Murcia, con un 28,2% del alumnado excelente) tiene más del doble de nueves y
dieces que la que menos, Baleares (un 12,7%). “Algunas comunidades (como
Murcia, Canarias o Extremadura) van siempre a la cabeza en cuanto al porcentaje
de estudiantes con notas de bachillerato entre 9 y 10, con independencia de la
tipología de sus centros de procedencia”, continúa el OSU.
La Comunitat Valenciana es
la autonomía en la que más diferencia hay entre los sobresalientes que se ponen
en Bachillerato y los que luego obtiene ese mismo alumnado en la Selectividad.
El 18,5% de alumnado excelente en la región luego cae hasta un 2% en la Ebau.
La más equilibrada en ese sentido es Cantabria que pasa de un 17,9% al 9,4%.
Si
se cruza esta tabla con los resultados de PISA (aunque este examen se realiza
al alumnado de 15 años y la Selectividad es para 17-18) se observa también una
discrepancia con los resultados. Las tres regiones que más sobresalientes ponen
en Bachillerato (Murcia, Canarias y Extremadura, por ese orden) aparecen
invariablemente en las últimas posiciones en la prueba internacional tanto en
Ciencia como en Matemáticas y siempre por debajo de la media del país. Las que
mejor paradas salen en PISA (Navarra, Castilla y León y Galicia) están en la
zona media de más nueves y dieces, sin embargo.
La doble inequidad
Esta
doble circunstancia –notas más altas en los centros privados y comunidades que
sistemáticamente tienen mejores calificaciones– genera dos inequidades en el
acceso a la Universidad, explica Vera Sacristán, presidenta del OSU. “La primera
está causada por los sustancialmente más altos porcentajes de estudiantes con
notas sobresalientes de bachillerato de los centros privados concertados y, más
aún, de los privados no concertados. Sus altos porcentajes de sobresalientes de
bachillerato no se reflejan en la fase general de las PAU, pero acaban pesando
un 60% en su nota de acceso a la universidad”, apunta. El otro 40% viene de la
nota de la Ebau.
“La
segunda inequidad está causada por las diferencias, no solamente en las notas
sobresalientes del bachillerato, sino también en las de la fase general de las
PAU, entre las distintas comunidades autónomas. Si no existiera el distrito
único, estas diferencias entre comunidades no serían relevantes y serían tan
sólo un reflejo de que los criterios de corrección de las PAU son únicos dentro
de cada comunidad. Sin embargo, gracias al distrito único, cada estudiante
puede optar por matricularse en una universidad fuera de su comunidad de
origen. Por consiguiente, las diferencias en notas entre comunidades pueden
situar a quienes han estudiado el bachillerato y se han examinado de las PAU en
determinadas autonomías en posiciones ventajosas a la hora de optar a las
carreras más demandadas”, añade.
Esta
última circunstancia es uno de los motivos por los que el PP
rechaza la reforma de la Selectividad que propone el Gobierno y a la que obliga la ley de
Educación para el próximo curso. Los populares siempre insisten en la necesidad
de realizar una prueba única a nivel nacional, algo inviable de facto dado que
las comunidades autónomas fijan la mitad del currículum, por lo que este no es
común a toda España y menos con la Lomloe, que ha dejado los temarios mucho más
abiertos.
El
texto que el
Ministerio de Educación ha dejado de momento en un cajón para que sea el próximo gobierno
el que lo apruebe –si así lo considera– va a fijar unos criterios mínimos para
avanzar hacia una cierta homogeneidad en la prueba. Para ello, dice el
borrador, se acordarán unos mínimos comunes: “La Conferencia Sectorial de
Educación y la Conferencia General de Política Universitaria establecerán
procedimientos de coordinación entre las distintas administraciones educativas
destinados a homogeneizar la estructura general de la prueba, así como los
ejercicios y los criterios de evaluación de las distintas materias objeto de
examen, con el fin de garantizar su claridad y objetividad, asegurando su
equiparación entre los distintos territorios”.
El
OSU propone tres cambios para dotar de una mayor equidad al sistema, explica
Vera Sacristán: “Dar transparencia absoluta a los resultados por centros, se
deberían hacer públicos cada año. También se deberían aplicar criterios de
corrección más homogéneos, esto no debería ser complicado. Pero la medida que
creemos sería más efectiva consistiría en dar más peso a la nota de la fase
general de la prueba de acceso que a la de Bachillerato, porque es ahí donde se
está dando la mayor inequidad”, cierra.
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