lunes, 27 de junio de 2022

Debate sobre los arrecogíos

 https://www.elperiodicodearagon.com/opinion/2020/08/19/abriran-aparcaninos-septiembre-46511039.html

¿Abrirán los ‘aparcaniños’ en septiembre?

 

Olga Seco, 19 de agosto de 2020

 

Por lo visto, ha sido necesario, ver con determinación la forma de la muerte, para asimilar que la vida deja en la memoria muchas cosas y no las arrastra a un olvido permanente. No, de nada sirve agrupar nuestras acciones en palabras duraderas. Sí, las mismas que afirman la contradicción de muchos vocablos. A veces es necesario romper la continuidad y empezar de cero...

Las escuelas (opinión subjetiva) son la rara metodología obsoleta que necesita un ajuste. Hay muchas personas preocupadas por lo que sucederá en septiembre; descubro en muchas preocupaciones el egoísmo definitivo de aquellos que piensan que en las escuelas les cuidan los hijos. ¿Cómo van a concebir la educación más allá de lo tradicional? Junto a la fatalidad está el espejo que refleja la suerte de las personas que piensan...

¿Para qué coño queremos internet? Es necesario ver que lo de antes se está muriendo, no podemos seguir afirmando, lo que día a día nos niega la pandemia. Es hora de aceptar que de ahora en adelante (todo o casi todo) será virtual: incluida la enseñanza. Desgraciadamente los colegios han sido aparcaniños.

Las necesidades de los padres han ido por delante de las necesidades de los niños. En definitiva (opinión subjetiva) las escuelas han sido el rincón de estudio en el que dejábamos a nuestros hijos a primera hora de la mañana y escapábamos hasta por la tarde. ¿Y ahora qué?

Muchos de los que parecen (sonrío) la recia sensatez, no saben ni en qué curso están sus hijos, pero por lo visto es menester rechazar todo aquello que no tenga apariencia de guardería. Ser padres es intimar con la entraña del afecto y concederle de vez en cuando alguna aclaración. Los niños (lo estoy deseando) dejarán de concebir las escuelas cómo algo aburrido y desde los hogares comenzará el punto de partida de la nueva educación. Más arte, más poesía, más música, más pensamiento, más creatividad.

Hay cosas que la propia vida rechaza por innecesarias, junto a la superficie vacía de muchos pupitres quedará un sistema educativo basado en el aprendizaje de memoria, sí, el mismo que ha castrado el talento de muchos genios. Niños que han sido tratados de «raros» e incluso medicados, por aburrirse en los colegios. Junto a la roca de la pandemia está chocando nuestra vida. A veces (opinión subjetiva) junto a lo abrupto comienza a brotar la efusión.


https://www.elperiodicoextremadura.com/opinion/2020/08/24/terraplanistas-educativos-43852318.html

Los terraplanistas educativos

 

Pilar Garcés, 24 de agosto de 2020

 

Por lo visto hay algunas familias que se plantean no llevar a los niños al colegio el mes que viene, por miedo al contagio. Puede ser, aunque yo no conozco ninguna. Todo lo contrario. Estoy rodeada de gente deseosa de que, con plenas garantías sanitarias, sus hijos retomen su educación, su vida social y una rutina exenta de miedo después de meses de aburrimiento y tribulaciones. A esas familias que barajan no empezar el curso, si es que existen, se les está dando cumplido altavoz.

Espero que esas familias no se agrupen y astutamente monten una asociación que defienda la enseñanza en casa, para conseguir una repercusión social similar a la lograda por los magufos antimascarillas, los del complot para implantarnos un chip a través de las vacunas y los que sostienen que el virus es un invento de la CIA. Porque a los alternativos de cualquier tema les empiezas dando un titular, luego les recibes en audiencia para estudiar sus propuestas y acabas pagando con dinero público un concierto para la plataforma informática que necesitan. Y digo yo que una opción como la de escolarizar a los niños online ni se tomará en consideración si no se produce un confinamiento de toda la población. No estamos en ese escenario, sino trabajando activamente para que septiembre llegue con su tradicional vuelta al cole que no será voluntaria, sino obligatoria como marca la ley. Porque hace muy poco tiempo, a los padres que propiciaban el absentismo no se les daba precisamente un premio.

Como no creo en las casualidades, me causa desasosiego el encendido debate sobre las ventajas e inconvenientes de quedarse a los niños en casa, mientras nuestras autoridades guardan silencio o lanzan mensajes titubeantes y contradictorios sobre cómo va a ser exactamente la apertura de los colegios. Faltan veinte días y no hemos recibido ni un folio al respecto. Con semejante falta de comunicación, y en medio del rebrote, no es extraño que haya quien se preocupe y piense que los hijos estarán más seguros encerrados en un domicilio que alguien (un abuelo, una madre que se pide una excedencia, un canguro si hay posibles) se encargará de custodiar.

Los niños, por lo demás, muy bien. Van al parque, a la playa, de excursión, leen, dibujan y juegan en la calle con los vecinos. Se han acostumbrado a lavarse las manos diez veces al día, dan menos besos que antes, huyen de las multitudes y no ponen ningún problema a la mascarilla. Han acudido a una escuela de verano instalada en uno de esos colegios públicos cuyo futuro se discute. La dirigen con los protocolos de precaución que marca el BOIB personas que consideran que el juego y el ocio infantil son bienes que se deben proteger, recursos insustituibles porque ayudan a la equidad social y al desarrollo personal. No han pasado el verano encerrados en casa delante de una pantalla, así que no sé por qué debería ser ese su lugar en septiembre. 


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