I.
INTRODUCCIÓN
El sistema político, social y económico que existía en Europa durante
el siglo XVIII es llamado Antiguo Régimen. Sus características eran la
monarquía absoluta, la sociedad estamental y una economía de subsistencia.
Durante el siglo XVIII se produjeron cambios en Europa que alteraron
el funcionamiento del Antiguo Régimen:
·
Creció la
importancia del comercio en la economía y el grupo social que lo realizaba, la
burguesía, aumentó asimismo su riqueza, lo que hizo crecer su importancia en la
sociedad.
·
De la
burguesía, y parte de la nobleza y el clero, surgió un movimiento cultural
llamado Ilustración, que criticaba el funcionamiento del Antiguo Régimen.
En el siglo XVIII se instaló en España la dinastía de los Borbones,
emparentada con los reyes de Francia. Los Borbones instalaron en España el
mismo modelo de monarquía absoluta que funcionaba en Francia.
Durante el reinado de Carlos III [1759-1788] España vivió un intento
de reformas económicas y sociales inspiradas en las ideas de la Ilustración.
II. LA DEMOGRAFÍA
EN EL SIGLO XVIII
Siendo la Historia las acciones de las personas es importante
saber cuánta gente vivía en cada momento; eso es lo que estudia la demografía.
La cantidad de personas se explica por la economía y sociedad en que viven.
Para el siglo XVIII no disponemos de datos exactos
de la población europea, pues la estadística como ciencia aún no existía y quedan
pocos registros de población debido a la pobreza de los estados. Sin embargo
con los datos que tenemos se calcula que durante el siglo XVIII la población
europea creció de 95 a 146 millones de habitantes.
Este aumento de la población, mayor que en siglos anteriores, se explica sobre
todo por la escasa presencia de epidemias en esa centuria. Otros factores que
hicieron descender la mortalidad fue el cambio del modelo de guerra (ejércitos
más profesionalizados,
conflictos más localizados…) que se hizo menos destructiva y a la introducción
de las plantas americanas (maíz y patata) que mejoraron la dieta de los
europeos.
De todas formas los europeos solo representaban el
15% de la población mundial, frente al Imperio chino y la India del Gran Mogol,
que juntos representaban la mitad de la población mundial. Por el contrario África
fue un continente que perdió numerosa población durante el siglo XVIII debido a
la trata de esclavos hacia las colonias europeas de América.
III. LA ECONOMÍA
DEL SIGLO XVIII
A. UNA
AGRICULTURA SEÑORIAL
La actividad económica más importante del siglo
XVIII en Europa fue la agricultura. A ella se dedicaba más del 80% de la
población y era la principal fuente de riqueza.
La agricultura europea del siglo XVIII era una
agricultura de subsistencia, centrada en la producción de cereales para el
consumo de los propios campesinos en forma de pan. La alta tasa de
actividad agraria se debía a la baja productividad, es decir, las familias
campesinas apenas producían lo justo para mantenerse, y es la escasez de
excedentes lo que explica el escaso número de personas dedicadas a la industria
y el comercio.
La producción agraria
seguía dos modelos:
·
Los
openfields: eran campos abiertos que se
dedicaban al cultivo de cereales; solían ser de gran extensión y el trabajo en
muchas ocasiones era colectivo (comunidad rural).
· Los bocages: eran propios de la Europa
noroccidental (Inglaterra, Países Bajos...); eran extensiones de tierra más
reducidas, dedicadas al cultivo de frutas y verduras, y solían ser
de propiedad individual.
Aunque en Europa
predominaba la rotación trienal todavía se practicaba el barbecho bianual en
algunos lugares y solo en Inglaterra empezaba a experimentarse con un nuevo
modelo más productivo.
La falta de
maquinaria y los sistemas de cultivo tradicionales explican la baja
productividad pero no son su única explicación. La forma de posesión de la
tierra dificultaba enormemente la introducción de posibles mejoras.
La mayor parte
del territorio europeo estaba dividido en señoríos, cada uno con su señor
feudal laico (condes, duques, marqueses...) o religioso (obispos, abades...).
Los señores cedían la tierra
a las familias campesinas para que la trabajaran mediante contratos de
arrendamiento. De modo que existían diferentes personas con distintos derechos
sobre la tierra. Los campesinos carecían de capital para invertir y los señores
se adaptaban a las rentas recibidas debido a su ideal de vida
(consumo ostentoso y desprecio del trabajo). Los burgueses, el único grupo
social con riqueza para
invertir, se encontraban con el problema de la vinculación. Una parte muy
importante de las tierras
estaban vinculadas a familias nobles o instituciones religiosas; las tierras
vinculadas no podían hipotecarse ni ser objeto de compraventa. Las tierras
vinculadas de la nobleza se llamaban mayorazgos y las de la Iglesia tierras
de manos muertas.
Los escasos rendimientos de la agricultura, teniendo
en cuenta que casi toda la tierra y la gente se dedicaban a ella, explican que
en los años de malas cosechas se produjeran crisis de subsistencia. Las crisis
de subsistencia consistían en cosechas tan escasas que no permitían a los
campesinos pagar sus impuestos ni mantenerse a sí mismos. Las crisis de
subsistencia agrícolas suponían hambre para los agricultores pero también para
los trabajadores urbanos que dependían de la producción agraria, y un descenso
generalizado de la actividad económica, pues el consumo y el comercio se reducían.
La mayor parte de las tierras de cultivo europeas en
el siglo XVIII estaban en manos de la nobleza y del clero. Los campesinos que
habitaban y trabajaban esas tierras debían pagar a los señores feudales (nobles
o clérigos) a cambio de poder cultivarlas.
Los labradores europeos del siglo XVIII eran la base
del sistema fiscal.
La nobleza y el clero estaban exentos de pagar impuestos,
así que en la mayoría de los Estados los ingresos directos dependían de los
agricultores que debían pagar tres tipos de impuestos:
·
Los impuestos
reales (o del rey).
·
El diezmo.
Este impuesto lo recaudaba la Iglesia y suponía una décima parte de las
cosechas de los campesinos de cada parroquia. Con el diezmo se mantenían a los
sacerdotes, los edificios religiosos y a la parte más pobre de la sociedad
(huérfanos, viudas, ancianos y pobres).
·
Los impuestos
señoriales, que eran cobrados por los señores feudales (nobles y clérigos) a
los campesinos que vivían en sus tierras.
Durante el siglo XVIII los impuestos que debían
pagar los campesinos europeos crecieron de forma constante aumentando la
presión fiscal. Así que cuando se producía una crisis de subsistencia
los labriegos desesperados solían rebelarse contra el gobierno. Esas revueltas
populares habitualmente eran aplastadas de forma violenta por el ejército del
rey.
B. LA EXPANSIÓN
ECONÓMICA EN EL SIGLO XVIII
El aumento de la población europea durante el siglo XVIII provocó un
crecimiento económico pues supuso un aumento de la mano de obra disponible y un
aumento del consumo. Un consumo no solo de alimentos sino también de productos
manufacturados.
El crecimiento del consumo impulsó tanto el comercio interior dentro
de los países europeos como el comercio internacional, sobre todo el comercio
transatlántico entre Europa y América.
El comercio interior se abastecía de la producción de los gremios de
las ciudades y también de las manufacturas, grandes empresas que no
estaban sometidas a las reglas de los gremios. En las manufacturas un
empresario agrupaba a numerosos trabajadores en un edificio para realizar un
mismo trabajo, con las técnicas de trabajo tradicionales.
MANUFACTURAS Y DOMESCTIS SYUSTMEN
C. LOS INGRESOS
DEL ESTADO
Los estados europeos en el siglo XVIII recaudaban
impuestos de su población con dos fines principales:
·
Pagar los
costes del ejército.
·
Mantener al
monarca y a la corte que lo rodeaba (familiares, funcionarios,
criados…), que podía estar formada por miles de personas.
Los gobiernos de los reyes no se preocupaban del bienestar de sus
súbditos y eran las iglesias (católica, ortodoxa, anglicana…) las que se
ocupaban de los pobres, las viudas, los huérfanos, los ancianos…
Los impuestos reales o estatales eran de dos tipos
(directos e indirectos):
1.
Impuestos
directos
Se recaudaban principalmente entre los campesinos
según el valor de sus tierras.
La nobleza y el clero estaban exentos de pagar
impuestos.
2.
Impuestos
indirectos:
Los más importantes eran los que pagaban los mercaderes al transportar
sus mercancías por un puerto o ciudad (aranceles). Los comerciantes que tenían
negocios en ultramar (África, América, Asia), al ser los que obtenían mayores
beneficios también eran los que pagaban aranceles más altos.
Los gobiernos del siglo XVIII habían establecido estancos sobre varios
productos como el tabaco o la sal. Un estanco era un producto que solo era
vendido por el estado; el estado tenía el monopolio de la venta y establecía el
precio que quería. Los castigos contra los contrabandistas (los que rompían los
monopolios del rey) eran terribles (ahorcamiento, destripamiento…).
Casi todos los monarcas del siglo XVIII pasaron dificultades
económicas porque los ingresos solían ser inferiores a los gastos, que se
disparaban cada vez que estallaba una guerra. Para hacer frente a esta
situación casi todos los reyes europeos recurrían a préstamos de los burgueses banqueros.
D. LAS TEORÍAS
ECONÓMICAS DURANTE EL SIGLO XVIII
Durante el siglo XVIII hubo tres teorías económicas
en Europa: el mercantilismo, la fisiocracia y el liberalismo.
El mercantilismo: Según esta teoría la riqueza de un país dependía
de la cantidad de oro y plata que tuviera. Para conseguir acumular más oro y
plata los monarcas intentaban que sus reinos vendieran productos a los otros
reinos. Para conseguirlo se daban privilegios a compañías de comercio (Compañía
Inglesa de las Indias Orientales) y se crearon Manufacturas Reales que
fabricaban productos de lujo.
La fisiocracia: Según esta teoría, defendida por ilustrados
franceses (Quesnay), la riqueza de un país dependía de la producción agrícola,
que era algo más seguro que el comercio. Para mejorar la agricultura y la
ganadería los fisiócratas proponían usar nuevas técnicas agrícolas y, sobre
todo, la libertad de comprar y vender la tierra.
El liberalismo económico: Según esta teoría, defendida sobre todo por los
ilustrados británicos (Adam Smith), la riqueza de un país crecería si existiera
plena libertad de mercado o libertad de comercio, es decir
eliminando los monopolios de los estancos reales y de las compañías
privilegiadas, los precios fijados por los gremios y cualquier intervención del
gobierno en la economía.
IV.
LA SOCIEDAD ESTAMENTAL
La sociedad del Antiguo Régimen era estamental porque estaba dividida
en tres grupos sociales llamados estamentos. Estos grupos sociales estaban
cerrados al paso de uno a otro; quien nacía en un estamento era difícil que se
incorporara a otro estamento. El nacimiento en tal o cual familia definía el
estamento al que se pertenecería de por vida.
A. LOS
PRIVILEGIADOS (menos del 5% de la
población)
La nobleza y el clero eran los estamentos privilegiados:
-
La nobleza era el grupo social más importante. Los nobles tenían reservados los
mejores puestos en el ejército (oficiales) y en la administración de cada reino.
Dentro de cada reino la nobleza poseía la mayor parte de las tierras. Además no
pagaban impuestos y las leyes que se les aplicaban eran especiales para ellos
(privilegios).
La nobleza de los distintos países europeos no formaba grupos
compactos. Se podía distinguir:
· La alta nobleza o aristocracia, formada por los
nobles más ricos, poseían la mayor parte de las tierras, vivían en la corte
junto al rey y tenían buenos puestos en la administración del reino (ministros).
· La baja nobleza vivía en general en el campo. Eran
dueños de pocas tierras y, a veces, para vivir, trabajaban para el ejército
como oficiales o para la administración real como funcionarios (escribanos).
-
El clero
estaba formado por todos los miembros religiosos de la Iglesia.
Dentro de la doctrina de la monarquía absoluta el poder del rey
provenía de Dios por ello todos los monarcas absolutos europeos apoyaban
plenamente a la iglesia mayoritaria de cada reino. De manera que no existía
separación entre Iglesia y Estado, y no había tolerancia religiosa; las minorías
religiosas eran obligadas a convertirse a la fe mayoritaria, a emigrar o debían
pagar impuestos especiales y estar sometidos a toda clase de restricciones.
La Iglesia y sus miembros estaban exentos de pagar impuestos igual que
la nobleza. Asimismo disfrutaban de leyes especiales (privilegios) que solo se
les aplicaban a ellos.
Dentro del clero se distinguía el clero regular, que vivía en monasterios
y conventos aislado del resto del mundo (abades, abadesas, monjes, monjas,
frailes…), y el clero secular que vivía en contacto con el resto de la población
(sacerdotes, obispos…)
Los ingresos de la Iglesia procedían generalmente de sus propiedades
agrícolas, en las cuales los clérigos actuaban como señores feudales.
Otra fuente de importante de ingresos de la Iglesia era el diezmo: un
impuesto obligatorio para todos los campesinos equivalente a un décimo de cada
cosecha.
Aunque el clero formaba un único estamento había dos grupos de
clérigos:
· El alto clero, procedente en general de la nobleza
que ocupaba puestos de obispos, abades, cardenales…
· El bajo clero eran hijos de campesinos o burgueses y
estaba formado por los sacerdotes parroquiales, frailes, monjas, etc.
B. LOS NO
PRIVILEGIADOS (más del 95% de la
población)
Los no privilegiados formaban el Estado Llano o Tercer Estado. Eran la
mayoría de la población (entre un 90 y un 95% del total). El Tercer Estado estaba
formado por tres grupos:
·
Los
campesinos. Eran el grupo más numeroso de la población en todos los países
europeos (más del 75% de la población). Los campesinos europeos tenían en común
que la mayoría de ellos cultivaban tierras de la nobleza o del clero y debían
pagar por ello impuestos al señor feudal por el derecho a trabajar la tierra.
Sin embargo los agricultores podían clasificarse en cuatro grupos distintos:
- Los siervos: eran campesinos que no tenían derecho a
abandonar las tierras que trabajaban para un señor feudal. La mayoría estaban
en Europa Oriental (Rusia, Polonia…). Cuando la tierra se cambiaba de manos los
campesinos debían trabajar para el nuevo propietario.
- Los campesinos propietarios: dueños de los campos
que cultivaban, eran una minoría en todas partes.
- Los arrendatarios: labriegos que trabajaban las
tierras de otros pagando por ello una renta en metálico o en especie.
- Los jornaleros: eran los campesinos sin tierra que
solo encontraban trabajo para las faenas de temporada (siembra, cosecha…). Muchas
veces emigraban estacionalmente para encontrar trabajo y eran la parte más
pobre de la población rural. Eran especialmente numerosos en la Europa
meridional.
·
Los
trabajadores urbanos: artesanos de los gremios, tenderos, criados (que eran muy
numerosos), empleados de las manufacturas…
·
La burguesía
urbana estaba formada por banqueros, grandes comerciantes, dueños de talleres o
manufacturas… Estos miembros del Tercer Estado deseaban que su poder económico
fuera reconocido por la sociedad estamental. Aunque eran ricos en dinero tenían
menos derechos que cualquier noble empobrecido y no podían acceder a los puestos
más importantes de la sociedad.
VII. EL SIGLO XVIII
EN ESPAÑA: LA DINASTÍA DE LOS BORBONES
En 1700 murió sin herederos directos Carlos II, el
último rey español de la dinastía de los Habsburgo. Antes de morir nombró
heredero a su sobrino-nieto el príncipe francés Felipe de Borbón. En 1700 fue
nombrado rey, con el nombre de Felipe V.
A. LA GUERRA DE
SUCESIÓN DE ESPAÑA (1701-1714)
La subida al trono español de Felipe V genero un
conflicto cuando el archiduque Carlos de Austria, otro pariente lejano del
difunto Carlos II de España, reclamó también el trono.
REDACTAR MEJOR EL SIGUIENTE PARRAFO
Carlos de Austria fue apoyado por el Imperio de los
Austrias, Inglaterra, Provincias Unidas, Portugal… La coalición antiborbónica
se formó por miedo a que España y Francia al estar gobernadas las dos por
miembros de la dinastía de los Borbones acabaran dominando Europa. Dentro de la
Península Ibérica Carlos de Austria fue apoyado por el reino de Aragón (Aragón,
Cataluña, Baleares, Valencia).
Felipe V recibió el apoyo de Luis XIV, rey de
Francia, y de la Corona de Castilla.
Así fue como en 1701 estalló la Guerra de Sucesión
de España entre los dos bandos.
La guerra internacional duró una década hasta que en
1713 el archiduque Carlos heredó el Imperio de los Austrias. En ese momento sus
aliados temieron el poder de Carlos gobernando unidos el Imperio español y el
Imperio de los Austrias. Por ello los miembros de la alianza antiborbónica
retiraron su apoyo a Carlos de Austria y negociaron la paz.
Por los Tratado de Utrecht y Rastatt Felipe V era
reconocido rey de España y de sus colonias en América aunque renunciaba a las
posesiones españolas en Europa. Así Flandes o Países Bajos españoles pasaban a
los Austrias, la isla de Cerdeña se incorporaba al ducado de Saboya, Gibraltar
y Menorca fueron cedidas a Reino Unido.
Sin embargo el Tratado de Utrecht no puso fin a la
guerra en la Península Ibérica donde la Corona de Aragón continuó luchando
hasta que las tropas de Felipe V ocuparon la ciudad de Barcelona el 11 de
septiembre de 1714.
B. EL ABSOLUTISMO
BORBÓNICO (1700-1759). LOS CAMBIOS POLÍTICOS
El reinado de Felipe V [1700-1746] supuso la
introducción en España del modelo francés de gobierno absolutista y
centralizado. El absolutismo borbónico suponía que el rey concentraba todos los
poderes del reino sin contar con la nobleza ni con las ciudades:
·
Así el rey
creó una serie de ministerios y nombró a los ministros directamente en vez de
pedir consejo a nobles y obispos
·
Desaparecieron
las Cortes (parlamentos) de cada reino peninsular y se unificaron en unas
únicas Cortes
·
El territorio
peninsular fue dividido en provincias para administrarlo mejor
·
Los
intendentes, funcionarios reales que durante la Guerra de Sucesión se encargaron
de recaudar impuestos y organizar la vida económica, se convirtieron en
gestores de la economía del país en nombre del rey
·
Los
corregidores, unos funcionarios municipales nombrados por el rey que solo
existían en la Corona de Castilla, se extendieron a la Corona de Aragón. Los
funcionarios vigilaban en nombre del rey la actuación de los ayuntamientos.
Felipe V promulgó los Decretos de Nueva Planta por
los cuales quedaron abolidas las leyes o instituciones propias de los distintos
reinos de la Corona de Aragón, recogidas en sus fueros, y el sistema de
gobierno de Castilla se extendió a toda la Península como castigo a la rebelión
de la Corona de Aragón. De esta manera se impusieron unas leyes comunes a todos
sus reinos en la Península Ibérica y un mismo sistema administrativo para todo
el territorio, lo que supuso que el castellano por primera vez se convirtiera
en la única lengua oficial de España, pues antes dentro de cada reino su
administración usaba su lengua propia.
C. EL ABSOLUTISMO
BORBÓNICO (1700-1759). LOS CAMBIOS ECONÓMICOS
Durante el reinado de Felipe V y sus sucesores, se
tomaron medidas para mejorar la economía española siguiendo los principios del
mercantilismo:
·
Dentro de la
política borbónica de unificación de los reinos peninsulares se eliminaron las
aduanas internas que separaban económicamente los diversos territorios de la
Península, eso permitió el desarrollo del libre comercio entre las distintas
zonas de España.
·
En
1717 Sevilla dejó de ser la ciudad que monopolizaba el comercio con América a
causa de las dificultades de navegación por el Guadalquivir. Desde esa fecha
será Cádiz la ciudad desde que salgan y a la que lleguen todas las flotas
españolas que iban y venían entre España y América.
·
Felipe V
estableció una política proteccionista consistente en prohibir las
importaciones de productos extranjeros para proteger la industria del reino de
la competencia. Esto permitió que durante su reinado surgiera una industria
textil en Cataluña. Esta industria consistía en manufacturas de indianas: Fábricas con técnicas tradicionales que
fabricaban indianas, un tipo de estampado sobre telas de algodón o lino, que se
importaban de la India, y cuyo destino
era, además del abastecer el consumo interior de España, la exportación a las colonias españolas de América ("las
Indias").
·
Fueron
fundadas varias manufacturas reales cuyos productos (seda, porcelana y
otros bienes de lujo) abastecieron la demanda de los palacios de la monarquía
española así como los de su nobleza y alta burguesía. Ejemplos de las
manufacturas reales fueron las fundadas por Felipe V y por Fernando VI [1746-1759]: Real Fábrica de
Cristales (1727), Real Fábrica de Loza y Porcelana (1727), Real Fábrica de
Sedas (1748).
·
En 1753,
durante el reinado de Fernando VI, se iniciaron las obras del Canal de Castilla
construido
para facilitar el transporte del trigo de Castilla hacia los
puertos del norte peninsular y de allí a otros mercados. La idea de este canal
era servir como vía de comunicación y transporte que solucionase el problema de
aislamiento que sufría la meseta castellana, debido al relieve complicado y una
deficiente red viaria, que hacía casi imposible el transporte de los productos
agrarios de la región.
Durante el reinado de Felipe V y sus sucesores se construyeron varios
palacios reales en España entre los que destaca el Palacio de Oriente que ha
seguido siendo el Palacio Real en Madrid hasta hoy mismo.
Dentro del proceso de unificación política y social de la Península
Ibérica se inserta la Gran Redada. Así se llama a la persecución contra los
gitanos autorizada en 1749 por el rey Fernando VI. Todos los gitanos españoles
fueron detenidos siendo separados hombres, mujeres y niños. Los hombres fueron
enviados a trabajar a arsenales de la Armada (la Marina de Guerra), donde se
construían barcos, y a minas. Los gitanos permanecieron prisioneros hasta que
el rey Carlos III los liberó en 1763. Este intento de acabar con una población
poco integrada por su nomadismo es una muestra del aumento del poder de los
reyes durante el siglo XVIII y de su interés en uniformar a la población de sus
reinos en lengua y costumbres para poder controlarla mejor.
VIII.
EL REFORMISMO BORBÓNICO
A. LA ILUSTRACIÓN
EN ESPAÑA
En el siglo
XVIII el movimiento cultural de la Ilustración alcanzó España, donde surgieron
pensadores ilustrados que se interesaron por la mejora de la educación, de la
ciencia, y el progreso económico del país.
A diferencia
de en Francia o Inglaterra las ideas ilustradas tuvieron poco éxito en España.
El grupo social del que salían la mayoría de los ilustrados era la burguesía y
en España era poco numerosa y estaba concentrada en la capital y en algunas
ciudades portuarias como Cádiz. Además la Iglesia católica española tenía mucha
influencia sobre la sociedad y combatió la difusión de las ideas ilustradas.
La falta de
una burguesía fuerte y la oposición de la Iglesia hizo que los pensadores
españoles de la Ilustración buscaran ayuda en la monarquía para desarrollar sus
ideas, por eso colaboraron con la administración real para reforzar el poder de
los reyes sobre la sociedad española. Así durante el reinado de Carlos III
[1759-1788] varios ilustrados ocuparon puestos administrativos importantes como
el conde de Aranda y el conde de Floridablanca.
B. LOS CAMBIOS
ECONÓMICOS Y SOCIALES EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII
La sociedad española del siglo XVIII, al igual que
en el resto de Europa, era básicamente rural y estamental. Pero durante el
siglo XVIII se produjeron varios cambios causados por el crecimiento general de
la población y de la riqueza en Europa:
·
La población
española aumentó de forma considerable. A principios de siglo había siete
millones y medio de habitantes y, a finales, once millones.
·
El crecimiento
demográfico provocó un aumento de la producción agraria. Este se debió al
aumento de mano de obra y a varias reformas agrícolas como la introducción de
cultivos americanos (maíz y patata), el aumento de las zonas de regadío y de
las tierras dedicadas a la vid. Sin embargo el aumento de la producción no
benefició a los campesinos porque los privilegiados (nobleza y clero) que
poseían las tierras acaparaban casi todo el excedente.
C. LAS REFORMAS
DE CARLOS III
La sociedad y la economía españolas del siglo XVIII también cambiaron
por una serie de reformas que impulsó el rey Carlos III:
·
Carlos III
llegó a España para suceder a su padre Felipe V con la experiencia de haber
sido rey de Nápoles y Sicilia. Lo acompañaban varios ministros italianos que
intentaron modernizar la vida española. En primer lugar se intentó asemejar
Madrid a otras capitales europeas iniciando un programa de obras públicas
(adoquinado, alcantarillado, alumbrado, recogida de basuras) y de reforma de
las costumbres. Estas iniciativas encontraron la oposición de la nobleza
española que veía que el rey no contaba con ella y elegía a extranjeros como
ministros.
En
1766, aprovechando una crisis de subsistencia, la nobleza de la corte impulsó
una revuelta contra el ministro italiano Esquilache. La excusa para el llamado
Motín de Esquilache fue una norma que prohibía el traje tradicional formado por
capas largas y sombreros de ala ancha, que permitían a los criminales esconder
sus rostros y sus armas, y obligaba a cambiarlo por el tricornio y la capa
corta. El resultado de la revuelta fue la sustitución de los ministros
extranjeros por otros de origen español, aunque el programa de obras públicas
en Madrid continuó (Puerta de Alcalá).
·
En 1767 el rey
Carlos III usó como excusa el Motín de Esquilache para expulsar a la orden
religiosa de los jesuitas, acusada de haberlo organizado, de España. El
objetivo del rey era disminuir la importancia de la Iglesia en la Enseñanza.
Carlos III creó nuevas escuelas dedicadas a la enseñanza primaria y aprovechó
los colegios de los jesuitas, además reformó los planes de estudios
universitarios dando más importancia a las ciencias experimentales que tenían
aplicación práctica en la guerra o en la economía como las Matemáticas, la
Química, la Física, la Ingeniería.
·
A partir de
1775 los funcionarios reales animarían la fundación y protegerían las
Sociedades Económicas de Amigos del País, dedicadas a fomentar la agricultura,
la industria y el comercio. También realizaban investigaciones sobre ciencia,
economía y técnicas, que publicando sus resultados a continuación.
·
En 1778
terminó el monopolio comercial de Cádiz con América pues un decreto real
estableció la libertad de comercio con América para los puertos españoles. Con
esta medida se esperaba que aumentarán las relaciones comerciales de España con
sus colonias de donde llegaban azúcar, café y tabaco. Para asegurar el
transporte transatlántico se creó una potente armada (flota de guerra). Carlos
III veía en el comercio con las colonias una gran fuente de riqueza para su
reino y por ello creó en 1785 la Real Compañía de Filipinas para facilitar el
negocio con los productos de las colonias.
·
En 1783 se
promulgó otro decreto que establecía la honradez de todas las profesiones. Desde
la Edad Media en España solo se consideraba honradas u honorables a aquellas
personas que no trabajaban con sus manos, por ello cada vez que un artesano o
burgués reunía una pequeña fortuna compraba tierras para vivir de las rentas.
Eso limitaba la creación de riqueza pues los negocios de los comerciantes daban
más beneficios que las tierras, por eso el rey intentó animar con ese decreto a
que los artesanos y mercaderes no abandonaran sus oficios cuando se
enriquecieran.
Carlos III también prestó
atención a los gitanos. En 1783 aprobó una ley para integrarlos con el resto de
la población española. Se les pasaba a tratar igual que al resto de la
población y se les permitían oficios que antes tenían prohibidos, pero también se
les obligaba a abandonar el nomadismo y asentarse de forma definitiva
El camino de las reformas
ilustradas seguido durante el gobierno Carlos III fue abandonado por su hijo
Carlos IV [1788-1808], pues al año siguiente de subir al trono estalló en
Francia la Revolución Francesa y por miedo a la extensión de las ideas
revolucionarias se rechazaron todas las ideas nuevas.