lunes, 12 de diciembre de 2011

Europa 630 TEXTO SAMO

EL PAPEL DE LOS NÓMADAS EUROASIÁTICOS EN LA EUROPA MEDIEVAL

 

Desde la llegada a Europa de los hunos en el siglo IV hasta el siglo XVI, con la derrota de los tártaros a manos de los rusos, sucesivos pueblos nómadas llegaron a Europa procedentes de Asia. Esos nómadas (hunos, búlgaros, ávaros, magiares o húngaros, pechenegos, cumanos, mongoles, tártaros), tras atravesar las estepas al norte del mar Caspio y del mar Negro, solían llegar hasta la llanura de Hungría en la cuenca del río Danubio e instalarse allí. La razón de su asentamiento en el territorio húngaro se debía a que estos eran una enorme llanura en la que los nómadas podían alimentar sin problemas sus manadas de cientos de miles de animales, sobre todo de caballos, la base de su poder militar.

La superioridad militar de los nómadas durante la Edad Media se basaba en que sus ejércitos estaban formados básicamente por una caballería de excelente calidad.

Aunque los ejércitos de jinetes nómadas no eran muy numerosos los escritores europeos siempre los describen como multitudes inmensas. Esto se debe a que cada jinete nómada llevaba varias remontas, caballos de sobra para cambiar de montura cuando se cansaba y así no parar. Esto permitía a los ejércitos nómadas viajar a una velocidad increíble para los europeos medievales, y además hacía que las tropas nómadas parecieran el triple, el cuádruple o el quíntuple de lo que en realidad eran.

Además de ser jinetes, todos los nómadas eran arqueros excelentes capaces de disparar desde el caballo al galope con gran puntería.

Los nómadas debían sus capacidades como jinetes y arqueros a un entrenamiento intensivo que comenzaba en la infancia. Se necesitaban décadas para formar un arquero a caballo, y los pueblos sedentarios de Europa carecían de esa tradición militar.

Sólo en el siglo XVI, cuando las armas de fuegos pasaron a ser tan efectivas como los arcos, los nómadas perdieron su superioridad militar.

Los ejércitos de los hunos, búlgaros, ávaros, magiares o húngaros, pechenegos, cumanos, mongoles y tártaros estaban formados por guerreros a caballo y por soldados a pie que procedían de pueblos sometidos por los nómadas.

A pesar de sus victorias en batallas a campo abierto los nómadas solían tener dificultades con las ciudades amuralladas al principio, pues no conocían las murallas, no sabían cómo superarlas. Más tarde, al recibir la ayuda de los pueblos sedentarios conquistados, los nómadas aprendieron a usar torres de asedio, máquinas de guerra, minas de sitio, etcétera.

De los distintos pueblos nómadas algunos, como los búlgaros y los magiares (o húngaros) se volvieron sedentarios y adoptaron la cultura de sus vecinos en Europa. Por ejemplo los búlgaros copiaron la cultura del imperio bizantino, los magiares copiaron la cultura del Sacro Imperio Romano Germánico. Sin embargo la mayoría de los pueblos nómadas mantuvieron su estilo de vida propio hasta que fueron derrotados y aniquilados por estados vecinos. Así los ávaros fueron aplastados por los carolingios, los pechenegos por los bizantino, los tártaros por los rusos.

 

Ring avaro terraplenes de madera y iterra

Earthwork

Dinámica del gobierno por despobjos atila

 

Imagen hierro candente xiv o xiii joubert

7 tribus wikiepdia húngaros

200.000 personas

10.000 jinetes en lechfecld

50.000 hombres adultos posibles movilizables ejercito de campaña.

 






 


 

 


 


 


 


 


 


 

 

 

domingo, 11 de diciembre de 2011

Las primeras Factory Acts (1802 y 1819)

https://elobrero.es/cultura/49172-las-primeras-factory-acts-1802-y-1819.html

Se entiende por Factory Acts las leyes aprobadas por el Parlamento británico durante el siglo XIX para regular las horas de trabajo y las condiciones laborales de niños y mujeres en las fábricas, especialmente en las textiles.

Es en el propio siglo XVIII con la Revolución Industrial cuando surgió entre los reformistas la inquietud al comprobar las largas jornadas laborales y las duras condiciones de trabajo que padecían los niños en las fábricas textiles (molinos de algodón).

En este trabajo nos vamos a centrar en las dos primeras, la de 1802 y 1819. En esta historia tendría un papel fundamental Sir Robert Peel (1750-1830), uno de los principales fabricantes textiles, y que inspiró las dos reformas que aquí vamos a tratar.

La primera, como hemos expresado, fue aprobada en 1802, regulando las condiciones de las fábricas, especialmente para los menores empleados en las fábricas de algodón y algodón. Establecía muchas cuestiones. En primer lugar, todas las dependencias fabriles debían estar bien ventiladas y ser encaladas dos veces año, como medidas higiénicas. Los niños debían disponer de dos equipos completos de ropa para el trabajo. Los que tuvieran entre 9 y 13 años podían trabajar un máximo de ocho horas diarias. Los que estuvieran en la franja de edad de 14 y 18 años podían tener una jornada más larga, de hasta 12 horas. Pero los menores de 9 años no podrían trabajar. Los niños que trabajasen en las fábricas debían estar inscritos en las escuelas primarias que los dueños de las fábricas tenían obligación de establecer. Tenían que aprender lectura, escritura y aritmética durante los cuatro primeros años de trabajo. La educación o instrucción religiosa se desarrollaría durante una hora lo sábados.

La jornada laboral de los niños empleados comenzaría a las seis de la mañana y debía terminar, como máximo a las nueve de la noche.

Los niños y las niñas deben dormir en habitaciones diferentes, y no debían dormir más de dos niños por cama.

Los dueños de la fábrica estaban en la obligación de atender cualquier enfermedad contagiosa que padeciesen los niños.

La Ley establecía multas por incumplimientos de los preceptos de la misma, pero el grave problema fue que no se estableció un sistema de supervisión e inspección, por lo que fue muy común no cumplir con lo dispuesto. Otro problema era que esta disposición regulaba las condiciones laborales solamente de los considerados como “niños aprendices”, tutelados, en cierta medida en la fábrica, como hemos visto en relación con la educación y el alojamiento, pero no de los “niños libres”, es decir, de aquellos que eran contratados, pero no adquirían la condición de aprendices.

Peel, a instancias de Robert Owen, quiso profundizar, y presentó otro proyecto de ley en 1815 para limitar más el número de horas de la jornada laboral de los niños. Al final, salió aprobada la Factory Act de 1819, pero mucho menos ambiciosa que lo que planteaba el proyecto. Owen llegó a acusar a Peel de no haberse movido rápidamente en el Parlamento ante la oposición a la reforma.

Al final, estas primeras reformas, a pesar de su espíritu filantrópico no cambiaron la situación de los trabajadores infantiles porque se incumplieron al no establecer un sistema de inspección, aspecto que habría que afrontar en futuras reformas.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Una aliteración en una película

    La aliteración es la repetición notoria del mismo o de los mismos fonemas, sobre todo consonánticos, en una frase.
    Primero la escena en castellano.

http://www.youtube.com/watch?v=O8Nc7A90tHY

    En segundo lugar la escena en inglés con subtítulos falsos (es un cachondeo).

http://www.youtube.com/watch?v=qEEKxKoP2_k&feature=related

    El tercer enlace es con los auténticos subtítulos de la escena en inglés, presentados de forma artística.

http://www.youtube.com/watch?v=TNOwsIkzTF0

    El último enlace es al comic original en que se basa la película. El comic es en castellano y está escaneado (esto también es una aliteración). Le han puesto banda sonora.

http://www.youtube.com/watch?v=zEkfZxrZxHE