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viernes, 1 de julio de 2022

Distribución de la población en el territorio de España

 

Distribución de la población en el territorio de España

 

España tiene una densidad de población media de 91’4 habitantes por kilómetros cuadrado de superficie, que es inferior a la densidad media de la Unión Europea (114 hab/km2). Sin embargo la densidad de Puente Genil se acerca a la media de la Unión Europea  (173 hab/km2), mientras que la densidad de población media de la provincia de Córdoba es muy inferior (58 hab/km2) y la densidad de población de toda Andalucía casi coincide con la media española (92 hab/km2).

La distribución de la población en el territorio de España es muy desigual:

Las zonas más densamente pobladas de España son las de la periferia peninsular, sobre todo las costas, además de Madrid, Canarias y las ciudades autónomas del norte de África (Ceuta y Melilla).

Las zonas menos densamente pobladas son las del interior de la Península, como Castilla-La Mancha o Extremadura.

Una distribución tan irregular de la población se debe a que la actividad económica se ha concentrado en las áreas litorales y en las ciudades. Es allí donde se concentran los servicios[1], la industria y el turismo.

En el interior de España, las zonas agrícolas de secano y las zonas de montaña han ido perdiendo población. Además, los avances técnicos en la agricultura han hecho que no fuera necesaria tanta mano de obra, y la gente ha abandonado el campo para buscar trabajo en la ciudad.

 

Rellena la siguiente tabla:

 

 

Densidad de población media

Fuentes de Andalucía

 

Provincia de Sevilla

 

Andalucía

 

España

 

Unión Europea

 

 

 

¿A qué nos referimos cuando decimos que la distribución de la población en el territorio de España es muy desigual?

¿Cuáles son las zonas menos densamente pobladas de España?

¿Cuáles son las zonas más densamente pobladas de España?

¿Qué son los servicios en la economía de un país?

¿Cómo han afectado los avances técnicos en la agricultura a la densidad de población?

 

Mapa de la densidad media de la población en España por provincias en 2007

 

Colorea con cera o lápiz violeta o lila las provincias con más de 500 hab/km2 (Vizcaya, Madrid, Barcelona, Ceuta y Melilla).

Colorea con cera o lápiz rojo las provincias que tienen de 251 a 500 hab/km2 (Alicante, Guipúzcoa, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife).

Colorea con cera o lápiz naranja las provincias que tienen de 121 a 250 hab/km2 (Sevilla, Cádiz, Málaga, Murcia, Valencia, Baleares, Pontevedra, A Coruña/La Coruña).

Colorea con cera o lápiz amarillo las provincias que tienen de 50 a 120 hab/km2 (Córdoba, Granada, Almería, Asturias, Cantabria, Valladolid, Álava, La Rioja, Navarra, Zaragoza, Tarragona, Castellón, Gerona/Girona).

Colorea con cera o lápiz gris las provincias que tienen menos de 50 hab/km2 (Lugo, Ourense/Orense, León, Zamora, Salamanca, Cáceres, Badajoz, Huelva, Jaén, Ciudad Real, Albacete, Toledo, Cuenca, Guadalajara, Teruel, Ávila, Segovia, Soria, Palencia, Burgos, Huesca y Lérida).

Colorea la leyenda.

Colorea Francia con el color que le corresponda por tener una densidad de población media de 96 hab/km2.

Colorea Portugal con el color que le corresponda por tener una densidad de población de 115 hab/km2.

Colorea Marruecos con el color que le corresponda por tener una densidad de población de 70 hab/km2.

ARGELIA

ANDORRA

 

¿Cuáles son las tres provincias españolas con mayor densidad de población?

¿Córdoba es una de las provincias con mayor o menor densidad de población? ¿Por qué?

¿En qué zona de España se sitúan las provincias con las densidades de población más bajas?



[1] Los servicios son las actividades económicas que cubren las necesidades de las personas, pero sin producir ningún objeto material. Servicios son las peluquerías, las tiendas, los hospitales…

Las migraciones en España

 

Las migraciones en España

 

España ha sido un país de emigración desde el siglo XVI. Las personas emigraban para mejorar su nivel de vida a las colonias americanas (Pizarro), a grandes ciudades como Sevilla, a la corte del rey en Madrid (Velázquez). A partir del siglo XIX la población española aumentó y esto provocó una abundancia de mano de obra que significó pobreza porque la cantidad de trabajo necesario permaneció estable. Para escapar de la pobreza y buscando trabajo la población española emigró:

Fuera de España. La emigración exterior (fuera de las fronteras de un país) se dirigió hacia América en la segunda mitad del siglo XIX. Desde principios del siglo XX se volvió menos común y casi cesó con la Guerra civil (1936-1939). A partir de los años cincuenta una gran corriente migratoria volvió a salir de España, pero dirigiéndose a Europa (Francia, Alemania, Suiza…). Este flujo de emigrantes desapareció en la década de los setenta, por las mejores condiciones de vida en España y por una crisis económica que convirtió en un estorbo a los trabajadores españoles.

Dentro de España. La emigración interior (dentro de las fronteras de un país) se inició en España a finales del siglo XIX, sobre todo hacia Cataluña y el País Vasco, las dos regiones donde primero se desarrolló una industria formada por fábricas que necesitaban gran cantidad de obreros para manejar las máquinas. A mediados del siglo XIX comenzó el éxodo rural, una emigración masiva desde las áreas rurales hacia las grandes ciudades que convirtió a España definitivamente en un país de ciudades y no de pueblos.

A partir de los años noventa del siglo XX, debido al crecimiento de la economía española que necesitaba abundante mano de obra, España se convirtió en un país receptor de inmigración. Entre 2001 y 2006 llegaron a España una media de medio millón de personas por año.

Podemos clasificar a estos inmigrantes en cuatro grupos:

Personas jubiladas. Provienen del norte de Europa (Alemania, Reino Unido…) y buscan un lugar agradable para vivir, como la costa mediterránea. Al tener altas pensiones su capacidad adquisitiva (poder de compra) es más alto en España que en sus países de origen.

Profesionales de alto nivel salarial y gens del mundo del arte (pintores, escultores…) y de la cultura (escritores, profesores…). La mayoría vienen de la Unión Europea y vienen a España temporalmente, aunque su estancia pueda durar años.

Refugiados[1] políticos o personas perseguidas por motivos étnicos o religiosos. Han tenido que abandonar su país.

Personas procedentes de países pobres. Buscan trabajo y condiciones de vida dignas. Al contrario que las de los otros tres grupos, no todas las personas de este último grupo entran en el país de forma legal, con la documentación en regla, que suele incluir un permiso de estancia y otro de trabajo. Parte de la gente que viene a España por causas económicas entra en el país de forma clandestina, es decir sin permiso de residencia ni de trabajo.

 

¿A dónde se dirigieron los primeros emigrantes españoles en el siglo XVI?

¿Qué dos tipos de emigración existen?

¿Cuándo y hacia dónde se produjo la emigración exterior española?

¿Qué es el éxodo rural?

¿Por qué España se ha convertido en un país receptor de inmigración?

¿Qué cuatro tipos de inmigrantes existen?

¿Qué es entrar en un país de forma clandestina?

¿Qué es un refugiado?

 

Mapa de la distribución de la población extranjera en España por comunidades autónomas en el año 2006

 

Colorea con cera o lápiz violeta o lila las comunidades autónomas con una proporción de población extranjera superior al 12% (Baleares, Murcia, Cataluña y Valencia).

Colorea con cera o lápiz rojo las comunidades autónomas con una proporción de población extranjera entre el 8% y el 12% (Madrid, La Rioja, Navarra, Canarias).

Colorea con cera o lápiz naranja las comunidades autónomas con una proporción de población extranjera entre el 4% y el 8% (Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Aragón, Cantabria).

Colorea con cera o lápiz amarillo las comunidades autónomas con una proporción de población extranjera menor del 4% (Galicia, Asturias, Extremadura, País Vasco).

 

¿Qué comunidades autónomas tiene mayor porcentaje de población extranjera?

¿Qué comunidades autónomas tienen menor porcentaje de población extranjera?



[1] Refugiado: persona que se ha refugiado en un país extranjero a consecuencia de guerras, revoluciones, persecuciones, etc. que se han producido en su país de origen.

jueves, 30 de junio de 2022

Las características demográficas de la población española

 

Las características demográficas de la población española

 

La evolución de la población española se ha caracterizado en los últimos años por un importante crecimiento. España tiene una población de más de 46 millones de habitantes según el censo[1] del INE[2] en el año 2008. De esta población más de 5 millones son extranjeros. En 2008 un 11’3% de la población española es de origen extranjero.

La población española tiene una esperanza de vida[3] muy larga, es decir, los años que puede llegar a vivir una persona desde que nace son muchos: 76 años para los hombres y 83 años para las mujeres.

La natalidad ha aumentado en los últimos años, sobre todo por el mayor número de mujeres inmigrantes que suelen ser madres a edades más tempranas que la media española y que suelen tener una fecundidad[4] más alta, esto es, tienen un mayor número de hijos nacidos por mujer que la media de las mujeres españolas.

La mortalidad es elevada por el envejecimiento de la población. En algunas comunidades autónomas como Galicia o Asturias el crecimiento vegetativo[5] es muy bajo o negativo porque la mortalidad supera a la natalidad.

 

Di si las siguientes frases con verdaderas o falsas:

España tiene una población de más de 60 millones de habitantes.

La población española tiene una esperanza de vida muy corta.

El envejecimiento de la población es debido al aumento de la esperanza de vida.

En España la población ha aumentado por la llegada de inmigración.

Las familias inmigrantes tienen más hijos que las familias españolas.

 

Mapa del crecimiento vegetativo en España por comunidades autónomas en el año 2006.

1.      Colorea con cera o lápiz violeta o lila Madrid, Andalucía y Murcia, que son las comunidades autónomas con un crecimiento vegetativo superior al 4‰, es decir, que en el año 2006 aumentó la población en 4 personas por cada 1.000 habitantes. Lo anterior significa que un lugar con 10.000 habitantes subiría en 2006 a 10.040 habitantes.

2.      Colorea con cera o lápiz rojo Navarra, Cataluña, Baleares, Canarias y la Comunidad de Valencia, que fueron las comunidades autónomas con un crecimiento vegetativo entre el 2 y el 4‰.

3.      Colorea con cera o lápiz Extremadura, País Vasco, La Rioja, Castilla-La Mancha que fueron las comunidades autónomas con un crecimiento vegetativo entre 0 y 2‰ en el año 2006.

4.      Colorea con cera o lápiz amarillo Aragón y Cantabria, las comunidades autónomas en 2006 con un crecimiento vegetativo entre -2 y 0‰.

5.      Colorea con cera o lápiz gris Galicia, Castilla y León, y Asturias, comunidades autónomas que en el año 2006 tuvieron un crecimiento vegetativo inferior a -2‰. Lo anterior significa que un lugar con 10.000 habitantes bajaría en 2006 a menos de 9.980 habitantes.

 

a)      ¿Qué comunidades autónomas tuvieron el mayor crecimiento vegetativo en 2006?

b)      ¿Qué comunidades autónomas tuvieron un crecimiento vegetativo inferior al 0‰?

c)       ¿Qué es un censo?

d)      ¿Qué es el INE?

e)      ¿Qué es la esperanza de vida?

f)        ¿Por qué crees que la esperanza de vida de las mujeres es más larga que la de los hombres?

g)      ¿Qué es la natalidad?

h)      ¿Qué es la tasa de fecundidad?

i)        ¿Qué es el crecimiento vegetativo o crecimiento natural?

j)        ¿Por qué la mortalidad en España es elevada?



[1] Un censo es una lista con los habitantes de un país, de una provincia, de una comunidad autónoma o de un ayuntamiento. En esta lista se incluyen datos como sexo, edad, fecha de nacimiento…

[2] El Instituto Nacional de Estadística de España o INE es el organismo oficial encargado de la elaboración de estadísticas como los censos, etc.

[3] La esperanza de vida es la media de la cantidad de años que viven los habitantes de una población en un cierto periodo de tiempo.

[4] La tasa de fecundidad es el número medio de hijos por mujer en una población concreta. No debe confundirse con la natalidad, que es el total de nacidos vivos en un año. La tasa de fecundidad incluye tanto a los niños nacidos que han sobrevivido como a los que han muerto antes de que terminara su primer año.

[5] El crecimiento vegetativo o crecimiento natural es la diferencia entre el número de nacidos y el número de fallecidos de una población. Si el número de nacidos es superior al número de muertos se dice que la tasa de natalidad es mayor que la de mortalidad, es decir la población aumenta; cuando las defunciones superaran a los nacimientos la población disminuye. El crecimiento natural se calcula restándole a los nacidos los muertos.

viernes, 28 de agosto de 2020

La maternidad es cosa de todos



La maternidad es cosa de todos

Diana López Varela 23 FEBRERO 2018

GALICIA ENCABEZA el récord histórico en el descenso de la natalidad, con una involución en la maternidad que nos coloca sólo por detrás de Mónaco en cuanto al número de hijos por mujer. En ningún país del mundo, salvo en el pequeño principado, nacen menos niños: 7,03 por cada mil habitantes. En nuestro país para viejos, en donde sólo se producen seis nacimientos por cada diez muertes, los mayores de 64 años son ya la cuarta parte de la población. El retroceso de la natalidad es una constante en todos los países industrializados y la falta de recambio generacional es vista cómo la principal amenaza al impago de pensiones.

 

Con un porcentaje muy elevado de jóvenes de entre 20 y 35 años expatriados desde el inicio de la crisis, las dificultades económicas, principalmente la falta de empleo, han contribuido negativamente al aumento de la natalidad en Galicia. Pero, como decía Matías Prats ¡que no te engañen!, el impacto en los ingresos del primer hijo repercute de manera muy distinta cuando se es mujer. Nuestras ganancias llegan a reducirse casi un 30 por ciento en los meses posteriores al alumbramiento, y es muy fácil que la vuelta de la raquítica baja maternal acabe con una reforma de las condiciones laborales previas al parto. Hace pocos días pude comprobar con estupor como una amiga que lleva diez años trabajando en la misma empresa, era agasajada con una reducción de jornada y de sueldo para poder conciliar con su bebé recién nacido. Las empresas no aman a las madres. Y ni siquiera las aman muchos compañeros, que se convierten fácilmente en enemigos de la madre por sus "privilegios" de crianza.

 

Y no sólo de precariedad vive la baja natalidad.

La crisis tampoco ha contribuido a un reparto igualitario de las tareas, ya que las tres cuartas partes de las labores domésticas siguen recayendo sobre los hombros femeninos, que regalan 26,5 horas de trabajo no remunerado a la semana por el bienestar familiar, quitándoselo, principalmente, al tiempo de ocio. El cambio económico ha venido acompañado de otra crisis, la "crisis identitaria", en la que las mujeres que, como apunta Elisabeth Badinter en su libro La mujer y la madre, han peleado por una buena carrera profesional y un estatus social, se paralizan ante la posibilidad de perder lo conseguido por el deseo de ser madres.

La libertad de elección se ha convertido en una trampa. La maternidad, cada vez más exigente, está derivando en una profesión hiperespecializada en medio de una presión social por la perfección. "Cuanto más libre se es de tomar las propias decisiones, más responsabilidades y deberes se tienen", apunta Badinter. Ahora que sabemos que las madres sufren y que muchas se arrepienten, la posibilidad de "escoger" puede hacer sentir mucho más miserables a las mujeres si la maternidad no sucede como esperaban.

 

No sólo hay cada vez menos madres, sino que cada vez lo somos más mayores. Algunas a edades en que las nuestras nos tenían prácticamente criados y otras eran ya abuelas. Cuando mi madre tenía mi edad —casi 32— la acompañaban tres mocosos, dos de diez y una de siete años. De las mujeres con formación universitaria que me rodean, apenas un par de amigas cercanas han sido madres recientemente y, en mi círculo de amigas íntimas, cuyas edades se extienden de los 27 a más de 40 años, ninguna ha tenido hijos. Sólo las amigas de mi pareja, casi diez años por encima de mí, me devuelven a la realidad biológica de la mujer.

 

Así que cada vez más mujeres posponen la maternidad al tiempo en que ya han demostrado "todo" en sus empresas, mientras el reloj biológico marca el tic tac de las horas perdidas en una carrera por el embarazo llena de frustración, culpabilidad y dolor, en donde el miedo a no ser lo suficientemente fértiles cae como lluvia ácida sobre el campo inmaculado de la independencia económica. En España, uno de cada diez niños ya nacen a través de técnicas de reproducción asistida, y algunas empresas empiezan a ofrecer gratuitamente el servicio de congelación de óvulos a sus empleadas como solución imaginativa a sus nulas políticas de conciliación.

 

El peaje físico, intelectual, social, y laboral de la maternidad es tan grande, que incluso las que lo son a tiempo completo y por propia voluntad, no encuentran muchas veces la recompensa social que se merecen. Pero el tiempo de las madres mártires ha terminado. Ahora que somos conscientes de todo lo que hicieron nuestras madres, de todo lo que sacrificaron por estar dentro y fuera sin ningún reconocimiento de aquellos hombres que se creyeron los padres del Estado del Bienestar mientras recibían el plato caliente y a los hijos bañados y planchados, las mujeres elevamos la voz pidiendo el respeto y el reconocimiento que la crianza requiere. Sólo un cambio radical en las políticas económicas y sociales puede devolver la maternidad al centro de la vida de las mujeres. Porque la maternidad es cosa de todos. Que no te engañen.


viernes, 28 de febrero de 2020

La verdad nos hará libres o Datos, datos, datos en homenaje a Enric Juliana









En 2019 el paro estaba en el 18,53% en Almería, y en el 17,75% en Málaga, la provincia andaluza con menor índice de desempleo. Además Almería era la provincia con mayor tasa de actividad y por ello la que proporcionalmente tenía menos paro.








miércoles, 22 de mayo de 2019

jueves, 27 de diciembre de 2018

Mapas históricos diacrónicos en Youtube

The History of Europe: Every Year and Population Every Yea

The History of Europe: Every Year

The History of the World: Every Year

Human Population Through Time

World War II in Europe: Every Day

The Rulers of Europe: Every Year

https://www.youtube.com/watch?v=yOMx4Edz3Pk

European conquest of the Americas - summary on a map

Timelapse of Every Battle in History

https://www.youtube.com/results?search_query=world+history+every+year

The History of Iberia: Every Year

The History of the Romans: Every Year


del 28 de febrero al 5 de marzo

https://www.diariodesevilla.es/2018/12/25/medidas.pdf?hash=2869aa5b5381d12bb7667c63f2d95bd882baca81

https://books.google.es/books?id=eyioBAAAQBAJ&pg=PT222&lpg=PT222&dq=centurio+scevola&source=bl&ots=geZcf8uQMl&sig=Qzx4elmbvPHehV74Ca4iwfvx_ec&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwiAgIK7zcDfAhUEsXEKHfnSAH4Q6AEwAXoECAgQAQ#v=onepage&q&f=false

Maestra de pueblo
https://www.facebook.com/maestradepueblo/

https://twitter.com/maestradepueblo

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2018/12/26/espanol-non-e/0003_201812G26P15992.htm

Ser español non é ser nada



Tampouco ser galego. É menos aínda que ser seareiro dunha equipa. Non é nada se non o é tamén en termos cívicos nin políticos. Toca dicilo porque parece esquecerse entre tanto nacionalismo patrioteiro de Estado e tanto nacionalismo caduco que non ve a cidadanía alén da identidade. Ser galego, español ou francés non é nada sen cidadanía e hoxe a cidadanía está en risco. Están en perigo os dereitos políticos asociados a ser cidadán que non sempre tivemos nin temos porque ter per se. Por non falar doutros dereitos sociais ou laborais. Estes últimos progresivamente devaluados nos últimos anos. E ser español, galego, catalán ou alemán tampouco non é nada nestes tempos, na miña opinión, sen a sustantividade europea, da que ser galego ou español son adxectivos. Paréceme que nunca foi tan evidente como agora.
Cando escoito aos dirixentes de Ciudadanos enchérselles a boca falando de ser españois, españois, españois, como se esa pertenza fose garantía segura de liberdade e igualdade, asómbrome da simpleza coa que nos tratan aos cidadáns. Pero cando vexo que as novas caras da extrema dereita teñen a mesma concepción preocúpome. E máis aínda cando vexo ao PP perdido na axenda que lle marcan os extremistas que o abandonaron. A esa asimilación que vemos nestes días chámanlle algúns ‘tacticismo temporal’ -na lóxica de Aznar-, seguramente convencidos de que o seu oportunismo doutra época segue aínda vixente e pode permitirlles recuperar aos que se lles foron. O que para eses inxenuos é tacticismo sen convicción, para os extremistas que lles fan marcar o paso ven sendo cuestión de fe, que é moito mais inamovible e atractiva que calquera convicción, pero sobre todo moito máis auténtica para o votante que ten que escoller. Nunca ninguén gañará aos extremistas en machismo, centralismo, anti inmigación e touros. Quen compita con eles perderá. A supremacía da pertenza identitaria fronte aos dereitos de cidadanía non só afecta aos nacionalistas estatais, no noso caso españois, tamén é unha deriva crecente dalgúns nacionalistas litorais.
Nun coloquio organizado hai uns días polo profesor Robert Belot na Universidade de St. Etienne arrepiei co que acontece en Hungría, Polonia e Rumanía: a nación por riba da democracia; tamén por riba da Historia, manipulada para converter a anticomunistas nazis e antisemitas en pais da patria porque representan virtudes nacionais. Non hai nacións eternas, nin as novas nin as vellas. Dínolo o paso do tempo chamado Historia. Ate agora o esencialismo nacionalista era criticable intelectual ou politicamente pero neste tempo, nesta Europa e neste Estado, é un perigo de futuro, un risco que a democracia, que tamén é continxente, mais aínda que as nacións, non debe correr.

Non podemos permitirnos o luxo de pola en perigo imaxinando que Bolsonaro é un tolo que non durara, que Salvini vai acougando ou que os seus aprendices vanse moderar cando cheguen as institucións. Imposible competir cos que sitúan a nación imaxinada por riba da convivencia e da vontade xeral. Están aquí e de nos dependera se lles deixamos ficar.